//Segunda parte// La noche de la fiesta
Marcel llegó junto a Verónica a un fino restaurante, no le sorprendía que la hayan citado a un lugar como ese. La familia de parte de su madre tenía mucho dinero. Marcel le abrió la puerta de la entrada para dejarla pasar primero, Vee le agradeció por el caballeroso gesto y pidió la reservación en nombre de Stella Jhonson, el camarero los llevo a su mesa. La madre de Vee no había llegado aún por lo tanto decidieron esperarla un rato.
—¿Te mencione que me encontré a tu amiga Katelyn? –empezó a hablar Vee solo para observar las reacciones de Marcel.
Este casi se atraganta con su saliva, parpadeó varias intentando recobrar una postura desinteresante, se acomodó en su asiento y aclaro su garganta antes de responder:
—¿En serio? –preguntó impasible.
—Sí, ella es muy agradable –respondió fingiendo una emoción inexistente, recordando como la había dejado callada en ese instante —¿Por qué nunca me hablaste de ella? Podemos ser amigas –cuestiono Vee haciéndose la ofendida, más que nada por el comentario sobre la falta de confianza.
Marcel apretó los labios negando ante la posibilidad de su exnovia con novia en una amistad.
— No –reaccionó alarmado, Vee frunció el entrecejo confundida –No creí que te fuera a importar demasiado –corrigió Marcel sonriendo nervioso.
—Marcel somos novios ahora, claro, debo saber con quién andas –aclaró Vee.
—Lo sé pero no estás obligada a relacionarte con ellos –explicó Marcel de manera lógica – Además ¿Por qué le das tanta importancia?
—No sé, pienso que Katelyn significa mucho para ti... ¿me equivoco? –plantó sus ojos a él esperando una respuesta, pero solo se quedó callado.
Marcel desvió la mirada hacia la entrada, observo a una señora entrar y la reconoció como la madre de Vee, porque el parecido no se perdía.
—¿Esa no es tu madre? –cambió Marcel el tema evadiendo intencionalmente la pregunta, Vee giró la cabeza reconociéndola de inmediato.
Se levantó de la silla yendo a saludarla mientras que Marcel suspiraba de alivio al no responder más sus preguntas. Luego se puso de pie para saludar a la señora Jhonson.
—Soy Marcel, un gusto conocerla –se presentó Marcel alargando la mano.
—Stella Jhonson, mi hija me ha hablado mucho de ti –tomó la mano del chico.
—Ella también de usted –replico Marcel soltando la mano se la señora e invitándola a sentarse.
Vee tomo asiento junto a Marcel, entre ambos se respiraba cierto ambiente de tensión, pues Vee estaba molesta por todas las mentiras que Marcel decía sobre Katelyn, pero no estaba dispuesta a hacer una escenita frente a su madre.
(...)
Después de una ronda de temas de conversación triviales, una botella de vino y el platillo más fino del lugar, Marcel no esperaba la hora para irse de ahí. La mamá de Vee resultó un verdadero encanto pero no dejo pasar desapercibido ciertas indirectas como la posibilidad de un matrimonio, o la existencia de futuros nietos... Marcel no estaba completamente seguro –no quería – para pasar la vida junto a ella. Era demasiado pronto.
No era un chiste cuando los hombres escuchan la palabra matrimonio, quieren salir corriendo, escapar del país y quizás cambiar su identidad.
—Vee me platicó que tienes un hermano gemelo, estoy segura que tus hijos serán gemelos ¿No te gusta la idea? –mencionó nuevamente la señora Jhonson.
—Por el momento no –carraspeó Marcel nervioso.
—Mamá, platícanos sobre tu viaje a África –pidió Vee como una excusa para cambiar el tema.
—Por el momento no quisiera hablar de eso, mejor platíquenme de ustedes... he estado mucho tiempo a fuera –se negó la madre de Vee.
—Lo sé, y yo he estado mucho tiempo sin saber de ti –replicó Vee, si no fuese por su suave tono de voz cualquiera diría que fue un reclamo.
—Vee, por favor, sabes que la situación no es fácil allá –contestó la señora Jhonson limpiándose la boca con una servilleta, Vee puso los ojos en blanco emitiendo un quejido casi inaudible.
Al poco rato la cena dio por fin terminada. Marcel por fin pudo suspirar de alivio, pagaron la cuenta y salieron del lugar mientras esperaban el auto en el valet parking.
—¿A dónde iremos mañana, mamá? –preguntó Vee emocionada, su mamá la miró.
—Mi vuelo sale mañana –respondió ella borrando rastro de felicidad en el rostro de su hija.
—Pero llegaste hoy... —dijo Vee confundida.
—Lo sé, hermosa, pero tengo que regresar a mis servicios –contestó la señora un tanto a penada, un chico le indico que su taxi había llegado
—Está bien –se resignó Vee
—Sabes lo mucho que me duele dejarte, y no te preocupes por el dinero, te mandare cada semana a la cuenta de tu tía, hare lo posible para regresar cuanto antes y quedarme al menos tres días... Te quiero mucho, hija, ¡Cuídate Marcel! –se despidió lo bastante apresurado antes de subirse al taxi.
Vee observó el coche desaparecer por la carretera, el coche de Marcel llegó, ambos se subieron sin decirse nada, Marcel manejo hasta la casa de Vee. Ella tragaba constantemente saliva aguantando el nudo en su garganta. Cuando llegaron y bajaron, Vee se giró hacia Marcel que la miraba con compasión.
— ¿Sabes? Mejor que ni regrese –espetó ella cargada de ira, estaba por irse cuando Marcel la tomó de los hombros.
—Vee, tranquila, si quieres llorar puedes hacerlo –le recomendó Marcel, Vee respiró agitadamente antes de romper en un llanto lleno de impotencia.
— ¿Por qué siempre me abandona? –lamentó ella aferrándose al cuerpo de su chico.
Él no sabía que decir para consolarla así que acarició su cabello y espalda, tardón un rato hasta que Vee pudo calmarse finalmente, se separó de él secándose las lágrimas.
—Estoy tan indignada –expresó ella –Dos años de espera para verla solo cinco minutos, simplemente no me consta –lloriqueó.
—Vee no pienses eso –la abrazó Marcel nuevamente –Los servicios en eso lugar no son tan fáciles –explicó él pero Vee negó con la cabeza.
—Comienzo a creer que no son servicios lo que hace –Vee lloró nuevamente al solo imaginar que su madre tuviese otra familia, otra hija por la que preocuparse.
—Entonces pídele una explicación para que te quedes más tranquila –sugirió Marcel.
Vee sollozo un rato más antes de separarse del muchacho y caminar a la entrada de su casa, Marcel fue detrás de ella. Vee volteó nuevamente hacia a él antes de meter la llave por el picaporte.
— ¿Te quedaría conmigo? –pidió ella haciendo puchero. Marcel sonrío de ternura.
—Claro –aceptó regalándole un beso en la frente antes de acompañarla por el resto de la velada.
*
Harry estaba convencido que no había problema alguno en llevar a Alice a casa de Niall, básicamente, vivía solo por los constantes viajes que hacían sus padres, y estaba seguro que el rubio no llegaría a casa esa noche.
Invitó a Alice a pasar a la sala de estar, ella se sentó en el cómodo sofá mientras contemplaba una foto de Niall y Harry de hace años.
—¿Dónde está amigo ahora? –preguntó Alice al no verlo por ninguna parte.
—En la fiesta –respondió Harry sentándose a su lado. Alice observó cómo sobaba sus nudillos, lucían rojos e hinchados.
—Harry tus nudillos –habló Alice, tomó de ellos y analizó que no fuera tan grave pero si necesitaban una sobada.
—Estoy bien, no me duele –le tranquilizó Harry escondiendo la mano.
Alice le miró mal y pidió su mano nuevamente, Harry se la dio resignado, no le dolía en absoluto pero estar al cuidado de aquella muchacha lo ponía feliz, sobretodo en cómo se preocupaba por él.
Harry sintió una leve descarga al sentir su suave toque masajeando sus nudillos, observó sus labios entreabiertos en señal de concentración, y tuvo el más impulso deseo de besarlos como tanto ha anhelado desde que la conoció. Alice sintió la mirada intensa de Harry y alzó la miraba sin dejar de masajear su mano.
—¿Ocurre algo? –preguntó confundida.
—Me gusta mirarte –soltó sin pensar, Alice sonrío nerviosa, volvió a bajar la vista y soltó la mano del muchacho.
—Deja de hacerlo –pidió ella seria mientras se sonrojaba.
—Alice ¿Por qué me ignoras? –cuestionó Harry impaciente.
—Estoy aquí, Harry, siempre te escucho cuando hablas ¿no te basta? –replicó ella tomando distancia.
—No hablo de ese tipo de atención...
En ese entonces Harry la tomo ágilmente de la cintura, que dejo perpleja a Alice cuando la puso a horcajadas sobre sus piernas.
— ¿Q–qué haces?—tartamudeó sintiéndose un tanto acalorada.
— Lo que debí hacer hace mucho tiempo— y la besó.
Ella estaba totalmente petrificada del acto de Harry. Pero no pudo evitar corresponderle, siguió el compás de sus suaves labios y le robó el aliento cuando Harry ligeramente mordió su labio inferior tirando de el. ¿Cuánto había esperado por este momento? ¿Cuántas veces anhelo por probar sus labios a pesar que fuesen prohibidos?
Ahí estaban ambos y la temperatura de sus cuerpos subía casa vez más. Alice sabía que llegarían a otro nivel si no se detenía en ese momento.
— Harry—jadeo ella mientras los labios de Harry repartían besos en el cuello de la muchacha él hizo caso omiso y enredo los dedos en el cabello de él.
De un ágil movimiento ella estaba debajo de Harry. Sus manos comenzaron a subirle el vestido y ahí fue cuando Alice se detuvo quitándolo de encima.
— ¿Qué sucede? ¿Te lastime?—preguntó él visiblemente preocupado cuando Alice se levantó acomodándose el vestido.
— No, no, estoy bien —contestó ella apresuradamente— Solo que... No soy una cualquiera—se atrevió a decir, sin el valor de mirarlo.
Ella comenzó caminar hacia la entrada y Harry sintió una punzada en el pecho al saber que Alice se sentía de esa manera al haberla besado.
Por primera vez se arrepentía de ser un mujeriego, se dio cuenta de la porquería de persona en la que se había convertido, pero estaba dispuesto a cambiar por ella. Harry se levantó y tomó la mano Alice antes de que ella se vaya.
— No, quédate, te haré sentir bien—intentó arreglarlo, Alice volteo a verlo, ya no sabía que decirle— Me gustas mucho, de verdad, no soy como Dylan. Si voy a cambiar lo haré por ti—aquello la dejo con la boca cerrada.
Alice no respondió, y reflexiono seriamente la sugerencia de Marie, quizás Harry merecía esa oportunidad, nadie había dado por ella lo que Harry estaba haciendo.
Subió con ella al segundo piso, el cuarto de visitas, en el cual él siempre se quedaba, sin embargo Harry no iba a aprovechar la oportunidad mientras Alice no se sintiera cómoda, pero ahí estaban...
Al entrar a la habitación, él se sentó en la cama, pero se sorprendió cuando Alice se puso a horcajadas en su regazo y comenzó a besarlo desesperadamente.
Harry deslizo las manos por la curva de la espalda de Alice apegándola más a él.
Ella gimió al sentir el miembro de Harry duro en su entrepierna. Alice bajo el cierre del vestido desprendiéndose de el. Harry tomo el control de la caliente situación y la cargo para acostarla con delicadeza debajo de el. Se quito la camiseta mientras que Alice desabotonaba el pantalón del chico.
Entonces él se detuvo al recordar que ella... Era virgen. Se detuvo y la miro un momento, al fin la tenía como se lo había imaginado, en bragas y a solas sobre una cama.
¡No! Tenía que mantener la cordura.
— ¿Qué pasa?—le preguntó ella al ver que no dejaba de mirarla— ¿No es lo que querías?—añadió como si le hubiera leído la mente.
— Eres preciosa —fue lo que salió de sus labios.— ¿Estás segura?—preguntó después Alice sabía a lo que él se refería, y a esas alturas ya no había marcha atrás, acarició las mejillas de Harry dándole seguridad. Ella estaría bien.
Harry cambió de posición con ella, sentando con Alice a horcajadas en su regazo, ella intentó controlar sus nervios al quitarse el sostén dejando al descubierto sus pechos. Harry admiró un momento la belleza de su desnudez. Para él simplemente era perfecta, la besó con ternura para darle más seguridad.
En el sexo, Harry jamás había sido delicado con la chica, siempre era a lo que iban, sin cariños, ni palabras bonitas. Nada, solo sexo.
Pero esa noche fue diferente, tenía frente a él a un ángel. No tenía la intención de usarla o si quiera lastimarla. Lo único que anhelaba era protegerla y tenerla siempre.
(...)
Alice despertó a la mitad de la madrugada, realmente no sabía cuánto tiempo había esperado a que Harry se durmiera para que ella pudiese levantarse e irse sin darle una explicación.
Cuando ambos habían terminado, ninguno dijo nada, quizás las palabras no eran suficientes para describir el momento, o la explosión de sentimientos que habían desatado en sus subconscientes, solo se abrazaron y se acostaron con la mirada perdida en el techo.
Alice ahogo un suspiro cuando vio una mancha de sangre en las sabanas, el símbolo de su virginidad y quizás de la vulnerabilidad que tanto la había tenido atrapada. Se levantó de la cama con cuidado y comenzó a vestirse evitando hacer ruido, tomo los tacones sin ponérselos, sintió una ráfaga de frio colarse por la ventana, sería un gran problema regresar a la fiesta con ese vestido que no le cubría ni un cuarto. Observó a Harry dormir tranquilamente en la cama, agarro su chaqueta tirada en el suelo, antes de retirarse del cuarto y de paso de la casa. Ya en el jardín se puso los tacones y camino de regreso hasta la fiesta hundiéndose en el calor y el perfume de la chaqueta de Harry.
No sabía qué hora era, pero la fiesta aún seguía. Entro a la casa, Marie la vio y corrió hacia ella en busca de una explicación a su repentina desaparición.
—¡Alice llevamos buscándote hace horas! –exclamó Marie detrás de ella venía Madison.
—Lo siento, estaba con Harry –habló Alice se sorprendió de lo tranquila que se escuchaba.
—La próxima vez, avisa, estábamos muy preocupadas –siguió reclamando Marie.
—Lo siento –se disculpó Alice haciendo una mueca antes de escabullirse por las escaleras, las chicas se quedaron desconcertadas al verla tan nerviosa.
*
Harry despertó, y no fue por los bellos rayos del sol traspasando su ventana, si no que sintió la fría ausencia de Alice en la cama, se sentó de golpe cuando los recuerdos de la noche estaban tan frescos como si recién hubiesen pasado.
Pero ¿Y Alice?
Él pensó lo peor. ¿Se había arrepentido?
***
Chickytlas, les puedo asegurar que la parte en la que Harry desvirga a Alice estaba escrito desde hace mucho tiempo, y no saben la satisfacción que tengo al llegar a esta parte de la historia.
Ahora, Alice podrá escapar tan fácil de Harry, o los sentimientos encontrados le impedirán estar lejos de él. Marcel y Vee ¿en un matrimonio? O ¿Marcel podrá aclarar sus sentimientos con Katelyn y seguir con Vee?
Quién sabe cuando tardaré en subir el siguiente... pero gracias por leer❤ ❤
Les dejo humor...
Por cierto, hago portadas por si necesitan para sus historias, con gusto pueden pedirmelo por mensaje directo, gracias ❤
No olviden votar y comenten ...¿Qué les pareció este cap?❤ ❤
UN BESO MUY GRANDE, M❤
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