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Narrado omnisciente
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—Elegancia Freya—Se escuchaba la voz de su madre al otro lado de la sala dandole las indicaciones de la forma correcta para caminar de una dama.

—Estoy cansada—Se quejó ____ deteniendo su paso.

—Freya, debes practicar para la cena que se acerca—Al oír eso se encogió de hombros—A tu padre le gustaría ver a su familia reír antes de partir.

Ya había transcurrido una semana y en ese tiempo se enteraron de la nueva guerra que se aproximaba.

—No creo que le importe que su hija camine con elegancia o no, a papa no le importan esas cosas—Solto con despreocupación provocando una risa en su madre.

—Tienes que ser una dama, te guste o no—Sentencio.

—Saldre a dar un paseo. Más tarde seguiré, mamá—Informo.

—Como quieras, vuelve antes de las 11—Dio medía vuelta para caminar hacia las escaleras y desaparecer por estas.

____ confundida por la repuesta de su madre se levantó de su lugar, la había permitido salir sin interrogarla. Debía estar afectada por la partida de Magath, pensó _____.

Freya se dirigió hacía su habitación para poder cambiarse el vestido por unas ropas más comunes.

—Casiopea—Menciono el nombre de la gatita la cual se refugiaba debajo del los cojines del sofa—Ven princesa—La tomo en brazos con delicadeza.

—¡Oye!¡Devuelvemela!—Se oyo la voz de Sarah—La he estado cuidando por una semana como para que me la robes—Dijo riendo—¿A donde vas?—Pregunto viendo de arriba a abajo a su hermana.

—Dare un paseó—Comentó—Te dejo—Estiró sus brazos entregando a Casiopea.

—Bien, adiós—Deposito un beso en la mejilla de su hermana, esta se limpió con una mueca de asco y una pequeña risa. Desapareció por los pasillos.

Freya con entusiasmo se dirigió hacía la salida de la gran casa, abrió la reja dejando atras a los guardias.

Hasta que finamente noto las grandes construcciones de edificios lujosos.

Las luces iluminaban las calles de la ciudad, se veía a madres con sus hijos entrando a su hogar.

—¿Por qué no hace nada?—Pregunto un niño pequeño señalando a un bebe.

—Es pequeño aún, cuando sea grande podrás jugar—___ solto una risa al notar la confusión del niño.

Siguió con su caminó sin un rumbo, solo quería caminar un poco por las calles. A lo lejos distinguio a soldado de Marley con sus familias.

"Se despiden"

Penso Freya haciendo una mueca al pensar en la cantidad de soldados que morirían por partir a esta guerra, otra guerra creada por la torpeza de los políticos de Marley. Un comentario estúpido creó esto.

Observó su alrededor, se distrajo tanto en sus pensamiento que no noto cuando había llegado a una parte de la ciudad Eldiana.

No se veía maltratada, las luces estaban en su lugar y las construcciones estaban en buen estado.

Ahí fue cuando recordó que ella misma había enviado una gran cantidad de dinero para reparar partes destruidas de la ciudad. Fue un gestó que alegro a los Eldianos y creó confianza hacia la hija del general Magath.

Ya eran pasada las 7 por lo que debía volver en unas horas a la casa, no quería preocupar a su madre más de lo necesario.

Dio una vuelta lista para volver a su cuidad.

—Disculpe—Se disculpó cubriendo su nariz con su mano.

Al voltearse chocó con el pecho de una persona provocando un golpe.

—No hay cuidado, ¿Esta usted bien?—Reconoció su voz.

Alzó su mirada abriendo los ojos con sorpresa, disimulada.

—Porco Galliard—El nombrado asintió—Estoy bien, no se preocupe.

Paso junto a Porco pero fue detenida por el chico que tomó su mano. Se soltó inmediatamente observando confundida al chico.

—¿Qué quieres?—Preguntó confundida.

—¿Qué haces por esta cuidad?, dijiste odiar a los Eldianos.

—No ha cambiado, Galliard—Contesto—Solo caminaba.

—¿Estás sola?—Pregunto con una voz tranquila pero algo ronca—No deberías salir sola por aquí.

—¿Por qué no?, esta bien, se defenderme y me se el camino a casa—Expresó con tranquilidad.

—Aún así es peligroso—Insistió dando un paso al frente.

—¿Se preocupa por mi?—Preguntó burlona.

—No es eso es solo que, le tengo estima al general Magath y no me gustaría que estuviera mal por que su hija no ha hecho caso.

Galliard río al ver el rostro de enfadó de la chica.

—¡Porco!—Se oyo el llamado de una voz femenina.

—Al parecer te llaman—Apuntó en la dirección a la mujer para comenzar a caminar en dirección a su casa.

—¿Iras sola?—Cuestionó.

—He venido sola y sigo con vida—Contesto.

A unos pasos lejos del hombro dirigió una mirada por sobre su hombro.

—¡¿Por qué no contestas cuando te hablo?!—Una mujer mayor regañaba a Galliard—¡Siempre persiguiendo a mujeres!¡¿No?!

—¡No es cierto!—Se defendió.

—¡No me contradigas!—Sin poder evitarlo, Freya soltó una carcajada al ver a la mujer golpear a Porco—¿Quién es esa chica?

—¿Ahora preguntas?—Se sobo el lugar afectado.

—Ya, dime quien es.

—No es nadie, mamá, solo una vieja amiga—Contestó comenzando a caminar.

—Es bastante bonita como para ser amiga tuya. Parece de la alta sociedad, ¿Es Marlyana?—Galliard asintió sin ganas dirigiendo su mirada por donde ya se había ido la chica.

Sonrió de lado siendo observando por su madre quien también río.