El bello jardín del Edén es hogar de los primeros humanos, nacidos del polvo de la tierra y del barro de la humedad. Adán, creado para ser el padre de la humanidad; sin embargo, su personalidad errática lo hacía fastidioso; pero un día, tal vez por obra del señor, recibió un fuerte golpe en la cabeza, causando que su personalidad cambiara, sorpresivamente, para bien.

Antes quería dominio sobre todas las cosas, como se lo han dicho desde su creación, pero ese deseo fue apasiguado al entender que, a pesar de ello, debía ser una mejor persona, mejor de lo de era antes. Se encomendó a sí mismo, ganar el perdón de Lilith por tratarla como una inferior.

Tras arduos y difíciles días, consiguió ese perdón, y su relación mejoro, ahora reconociéndola como su igual, dándole el mismo permiso que él tenía sobre el Edén. Con el paso del tiempo, nació el amor entre ellos dos, y de ese amor, creció los cimientos de la humanidad. ¡Los primeros niños humanos habían nacido! ¡Nunca antes el jardín se llenaba de tantos gritos y travesuras! Por primera vez, una calidez más profundo floreció entre los padres de la humanidad, uniendolos como una familia.

Un término que Lilith invento por sí misma.

Satán, el primero entre los hijos, el segundo hombre en la creación, idéntico a su padre en aspecto y personalidad, le encantaba jugar con los animales del Edén, y no tenía miedo en explorar los lugares mas desconocido de la misma, a veces, siendo acompañado por su padre.

Belce, la primera hija, la segunda mujer en la creación; idéntica a su madre en aspecto y personalidad, disfruta de comer los frutos del Edén y tener momentos de calmas, observando el paisaje majestuoso que el Edén podía otorgar, a menudo, a acompañada de su madre.

Asmodeus, el segundo hijo, el tercer varón en la creación, idéntico a su madre pero con la personalidad de su padre, reúne los mejores cosas de su progenitores: ser alguien juguetón como su padre, pero tranquilo como su madre. Disfruta de ayudar a los animales del jardín, o pasar el tiempo con su familia. Según Lilith y Adán, es quien mantiene aún más unido a la familia al ser quien interviene en las peleas innecesarias.

Pero no faltaba los problemas.

Luzbel, Lucero del Alba, el serafín encargado de pintar las estrellas con su magnífico poder, estuvo profundamente enamorado de la primera mujer. Intentó mil y una forma de ganarse el corazón de la susodicha, pero en cada oportunidad, en cada confección, era rechazado. Lilith había creado una familia, y no estaba dispuesta por abandonarla por nada en la creación.

Incluso cuando él le ofreció las estrellas.

No obstante, sus intentos de conquistas no fueron desapercibidos por sus hermanos, quienes tomaron una decisión firme. Han creado un sello que prohíbe la entrada de Lucero del Alba al Jardín del Edén para que no intervenga en los planes del Todopoderoso, condenado a nunca hablarle a la primera mujer.

Con su corazón marchito, el serafín solo podía ver como la mujer que amaba era feliz con otro desde la lejanías, teniendo más hijos cada cierta cantidad de años, y que nunca dejaba de crecer, amando cada hijo que tenía en sus brazos.

Ahora sin la intervención de la Serpiente, el proyecto humanidad llegó a su cúspide cuando Adán y Lilith fundaron la primera civilización humana con sus hijos. Ya no eran una familia pequeña, sino una gran familia, donde las paz, felicidad, e inocencia abunda en cada esquina, sin la existencia de la maldad en lo corazones de los humanos.

Dios, contento que su plan haya salido a la perfección, ascendió a los primeros humanos a Reyes.

No eran reyes del Edén.

No eran reyes de la Tierra.

Tampoco del Cielo.

¡Ascendieron a reyes del Universo entero! ¡En Dioses de toda la creación!

Esa era su destino, el destino que ambos compartían: reemplazar a Dios.

Pero esa noticia no cayó bien en todos los angeles y ancianos, no aceptaban que los humanos, seres de capacidades más bajas que ellos, fueran los nuevos dueños del universo que tanto les ha costado expandir.

Pero la voluntad del Señor es ley.

Después de varios días de conflicto, el todopoderoso les hizo comprender su decisión, y aceptaron su voluntad: Adán y Lilith serán los nuevos gobernantes de toda la creación, destinados a crear nuevas especies, nuevos mundos, nuevos pequeños universos.

Todo esto es posible, porque Dios mismo les dio parte de su poder para que fueran más que humanos, ser seres hechos a su imagen y semejanza.

Ahora los padres de la humanidad son felices con su nuevo destino, no será fácil, estarán lleno de complejidad y muros que intentarán frenarlos, pero juntos, sienten que son capaces de hacer lo que sea.

Todo salio bien.

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Fin.

Fue un relato muy corto, pero ese era la intención.

Es un What ir de que pasaría si Adán no fuera un imbécil en la serie y sería mejor persona, mejor esposo.

Y Samael con el corazón marchito por toda la eternidad.

DENME UNA ESTRELLA

Tomen agua, y nos vemos en la próxima.

Dios todo feliz de que su plan hay salido a la perfección, solo le hizo mandar un coco en la cabeza de Adán para ello XD