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PASADO.

La noche caía sobre la ciudad de Londres cuando la familia Cullen llegaba a su nuevo hogar. Renesmee iba dormida a un lado de Jacob en el auto de su padre, mientras Edward estacionaba en la enorme cochera de la casa para 6 autos.

-¿Podrías llevarla, Jacob?. -Le preguntó Edward al lobo, cuando apagó el motor del auto.-Ha sido un viaje muy duro, debe estar muy cansada.

El lobo no contestó, y simplemente bajó del auto, dando la vuelta y abriendo la puerta del lado de la niña, tomándola cuidadosamente cuando le quitó el cinturón de seguridad. La cargó en sus brazos y se dejó guiar por Alice hasta el nuevo cuarto de la híbrida.

-Aún falta decorar, pero creo que es el adecuado para ella.-Dijo Alice, abriendo la puerta blanca de madera.

Jacob le tomó poca importancia a la apariencia del enorme cuarto, y caminó con la niña en brazos hasta la pequeña cama que había frente a un gran ventanal, dejándola acostada sobre esta. Alice les miró un momento, para luego retirarse y dejar que el lobo arrope a la niña. El lobo tomó la mata rosada y tapó el pequeño cuerpo de la niña, y acomodó su cabeza sobre la almohada. Le dió un beso en la frente y salió del cuarto, no sin antes dejarle encendida la luz de noche.

El metamorfo bajó las escaleras y se dirigió a la sala, donde ya todos los Cullen estaban parados, parecidos a unas estatuas por su rigidez. Se sentó en el sofá de cuero y miró a Carlisle.

-¿Cómo le afectará a ella el estar aquí?. -Cuestionó Jacob al líder del clan.

-Supongo que no será fácil al principio.-Respondió Carlisle.-Principalmente por la inmensa culpa que siente.

-Pero no hizo nada, no lastimó a nadie.-Intervino Bella, preocupada por su hija.-Charlie está bien.

-Eso no quita que se culpe, Bella.-Dijo Jasper, desde el otro lado del salón. -Es como aquella vez, que quise atacarte. La culpa de no poder controlarse, es lo que nos perjudica.

-Es diferente.-Dijo Jacob, ganándose la mirada de todos los vampiros.-Es una niña, aún no sabe tener el control.

-Aprenderá. -Dijo Edward, apoyado sobre una pared.-Pero primero debemos enseñarle. Esta vez no ocurrió nada, pero no podíamos confiarnos.

-Solo espero que no se culpe.-Dijo Jacob, algo inquieto.

Ya lo hace. Pensó Jasper, y Edward lo escuchó.

Esme le preparó una comida al lobo, la cual agradeció y finalmente se fue a dormir a un cuarto que Edward le mostró. Estaba al otro lado del pasillo, lejos del cuarto de Renesmee. El lobo se quejó, pero al vampiro poco le importó.

Jacob estaba por dormirse cuando su teléfono sonó. Gruñó y tomó el aparato, viendo el nombre de la madre lobuna en el registro del número. Suspiró y atendió.

-¿Ocurre algo, Lene?. -Preguntó Jacob, recostándose en su cama.

-Nada en especial. Solo quería saber si has llegado bien.-Dijo Marlene, con voz maternal.-¿Ya comiste?.

Jacob sonrió y negó divertido. Si que la muchacha se tomaba enserio lo de ser una madre de los lobos.

-Sí, ya comí. Y sí, llegamos bien.-Respondió Jacob, con una sonrisa.-¿Cómo están todos allí?.

-Bien, de hecho. Ya ha llegado una impronta más, Leah y yo ya no somos las únicas mujeres entre tanta testosterona. -Comentó Marlene, soltando una risita al oír las quejas de los chicos.-Jacob, te llamaba para pedirte un favor.

-¿Qué pasa?. -Preguntó el lobo, sentándose en la cama, preocupado.

-Nada malo. Mira, mi prima Ariadna vendrá a pasar un tiempo en mi casa, y su madre quedará en Inglaterra sola. Quisiera saber si podrías cuidarla, un tiempo solamente, es que hay unos vampiros dando vueltas y me preocupa que mi tía Francisca esté en peligro.-Dijo Marlene, con súplica en su voz.-¿Podrías..?.

-Claro que sí, Lene. Envíame la dirección de su casa, iré en las noches a hacer guardia. -Dijo Jacob, siendo imposible negarse a una petición de su madre lobuna.

-Te debo una grande, Jake.-Dijo Marlene, con un poco más de tranquilidad.

-No me debes nada, Mamá. -Dijo Jacob.

Estuvieron hablando un poco, hasta que la mujer azabache le envió a dormir al lobo, el cual refunfuñó algo de no ser un niño y finalmente cortaron la llamada, para que después, Jacob se durmiera en su cama. Sintiéndose solo, por no tener a su manada y su madre lobuna con él.

Era pasada la media noche cuando el lobo despertó asustado. Un agudo grito inundó sus oídos, reconociendo a la responsable de tal sonido. Era Nessie, gritando en su cuarto. Jacob salió de la habitación casi a los tropiezos, olvidando que no tenía sus pies cubiertos, y corrió a la habitación de su pequeña impronta. Cuando entró, vio a Edward y Bella tratando de calmar a la niña, sin éxito alguno.

-¿Qué le ocurre?. -Preguntó Jacob, acercándose rápidamente al otro lado de la cama.

-Pesadillas.-Respondió Edward, con una jaqueca.

Jacob tomó la mano de su impronta y pudo ver lo que ocurría, gracias al don de ella. Pudo ver que el sueño, o pesadilla, era que ella dañaba a Charlie y Billy, que los mordía y se comportaba como un neófito sin escrúpulos. El lobo rápidamente soltó su mano y miró a los padres de la niña.

-Siente culpa.-Dijo Jacob, entre dientes.

-Lo sabemos.-Dijo Bella, sin dejar de ver a su hija.-Jasper nos advirtió.

-¿Por qué no la han despertado?. -Preguntó Jacob, con un gruñido.

-Lo intentamos, pero no despierta.-Explicó Edward, con una de sus manos en su cabeza.

Jacob decidió despertarla, asi tenga que meterla bajo el agua fría, debía parar ese sufrimiento en la niña. La tomó de los hombros y comenzó a sacudirla, sin ninguna respuesta positiva. Se comenzó a desesperar cuando ella no despertaba.

-¡RENESMEE!. -Gritó Jacob, en el rostro de la niña.

Ella despertó al oír la voz del lobo en su sueño, con algo de eco. Cuando fue capaz de abrir los ojos, se sentó de golpe en el colchón. Su respiración era un poco acelerada y sus cabellos se pegaban en su nuca. Edward notó algo raro cuando vio a su hija, y Jacob no tardó en notarlo también.

Renesmee habia vuelto a crecer, y ahora tenía la apariencia de una niña de 10 años y medio.

-Tranquila, Ness.-Murmuró Jacob, sentándose en dl colchón, tomando la mano de ella.-Solo fue un mal sueño. Mañana podríamos hacer atrapasueños, ¿Quieres?.

-¿Puedes dormir aquí?. -Le pidió al lobo, sorprendiendo a los tres adultos, era la primera vez que le pedía a Jacob tal cosa.

Jacob miró de reojo a los padres de su impronta y luego habló.

-Si a tus padres no les molesta, puedo dormir en el sofá ese.-Respondió Jacob, señalando el pequeño sofá rojizo que había en una esquina de la habitación. La niña asintió y miró a sus padres.

-¿Puede?. -Preguntó Nessie, con su voz ronca.

-Ness.-Murmuraba Bella, pero su esposo la interrumpió.

-Esta bien.-Dijo Edward, asintiendo. -Sí eso te deja dormir tranquila, el tener a Jacob aquí, podemos dejar que él duerma aquí en el sofá.

Nessie sonrió media dormida y asintió. Bella besó su frente, al igual que su esposo, y luego la pareja salió de la habitación. Jacob caminó hasta el sofá y se acostó. Nessie aún seguía sentada en la cama, con el temor de volver a cerrar los ojos.

-Nessie, tranquila. No es real, solo fue un sueño. -Dijo Jacob, al notar que ella seguía despierta.

-¿Podrías leerme un libro para dormir?. -Le pidió la niña de, ahora, apariencia de 10 años.

Jacob asintió y se levantó del sofá, caminando a la cama. Tomó un libro de alguna caja que había junto a la pequeña mesa de noche y lo abrió, comenzando a leerlo mientras la híbrida se cubría con sus mantas y cerraba los ojos. El lobo se entretuvo tanto con el libro, que no notó cuando ella se durmió nuevamente. El sol comenzaba a salir cuando él finalmente se fue a dormir, había estado al pendiente de ella. No quería volver a verla así, aterrada y sintiéndose culpable.

Realmente, no quería.

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Jacob cuida de Nessie tan lindo.
Yo los amo, y deseo que Stephenie saque un libro de ellos :)

¿Opiniones?.

¡Marlene aparece siempre, es peor que la mugre!. La amamos.