23. Cambios

Harry estaba pensando en invitar nuevamente a Alice a salir con él. Se había propuesto que no se rendiría fácilmente con esta mujer, pero al parecer, ella parecía haber puesto una barrera en su contra.

La observaba a tres mesas de distancia en la cafetería mientras escuchaba a Louis y a Niall discutir sobre quién llevaría las cervezas en la siguiente reunión, Alice estaba con su grupo de amigas, todas ellas conversando mientras que ella se concentraba en escribir.

—Yo los lleve la semana anterior. –se defendió Louis peleando con el rubio.

—Lo sé, pero te he dicho que mis papás se han ido sin dejarme ni un centavo. –se quejó Niall.

— ¿En serio estamos discutiendo esto? A escasos meses de entrar a la universidad. –intervino Liam mediante la discusión.

— ¡Estamos en Enero! –reaccionó Louis.

— ¿Tu qué opinas Harry? –interrumpió Liam sus pensamientos.

Harry volteó algo confundido, puesto que había olvidado lo que estaban discutiendo.

—Que Niall lleve las cervezas. –respondió de inmediato haciendo que el rubio suelte un grito de frustración, Louis celebre la decisión de su mejor amigo, y que Liam haga un gesto de desaprobación. –Divierte aunque sea un rato, Liam, llevas trabajando toda tu vida en el negocio de tu papá. –sugirió Harry.

—Aseguro mi futuro. –racionalizó Liam.

—Pero te olvidas de vivir. –replicó Harry.

—Exacto, tú última novia, Danielle te dejo por lo mismo. –Louis continuó haciendo que Liam lo fulminara con la mirada.

Antes de que Liam pudiese reclamar algo, el timbre sonó en señal de que deberían volver a sus clases.

Harry se adelantó para alcanzar a Alice, pero ella ya había tomado la delantera para su siguiente clase, la perdió de vista en medio de la multitud de estudiantes dirigiéndose a sus respectivas aulas.

Soltó un bufido antes de regresarse, se encontró a Zayn saliendo de las oficinas, se alegro de verlo después de varias semanas, pues se le había hecho extraño que no estuviese en ninguna clase con él.

—¡Eh, Zayn! –lo saludó acercándose a él. Se dieron un apretón de manos seguido de un abrazo.

—¿Cómo has estado? –respondió, Harry lo notó un poco caído.

—Estoy bien, pero no te has aparecido... —observó en sus manos, Zayn sostenía un folder con el logo de la escuela. —¿Qué es eso? –preguntó señalando el fólder.

Zayn intentó esconder el fólder pero era innecesario.

—Me voy de la escuela. –confesó decaído.

—¿Qué? –expresó Harry incrédulo. – ¿Tú tienda de tatuajes quebró?, ¿A qué se debe esto? –exigió saber. Quería pensar que se trataba de una broma.

—No, Harry, nada de eso. –respondió ante sus especulaciones. –Hice que me transfirieran a un colegio en Yorkshire, ahí me quedaré, y estudiaré Medicina. –le explicó a su amigo.

Harry seguía sin asimilar que su amigo se iba.

—Dios, ahora ¿Quién me ayudará a molestar a Marcel? –dramatizó llevándose una mano al pecho haciendo que Zayn riera.

—Todavía seguiré unos días en la ciudad antes de irme. –añadió antes de que Harry diga algo más. –En cuánto a mi tiendas... La cerraré. –anunció con dolor.

— ¿Le has dicho a los demás? –preguntó Harry. –Louis te haría la mejor fiesta de despedida de todas. –Zayn disimuló una mueca que Harry notó. —¿Sucedió algo con él?

— Pensé que él te había dicho algo. –habló sobándose la nuca. Harry se sintió desconcertado.

¿De qué se había perdido? Era tan grave que Zayn reaccionará así al mencionar a Louis.

—¿Quisieras explicarme tú? –le pidió.

—Es algo entre él y yo. –respondió Zayn serio. No estaba dispuesto a dejar mal a aquel que fue uno de sus mejores amigos –Me tengo que ir Harry, fue un gusto verte. – se despidió Zayn en un corto abrazo.

—Adiós. –contestó Harry y vio a su amigo alejarse por el pasillo.

Se quedó un momento pensando. Claro, con razón Zayn andaba muy distante con todos los últimos meses, a pesar de que su intención nunca fue involucrarlo, Harry se sintió ofendido al saber que Louis también le estuvo ocultando secretos durante esos meses.

*

Marcel ya no quería saber nada sobre trabajos y exposiciones que se estaban acercando a mediados de Enero antes de los primero exámenes, se sentía perdido respecto a los temas que estaban viendo durante el curso.

—Corrígelo, está mal. –ordenó la profesora al regresarle el ejercicio a Marcel

Matemáticas parecía un caso perdido a tan solo el principio del semestre, y estaba seguro que en todas sus materias era la misma situación. Dejo caer la liberta en su escritorio, luego se sentó para recostarse en el y dormir lo que quedará de la clase, rindiéndose completamente.

Su salvación llegó unos segundos después de que él estuviese a punto de perderse en sus sueños, cuando alguien dejo caer una libreta con las respuestas haciendo que se levantara de inmediato. Para su indudable sorpresa... una chica. Y esa chica era más que nadie... Verónica Johnson,

Aquella se había acercado decidida porque había estado observando a Marcel desde hace un rato, cuando no tenía idea de lo que se trataba el tema de las Matemáticas.

—Supuse que necesitabas algo de ayuda. –dijo la rubia y sin más se retiró.

Marcel quería pensar que se trataba de otro milagro de que alguien lo esté tratando bien. En especial Verónica Johnson, la chica de la que estaba enamorado hace años, y sin embargo eligió a Harry sobre él.

Se le hacía bastante extraño que esta apareciera y le echara una mano con la tarea. Él recordó las veces que Verónica se aprovechó de él en segundo grado para que le pasará la tarea, quería pensar que solo le estaba devolviendo el favor. Y más al ver que el ejercicio estaba calificando con un 100 perfecto.

Al final del día, Marcel se propuso devolverle la libreta a Verónica, y agradecerle por pasarle el trabajo. La vio en la salida sentada en unos bancos leyendo un libro, sin sus amigas o algún que otro chico que intenté coquetearle, Marcel se acercó nervioso a ella, aunque no debía sentirlo, lo que sintió por ella era algo pasajero, se llenó de valor y se puso de frente aclarando la garganta.

—Esto es tuyo. –habló Marcel desconcentrándola de su lectura, Verónica volteó intimidándolo con sus profundos ojos mieles. –Muchas gracias. –agradeció alargando la mano con la libreta.

—De nada. –sonrío ella agarrándolo para guardarlo en su mochila. Ella estaba por volver a su lectura hasta que Marcel habló de nuevo.

—¿Puedo preguntarte algo? –vaciló guardando las manos en los bolsillos.

—Claro. –asintió ella.

— ¿Me ayudaste en serio o quieres algo? –preguntó directamente exaltando a la chica rubia.

Ella le mostró una sonrisa nerviosa, cerró su libro y se levantó para hacerle frente.

—Sé que te traté mal hace años pero no te da derecho a pensar mal de mí por una buena acción. –se defendió. –Aunque no me creas he cambiado, empezando con tu hermano, él y yo jamás tuvimos nada. –admitió.

—Bueno... es difícil esperar eso de alguien como tú. –replico Marcel, no sabía si Verónica lo único que quería era jugar con sus sentimientos.

Verónica revoleo los ojos, junto sus pertenencias con la intención de irse, ella no lo iba a soportar.

Marcel sintió una punzada de culpa, no tenía intenciones de ofenderla, pero de nuevo, todo le había salido mal.

—Espera. –la detuvo, ella volteó con lo poco de dignidad que le quedaba. –Me comporté como un idiota... l—lo siento. –titubeó.

La chica pareció comprender, pero retorno a su ida. Ahí fue cuando se percató de su drástico cambió, Verónica ya no estaba rodeada de chicos que la buscaban para una cosa, ella vestía más decente, había cambiado las faldas cortas y escotes por jeans y camisetas decentes, el cabello ahora lo tenía amarrado en una coleta, había dejado pasar el color castaño al que lo había teñido recientemente se veía más madura y completamente diferente.

De nuevo, Marcel se sintió un completo estúpido.

*

Más tarde, Harry se sentó en el banco y toma agua para saciarse, llevaba dos semanas entrenando en el equipo del colegio junto a su amigo Louis. Sin embargo, Harry andaba de malas con este, estaba demasiado indignado de que le estuviese ocultando cosas, y le había expresado su disgusto pateándole los balones directamente a la cara.

—Lo siento. –se disculpaba con una inocencia fingida.

Harry terminó de juntar sus pertenencias, todavía le quedaba un largo tramo para correr a casa, pues la señora Styles se negaba en regresarle las llaves del BMW.

—Hazz, ¿Quieres que te lleve? –lo alcanzó Louis en la entrada del aparcamiento del campo.

—No, nos vemos mañana. –Harry respondió seco tomando camino contrario.

—Harry, ¿Qué tienes que estás tan indiferente conmigo? –preguntó un Louis ya bastante desconcertado con la actitud de su amigo.

Harry apretó los labios antes de que le pudiese escapar palabra alguna, regreso la vista a Louis. ¿Todavía se atrevía a preguntar? Harry se vio obligado a sonreír.

—Nada. –dijo, y giro sobre sus talones para seguir caminando.

***


Listo, capítulo 24

Les traigo buenas noticias :)

Voten y comenten que les pareció 

¿TeamVerónica?

Shailene como Verónica

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