//Cuarta parte// ❅Año Nuevo❅

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Parte 4

Más  tarde, Louis y Harry quisieron olvidar lo ocurrido, a pesar de todo, Louis no podía decir más, y a pesar de todo, estar ahí con Harry por si las cosas se complicaban.

*
Marcel parecía empezar a marearse. Solo llevaba un segundo trago y la cabeza le daba vueltas.

La mejor amiga de Katelyn, Jane lo había convencido de tomar, a pesar de que nunca en su vida había tomado una sola gota de alcohol, ahora estaba disfrutándolo.

— ¿Cómo te sientes, Marcel? —preguntó Jane.
— ¡Genial!—gritó con ganas bajo la ebriedad que le estaba haciendo efecto.
—Me sorprende tu intolerancia al alcohol. —observó Charlie.
—Es la primera vez que tomo. —admitió Marcel arrastrando las palabras.
—Y lo que te falta. —le dio unas palmadas en el hombro antes de sacar una sobre de su pantalón. —Mira. —le mostró.

Marcel ladeó la cabeza para ver el contenido de aquel sobre, soltó un suspiro de sorpresa al ver que era hierba.

—¡Charlie, no!—lo regaño Sheyla regresando el sobre al bolsillo del muchacho. —Aquí no. —le advirtió en voz baja.
—Es de los mejores, ya tendremos tiempo de probarlos. —aseguró Charlie a Marcel.

Marcel frunció el ceño, regresó su vista hacia los sillones donde Katelyn estaba sentada anteriormente, y se asustó al no encontrarla ahí por segunda ocasión, mientras que Jane le hacía beberse los tragos de vodka bien cargados.

—¿Dónde está, Katelyn? —le preguntó Marcel a Jane, que se encontraba a su lado bebiendo una lata de cerveza.

Ella casi escupe el líquido, no sabía cuanto tiempo más podía retener a Marcel, mientras Katelyn hablaba con Kenny, pues ya era como la segunda vez que preguntaba por ella. Sin embargo, se alivió cuando vio a ambos acercarse a donde se encontraban. Jane al ver a su amiga, se acerco a ella para abrazarla.

— ¿Me contarás, cierto?—le preguntó durante el abrazo, Katelyn asintió intentando aguantarse las lágrimas, y se separo de ella para ir con Marcel que se había distraído con unos adornos que habían en la barra.

—¡Kate!—saltó él al verla, la estrujo entre sus brazos mientras olía el olor a vainilla de su cabello. —¿Te he dicho que me gusta el olor de tu cabello? Te extraño.

A Katelyn se le había alegrado la noche al ver a Marcel bajo los efectos del alcohol, se le veía tan tierno e inocente que por un momento se le olvidaban los problemas.

—No me he ido. —respondió ella riéndose, como si nada hubiese pasado.
—No lo hagas. —le pidió sin separarse de ella. A Katelyn se le ablandó el corazón.

Kenny llegó a lado de la pareja, aclarándose la garganta. Ambos se separaron.

—Chicos, ya es hora del grito de año nuevo—les avisó.

Marcel no la soltó en ningún momento abrazándola por la cintura cuando siguieron a Kenny, se reunieron en la multitud que estaba reunida frente a un escenario donde estaba tocando una banda. Un hombre salió al escenario sosteniendo el micrófono listo para hablar.

—¡En breve empezaremos con la cuenta regresiva! ¿Quién esta listo para recibir el año nuevo?—animó al público.

Todos gritaron en aprobación, entre ellos algunos silbidos.

El chico siguió dirigiendo algunas palabras a su público, mientras que Katelyn miraba a Marcel, sus facciones relajadas y sonriendo en señal de que estaba feliz, ella era todo para él. Pero ella lo había traicionado, y de la peor manera, Katelyn podía haberse puesto a llorar otra vez. Tarde o temprano, Marcel tendría que saberlo, sin importar las circunstancias. Kate tenía que ser fuerte, y enfrentar el problema, aunque hayan probabilidades de perderlo. Ella no podía cargar con el peso de la culpa, y Marcel no podía vivir siendo engañado de esta manera.

Marcel volteó hacia Katelyn, encontrándose con su mirada clavada en él.

Nunca nadie lo había visto de esa manera como ella lo estaba haciendo. Sin embargo, Marcel presintió que algo andaba mal en Katelyn, a pesar de estar levemente ebrio, sus sentidos estaban alerta.

— ¿Qué sucede, niña bonita?—le preguntó picándole el tabique de la nariz con el dedo.

Sacudió la cabeza, arrugando su nariz en reacción.

—Nada, solo me gusta mirarte. —le respondió apegándose más a él.

Marcel plantó un beso en el cabello de Kate mientras acariciaba su hombro.

La cuenta regresiva comenzó en breve, en el escenario había una pantalla que proyectada un reloj con el número 10 en grande, de colores fosforescentes y alegres, las luces empezaron a cambiar el color al momento que dio marcha la cuenta regresiva.

9...

Katelyn grabó la imagen de un Marcel transmitiendo felicidad al unirse a la cuenta regresiva.

8...

Iba a comenzar un año nuevo, abajo lo viejo.

7...

Quizá era hora de enmendar sus errores.

"Perdóname, Marcel."

6...

Marcel la mira, es hermosa.

5...

Ambos se querían.

4...

Katelyn olvida todo y solo se concentra en él.

3...

Sólo en él, y él en ella.

2...

En su sonrisa.

1...

Un nuevo comienzo, y un tierno beso.

El ambiente se torno completamente romántico entre ellos dos, cuando los fuego artificiales salieron disparados, iluminando el cielo oscuro, la música a todo volumen, mientras las personas a su alrededor se abrazaban, uno que otra pareja se besaban, algunos bebían de una botella de vodka y otros gritaban con euforia para unirse al ambiente.

Pero nada de eso importaba, solo ellos dos.

*

La fiesta siguió normal, Kenny tenía una van, y él con sus amigos, incluyendo a Katelyn y Marcel, se montaron en ella para ir a la costa para ver el primer amanecer del año nuevo.

A Marcel le habían invitado otra ronda de tragos, así que camino a la playa estaba totalmente borracho, perdiendo sus sentidos del todo, sobretodo cuando Charlie le dio a probar una fumada de la hierba que traía guardada en los bolsillos. Katelyn se había enojado al ver lo que había, pero luego se ablandó.Nunca antes se había visto a un Marcel drogado, borracho, pero feliz, y a ella le gustaba verlo feliz.

Llegaron al mirador, y el agua salada se hizo presente en la atmósfera, transmitiendo una sensación de paz. El acantilado estaba bardeado para aquellos que se atrevan a lanzarse hacia una muerte segura sobre la furia de las olas del mar abierto chocando contra las piedras. Sin embargo, ese día, el mar parecía estar tranquilo, en su mejor momento mientras en el horizonte salían los primeros rayos del sol.

Marcel se bajo tambaleándose, sosteniéndose en el hombro de Katelyn para evitar caerse. Lo hizo sentarse en un banco para admirar mejor el amanecer. Marcel emitió un suspiro de asombro al reconocer donde se encontraba, y más que nada, emocionado al ver el cielo tornándose de un color gris a destellos amarillos y naranjas.

—Amarillo. —susurró, desconcertando a Katelyn a su lado.
—¿Qué tiene?—preguntó.
—Es mi color favorito. —respondió arrastrando las palabras.

Katelyn sintió un hueco al escuchar eso, le dieron escalofríos al recordar que Harry le había dicho que su color favorito era el azul mientras la tocaba, se hizo la idea que si hubiese sabido cual era el color favorito de Marcel, nada eso hubiese pasado. Se achico en su asiento mientras se juntaba más a Marcel, sintiendo culpa nuevamente.

— ¿Tienes frío?—le preguntó él, inocentemente al ver que se movía mucho, ella negó de inmediato.

Se sobresaltaron al escuchar un vidrio romperse, ambos voltearon encontrándose con la graciosa escena de un Charlie drogado llorando por su botella de cerveza rota, Sheyla se acercó a él tratando de calmarlo, mientras que los demás se reían de su comportamiento infantil.

Kenny y Jane se había separado un poco del grupo para disfrutar del momento. Kate los miró un momento, admiraba como sus amigos luchaban para estar juntos, y no dejaban que los demás interfieran en su relación, como se respetaban, y sobre todo se amaban. Katelyn podía tener todo eso con Marcel, pero el respeto había desaparecido.

*

Al cabo de una hora más, marcando las siete de la mañana, Katelyn llevo a Marcel a casa, su mejor amigo Kenny le había hecho el favor de traerlo de vuelta, por lo tanto él y los demás se quedaron afuera mientras Katelyn se encargaba de que Marcel llegara sano y salvo a su habitación.

La señora Styles debía estar poniéndose histérica al notar que su hijo no había regresado. Sin embargo al llegar y entrar a la casa, el lugar estaba en completo silencio, quizás la señora Styles estaba completamente dormida, confiando en que Marcel hubiese regresado temprano.

"¿Temprano? Siete de la mañana", diría ella como reproche.

Katelyn arrastró a Marcel hasta el segundo piso, mientras que este a duras penas le indicaba donde quedaba su habitación. Dejo caer a Marcel en la cama, él dio vuelta riéndose como loco, aún bajo los efectos del alcohol, que no se le había bajado para nada.

—Ya es hora de dormir, niño. —le dijo Katelyn en modo maternal mientras le sacaba los zapatos.
—No tengo sueño. —Marcel hizo un puchero. —Es más... quiero esa cosa verde que me dio Charlie. —reprochó.
—Ni de broma, ya te divertiste mucho por hoy. —Le negó arropándolo con las mantas de su cama, se acercó a él y le plantó un beso en la frente, no se iría hasta que Marcel se durmiera.

Ella observó un momento a su alrededor, el cuarto de Marcel si que era muy ordenado pero tenía su propio estilo al ver las paredes con lienzos pintados, hechos por el mismo Marcel, luego algunos materiales de pintura regados por el escritorio junto a unos libros. Katelyn se acerco a otra mesita donde estaban los discos de Blink- 182, y se llevó una mano a la boca sorprendida, al ver que debajo de ellos había unos bocetos de ella con sus grandes audífonos, tomando un café o simplemente mirando hacia el horizonte. Aquel gesto la conmovió tanto, que sintió un nudo en la garganta, se preguntaba cuanto tiempo le había tomado a Marcel hacer estos dibujos.

—Katelyn... ¿Por qué estás conmigo—habló Marcel, sacándola de sus pensamientos. Ella se regresó hacia él, lo miró a los ojos, que lucían cansado por el agotamiento de aguantar toda la noche sin dormir.

Ese brillo.

No sabía como responder esa pregunta, y más con el nudo en la garganta que la estaba ahogando.

Porque aún borracho y drogado, él la seguía mirando con ese brillo en los ojos, como si ella fuera lo más precioso del universo.

—Creo que la pregunta sería al revés. —dijo ella recostándose a un lado de él. —Ya duérmete. —le pidió
—Te amo, Katelyn. —susurró Marcel, antes de cerrar los ojos por el cansancio y caer en un profundo sueño, sin borrar esa sonrisa de haberle dicho lo que sentía por ella.

Justo en la culpa.

Katelyn se echo a llorar mientras se abrazaba a él.

—Yo también te amo. —sollozó ella antes de plantarle un beso en la mejilla. —Espero que algún día puedas perdonarme.

Se levantó de la cama y se quedó curioseando un poco sus cosas mientras se calmaba. Se sorbo la nariz y salió de la habitación mientras cerraba con cuidado la puerta.

Para su mala suerte, se encontró con Harry en pasillo, con la camisa desabotonada y el cabello revuelto, a juzgar por su expresión podía jurar que estaba borracho. Él se interpuso en su camino antes de que ella pudiese cruzar hacia las escaleras.

Katelyn lo miro con repugnancia.

—Quita esa cara, linda. —le dijo, ella sintió su aliento a alcohol desde su lugar, retrocedió un poco.
—Si crees que te has salido con la tuya, déjame...—Harry siseó callándola al instante.
—No quieras hablar fuerte, preciosa, las paredes tienen oídos. —le advirtió.
—Eres un asco. —le escupió.
—Te hice disfrutar, mejor de lo que alguna vez lo hará el idiota de mi hermano. —aseguró Harry. —Cada vez que te toque, te acordarás de mí.

Harry paso por un lado de ella evitando todo contacto. Ya no le servía. Una vez más, Harry se había salido con la suya.

Katelyn salió de la casa de los Styles, sus amigos la esperaban a fuera en la esquina.

—¿A caso no era Marcel él que acababa de entrar?—preguntó un Charlie drogado, con el cigarro a un en la boca. Katelyn se lo quito de inmediato y fumo de el, agarro una cerveza de la hielera dentro de la van, la abrió con sus dientes y bebió de la botella. El contenido quedo vacío en segundos.

Charlie quedó desconcertado, al igual que los demás. La última vez que Katelyn se había puesto de esa manera fue hace dos años, cuando no era ella, cuando no era Katelyn.

Jane se acercó a ella preocupada, mientras Katelyn seguía fumando exageradamente.

—Ese no era Marcel, él no le llega a los talones, Charlie. —respondió Katelyn cargada de coraje.

***

Listo, chicks.
Espero que les haya gustado, ya saben que hacer.

Comenten y voten, pls.

¿QUE LES PARECIÓ?
Quiero saber que piensas de esta historia

Gracias por leer
Un beso, M

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