5. La caída Styles

Harry estaba desesperado, en cuestión de diez minutos, había hecho un desastre su habitación en busca de las llaves de su BMW. Estaba completamente seguro que lo dejo en la mesa de noche a un lado de su cama, era el único lugar, no podía desaparecer drásticamente. Lo peor de todo es que ya se le estaba haciendo tarde para ir al colegio.

Así que bajo las escaleras, y busco las llaves en el llavero que estaba en la sala de estar. En eso su madre lo sorprendió.

— ¿Buscas tus llaves?—le preguntó, él volteó y la encontró con las llaves en sus propias manos.
—Sí, las necesito, tengo que irme a la escuela. —respondió él acercándose a la señora Styles , que tenía cruzado los brazos a la altura de su pecho transmitiendo autoridad.
—Lo siento, Harry, estás castigado y eso incluye tu auto, las fiestas se acabaron—le recordó.

Harry no tenía ganas de discutir con ella. Tomo sus cosas y salió de la casa. No tenía otra opción que irse caminando a la escuela. Para él había sido un largo camino, durante el transcurso, jamás se imaginó que la escuela quedará tan lejos, cuando en auto llegabas en menos de cinco minutos.

¡Dios! No ha pasado ni un día y ya extrañaba su preciado BMW.

Al llegar, su grupo de amigos se encontraba en la entrada del colegio esperándolo, y se burlaron de él al verlo llegar sin su BMW, para Harry era una reliquia que lo hacía ver como el chico más deseoso del instituto, sin aquello, prácticamente solo era... Harold Styles.

— ¡Harry Styles! ¿Caminando? Eso sí que es nuevo. —se burló Louis con ganas.
—No es tiempo para bromear, Tomlinson—lo fulminó con la mirada, pero no dejaba de carcajear junto con Niall, mientras Zayn solo le sonreía burlescamente.
—Al parecer alguien más ya te ganó tu lugar—habló Zayn señalando detrás de él.

El chico del Ferrari, mejor conocido como, Dylan Brasi.

Rico, italiano, encantador de chicas. Como lo había descrito Zayn. Se había robado la atención de los que se encontraban cerca del aparcamiento, con su Ferrari rojo último modelo. Mucho mejor que su humilde BMW. Dylan bajó del auto con aire de presunción, camino con estilo mientras ponía el seguro al auto.

Harry lo miraba con desprecio, desde su lugar. Sintió una ola de celos, cuando Dylan llegó hacia la chica de ojos azules, tomando por detrás para plantar un beso en sus labios.

Rico, italiano, encantador de... la chica más hermosa de todas. Pensó Harry antes de voltearse.

—Vamos, hay cosas que hacer.—le ordenó a los demás con mala gana.

Desde el pasillo, reconoció a Marcel en su casillero metiendo los libros y sacando otros.

—Tenemos asuntos pendientes con un nerd.—habló sonriendo con malicia, los demás lo siguieron hasta Marcel.

*
Marcel había pasado toda la noche anterior terminando el nuevo boceto que hizo de Katelyn. Era ella sosteniendo sus audífonos mientras que en el fondo se leían diversas estrofas de las canciones de Blink—182, pensaba dárselo algún día si se presentaba la oportunidad, lo metió bajo sus libros y cerró su casillero. La primera clase comenzaría en pocos minutos. De pronto, él se percató como Harry y sus amigos venían hacia él.

¡Oh no, problemas no, por favor! Rogo en sus adentros. Los chicos le rodearon para evitar que escapara.

—Cuatro ojos, ¿Cómo has estado?—se acercó Harry
—No esperaba verte, Harold—contestó cabizbajo apretando los libros en su pecho, al llamarlo así, solo hizo enfurecerlo aún más. Golpeó el casillero haciéndolo sobresaltar, de paso, llamando la atención de los que estaban en el pasillo.
— ¿Cuántas veces tengo que repetirte que no me llames "Harold"?—le gritó y lo azoto contra el casillero llamando la atención de los presentes en el pasillo. Después, Zayn analizó a Marcel.

— ¿Qué traes ahí?—preguntó observando el papel colorido que sobresalía de sus libros.
—Nada. —susurró Marcel. Peter lo ignoró por completo y le arrebató los libros, entonces descubrió el dibujo de Katelyn entre las páginas del cuadernillo de Matemáticas. A Marcel comenzó a darle un ataque de pánico.
— ¿Qué tenemos aquí? Un dibujo. —Harry observó a la chica inmortalizada en el papel— ¿Es tu novia imaginaria?—dijo burlón, los demás rieron humillando a Marcel.

Él no contestaba, solo rogaba a sus adentros que no le hicieran nada a aquel dibujo en la cual pasó una noche en vela terminándolo.

— ¿Qué paso, rata? El gato te comió la lengua—habló Zayn, luego pasó sus manos por su cara tirándole las gafas al suelo. Marcel no distinguía bien por la falta de sus gafas.
— ¡Harry, por favor, no lo hagas!—rogó y vio como Harry partía aquella obra de arte en dos... luego tres... indefinidas partes hasta que solo quedaron restos de una simple hoja de papel.

Los cuatro chicos comenzaron a reírse de él mientras esparcían sus libros por el piso. Marcel cayó de rodillas intentando reunir las sobras de su anterior dibujo, luego sus libros, de paso la dignidad que ya no tenía

Se limpió las lágrimas del coraje. Ya comenzaba a hartarse, tenía que hacer algo tarde o temprano.

*

Terminó de juntar las piezas con la cinta, solo había dos palabras para describir su dibujo:

¡Era horrible!

La perfecta forma trazada de Katelyn estaba, ahora, desalineada, y casi no se podían definir las palabras en el fondo por las irremediables grietas de la hoja. Gruñó negando con la cabeza antes de meterlo en el cuaderno de dibujo.

Salió de la casa acelerando un poco el paso mientras pasaba la mochila sobre su hombro.

Tomó el autobús para dirigirse al centro, cuando llegó, entró a la cafetería como lo había hecho los últimos días, Le Jolie Café, mientras dejaba que su nariz absorbiera el olor del café recién hecho.

*

Katelyn lo vio llegar y sentarse en la ventanilla, sintió un hormigueo en el estómago por la presencia del chico.

—Ve a atender a tu novio, Kate. —bromeó Jane, su compañera de trabajo, también su mejor amiga.

Kate rio sonrojándose, arreglándose un poco el cabello, agarrando la libreta de notas y el lapicero para anotar los pedidos. Camino hacia Marcel amigable, como siempre.

— ¡Hola, de nuevo!—lo saludo haciendo sobresaltar al chico.

Aquel cerró de inmediato el cuaderno al sentir la presencia de Katelyn, ella frunció el ceño confundida por su acto.

—Hola...—contestó Marcel, ella pudo notar la voz un tanto apagada.

No pudo evitar preocuparse, y sintió el impulso de quedarse ahí para saber si todo se encontraba bien con Marcel. Sacudió la cabeza, se grabó mentalmente que lo había conocido hace unos días, y además, estaba en horas de trabajo como para hacerle de psicóloga.

— ¿Lo mismo de siempre?—preguntó Kate, preparada para anotar en su libreta.
—Sí. —Marcel intentó sonreírle pero, en vez de eso, salió algo parecido a una mueca.

Kate le regaló una sonrisa anotando el pedido en su libreta de notas antes de regresar a la barra, y poner en marcha la máquina de café para servirle a su cliente preferido. Preparó la bandeja con la orden de Marcel, y esta vez, agregó un pedazo de pastel de chocolate.

—Kate, no puedes estar regalando postres a los clientes. —le advirtió Jane a su amiga. — Te lo pueden descontar.
—No me importa, lo necesita. —dijo Kate.

Ella no sabía porque desde el principio le había interesado Marcel, al verlo parecía traer la miseria trabada en sus gestos. Se había dado cuenta en sus dibujos, la mayoría se trataban de un chico de espaldas o de perfil mostrando una expresión seria en el rostro, algunos eran imágenes conceptuales como unos labios relamiendo la taza de café; Kate sentía que tenían un significado profundo para Marcel, y le había encantado como expresaba sus sentimientos de una forma gráfica.

Kate se mostraba amable con Marcel cada vez que tenía la oportunidad. Al dejar la bandeja regresó a su puesto esperando atender a otros clientes, o mirando ansiosa el reloj para que dé la hora del fin de su turno.

*

Marcel, sacó nuevamente el dibujo de Katelyn, cuando ella se retiró dejando el capuchino y, ahora, un pastel de chocolate. Logró elevar un poco el ánimo, pero seguía frustrado por el dibujo de Kate roto y pegado inútilmente con cinta.

Empezó a dibujarlo nuevamente, le llevó mucho tiempo, porque no estaba concentrado, bebía del capuchino y comía del pastel tantas veces, que cuando se dio cuenta, estaban vacío. Tan vacío como la hoja que tenía en frente, en ella se veían ligeras líneas de sus trazos con el lápiz, y algunas migajas del borrador.

Pasó mucho tiempo hasta que finalmente logró hacerlo bien, sin embargo cuando tenía la primera capa trazada antes de ponerle color, seguía insatisfecho como si algo le faltará, pensaba que no quedaría perfecto como el primero que hizo.

Maldijo un millón de veces a Harry por haberle arruinado su obra de arte, por haberle arruinado la vida, y por muchas cosas más.

— ¿Estas consiente de qué estamos a punto de cerrar?—la voz de Kate le hizo levantar la cabeza.

Ella estaba vestida con un abrigo que tapaba su uniforme de mesera, de su hombro colgaba su bolso, el cabello cayéndole como cascada por sus hombros y sus grandes audífonos estaban enredados en su cuello.

Lucía hermosa, pensaba Marcel.

No se había percatado que el tiempo había pasado demasiado rápido para darle entrada a las diez de la noche. Parpadeó un par de veces para encontrarse con el lugar vacío y uno que otro empleado barriendo, limpiando mesas y acomodando las sillas.

— ¡Diablos!—expresó Marcel antes de sacar su billetera. No había pagado la cuenta.
—Pagué por tu pedido. —habló Katelyn como si leyera los pensamientos del muchacho.

Marcel se había quedado sin palabras.

—Te lo regresaré. —logró decir sacando nuevamente la billetera.
—No te preocupes, no tienes que hacerlo. —Katelyn intentó convencerlo.
—Ten. —Marcel extendió un par de billetes, Kate resopló aceptándolo.

Él tomó sus pertenencias, pero al tomar su cuaderno de dibujo, este cayo por accidente esparciendo las hojas sueltas. Entre ellas el destruido dibujo de Kate.

Marcel se apenó al ver como ella lo tomaba entre sus manos y se quedaba observándolo profundamente. Bajo la cabeza sosteniendo las hojas entre sus brazos.

— ¿Soy... soy yo?—Kate preguntó lo que más temía.
—Sí. —respondió Marcel casi inaudible.

Él esperaba que suedieran tres cosas:

1) Que Kate se riera
2) Que Kate se riera y se fuera
3) Que Kate se asustara, se riera y se fuera

Sin embargo nada de eso paso...

Ella se aferro a Marcel sintiendo la calidez de su anatomía. Él se quedó a tal cercano e imprevenido contacto, reaccionó envolviéndola con sus brazos por la cintura haciendo más íntimo el momento.

—Es lo más lindo que alguien ha hecho por mí.—mencionó Kate al separarse.— Pero... ¿Por qué esta así?—preguntó refiriéndose a la cinta juntando las grietas del maltratado papel, a lo que Marcel soltó una risa nerviosa buscando una buena excusa.
—Mi hermano lo rompió por accidente, de hecho intenté hacerte otro pero...

Pero las palabras quedaron trabadas en la garganta cuando alguien irrumpió en el local tensando a Katelyn frente a él.

—Katelyn, ¿Por qué tardas tanto, amor?

Un chico un poco más alto y más musculoso que el flácido de Marcel, largo cabello oscuro presumiendo el buen corte que tenía, sus ojos eran oscuros e intimidantes, y ni hablar de lo duras que eran sus facciones, y de la mirada fulminante que le dedicaba al pobre de Marcel.

El ambiente se había puesto visiblemente incómodo.

—¿Le estas echando el ojo a mi chica?—amenazó el muchacho acercándose a Marcel.

Este sentía su pecho subir y bajar del pánico.

—N-no, lo que pasa...—tartamudeó Marcel cuando el chico estaba a escasos metros de él.
—Lo que pasa es que él vino a pedir trabajo aquí, y le estaba enseñando, Mark. —intervino, milagrosamente, Katelyn poniendo una mano en el pecho del chico.
—Enseñándole las tetas, quizás...—Katelyn abrió la boca ofendida de las palabras ardidas de su novio.

Sus facciones se endurecieron a muestra de su enojo, alzo la mano para estamparla contra la cara de Mark. Su movimiento fue en vano puesto que él era más rápido y la tomó de las muñecas antes de sentir el golpe.

—Respétame—gruñó Katelyn.
— Te he visto, Kate, desde a fuera, ¿Es él con el que te has estado acostándote a mis espaldas? Tan puta y urgida eres para chuparle los huevos a un nerd—espetó sin pudor alguno.

Marcel sintió la sangre hervir por su venas. No sabía si era por las cosas que Mark le estaba diciendo a Kate, o porque le habían insultado.

—Ella dijo que la respetarás—replicó Marcel.

Mark no vio venir el puño que impactó contra su rostro, dejándolo aturdido y haciéndole ver estrellas, cayó sobre las mesas alertando a los empleados del lugar, uno de ellos tomó el teléfono para llamar a la policía.

—¡MARCEL!—el gritó horrorizado de Katelyn, le puso los nervios de punta, y fue peor cuando ella corrió hacia Mark para asegurarse de que estuviese bien.

Él sangraba por la nariz, y tenía la mejilla hinchada por el golpe, se quejó adolorido mientras se sentaba en el suelo.

—Yo... lo siento—logró articular Marcel, nervioso.
—Vete...—habló Katelyn, él sintió que algo se rompía en su interior.
—Kate...
—Marcel, vete—ella se volteó a él—Tengo que solucionar esto, la policía viene en camino—lo alertó— No quiero involucrarte en esto—añadió.

Pero Marcel no quería irse, no quería que las cosas quedarán así entre los dos cuando comenzaba a crecer la confianza.

— ¡Vete!—Kate alzó la voz al percatarse que él no lograba hacer un movimiento.

Marcel pudo reaccionar, y tomo sus pertenencias lo más rápido que pudo saliendo del local.

Corrió hasta alejarse lo suficiente, luego escuchó las sirenas acercarse al lugar. Sacó de su mochila su inhalador y respiró a través.

Cuando llegó a casa y estar en la seguridad de las paredes de su cuarto. Pudo asimilar lo que pasó en los últimos veinte minutos, y no sabía que había sido peor. Saber que Katelyn tenía novio, o que había golpeado al novio de Katelyn frente a ella.

Se quitó el beanie lanzándolo por cualquier parte del cuarto, tapó su rostro dejando que las lágrimas empañen sus gafas. Sus humillantes gafas que lo identificaban como un nerd, los quitó sintiendo la corriente de impotencia, se acostó en la cama dejando salir un grito de frustración.

Lo que había pasado hoy, era una muestra más de lo miserable que era su vida, y que así sería por siempre.

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Katelyn y Mark en multimedia

Aquí tienen el cap 5, mañana actualizo sin falta, y gracias por los votos y coments, me gusta leer lo que piensan

Otra cosa, si ven algo raro en los nombre no duden en avisar

Y, wow... ¿qué piensan que Kate tiene novio?

Un beso, M

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