VII
Hoy salí tarde.
Nos quedamos más de lo previsto por las clases de refuerzo de Geometría. Los exámenes finales comienzan la próxima semana.
Las actividades extracurriculares se han suspendido. Luego de que las pruebas de fin de año culminen, habrá una reunión más del Taller de Poesía. El profesor nos ha pedido que le entreguemos un análisis de cualquier poema o uno escrito por nosotros mismos. No tendrá nota, es más bien como un logro personal de cada uno.
Estos días intenté escribir algún verso, mas no he podido. Mi nula capacidad para manejar metáforas me lo ha impedido. Pero esto no significa que mis ganas se hayan ido.
Como último recurso, he decidido ir a la playa. Quizá mi madre tuviese razón. El sol, la arena y el mar puedan ayudarme a encontrar aquella capacidad, o quizá inspiración, que me es esquiva.
El viaje va a ser largo. Mi destino se encuentra a más de una hora de mi travesía habitual.
Decido tomar el último asiento del bus, al fondo. Aprovecharé el viaje para dormir un poco mientras escucho los poemas de Gustavo Adolfo Bécquer.
Saco mis auriculares para ello. Aunque ahora ya duermo mejor, debido a que me quedo hasta tarde estudiando, sigo teniendo el sueño desnivelado.
Programo la alarma de mi reloj para que me despierte. Y, poco a poco, mientras me envuelvo entre los versos de la ‹‹Rima I›› y lo que le sigue, mi mente viaja al pasado, al presente y al futuro.
Cuando menos me doy cuenta, mis ojos se abren, expectantes. La alarma suena con intensidad.
Apago el sonido de mi reloj y me levanto. Me dispongo a dirigirme a la puerta de la bajada. Pero, antes de que pueda apretar el botón para ello, me topo con algo que captura mi atención.
Un pequeño libro, en cuya portada de color azul pueden leerse en letras cremas ‹‹Gustavo Adolfo Bécquer››, está sobre el asiento al lado de la puerta. Y en su interior, un marcapáginas ha separado una página, en cuyos versos subrayados puede leerse lo siguiente:
‹‹La soledad es el imperio de la conciencia››.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top