C20: Ex gemelo.
M A R A T Ó N 4/5
—¡Ábreme la puerta!—la furiosa voz de mi hermano llega imponente a través de la puerta de mi habitación. Reprimo las infinitas ganas que tengo de estrellar su cabeza contra la pared más cercana y niego un poco inspirando y exhalando de la misma manera en la que he visto cientos de veces que hacen el espantoso programa de chismes que suele ver mamá los fines de semana cuándo está en casa.
Supuestamente esto debería ayudarme a relajarme pero todo lo que hace es poner más nerviosa que antes cuándo mi gemelo comienza a golpearla como si estuvieses desesperado.
—¡No voy a abrir la puerta!—le espeto acercándome un poco.
—Tienes que escucharme—me dice furiosamente.
—¿Escucharte? ¿De verdad crees que tengo ganas de seguir escuchando las estupideces que dices?—inquiero acercándome todavía más.
—Leire.—tiro el pomo de la puerta y en el acto, su cuerpo cae a mis pies con un ruido sordo. Fabricio me observa a través de sus pestañas y aunque me quiero reír me limito a contemplarlo llena de rabia para tratar de hacerlo entender que lo que él me diga me vale un cacahuate.
—¡¿Leire qué?! ¿Te das cuenta de las estupideces que me estás diciendo, Fabricio? ¡Eres el idiota más grande de la historia!—me quejo mientras él se pone de pie lentamente con una pequeña mueca de dolor instalada en los labios. Mi lado amable, ese de hermana gemela buena onda me dice que le pregunte como se encuentra sin embargo mi cerebro está trabajando tan de prisa tratando de procesar todo que lo que menos me interesa en este preciso momento es hacerle caso a mi maldito lado amable. ¡Que le duele por imbécil!—Sólo a ti se te puede ocurrir decirme que tengo que terminar con mi novio únicamente para que la bola de idiotas que tienes por compañeros de equipo dejen de fastidiarte—resoplo indignada.
—¿Es que no lo entiendes? Toda la jodida universidad piensa que sí estoy dentro del maldito equipo de fútbol americano es sólo porque mi linda hermana es la novia de Zabdiel, el capitán del equipo, nadie cree que de verdad sea lo suficientemente bueno como para henar entrado al equipo por mí mismo—me explica de manera desenfrenada.
—¿Y por qué los escuchas en primer lugar?—vuelvo a preguntar todavía más ofendida que antes.
Golpéalo, Leire. Hazlo hasta que olvide su nombre y las idioteces que está diciéndote. Me ánimo mentalmente pero como la buena hermana gemela que soy reprimo mis ganas.
—¿Cómo no escucharlos? ¡Es toda la maldita universidad!—me espeta cruzando sus brazos por encima de su pecho.
—Pues entonces toda la maldita universidad no vale la pena, Fabricio. Sí las personas que te rodean no son capaces de creer en ti y las cosas que tú haces significa entonces que no valen la pena, que no son dignas de ti.—hago una pausa y nuestros ojos idénticos se conectan—No hagas caso de los malos comentarios porque de esos siempre vas a tener, enfócate en los buenos y demuéstrales con hechos que están totalmente equivocados...con hechos, no con palabras—musito rompiendo nuestro contacto visual.
—¿Para ti es muy fácil, no?—me pregunta en medio de una risita irónica.—Eres una chica a la que no le importa nada, no tiene metas ni ambiciones y...—se queda callado apenas nota que mis ojos se han vuelto a posar en él pero esta vez la mirada determinada ha desaparecido por completo. Entorna sus ojos y yo vuelvo a apartar la mirada.
—Y saca de tu vida a las personas que no confían en ti...—recito dando un paso al frente para poder acercarme de nuevo hasta la puerta de mi habitación—pensé que eso de ser gemelos era algo lindo, que podíamos entendernos a la perfección el uno al otro pero claramente me acabo de dar cuenta que no, no sabes nada de mi...vete de mi cuarto, Fabricio...
—Leire, yo no quise...
—¡Vete de mi habitación, maldita sea!—le grito tratando de contener las lágrimas que están por salir de mis ojos sin permiso alguno. No quiero que él me vea llorar. No por eso.
—Leire...—me llama y yo niego de inmediato.
—Vete...
(...)
—¡Jesucristo bendito!—chilla Selina apenas abro la puerta de la habitación para que ella pueda pasar.—Parece como si hubieses estado llorando un año entero...luces horrible...
—Gracias, tú también te miras genial—me mofo sin ánimo alguno. Avanzo de nuevo hasta mi cama y me dejo caer descuidadamente mientras Selina como toda una niña se siente cuidadosamente tratando de dejar arrugas en su falda color lila.
—Lo siento—susurra.—De verdad que cuándo me contaste lo que pasó con Fabricio no me la podía creer, y la verdad es que sigo sin poder creérmelo ¿Qué mosco le ha picado a tu hermano que de repente se ha convertido en el idiota más grande en la historia de los idiotas?—me encojo de hombros a modo de respuesta y ella niega de nuevo.--¿Sabes? Lo que más me intriga es saber por qué le están diciendo eso a Fabricio, no tiene sentido...bueno, en realidad si lo tiene pero vamos...Zabdiel jamás se prestaría a hacer algo así, mucho menos con el fútbol que se supone que es algo realmente importante para él...—mis ojos se conectan un momento con los suyos y su mirada determinada se activa de inmediato—¿Por qué me estás mirando así? ¿Pasa algo que yo todavía no sepa?—cuestiona de manera lenta.—Leire...
—Es qué...creo que el fútbol no es tan importante como nosotras creemos para Zabdiel...la primera vez que fui a su casa me contó que si lo juega es porque tiene media beca que la escuela le da gracias al fútbol...
—Ay, por dios... ¿eso quiere decir que tu novio tiene problemas de dinero?—la miro un momento y suspiro.
—Eso es lo que parece...—respondo en voz baja.
—¿Entonces...no es importante para él...?—pregunta y yo me encojo de hombros.
—Supongo que de alguna manera lo es...no lo sé, Selina...
—Pues de todos modos creo que tu gemelo está exagerando las cosas—se mofa.
—¡Ex gemelo!—añado de inmediato.
—Sí, sí. Gemelo, ex gemelo...el ente ese que come a todas horas y deambula por tu casa todo el tiempo...me entiendes de todas maneras...Zabdiel no parece el tipo de persona que mezcla lo personal con otros temas, me parece una falta de respeto que el idiota de jeme...ex gemelo sea tan idiota como para pensar que este puede ser el caso...¿de dónde demonios sacó eso?—cuestiona arrebatadamente.
—Según él, toda la escuela está comentándolo—Selina arruga la nariz en una clara muestra de indignación y niega rotundamente.
—Supongo que eso significa que finalmente los celos porque eres la nueva novia de Zabdiel han comenzado a emerger...—comenta y yo la miro fijamente—¿Qué? Haber, Leire...piénsalo bien...el viernes por la tarde y los días anteriores a ese día, Fabricio ya era parte del equipo y nadie decía nada...me parece sumamente raro que los rumores sobre ese tema hayan comenzado a circular justamente el mismo día en el que tu guapo y sexy novio viene a plantarte un beso digno de un Oscar en medio de uno de los pasillos de la universidad... ¿eso que te dice?—me pregunta y mis ojos están tan abiertos que creo que se me ha olvidado como parpadear.
—Es...sumamente raro—coincido.—pero...sigo sin entender...¿Qué es lo que ganarían con el hecho de que Fabricio viniera a reclamarme por algo así?—Selina pone los ojos en blanco, suelta un largo y exagerado suspiro y niega rotundamente.
—¿Qué no es obvio? Buscan que tú estés mal, que tengas problemas con Zabdiel y que terminen... ¿de verdad es tan difícil ver eso, Leire?—se mofa.—¿Pero vamos a darles el gusto?
—Supongo que no...
—¿Supones?—cuestiona indignada.—Nada de "supongo que no"—me dice fingiendo una voz que más que parecerse a la mía parece la de una nena de dos años—Si vas a ser la novia de Zabdiel De Jesús entonces vas a tener que afrontar todos y cada uno de los chismes que van a crear de ti su club de fans, porque seamos sinceras...el misterio que envuelve al enigmático Zabdiel es lo que lo hace todavía más interesante...el hecho de que sea el único al que parece darle igual si las chicas lo admiran o no es él...por ende, se vuelve más atractivo y más deseable...entonces, es cuestión de lógica para saber que Zabdiel no aceptó a Fabricio en el equipo de americano sólo para quedar bien contigo o porque sea su cuñado, ni siquiera lo eran cuándo eso pasó así que si mañana que lleguemos a la universidad escucho a cualquier individuo a dos kilómetros a la redonda comentar algo relacionado o si quiera insinuarlo, te prometo que iré y les partiré la cara hasta dejarlos irreconocibles... ¿captas?—me explica de manera lenta.—Vamos, Leire...quita ese gesto que parece la misma cara que tenías cuándo en tercer grado accidentalmente le cortaste una coleta a Tracy Clark.—me rio en voz baja.
—¿Crees que ya me lo haya perdonado?—cuestiono y Selina ríe.
—Yo creo que si...
—¿En serio?—susurró y una mueca divertida se extiende por su rostro.
—No, la verdad es que no...—niego un poco y luego suelto un suspiro.—¿Qué más pasó con el idiota de tu ex gemelo?
—Fabricio cree que soy una don nadie que no tiene visión o ambiciones en la vida...de verdad que de todas las cosas que me pudo haber dicho eso fue lo que más me dolió...—Selina niega un poco.
—Él no tiene ni idea de la plaza de intercambio que estás solicitando para ir a Nueva York—susurra en medio de un suspiro.
—No. No la tiene—respondo.
—En fin, déjalo que piense lo que quiera, Leire...con que tú sepas que eso no es cierto basta y sobra—me dice sonriéndome un poco.—ahora, vamos...levanta tu trasero y vayamos al centro comercial—la observo un momento y niego.
—No quiero ir de compras—le espeto cruzándome de brazos.
—Es que no iremos de compras—me dice con una increíble sonrisa que muy bien podría ser de una modelo de pasta dental.
—¿Entonces a que más podemos ir al centro comercial? Que flojera ir sólo a ver los estantes—replico cruzándome de brazos.
—Tenemos una cita—anuncia totalmente feliz.
—¿Una cita?—ella asiento solemnemente y yo suspiró.—¿Con quién?
—Tú con tu novio y yo con Christopher Vélez...es una cita doble y de una vez te digo que no acepto un no por respuesta...
—Dame un momento—pido poniéndome de pie. Avanzo hasta el mi escritorio donde descansa mi libreta, la abro cuidadosamente bajo la atenta mirada de Selina y voy hasta la última página. Tomando el bolígrafo de mi lapicero de metal niego un poco y comienzo a escribir rápidamente.
Razón número seis; tu club de fans son totalmente insoportables.
_ _ _ _ _
¡Acá comienza la recta final de diez razones para no amarte!
Espero que los capítulos que siguen les gusten porque tienen algo de drama pero eso en mí no es nada nuevo :p
Besos, Gloria. xx.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top