Capítulo 5: Graduación.

。・:*:・゚'☆。・:*:・゚'☆。・:*:・゚'☆。・:*:・゚'☆。・:*:・゚'☆

1 AÑO ATRÁS.

Para Renesmee Cullen nunca le fue difícil el presentarse a un lugar concurrido, aunque sus padres no la dejaran mucho por su acuerdo con los Vulturis, ella disfrutaba de los eventos sociales donde podía sacar a la luz su inteligencia y su amabilidad. Renesmee odiaba ser un secreto, odiaba ocultarse, y por ello insistió hace un año el comenzar el instituto, logró convencer a su padres y hoy, finalmente, se graduaria por primera vez.

Rosalie le peinaba con suavidad mientras Alice pintaba sus uñas y escogía un vestido para la híbrida. La vampiro que veía visiones había visto que sería un día cálido, pero el cielo estaría nublado, ella había escogido el día, gracias a formar parte de los padres colaboradores, sin decirle a su familia. Bella esperaba en la sala junto a Edward y Jacob, ellos serían los que acompañarían a la joven en el acto, mientras los demás preparaban una fiesta sorpresa para ella.

-El rosado es lindo.-Murmuró Renesmee, mirando a su tía Alice coger un vestido morado.

-No combina con los zapatos. -Rechazó Alice.-El fucsia es mejor.

-Alice, deja elegir su vestido. -Regañó Rosalie, mientras peinaba los rizos de la niña en un hermoso peinado recogido.

Alice rodó los ojos y lanzó el vestido morado al fondo del closet, sacando uno rosado chillón de una funda blanca. Fingía estar ofendida, pero en realidad había pensado en ese vestido desde el comienzo.

Renesmee jugaba nerviosa con sus dedos, sentía que en cualquier momento vomitaria el almuerzo que Francisca le había preparado al medio día. De sólo pensar que debía ir a un evento social con sus padres, se le ponían los pelos de punta, pues ninguno de ellos le dejaría estar mucho tiempo allí, y aunque entendiera el porque, realmente le desanimaba el hacerlo.

-Ya está. -Murmuró Rosalie, volteando la silla giratoria donde la niña estaba sentada, dejándola verse en el espejo.-¿Qué tal?.

El reflejo en el espejo dejó a una Renesmee satisfecha, su cabello, ahora de un tono rojizo, estaba prolijamente peinado en un moño con trenzas como detalle, y su rostro, maquillado por Alice, estaba casi al natural a excepción de su labios que estaban pintados en un tono rosado. Sonrió ante su reflejo y miró a su tía rubia.

-Me encanta.-Dijo Renesmee, volviendo a mirarse al espejo.

-Me alegra que te guste.-Dijo Rosalie, orgullosa de su trabajo.

Alice hizo que la de cabello rojizo se cambiara la bata que llevaba puesta y se coloque el vestido, el cual era hasta las rodillas y era en escote en V, liso y de un tono rosado brillante. Al terminar, Alice le dio unos zapatos negros bajitos y ambas vampiros celebraron al verla ya producida.

-Somos las mejores.-Dijo Alice, con una sonrisa arrogante.-Deberíamos de montar un local de preparación para fiestas, Rose.

-Prefiero que no.-Respondió Rosalie, negando con su cabeza.

-¡APRESURENSE, RENESMEE DEBE LLEGAR EN UNA HORA!. -Escucharon el grito de Francisca desde el primer piso.

-Si no quisiera a esa mujer, ya le habría roto el cuello por exigente.-Murmuró Rosalie, elevando sus cejas.

-¿Qué puedo decir?. Tiene carácter. -Dijo Alice, elevando los hombros.-Vamos, pequeña Ness. Hoy es tu noche.

Renesmee, quien se había mantenido en silencio hasta el momento, asintió y caminó lentamente hasta salir de la habitación, dirigiéndose a las escaleras. Las bajó con la delicadeza que portaba y miró a las tres personas que la esperaban. Bella la miraba conmovida, Edward la observaba con ganas de llorar y Jacob la escaneaba de pies a cabeza, sintiendo como su corazón latía con fuerza al ver el sonrojo en las mejillas de la híbrida.

-Te ves tan...-Decía Edward, sin palabras.

-Hermosa.-Terminó Jacob la frase, ganándose una mala mirada de Bella.-Te ves genial, Nessie.

-Gracias, Jake.-Murmuró Renesmee, sonrojada.-¿Los abuelos?.

-Salieron a buscar tu regalo.-Respondió Francisca, apareciendo en el lugar. -El rosa, definitivamente, es tu color, pequeña.

-Gracias, tía. -Dijo Renesmee.-¿Nos vamos?.

Edward asintió y tomó la mano de su esposa, para salir a las afueras de la casa a esperar al par. El vampiro sabía que el lobo quería darle algo a su impronta, y no necesitaban de una escena de Bella, por ello se adelantaron. Jacob tomó la mano de Renesmee, ayudándola a bajar los últimos escalones, y sonrió al tenerla frente a él.

-Creo que tu vestido quedará bien con esto.-Dijo Jacob, sacando un collar de su chaqueta.

Era de acero, parecía hecho a mano, tenia un dije de una bonita piedra transparente de un color rojo apagado. Era hermoso, a simple vista se veía que era realmente lindo.

-Jake...-Jadeó Nessie, sorprendida.

-Felicidades.-Dijo Jacob, entregándole el collar.

-Quiero usarlo ahora.-Dijo Nessie, devolviéndole el collar.-¿Podrías?.

Jacob asintió, mientras Nessie giraba para darle la espalda. Jacob observó la piel pálida de la joven, sintiéndose extraño al querer tocarla, meneó su cabeza y se apresuró a colocarle el collar, rozando la piel fría de ella con sus dedos cálidos, creandole un escalofrío a la híbrida.

Quizás, Edward se arrepentía de haberle dado tanta libertad al lobo.

Renesmee salía del instituto a las carcajadas con Katherine y su tía Alex, iban hablando del tropiezo de un chico de su grado. Bella y Edward la esperaban en el estacionamiento, mientras Jacob iba detrás de la híbrida, cuidando de ella.

-Entonces, ¿Hoy que harás, Ness?. -Preguntó Katherine, quitándose la toga, dejando ver su vestido verde manzana.

-No lo sé. -Respondió Nessie, sacándose el gorro.-Mi familia está preparando una fiesta sorpresa, supongo que ha de hacerme la sorprendida.

-Pero... ¿si sabes ya no es una fiesta sorpresa, no?. -Dijo Alex Cameron, elevando una ceja, mirando a la de cabello rojizo.

Renesmee elevó los hombros, haciendo un puchero.

-No quería romperle la ilusión a mi tía Alice.-Dijo Renesmee, con una pequeña sonrisa.-Mi tío Emmett fue quien me dijo por accidente.

-Ay, Emmett. -Escuchó maldecir al lobo.

-Bueno, querida, nosotras ya nos vamos.-Dijo Alex, dándole un beso en la mejilla a la joven.-Pero nos veremos el domingo, ya quedamos en almorzar.

-Lo recuerdo muy bien, señora Cameron.-Dijo Renesmee, asintiendo.

-Sólo Alex, por favor, me haces sentir vieja.-Dijo Alexandra, con un escalofrío fingido.

-Bueno... Tienes 45... -Dijo Katherine, ganándose una colleja por parte de su tía. -Eso es maltrato infantil.

-Animal, diría yo.-Dijo Alex, en un doble sentido.

Las mujeres castañas se despidieron nuevamente de el par y se fueron a su auto. Renesmee iba a un lado de Jacob, en silencio, sintiéndose tranquila con su presencia. Fueron hasta el mercedes de la madre de la chica y se montaron en este, siendo seguidos por los dos adultos. En el camino fueron hablando de distintas cosas, desde el acto hasta la decoración que era tan chillona. En cuanto llegaron a la casa, Renesmee rodó los ojos.

Bajaron del auto y entraron a la casa, todo estaba apagado. Edward sonrió al leer la mente de su hija, sabía de la fiesta. Al llegar al salón, Renesmee tuvo que poner su mejor cara de asombro al ver a sus abuelos, tíos y a Francisca con sonrisas y un cartel de felicidades.

-Wow, no me lo esperaba...-Dijo Renesmee, siendo pésima al mentir.

-Ya lo sabías, no te hagas la tonta.-Dijo Alice, corriendo a ella, abrazándola. -¡Felicidades mi sobrina favorita!.

Cada uno la felicitó, y le dieron regalos. Carlisle y Esme le obsequiaron un hermoso auto, pues tenía la apariencia correcta para conducir, y obviamente le preguntaron a los padres de la niña. Emmett le obsequió un videojuego para que jueguen juntos, el vampiro debía sacar provecho de algo. Rosalie le dio un hermoso par de aretes de oro rosados con una caja llena de maquillaje. Jasper le entregó una caja repleta de libros antiguos, la fascinación de ambos. Francisca le preparó un pastel de chocolate. Alice le dio un costoso teléfono nuevo. Bella y Edward le regalaron una decena de libros. Y Jacob le dio una enorme caja de chocolates, pues eran los favoritos de la joven.

La fiesta era entre ellos, pero un golpe en la puerta les hizo saber que alguien más habían llegado, confundiendo a todos. Carlisle se encargó de ir a ver quien era, llevándose la sorpresa de ver un rostro conocido.

-¿Eliana?. -Preguntó el vampiro al ver a una morena frente a él.

-Fiorella.-corrigió la latina.-Eliana es mi abuela, sigue viva, pero desearía decirte que se está quemando en el infierno. ¿Puedo pasar?.

Edward y Jacob llegaron justo en ese momento, sorprendiendo al lobo al ver a la joven que conoció en la reserva años atrás, y que aparentemente no estaba muerta como el creía.

-Sip, no me morí. -Respondió Fiorella, al ver la sorpresa del lobo.-Y aunque me encantaría ver como te vuelves loco por eso, debo advertirte algo, pulgoso.

-¿Se conocen?. -Preguntó Edward, mirando de reojo al lobo.

-Digamos que yo era amiga de una impronta. -Dijo Fiorella.-Pero para explicaciones del pasado no hay tiempo. Debemos hablar, Jacob.

-¿De qué?. -Preguntó Jacob, saliendo de su asombro.

-¿Han oído sobre los Cazadores?. -Preguntó Fiorella, mirando a los tres hombres delante de ella. -Creo que hay que hablar, y debe ser ahora.


































🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹

YA EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO SE CENTRARÁ EN LA RESERVA.

SE VIENEN COSAS FUERTES. PREPAREN PAÑUELOS.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top