Capítulo Único
Antes de la lectura:
-Lo que esté en negrita es la traducción de la canción (sacada de internet porque no soy buena con el inglés)
-Tal como dice la descripción, este fanfic está ambientado en la última línea temporal que aparece en los últimos capítulos del manga, donde también se harán presentes datos de la última exhibición y headcanon propios, tratar de no buscarle mucho sentido, es solo una carta de amor a esta pareja que no suelta mi corazón ❤️
Die with a smile
Yo acabo de despertar de un sueño…
Cada segundo que pasaba, la lluvia lo consumía más y más, pero no le importaba, en la vida de inui seishu nada importaba, quizás porque él no le importaba a nadie, salvo, a su hermana mayor, la cual, era el ángel en su vida, vida donde parecía, él era el malo…
Diablos, parece que se va a caer el cielo – se sobresaltó cuando dejo de sentir la lluvia mojando su cuerpo y sus ojos se fijaron en el chico sonriente que lo cubría con su paraguas, tratando que alcanzara para los dos – no deberías ser tan descuidado, te vas a enfermar – seishu seguía observando, como si fuera una alucinación, el chico pelinegro al ver la poca motivación del otro por moverse, tomo sin vergüenza su mano y empezó a caminar.
Papá me dijo que hoy llovería y me dio el paraguas, incluso si le dije que no era necesario, él insistió, pero yo no quería, al final creo que él tuvo razón, ¿no crees? – sin soltar su mano, y sin callarse, siguió caminando, arrastrando al rubio consigo – oh, no sé a dónde vas, ni cómo te llamas, ¿esto es un secuestro? – la risita que soltó aquel chico hizo que seishu volviera en sí y se detuviera.
Voy a casa y me llamo seishu – le dijo tratando de soltar sus manos.
Pues un gusto, yo soy hajime – el pelinegro intensifico el agarre – dime donde esta tu casa, te llevaré para que no te mojes.
Ya estoy mojado, da igual – ambos empezaron a forcejar, pero en el interior, seishu sentía tan cálida la mano de hajime, como si nunca quisiera soltarla.
Pues no te mojes más, vamos – finalmente el ganador fue el pelinegro y siguieron al hogar del rubio…
Gracias, no tenías que hacerlo – cubiertos por el techo de la entrada, ambos niños estaban despidiéndose.
No hay problema, papá dice que hay que ser amables, además…no quería dejarte solo, te veías triste, no me gusta ver a la gente triste, ni mojada – de nuevo, la risa de ese niño removió sus entrañas, haciendo que sus heladas mejillas, tomaran un leve tono rosa.
¿Eres tonto?
¡Oye!, ya te dije que soy hajime, hajime kokonoi – frunció sus cejas.
Soy seishu inui – le dijo – ahora ve a casa, tu papá debe estar preocupado – trato de echarlo sutilmente, pero claro, igual estaba en lo correcto.
Tienes razón, ya es tarde – se sobresaltó kokonoi – bueno adiós, espero verte pronto…inupi – y cubriéndose con su paraguas corrió en dirección contraria, sonriendo al escuchar a lo lejos...
También lo espero koko…
…En que tú y yo tuvimos que decir adiós…
“Tienes que aceptar que yo no soy akane, soy seishu”
Koko abrió sus ojos sobresaltado, notando que se encontraba en la biblioteca, había dormido tan profundo que la mesa tenía saliva y su cuerpo dolía un poco, notando a akane a su lado, durmiendo quizás tan relajada como él, se preguntó si estaría soñando, un sueño o…
“Supongo que es un adiós”
“Gracias por todo”
“Igualmente, idiota”
Sin duda, ese sueño que acababa de tener era una pesadilla, no tenía sentido, además…inupi no tenía ninguna cicatriz en su rostro como aparecía en su sueño.
La cara de inupi es muy bonita como para eso – susurró mirando a akane – aunque akane es más bonita – su mirada bajo a sus labios, que se veían tan brillantes, acercándose lentamente, quería besarla, pero akane habló sobresaltándolo.
No lo hagas, únicamente debes besar a alguien que te guste – le dijo aún recostada, pero seria.
Tú me gustas akane-san – dijo nervioso.
Pero soy mayor que tú – la joven lo miraba atenta.
Eso no importa, cuando crezcamos, no habrá ninguna diferencia – ella sonrió y ambos se pararon, ya era hora de ir a casa…
¡Akane-san! Tú me gustas mucho, por favor cásate conmigo cuando seamos adultos – le dijo hajime con las mejillas rojas, akane soltó una suave risa y sonriente dijo.
Voy a pensarlo, hasta entonces, esperaré hasta que crezcamos – y entró a la casa dejando al pelinegro con el corazón echo un lío.
…Y no sé qué significa todo esto…
Se movía emocionado, no creía que se había confesado a akane, era demasiado bueno para ser real…real…
Al escuchar a unas señoras, vio una enorme humo que se alzaba bravo detrás de él, la casa de akane…
Corrió todo lo que daba su cuerpo, debía salvar a akane, akane, akane, akane…
“¿Estas cumpliendo tu promesa?”
¡Inupi!, inupi también estaba en casa, su sueño, su pesadilla, todo era real ahora, inupi también estaba en peligro, debía correr más rápido, no quería perderlos, no quería perderlo…
¡Koko-kun! – se sobresaltó al escuchar una voz llamándolo al llegar al lugar – ya tengo a inupi-kun, debes salvar a su hermana – al mirar al desconocido, se encontró con un niño, quizás menor que ellos, que tenía a un inconsciente inupi en su espalda, no supo cómo, pero solo corrió a la casa y gracias a dios, llegó a tiempo, saliendo a duras penas con akane, que seguía consciente, pero ahogada por el humo.
Estarás bien akane-san, ya llegará una ambulancia – algunos adulto se acercaron a la joven, tratando de auxiliarla, mientras tanto, la mirada del pelinegro se desvió, viendo como otro grupo de adultos ayudaba a inupi, que estaba con ese niño que solo lloraba, quizás agradeciéndole a dios, no lo entendía, no entendía que pasaba, pero esa pesadilla, nunca podría ser real, nunca…
…Pero desde que sobreviví, me di cuenta…
Caminaba nervioso por los pasillos del hospital, si bien, todo había salido bien con relación a salvar a las personas del incendio, inupi había sufrido un golpe en la cabeza, por el cual lo hospitalizaron para asegurarse que no fuera nada grave, akane lo había llamado para decirle que el rubio podría recibir visitas y no dudo ni un segundo en ir al lugar.
Habitación A-18 – susurra buscando el número en el largo pasillo – aquí – iba a golpear pero justo vio como la puerta se abría y escuchó.
Espero verte pronto inupi-kun, descansa por favor y mejorate – y el mismo niño que salvo a inupi del incendio salió de la habitación, quedando cara a cara con koko.
Tú – lo apunto, ahora más calmado, se dio cuenta que todo era muy extraño en especial el chico que chilló nervioso.
Deberías entrar, yo me voy, adiós – pasando a su lado olímpicamente, corrió por el mismo pasillo, iba a perseguirlo para interrogarlo, pero la voz de inupi llamo su atención.
¿Koko? – ignorando ese encuentro, entró rápido y visualizo a inupi, en una camilla con una venda que cubría parte de su cabeza y su cara.
Inupi – corrió rápido al lado de la camilla, analizando a su amigo con la mirada – ¿te duele?, ¿qué dijeron los médicos?, tendrás problemas con…
Estoy bien, solo fue un golpe, deberían darme de alta mañana – interrumpió ante que empezará el bombardeo de preguntas y suspiro, mientras miraba sus manos susurró – perdón por preocuparte…
…Donde sea que vayas, ahí es donde iré…
Idiota – sintió sus ojos picar - lo importante es que estas bien, tenía miedo de no verte más – llevo su mano a su rostro, acariciando donde se encontraba la venda, seishu lo miró con los ojos muy abiertos y burlonamente le dijo.
Pobre, crees que te dejaré en paz algún día, ni muerto me dejaras atrás tonto – ambos se rieron, un íntimo ambiente se formó en la habitación, tan tranquilo, como ese día lluvioso, que podría ser torrencial, pero si estaban juntos, nada importaba – lástima que ahora no tenga casa – dijo con pesadez – supongo que terminando la escuela debería buscar un trabajo – se estremeció al sentir como koko movía la mano que seguía descansando en su rostro.
…Nadie tiene garantizado el mañana…
No te preocupes, buscaré una forma de conseguir dinero y construiré una casa para inupi – se miraron a los ojos, mientras sus corazones latían como locos...
…Así que te amaré cada noche como si fuera la última noche…
¿Lo prometes? – cerró sus ojos al sentir como koko empezaba a sacar la venda de su cara...
…Como si fuera la última noche…
Lo prometo – seishu le sonrió, desde lo más profundo de su corazón y hajime, correspondió el gesto, mientras una silenciosa lagrima corría por su mejilla, la cara de inupi, no tenía ni un daño, su bonita cara, era la misma de siempre…
…Si el mundo se estuviera acabando, quisiera estar a tu lado…
Los días fueron pasando, inupi descubrió un lado que no conocía de su amigo, lo sobreprotector que podía ser, desde el incendio en su hogar, koko no lo dejaba solo en ningún momento, lo iba a buscar a la casa de sus familiares, donde se estaban quedando, para ir a la escuela y lo iba a dejar a la misma puerta, lo cual, lo irritaba, pero al mismo tiempo, enloquecía a su corazón.
Casi lo olvido – exclamó koko en uno de sus viajes a casa – ¿quién era ese niño raro? – inupi lo miró curioso – el niño que te salvo del incendio, estaba en el hospital también, ¿tienes más amigos? – el rubio lo miró alzando una ceja y suspiro.
Dijo que se llama takemichi hanagaki, no recuerdo donde lo conocí, pero el me conoce, quizás fue un niño con el que he hablado antes, la verdad también se me hizo extraño pero…- koko miro con una punzada en su corazón, como los ojos de inupi brillaban y su mano se posó en su cara – él me salvo koko, un héroe llego a salvarme – sonrió avergonzado.
Yo…- sentía un nudo en su garganta - sí, él te salvo – suspiró pesado y siguió su camino, con inupi siguiendo en silencio.
“pero tú nunca te rendiste, me seguiste y nunca me abandonaste”
Supongo que ahora tengo dos amigos – soltó inupi – pero…
Hajime-kun, seishu – ambos voltearon y vieron a akane acercarse con una linda sonrisa.
Akane-san – sonrió hajime al verla, mientras seishu corría la mirada.
¿Quieren ir a la biblioteca? – miró a ambos jóvenes y seishu negó.
Quiero ir a la casa – suspiro pesado y casi se atragantó cuando vio a su amigo negar.
Debo llevar a inupi a casa – akane miró al pelinegro decidido y como su hermanito desviaba la mirada con las mejillas algo rojas.
Entiendo – soltó una risita – nos vemos luego – se despidió dejando a los chicos, solos con su sentir…
…Si la fiesta hubiera terminado y nuestro tiempo en la Tierra hubiera acabado…
Pensé que irías con ella – cuestionó inupi.
Tengo que asegurarme que llegues bien a casa, además, ella ya sabe lo que siento, no se molestará – el rostro de inupi cambio a uno más sombrío.
¿De que estas hablando? – interrogó, serio.
Me confesé a akane-san y me dijo que me…- se dio cuenta que nunca había hablado de esto con inupi, que nunca fue sincero con su amigo y lo peor, su corazón dolió al ver la cara desilusionada del rubio.
Vaya amistad, ni contarme lo que ocurrió podías eh – agarró con fuerza las correas de su mochila.
Han pasado muchas cosas desde eso, yo solo…lo olvidé – inupi suspiró y empezó a caminar a la otra dirección – ¿a dónde vas?
Que te importa – koko lo iba a seguir, pero sintió un empujón y vio como el rubio salía corriendo.
Espérame INUPI…
...Quisiera abrazarte solo un momento...
Koko corría por todo el barrio buscando a su amigo, quería aclarar las cosas, el confiaba en inupi como nunca confiaría en alguien, solo porque era él, su primer y único amigo...
Se detuvo en un parque, al ver al rubio sentado meciéndose lentamente en un columpio, con la mirada baja y sin prestar atención a su alrededor.
Lo siento – se sobresaltó a escuchar la voz de koko – quería decírtelo, pero yo…sabes, creo que desde el primer momento que la vi, me enamoré de ella – se sentó en el columpio de al lado – no te dije nada porque no quería que te molestaras conmigo.
Pues es mi hermana, molesto ya estoy – suspiro – pensé que éramos amigos…
¡LO SOMOS! – casi le dio un infarto al escuchar el grito de koko – y si piensas que te voy a abandonar porque amo a tu hermana, estas equivocado – contra todo pronóstico, se levantó y abrazo fuertemente al rubio, dejando que su cabeza descansara en su pecho – prometo que sin importa que pase, siempre estaré con inupi…
...Y morir con una sonrisa...
Seishu solo soltó una risa, demasiado dulce para el corazón de hajime y correspondió el abrazo.
Entonces es un promesa, nunca lo olvides – lentamente deshicieron el abrazo y al mirarse a los ojos sonrieron…
...Si el mundo se estuviera acabando, quisiera estar a tu lado...
“¿Qué vas a hacer, koko?”
“¿Qué más? Me voy contigo”
…Ooh, perdida
Perdida en las palabras que gritamos…
“Yo soy quien debe disculparse, todo este tiempo he puesto a akane-san por encima de ti, no me daba por vencido y no aceptaba…la muerte de esa persona, escapé de todo eso yendo hacia el dinero. Me era más fácil pensar que el dinero era lo único que importaba”.
“Me olvidaré de akane-san, esta vez quiero servirte a ti”
…Ni siquiera quiero hacer esto más…
Inupi caminaba por un pasillo de la biblioteca, sus elegantes tacones hacían un eco en cada paso y en una mesa alejada del resto, se encontraba su amigo de la infancia, hajime kokonoi, concentrado leyendo un libro.
¿De qué es? – interrogó suave.
Dinero – respondió simple, sin mirarlo.
Debes dejar eso ya, te terminarás enfermando – se cruzó de brazos.
Pues estoy intentando cumplir una promesa que hice con un rubio tonto hace unos años – sonrió arrogante al ver de reojo la cara amargada de inupi.
Olvida eso, era una promesa de niños, además…- se sentó en el borde de la mesa – me preocupa que te vayas por el mal camino con eso del dinero, es un tema fuera de nuestras manos.
¿Yo por el mal camino?, lo dice el chico con uniforme de pandillero – apuntó el traje blanco que estaba usando el rubio.
Esto es diferente, tenemos principios que no entenderías – apretó su puño.
Pues claro, no lo entiendo, pero si prefieres pasar tiempo con esos salvajes en lugar de conmigo, no hay nada que pueda hacer – comentó seco mirando su libro, seishu se levantó rápido y le dio la espalda…
…Porque ya sabes lo que significas para mí…
Siempre lo he sabido, deberías irte a casa, al final, no eres como yo…- y se fue sin mirar atrás, de nuevo, el ruido de sus tacones al caminar era lo único que se escuchaba en la biblioteca, kokonoi solo dejo caer su libro y mordiéndose el labio, apretó el papel que tenía en una de sus manos, que escondió cuando sintió llegar a inupi.
Una boleta de cuanto valía la hipoteca de la casa de los inui y cuanto se había pagado hasta ahora, junto con el valor de un departamento, que esperaba poder regalar al rubio cuando cumplieran 18 años.
No soy como tú, porque soy mucho peor…
...Y nuestro amor es la única guerra que vale la pena pelear...
“Vámonos juntos al infierno”
Koko se había quedado mirando a la nada desde hace un rato, el libro que yacía en la mesa ya no le llamaba la atención, estaba agotado, cansado, triste…
El tiempo desde la promesa que hizo en aquel hospital y en ese parque, había dado paso a muchas cosas, la principal, akane estaba saliendo con un chico, un buen hombre para una buena mujer como ella, mentiría si dijera que la noticia no le dolió, pero al menos, tenía a inupi a su lado para consolarlo, aunque claro, después de asegurarse que el corazón del pelinegro estuviera bien, se dedicaba a burlarse para dejar ir el tema. Koko lo agradecía en cierta forma, en su corazón, akane inui siempre sería su primer amor, pero ahora, no entendí que era lo que quería su corazón en el presente, un presente en el que solo pensaba una cosa…
Espero inupi no me deje de hablar – soltó recostándose en la mesa, desde hace algún tiempo, la idea de dejar de ver a inupi le disgustaba, el rubio había iniciado en la pandilla de un amigo que conoció gracias a hanagaki y cada vez se iban distanciando más, lo cual era raro, desde que lo conoció, sentía que toda su vida giraba en torno a inupi y sin duda, su mayor miedo actualmente era perderlo…
El fuerte ruido de un trueno lo sobresalto, al mirar por la ventana de la biblioteca, notó como la lluvia no daba tregua a la ciudad.
Rayos, no traje paraguas… ¿y inupi? – se levantó para ir a buscarlo, listo para mojarse hasta el alma, cuando la bibliotecaria lo detuvo y le ofreció un paraguas extra que tenían en la biblioteca, con la condición de que lo devolviera – muchas gracias – y corrió en búsqueda de su amigo, si no estaba en la biblioteca, sabía muy bien donde, el taller de motos de shinichiro sano…
…Donde sea que vayas, ahí es donde iré…
Al llegar a aquel lugar, sonrió para sus adentro al ver la figura del rubio a través de los ventanales, vio también como se acercaba a la puerta, dispuesto a irse sin importar lo fuerte de la lluvia.
Tan descuidado como siempre – iba a llamar su atención, pero se detuvo en seco al ver a alguien salir de la tienda cubriendo a inupi con un paraguas.
Eras tan descuidado inupi – un chico más alto que el, con tatuaje en la cabeza le dio un zape.
No seas idiota draken, me da igual la lluvia – se quejó molesto.
Mentiroso, desde que llegaste estas de mal humor, vamos, te acompaño a tu casa – koko quiso pensar que inupi se negaría y golpearía a ese chico, pero solo suspiro y se acercó aún más al tipo, para que el paraguas alcanzara para ambos…
…Nadie tiene garantizado el mañana…
Miraba con ambos se iban, hipnotizado en una angustia extraña, solo se mordió el labio frustrado y empezó a caminar solo.
Lo sabía, desde hace algún tiempo sabía que lo que sentía por inupi, era difícil de describir y lo peor es que lo confirmo ahora, en especial al verlo con otro tipo, caminando con alguien más.
Pero… ¿qué era lo que realmente sentía? ¿Acaso él? ¿de inupi?
...Así que te amaré cada noche como si fuera la última noche...
Koko-kun – solo fue necesario reconocer esa voz y ya estaba sentado en una cafetería frente a frente con hanagaki, otro de sus dolores de cuello – la malteada de este lugar es muy buena.
Dios por que me castigas así – takemichi lo miro indignado.
Por eso no tienes amigos koko-kun – le saco la lengua mientras una vena palpitaba en su cuello.
Con inupi me sobra y me basta – tomo de su propia malteada, hanagaki tenía razón, pero nunca lo diría.
¿Y dónde está?, ustedes siempre están juntos - dio un sorbito juzgador.
Con un tipo, en algún lugar, haciendo que se yo – si iba a ahogar con la malteada de la rabia.
Koko-kun – hanagaki lo miró casi divertido – ¿estas celoso? – esa declaración hizo que se ahogara.
Cállate o te…- al notar la mirada ahora seria del chico frente a él, hizo que se calmara – eso creo – dijo resignado – no sé qué hacer.
¿Pero qué es lo que quieres? ¿Que sientes por inupi-kun? - Mucho, tanto que no sabía que decir.
Me preguntaría que es lo que él siente por mí, estoy seguro de que nada – miró su vaso, sintiendo su corazón oprimirse, pero una pequeña risa, sin malas intenciones de hanagaki volvió a llamar su atención.
“Aunque sea alguien tan inútil, él siempre está ahí para apoyarme, por eso, yo moriría por koko”
Sabes estoy seguro…- los ojos de hanagaki se veían brillante y tan, pero tan sinceros – que koko-kun es la persona que inupi-kun más ama en el mundo…
...Como si fuera la última noche...
Los días habían pasado, pero aterrado de sus propios pensamientos, hajime se había quedado en su casa, sin contacto con el exterior, la conversación con takemichi había destruido sus neuronas, quería golpear algo, quería gritar, quería…
Ver a inupi…
Pero el miedo se apoderaba de él, el miedo de que todo fuera obra de su cabeza y algún malentendido de hanagaki, miedo de que inupi lo odiara y alejara de su vida, prefería perder su alma antes que a seishu, eso lo sabía bien.
En eso, su celular sonó y llego a saltar al ver un mensaje de inupi.
[Ven a la biblioteca]
Con miedo y un extraño presentimiento, ignorando su depresión de los últimos días, corrió como loco hasta llegar al lugar, tenía que aclarar esto, o terminaría muriendo.
Al llegar, fue a la mesa en la que siempre se sentaba, pero no lo encontró, así que recorrió el lugar y al final de un pasillo, cercano a la ventana, vio su silueta durmiendo sin ninguna preocupación, el sol daba en su rostro dándole un aspecto angelical y el viento movía suavemente la cortina a su lado, sin duda, era una escena hermosa, que altero su corazón e hizo picar sus manos, lentamente se acercó y mirando su sereno rostro, decidió mandar todo al diablo, sus dudas, sus miedo y las pesadillas…
…Si el mundo se estuviera acabando, quisiera estar a tu lado…
“Únicamente debes besar a alguien que te guste”
Y recordando aquellas palabras, juntó sus labios con los de seishu, en un suave beso que terminó por alejar sus dudas. Al separarse, de la impresión se dejó caer al suelo y por fin su interior lo admitió…
Estaba enamorado de inupi…
Quería gritarlo, pero primero debía huir del lugar, era demasiado para su corazón enfrentar a inupi, así que prefería calmar su corazón antes de hablarlo, se levantó en silencio dispuesto a irse, pero el destino era un maldito…
…Si la fiesta hubiera terminado y nuestro tiempo en la Tierra hubiera acabado…
Al levantarse vio como inupi lo miraba con los ojos bien abiertos, casi como si se le fueran a salir, junto con sus mejillas ardiendo y la boca abierta de la confusión.
Koko no sabía que hacer, lo había arruinado y de la pena, para aún más sorpresa del rubio, empezó a llorar.
Lo siento, lo siento tanto – se dio vuelta y corrió como nunca, ignorando los llamados de su amigo o los de la bibliotecaria, quería desaparecer…
...Quisiera abrazarte solo un momento...
Inupi intento hacer que koko se detuviera, pero no lo logró, seguía en shock con lo ocurrido, viendo como el otro dejó la biblioteca, solo atinó a dejarse caer al suelo, llevando sus dedos a sus labios, que hace nada, koko había besado, hajime kokonoi, el chico del cual llevaba años enamorado, lo había besado.
Por más que se había esforzado, nunca fue capaz de borrar esos sentimientos por su amigo, incluso convenciéndose de que este amaba a su hermana, siempre existió en seishu la esperanza de ser correspondido y ahora…esa esperanza acababa de salir corriendo, mientras llorar…
Mierda, debo encontrar a koko – se levantó y corrió también, después podría recordar su miserable vida fingiendo que no lo amaba, porque ahora, iría a decírselo en la cara, necesitaba ver, abrazarlo y decirle que lo amaba, más que a su propia vida…
…Y morir con una sonrisa…
Inupi corría a todo lo que daban sus pies, era un mal momento para estar en tacones, pero hacia lo que podía, sabía muy bien donde podría estar koko, ese maldito parque parecía estar muy lejos ahora.
Hace algún tiempo, había tenido un sueño muy raro, en él, se veía a koko cansado y algo nostálgico, mojado por la lluvia, sus palabras sonabas secas y sin emoción, pero al voltear a verlo, una triste sonrisa se instalaba en su cara, tan lejana, que le dolía en lo más profundo de su corazón.
“¿Me preguntas si soy feliz?”
“Tú elegiste a un buen chico”
Corrió más rápido, no se permitiría ver nunca así a koko, él se encargaría de hacerlo feliz, costara lo que le costara…
…Si el mundo se estuviera acabando, quisiera estar a tu lado…
Casi sin aire llegó al parque, estaba cayendo la noche y el lugar estaba vacío, salvo por un chico que estaba sentado en los columpio, llorando.
Con el corazón en la mano, camino lento, llamando su atención cuando se sentó a su lado.
Inupi – susurró koko con los ojos y la nariz rojos, y la cara llena de lágrimas.
¿Podrías hacerlo de nuevo? – preguntó, tratando de no reír, a pesar de todo, en ese estado, koko se le hacía muy tierno.
¿Qué cosa? – pasó una de sus mangas por su cara, en un intento de limpiarse.
Besarme, quiero que me beses de nuevo – sus mejillas ardían y las de koko estaban igual, casi se podía escuchar el latido de sus corazones.
Pero yo…
…Justo a tu lado…
Te amo – soltó inupi – siempre te he amado – con sus ojos llorosos, acerco su mano a la mejilla ajena – así que esto es lo que quiero, que estes siempre a mi lado, en el presente, en el futuro, incluso en lo más profundo del infierno, mientras estes a mi lado, nada más me importa – dejo que sus lágrimas salieran, en especial, cuando sintió como koko acariciaba su cara con la misma suavidad…
…A tu lado
Justo a tu lado…
También te amo – le dijo suave – te amo demasiado, así que si me aceptas, me quedare siempre contigo…
…Oh-oh-oh
Oh-oh-oh
Si el mundo se estuviera acabando, quisiera estar a tu lado…
¿Lo prometes? – susurró seishu acercándose.
Lo prometo – acercó sus rostros y juntó sus labios, en un suave beso, como hace tanto tiempo lo habían anhelado.
Al separarse, se miraron a los ojos, brillantes por las lágrimas…
Seishu…
Hajime…
¿Me harías el honor de ser tu novio?
No
¡INUPI! – chilló koko, pero la risa de inupi lo calmo.
Claro que si tonto – entonces nada más le importo a koko, se levantó llevándose consigo a inupi y, una vez de pie, lo tomó entre sus brazos, haciéndolo girar – ¿qué haces idiota? Ahhh – pese al susto, se dejó hacer y entre risas, ambos terminaron en el suelo – me lo pagarás…
Cóbrame después – se miraron a los ojos – ¿quieres ir a mi casa?
Cálmate, recién llevamos como 2 minutos de novios – eso lo hizo sonrojar furiosamente.
¡NO ES POR ESO! – la sonrisa burlona pero hermosa de inupi lo ponía nervioso – quiero estar contigo esta noche.
Acepto – sus mejillas se colorearon – tampoco me quiero apartar de ti…
…Si la fiesta hubiera terminado y nuestro tiempo en la Tierra hubiera acabado…
Una vez en la casa kokonoi, se limpiaron, comieron pizza comprada por koko y se fueron a la habitación, acostados entre los brazos del otro, se besaban como si el mundo se fuera a acabar.
Te amo – le dijo hajime después del beso.
También te amo – se dieron un último beso y se permitieron dormir, había sido un día con muchas emociones, pero que sin duda, valía toda la pena.
…Quisiera abrazarte solo un momento…
Koko despertó en medio de la noche, froto sus ojos y sonrió al notar como inupi dormía en sus brazos sin ninguna preocupación, posiblemente muy cansado, había sido un tormento decorar su nuevo hogar, uno que compro para inupi, su hermoso novio.
Lo hiciste muy bien querido – y se acercó para besar la cicatriz que poseía en su cara – te amo – sonrió genuinamente al verlo, podrían pasar muchas cosas en su vida, pero en esta y cualquier línea temporal, mientras tuviera a inupi, sería la persona más feliz del mundo…
…Y morir con una sonrisa.
Fin
Después de la lectura:
Una disculpa si el fanfic se desvió de la idea original de la canción, pero me inspiré tanto que debía poner la mayoría de mis headcanon en él, junto con las frases que más me dolían de esta pareja en el manga, quedé feliz con el resultado, espero les haya gustado, si es así, pueden votar y comentar.
¡¡Muchas gracias por leer!!
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