VII
Los rayos del sol atravesaron la ventana e, irónicamente, pegaron a sus ojos que tenían pequeñas ojeras. Se removió en dónde se encontraba y gruño, el lugar donde se encontraba no era para nada cómodo y su espalda le pedía a gritos que se estirará
-Por Dios, mi cabeza- se quejo con su mano en su frente
Estaba envuelto en una capa azul en el suelo, no recordaba mucho después de haber salido del salón hasta el jardín junto con el muchacho pelinegro. El piso estaba frío pero la capa lo disipaba por completo, evitando que se enfermase por la noche
Su cabeza dolía horrores. Le costaba abrir los ojos pues sentía que si lo hacia el dolor aumentaría, tembló y se volvió a tapar con la capa hasta la cabeza, después, sintió que se volvía más pequeño
-Uugghhh
-Por Dios, fue una buena fiesta- dijo Jack con su apariencia normal bajando con una mascarilla y una bata puesta -Creo que podría acostumbrarme a usar los glifos ¿Sabes?, Uh ¿Merlin?
Desde su perspectiva, era algo raro ver al muchacho tirado en el suelo. Fue a la cocina, puso una almohada en el suelo y se sentó en esta para poder comer su almuerzo en el comedor sin ninguna molestia
-¿Que paso ayer?- pregunto Merlin con la voz ronca
-¡Uy! Que no pasó
-¿Ah?
-Pues Blancanieves y yo nos la pasamos bailando todo el rato, ella es muy divertida- dijo alegre bebiendo de su vaso -Tambien hablamos con otros chicos, el principe Naveen es tan divertido y su piel, en serio, tiene una piel perfecta
Merlin se puso de pie poco a poco mientras escuchaba hablar al rubio de lo increíble que había sido la noche. Lo único que recordaba con claridad era estar hablando con aquel simpático príncipe
Hablando del simpático príncipe
Cuando ya sus cinco sentidos estaban como nuevos, sintió el leve aroma a cítricos que el abrigo desprendía. Le gustaba ese aroma
-Dios, necesito agua
Jack le tendió un vaso y este, aún sin verlo, se lo bebió e hizo una mueca de asco, finalmente abrió sus ojos y vio a un Jack enano con bata y rostro hidratado
No se veía como si hubiese estado ebrio hasta la médula
-¿Que es esto?, Sabe asqueroso
-Es para bajar la resaca, de nada
-¿Cómo nos regresamos?
-Ax fue muy amable al traernos
-¿Quien es Ax?
-Es el guardia personal de TN. Estabas tan ebrio que tuve que cambiar tu glifo y como no te podía mover solo hasta acá, dijo que nos llevaba
-¿Y TN?
-¡Jajaja!, Ese chico es todo un desastre, en el buen sentido claro
-¿Hay un buen sentido para desastre?
-No te encontraba y salí al jardín, los ví a ambos bailando y riéndose. Luego TN me vio y comenzó a preguntarme si también era un duende y luego se cayó, después viniste y quisiste ayudarlo pero también te caiste. Fue tan divertido
-Si tu dices
-A todo esto ¿Por qué le dijiste?, Digo, no tengo problema, cae bien, pero... Tu sabes- dijo meneando su taza
-El me salvó de morir de gripe
-¿Acaso no te pudiste cuidar solito?
-No te preocupes, ya estoy bien, casi muero pero no pasa nada, lo normal- respondió con sarcasmo
-¡Jajaja!
-Como sea, voy a salir
-¿A dónde?
-No es de tu incumbencia- le saco la lengua y subió a la habitación compartida
La habitación se sentía cálida, observó la otra cama que estaba al lado de la suya e inconscientemente sonrió. Se sentía nuevamente como un hogar
Tomo su bolso, metió el libro que tenía varias cosas en Iskremio y otros idiomas, un cuaderno, pluma y tinta, y en un papel dibujo aquel glifo que se había vuelto su favorito; bajo a donde estaba Jack y había vuelto a ser enano, se puso el glifo y tenía su apariencia juvenil nuevamente
-Ire con TN, necesito que me traduzca lo que dice aquí, te deje un glifo en la mesa del cuarto, si necesitas más solo dibujalo en cualquier papel con tinta negra- dijo poniéndose su abrigo que estaba colgado en el perchero y desapareciendo la capa azul con un hechizo -Volvere en un par de horas, no incendies la cocina ¿Quieres?
-Si si, nos vemos
Cerró la puerta detrás de el y emprendió camino a dónde estaba el peliblanco
-Iugh, si que le falta algo de limpieza a este lugar- se quejo Jack viendo meticulosamente todo el lugar -¿Que acaso no hace limpieza profunda?, Que horror
Se puso unos guantes, mandil y un pañuelo en la boca y cabeza. Comenzó a limpiar poco a poco aprovechando que sería más rápido estando con su verdadero aspecto y que el lugar no está tan grande de esa forma
Si lo veías a simple vista no estaba sucio, pero si tenías una vista de Alcón como Jack -y un posible toc por la limpieza-, todo estaba lleno de mugre. Abrió aquel invento magnífico que habían echo los trillizos que tenía de nombre por refrigerador y vio que en este había una que otra comida en una olla o sartén, que los vegetales estaban blandos y no había ninguna fruta
Alzo la vista y había una mancha café algo turbia, no tenía ni idea de cómo llego ahí
-¿Que es eso?- murmuró con el ceño fruncido y acercando una pequeña espátula a la mancha para intentar quitarla pero no pudo -De aquí no me muevo hasta que tú, cosa asquerosa, desaparezcas
(...)
-¿Capital del Reino del norte?
-Heopia
-¿Capital del imperio Satil?
-Sluka
-Digame los tres reinos más poderosos hasta ahora, sin contar Iskrem
-Yeacranano, Khaggurin e Iholes. Sus reyes son Kahgbda Arion, Magno Zixita y Ad Uiser
-¿Capital de la Atlantis?
-No se sabe por qué es un reino perdido junto con el dorado
-¿En dónde se ubica Kriu?
-En el continente vikingo al sur, es dirigido por el rey Aquiles y su esposa Nora. Tienen un tratado con nuestro reino y son uno de los mayores exportadores de cuero de bestia
-Muy bien principe heredero, tiene un receso de una hora y después seguiremos con sus clases de idioma. No vaya a faltar
-Si, duquesa Haggar
El chico salió de la habitación y se fue a comer algo a la cocina a escondidas. Vigilaba que nadie lo viera por qué, de ser así, no dudaba que le dirían a su padre y este lo pusiera a hacer otra cosa. Volteo a todos lados y movió una cortina dejando ver una puerta pequeña, se agachó y la abrió, entro cerrándola detrás de el y a gatas emprendió camino a la cocina
No había problema con la iluminación pues habían ciertas grietas que dejaban entrar la luz. Cuando llegó, movió una piedra delgada con cuidado y pudo ver qué debajo de el estaba la cocina, saco una pequeña cuerda con gancho y comenzó a bajar está para tomar algo de la deliciosa comida que había ahí
-Vamos, vamos, solo un poco más- murmuró moviendo la cuerda y justo cuando iba a tomar un pequeño trozo de carne, lo vio un cocinero -Shhh- le dijo haciendole seña de silencio
El cocinero le sonrió y le hizo seña para que esperará, espero un poco y el cocinero regreso con una pequeña bolsa de tela, la amarro a la cuerda y simplemente se despidió para irse. TN sin estar satisfecho, rebuscó entre sus bolsillos y saco una moneda de oro, se la lanzó a aquella persona que se merecía el cielo entero y está le impacto en la cabeza, cuando vio la moneda lo miro confundido y el chico le sonrió agradecido, le devolvió la sonrisa y finalmente se fue. Subió la cuerda con cuidado y, al ya tenerla, pudo oler lo que venía dentro, su mirada se iluminó y se fue de ahí; al estar fuera, camino por los pasillos enormes y fríos, y salió del castillo para el jardín victorioso
-Por mis estrellas, Crip se merece un aumento- murmuró sentándose en el suelo y abriendo la bolsita
En esta había algo de carne, puré de papa, vegetales y un frasco de cristal con agua. No era la bolsa más llena de comida pero podría saciar su hambre en ese rato
Justo cuando iba a dar un mordisco, escucho que lo llamaban, hizo de oídos sordos pero después sintió un golpe frío en la cabeza, se alarmó y rápidamente protegió su comida
-¡Oi! ¿¡Acaso no sabes que no debes asustar a la gente que va a comer!?- le recriminó con las mejillas infladas -Oh, eres tú
-Hola TN
Merlin estaba frente a el con un abrigo café y un gorrito azul oscuro con detalles más claros, tenía su bolso y una sonrisa amable en su rostro
-¿Que te trae por aquí Merlin?, No creí volver a verte sinceramente- dijo tomando un pedazo de carne -¿Gustas?
-¿Por qué dices?- inquirió tomando la carne y agradeciéndole
-No se, cosas que pasan, hoy no puedo beber, tengo clases- comento burlón pues las veces que se encontraron había alcohol de por medio
Merlin sonrió aguantando una risilla y movió su mano, en esta apareció la capa azul del muchacho y se la lanzó a la cara
-Toma, no la pude lavar por qué se me haría más tarde
-¿Caminaste casi tres horas para venir a entregarme mi capa?
-Tarde diez minutos en llegar, cortesía de los trillizos, y no solo vine a eso- saco el libro de la noche anterior de su bolso -Lo volví a revisar, a partir de la página del glifo de ilusión todo está en Iskremio, en serio necesito traducirlo
-Ya, puedo ayudarte pero sería por poco tiempo hoy, solo tengo una hora de descanso
-¿Estudias?
-Mi siguiente clase es idiomas
-Mis condolencias
-Pfff, anda, pasa ese vejestorio
Tomó el libro y lo hojeo, realmente no entendía por qué una persona tenía la necesidad de escribir las primeras páginas en un idioma y las siguientes en otro
¿Será que es magia oscura?
-Bueno bueno bueno, ponte al tiro que te voy a dictar y no lo voy a volver a repetir
-Pues espero que dictes bien- de su bolso saco un cuaderno, una pluma, tinta y se preparó -Puedes comenzar
-El encantamiento del espejo es para mostrarte las verdaderas intenciones de las personas, entre comillas, las palabras podrían mentir, pero su reflejo no- dicto
...
Y así estuvieron un rato, completamente inmersos en aquella tranquilidad que los hacía perder la noción del tiempo en cuestión de segundos. Cuando menos se dieron cuenta ya habían pasado dos horas
El sol estaba en su punto más alto, dándole paso al medio día. Pero a pesar de que esté estaba iluminando con sus rayos, se seguía sintiendo el característico frío de aquel enorme reino
-Ah, diablos- maldijo poniendo se de pie
-¿Que pasa?
-Me perdí mi clase de idiomas. Padre me va a matar- se sacudió la ropa y recogió todas sus cosas -Merlin, en verdad lo siento pero debo irme
-¿Te veo mañana entonces?- pregunto poniéndose también de pie
-Uh, tal vez. Adiós
El chico se echó a correr al castillo con las cosas en mano. Al encontrar aquel túnel entro sin dudarlo y comenzó a gatear hasta una de las entradas de los múltiples caminos que tenían
Abrió la pequeña puerta y corrió aquella enorme y pesada cortina roja, miro hacia todas partes esperando que no hubiese nadie y cuando vio que no, salió de ahí y se dirigió al salón de estudio con sigilo
"Por Dios, estoy frito" pensó nervioso "Esta es mi tercera falta del mes, ojalá y me tengan piedad y no me vuelvan a encerrar en el calabozo otras dos horas"
Al llegar, se le quedó viendo a las enormes puertas nervioso, respiro hondo y con el poco valor que le quedaba entro al salón de estudio donde se encontraba la institutriz viendo por el gran ventanal con lo que parecía ser aquella regla maldita en manos
-Principe heredero, creo haberle dicho claramente que ya no podría faltar- replicó volteando se a verlo -Su majestad ya está al tanto de la situación, lo está esperando en la sala de trono, espero que no vaya a faltar está vez
Sentía que los nervios se lo comían vivo, tembloroso, salió de la sala de estudio y emprendió camino a dónde su padre se encontraba
Habían muy pocas cosas que realmente lo asustaban y entre ellas estaba su padre, no por que lo golpeara o algo así, sino por qué cuando sus ojos conectaban con el de su padre, podía sentir como este lo juzgaba lentamente
Eso era lo que temía, que con solo verlo al ojo podría flaquear al instante sin siquiera decir alguna palabra
—Principe heredero ¿Que hizo ahora?— interrogo molesta su Nana siguiéndole el paso —Mas le vale escoger bien sus palabras ante su majestad
—Dios, tragame tierra
Ya estaba frente a las enormes puertas de la sala del trono, Nana se sacudió la falda y bufo, luego, se puso detrás de el y le dió la orden a los guardias para que abrieran las puertas y dieran aviso a su llegada
—¡Su majestad, el principe heredero!— anuncio un guardia abriendo la puerta que le correspondía
El muchacho entro con la mujer detrás de el, camino hasta donde su padre y se detuvo a unos escasos metros. Su Nana hizo una reverencia y se puso de lado con los guardias que cuidaban del -por el momento- enfermo rey
Vlad estaba sentado en el trono, su respiración era lenta y su mirada demostraba desaprobación hacia su hijo mayor. Se puso de pie y con cuidado bajo hasta donde su hijo
La diferencia de altura era un poco notoria, lo que lo hacía algo intimidante
—Acompañame— ordenó caminando a su lado y luego vio a los guardias —Quedense aquí
Se quedaron en sus puestos y junto con ellos la anciana, ambos comenzaron a caminar fuera de la sala del trono
Aquella situación lo ponía nervioso, no sabía que podría pasar. Los pasillos se le hacían eternos, veía a los sirvientes pasar y como estos se reverenciaban ante ellos y luego seguían con lo suyo como normalmente lo hacían
“Dios, esto se me hace tan eterno. Creo que prefiero que me golpee o me encierre a esto... Carajo” pensó agotado
Cuando menos se dió cuenta, chocó con la espalda de su padre que se había detenido, alzó la vista y noto que estaban en uno de los balcones de aquel enorme castillo al que llamaba hogar
—¿Que es lo que ves?— pregunto viendo el paisaje
Se acercó un poco más a la orilla, sentía el viento helado en su rostro, algo normal de la época. Confundido, trato de ver lo mismo que su padre, veía a la población de su reino ir y venir de a dónde sea que estuvieran yendo
—Um, veo a nuestra gente, sus casas a lo lejos y el mercado aquí cercas— exclamó señalando cada cosa con su dedo —Se ven tranquilos, sin preocupaciones
—¿Por qué crees que no tienen preocupaciones?
—¿Por el buen manejo del reino?
—¿Y quién maneja el reino?
—El... Rey— dijo cabizbajo
Su padre lo vio de reojo sin expresión alguna, esperando que su primogénito dijese algo. Tn se mordió la mejilla interna tratando de buscar las palabras correctas para explicar que está vez no lo hizo con esa intención sino que ayudo a otra persona
—Me canse de estar peleando contigo, TN, por más paciente que intento ser, llegas a mi límite en seguida. No puedes seguir faltando a tus clases, ni escapandote del castillo sin avisarle a nadie y mucho menos esconderte de tu institutriz— regaño el mayor frunciendo el ceño —Ya tienes diez y siete, deberías saber cómo comportarte
—Pero padre, no quiero reinar, no me la quiero pasar encerrado en un castillo haciendo papeleo
—No puedes tener todo lo que quieres, entiende, tienes que poner los pies en la tierra y ver por todo lo que en algún momento será tuyo. Te lo digo por tu bien
—Pero yo...— miro al mayor, se veía el cansancio en su rostro y su postura estaba algo encorvada quitándole el aspecto atemorizante que lo caracterizaba dando a entender que seguía sin recuperar se —Si padre
—Las clases por hoy han terminado, tu institutriz dejo todo lo que no hiciste hoy en tu escritorio para que lo estudies y memorices para mañana, y por favor, asiste a tus clases, ni siquiera tengo que estarte rogando, quiero creer que tienes la suficiente madurez para saber que te beneficia y que no
—Si padre
—Ten en cuenta que Nassem está aprendiendo lo que tu haces, como su hermano mayor deberías de comportarte y poner el ejemplo
—Si padre
Vio el suelo con tristeza, el nudo en su garganta no se iba, Vlad se fue dejándolo en el balcón solo. El frío viento de Iskrem golpeó su rostro nuevamente, volvió a ver al pueblo, su pueblo, no quería nada de eso
Veía a las personas caminar por ahí, pensaba en las familias que tenían o iban a tener, en sus trabajos, sus aficiones, sus alegrías y frustraciones; si vivían con lujos o en la pobreza, o si estudiaban o no
Si, disfrutaba de los lujos que le brindaba la monarquía, pero eso no le llenaba, se sentía muy solo a veces y si no fuera por su pequeño hermano Nassem, habría escapado ya hace mucho. Encajaba la uña de su pulgar en su dedo índice para no llorar, realmente se sentía un idiota
Lo tenía todo ¿Por qué huía? ¿Por qué esa necesidad de querer escapar y no volver más?
—Mierda— murmuró frustrado
Se alejo de ahí, se mantenía erguido pues aquel regaño no iba a hacerlo flaquear. Si, hizo mal en faltar pero realmente no midió el tiempo que paso con el muchacho de ojos oscuros, comenzó a caminar hasta la sala de estudios y tomo uno de los libros de idiomas
Sabía el abecedario y como armar oraciones de aquel idioma tan complicado como lo era el escarlatino, pero si que se le complicaba. Cómo pudo, con los libros que tenía ahí y las hojas que le dejo su institutriz comenzó a estudiar
—Veamos, juhine lì mideryet... ¿Meejj?, Ahg— dejo los papeles en la mesa y puso sus manos en su rostro
Estaba frustrado, quería hacerse bolita y llorar, se sentía agobiado, aún que pareciese que todo lo podía controlar, que todo estaba bien
Nada lo estaba
Sentía ese enorme peso en su espalda, se volvía cada vez más pesado conforme pasaba el tiempo. Ya tenía diez y siete y todavía no conseguía esposa, ni tenía desendientes y mucho menos propiedades -como su padre a su edad-. Se puso de pie y comenzó a rondar por la enorme habitación oscura y fría, sin color alguno, solo gris y más gris
—¿Hermano?— escucho detrás de él
—Nassem, ¿Que pasa? No deberías de estar aquí— advirtió poniéndose en cunclillas para estar a su altura —Padre puede regañarte
—¿Te castigaron por volver a jugar conmigo? ¡Perdóname, hermano!— se lamento con lágrimas en sus ojos —Te prometo que ya no volveremos a jugar
—Nada de esto es tu culpa Nassem— lo abrazo y acaricio su espalda tratando de calmar a su hermano que sollozaba —Jamas vuelvas a pensar que es tu culpa, tampoco dejaré de jugar contigo y mucho menos dejaré de verte
—¿Lo prometes?— pregunto separandose, una lágrima resbaló por su mejilla rosada
—Lo prometo— afirmo secando sus lágrimas
—¡Principe Nassem! ¡Principe Nassem!— escucharon los hermanos
—¿Te escapaste de tu dama de compañía?— inquirió inquieto
—¡Si! Cómo tu lo haces con tu institutriz, es muy divertido hermano, es como jugar a las atrapadas— dijo alegre el niño
—Nassem... No puedes escaparte de tu dama de compañía, mucho menos de los guardias
—Tu lo haces todo el tiempo
—Esta mal Nassem, perdón por haberte dado un muy mal ejemplo. Ve con ella, tengo que terminar de estudiar
—Pero...
—Anda, ve— ordeno firme
El peliblanco se puso de pie y a pequeños empujones saco al pelinegro de la habitación -se quejaba para estar con el, pero era ignorado por el mayor-, cerro las puertas frente a el y solo se le quedó viendo a las enormes puertas por un momento hasta que su dama de compañía lo alcanzó y regaño por haberse ido sin ella y casi causarle un infarto
El pequeño Nassem simplemente no dijo nada, su corazón fue lastimado inconscientemente por su hermano mayor, el solo quería divertirse con el, pasar tiempo juntos
—Lina— llamo el niño
—¿Si, principe Nassem?
—Mh, ¿Podemos jugar a los cazadores?— pregunto con ilusión
—Lo siento, principe Nassem, pero sus clases de literatura están por comenzar— informo viendo una pequeña libreta que tenía en su bolsillo —Vamos, no debe llegar tarde
—Esta bien— finalizó triste
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