—Yo iré adelante—Apunte a un lugar en el mapa de el edificio.

—¿Por qué tu al frente?—Pregunto Atlas.

—¿Por qué yo no al frente?—Pregunté con seriedad.

—Porque es peligroso que vayas TU al frente—Dijo recalcando el "TU".

—¿No crees que yo sea capaz?—El fruncio el ceño.

—No es eso, es que eres muy impulsiva y seguramente atacaras antes de que nosotros lleguemos—Pensé en palabras apropiadas para responderle.

—No lo haré—Susurre—¿Qué propones tu?

—Déjame ir yo al frente—Suspire resignada.

—Creo que Atlas tiene razón—Hablo Kento.

—Bien ve tu y volvamos a lo nuestro—Emma sonrió de una manera extraña.

—Ya esta todo, vamos por las armas y salímos—Emma se emocionó y corrió a otra a la habitación de las armas, detras de ella Kento.

—¡Yo te dije primero que la quería!—Le grito a Kento que tenía una pistola en la mano.

—¡Yo lo dije antes!—Alzo la mano fuera del alcance de Emma.

—Perdóna ___ pero son incontrolables—Hablo tranquila.

Hace mucho no me llamaban por mi apodo.

Camine a Kento y le obligue a darme la pistola.

—Compórtense que no estamos jugando—Los regañe—Elijan una.

Deje eso de lado y elegí un arma, bueno dos una era una pistola con bastantes balas y otra una navaja.

Mi trabajo no es un juego y básicamente no lo saben nadie mas que mi familia y los chicos.

(…)

Abrí la puerta de la entrada principal de la casa.

—Hola—Salude a Sarah pero esta estaba concentrada con Casiopea.

—¿Qué?¿Me hablaste?—Pregunto confusa—Mira mira, le di un baño y le compre una cama—Señalo a la cama detrás de ella, color salmon.

—Lindo, ¿Mama te dejo?, eres alérgica—Le recorde.

—Ya paso, estoy muy bien—Tomo en sus brazos a la gatita—Su patita creo que esta algo mejor, ya la apoya correctamente y no se le tuerce.

—Genial—Bese la cabecita de la gatita.

—¿Cómo te fue?—Pregunte sentándose en un sofa.

—Bien—Respondi.

—Pero cuéntame—Exigio—Un "bien" no es suficiente, quiero saber.

—Tengo una misión, mañana así que nos veremos en la noche—Camine hacía la escalera—Te contare mañana.

—¿Mataras a alguien?—Preguntó con normalidad pero en el fondo temía la respuesta.

—Confidencial—Respondí restandole importancia.

—¿Es Eldiano?

—¿Importa?—Me detuve al escuchar mis propias palabras, me delate.

—¿Matarás un Eldiano?¿Eso haces?

—Hago un favor al deshacerme de traidores.

—¿Qué ha hecho?

—Roba armas del ejército, merece un castigo—Sarah negó—Solo cumplo ordenes.

—Tu trabajo es raro, ¿Quien es el tipo?

—No recuerdo el nombre, mañana lo sabre.

—Freya—Se colocó frente a mi, sus manos en mis hombros—¿Por qué es Eldiano sera fácil de matar?

—Si—Respondí con seriedad—Olvida esto Sarah, no te dije nada.

Baje sus manos con cuidado y camine a las escaleras.

—No puedo, se que matas sin necesidades, haces un favor deshaciendote de los malos pero ¿No tienes remordimiento?

—Ni un poco—Comence a subir las escaleras.

¿Remordimiento?, estoy más que bien, no es que sea fantástica de matar personas, no soy así, solo ayudo a quitar a la gente mala del medió.

Ayudo.

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¿Cómo creeen que siga?