52. Querido, Harry
Marcel creía que su día no podía ir peor, primero Vee le demostró que no había cambiado nada, luego ver a Harry besándose con una chica en la entrada de su casa lo desconcertó de sobremanera. ¿Qué pasaba entre esos dos? ¿A caso Harry había olvidado a Alice tan fácilmente? Sin embargo, fue peor cuando se percató que aquella chica era Katelyn.
No tenía otra opción que quedarse en el auto viendo tan terrible escena, sintió los celos crecer en su interior. Vio cuando ambos se separaron, Harry le dijo algo a la chica, y ella reaccionó... "¿decepcionada? Quizás", después el rizado se metió a la casa. Tanto Katelyn como Marcel quedaron confundidos.
Él esperó a que Katelyn se fuera y poder avanzar el vehículo hacia la entrada, sus movimientos eran afligidos por la decepción y un sentimiento de remplazo lo invadía. Por qué solo se fue una semana, y las cosas parecían venirse de cabeza. Metió la mano en el bolsillo del abrigo, sacó aquella carta que Alice había encargado a entregar. No sabía qué hacer.
—Alice... – musitó el muchacho mirando la carta entre sus manos.
Aquella chica era una gema que cautivó a Marcel, se había convertido en su amiga, y tuvo la certeza que Harry no la merecía, ella era mucho para él, y por ende no merecía saber la razones porque Alice se fue sin decirle nada. Harry era un idiota, y Marcel sintió la vergüenza de haber vivido bajo su sombra todo el tiempo.
Marcel respiró para calmar su cólera, a pesar de todo, le hizo una promesa a Alice. Harry no paraba de demostrar el asco de persona que era, pero Marcel hubiese dado cualquier cosa por saber el paradero de Katelyn y sus razones cuando lo dejo, y de hacerlo, tal vez las cosas hubiesen sido diferentes, sin embargo, hablábamos de un pasado y futuro inexistente. Literalmente, Marcel tenía todas las respuestas a la incertidumbre de Harry, en sus manos. De nuevo, él respiró, de una cosa estaba consciente...
Marcel nunca sería como Harry.
Harry estaba de nuevo en su habitación leyendo los folletos de la universidad, analizando que opciones le convendrían, y en como le diría a su madre que tomó la repentina decisión de estudiar a otro país, una manera que otra manera de mantener ocupada la mente de lo que acababa de pasar con Katelyn. No podía creer que ella se haya enamorado de él, a pesar de todo lo que le hizo, quizás estaba confundida. El rizado echó para atrás la cabeza mientras giraba en la silla giratoria, pegó el folleto a su rostro mientras ahogaba un gruñido lleno de frustración.
¡Quería dejar de pensar en Katelyn y ese maldito beso!
En lo más profundo de su ser, él no quería aceptar que Katelyn lo había dejado cofundido, ¿Qué tal si ella tenía razón? Capaz y también él se había enamorado... Harry no quería ni pensarlo. Alice estaba primero.
El rizado se sobresaltó al escuchar la puerta principal abrirse, se reincorporo de inmediato dejando caer el folleto al suelo. Era extraño, su madre no llegaba hasta en la noche, Harry se alertó por ese hecho y salió para investigar de quien se trataba, al hacerlo se llevó a inesperada sorpresa de encontrarse a Marcel en el pasillo. Frunció el ceño al ver su nuevo corte de cabello.
—Tú... — articuló Harry, no sabía que decirle, sonaría muy hipócrita si preguntara por Alice, pero él necesitaba saber.
—Harry – dijo Marcel, sintió la sangre arder al reencontrarse con su hermano gemelo.
—Si estás aquí, eso significa que Alice también regresó – dedujo Harry cuando pudo reaccionar, Marcel se desconcertó aún más cuando vio los ojos brillantes y la sonrisa del muchacho por verla una vez más – ¿Dónde está ella?
Marcel se quedó sin palabras. Todavía se atrevía a preguntar.
¡Descarado!
—¿Cómo esta ella? – volvió a preguntar Harry porque Marcel parecía no poder sacar las palabras – Contéstame, por favor – insistió él, de nuevo Marcel no respondió.
Marcel bajo la mirada sin tener idea de que hacer, nunca se imaginó en una situación como esa, metió la mano en el bolsillo de su abrigo, sus dedos rozaban con el sobre de la carta. Por otro lado, Harry se encontraba desesperado por una respuesta.
—Oye, no sabes lo mucho que he pasado estos días, al menos di algo – soltó Harry como reclamo evitando insultar a Marcel en el proceso.
—Ella está bien – logró musitar Marcel, reunió valor para levantar la cabeza. Harry frunció el ceño no tan convencido.
—¿Por qué dudas? – cuestionó, Marcel no contestó – No estoy jugando, ¡Habla, idiota! – Harry se exaltó perdiendo la paciencia, por lo que Marcel no tardó en reaccionar.
—Ella está bien... — Marcel alzó la voz – No regresó si es lo que quieres saber. Ella es feliz donde está ahora y te ruego que si tanto la amas, no interfieras.– expresó Marcel sacando la carta de Alice y pegándolo contra el pecho de Harry, sin más dejo al rizado absorto por aquella inesperada reacción y sostuvo el sobre cuando Marcel siguió adelante para encerrarse en su habitación.
Se aguantó el impulso de seguirlo para continuar el incómodo interrogatorio, sin embargo, el sobre que estaba en su mano captó su completa atención. Harry regresó a su habitación con la respiración pesada, leyó en el sobre: Para Harry escrito delicadamente con la letra de Alice, no podía evitar que su corazón se acelerará, estaba abrumado por toda la situación y tal vez se esperaba lo que Alice había escrito para el, todas las respuestas de su incertidumbre. Sin más, Harry abrió la carta con las manos temblorosas y empezó la lectura...
Querido, Harry:
Probablemente este confundido que Marcel te haya dado esta carta, en el poco que lo he conocido puedo decir que es una gran persona y su único propósito fue acercarse a ti. Puede que también tengas sentimientos encontrados, incluso abrumado después de todos los eventos recientes que han sucedido, y creo que debó disculparme por poner tu vida de cabeza, no era mi intención meterte en esto, no tenía nada que ver contigo. Solo me queda decirte que me encantaría estar a tu lado ahora y que nada de esto hubiera pasado, sin embargo, por primera vez en mi vida vi por mi, en quien quiero ser y las cosas que realmente quiero hacer, sin pensar, en nada más que en mí.
Fui egoísta, pero no me arrepiento, y se siente tan bien por primera vez ser yo. Me elegí a mí, Harry, perdóname por no decírtelo antes, me elegí sobre ti y los deseos de mi padre.
Y es tan irónico el como sentirme plena conmigo misma significa dejarte ir. Me haces feliz y significas tanto para mí, como no tienes idea, pero... no creo que nuestras vidas vayan para el mismo camino. Estoy segura de lo que quiero, incluso si eso significa estar lejos de ti.
Después de leer esto, te pido que no me sigas, y veas más por ti. Sé que las cosas han estado complicadas en tu vida y me alegra saber que al menos estuve para hacerla más amena. Pero es hora que sigamos ambos cada quien por su lado. Me hubiera gustado terminar de una mejor manera y no por medio de esta carta pero no estaba segura si al verte me arrepentiría. Aunque no importa si vamos a estar separados, siempre te voy a querer sin importar tus errores o tu pasado.
Con amor, Alice.
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Hello!
Creo que han sido mas de cuatro años desaparecida sin dar noticias sobre esta novela, pero ahora creo que estoy de regreso, lo había dejado por muchas cosas sin embargo, no pude evitar leer mis escritos y reencontrarme con esta joyita y recordar lo mucho que disfrutaba escribir, y honestamente, creo que era hora de hacerle justicia al personaje de Alice, y también es hora de darle su merecido final a esta historia.
Gracias por su paciencia, se las debo bastante
Un beso, M.
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