Todos estaban sumamente preocupados... Salazar era un Malfoy, era el líder de lo que significará el concilió y aparte era muy poderoso, al parecer ellos estaban equivocados.

Salazar miraba de forma indiferente a aquellos que lo traicionaron por miedo a su poder. ¿Qué desean de mí malos amigos? Les dijo que forma tajante y fría.

- Solo queremos pedir perdón a la mejor persona que conocemos y a la que hicimos muchísimos daño -  contestó uno de ellos.

- umm no voy a perdonarlos fácilmente, tendrán que luchar por mi perdón, lo que ustedes hicieron no fue correcto y estaba totalmente en contra de los principios de la escuela - fue todo lo que contesto Salazar a sus antiguos amigos.

Mientras ellos estaban hablando el trio de oro estaba bastante nervioso y preocupado; ahora la posibilidad de entrar a la biblioteca era todavía mas lejana, además sabían que ellos eran en parte responsables de lo que estaba ocurrido.

De un momento a otro las barreras del castillo avisaron la entrada de otras personas lo que causo que todos se quedaran quietos.

En la puerta principal del comedor estaban Lucius Malfoy, Narcisa Black, Bellatrix Black, loa hermanos Lestrange, Barty jr, y un hombre joven bastante guapo de ojos grises.

Bella intento maldecir al chico al lado de Draco, mientras que los otros adultos intentaban atacar al nuevo concilio.

Draco al poder ver claramente las lineas de la magia se dio cuenta que su padre y tíos estaban bajo un poderoso hechizo de control, uno mas grande que el imperio, de igual forma miro a la mesa principal y allí su amado padrino también tenia una linea se control sobre él, eso explicaba porque ellos habían cambiado tanto de un día para otro, explicaba porque le hizo daño y lloraba al hacerlo.

Un Dragón muy enojado se levanto de la mesa de las serpientes e invoco desde su brazo el segundo libro que podía manejar gracias a la llave otorgada por su abuelo.

Se situó en medio de la ráfaga de hechizos lanzados hacia ellos.

Con incredulidad todos observaban como los hechizos resbalaban en un escudo de color azul con toques violetas. Draco encontró el hechizo correcto apenas abrió el libro, era maravilloso saber que éstos siempre buscarían como ayudarlo cuando eran convocados.

- yo Draco Malfoy nieto del primer líder mágico, elegido por lady Magia, guardián del mundo mágico, mago de fuerza, el tiempo y la naturaleza solicita en esta sala sean visibles las cadenas que atan la voluntad de mi familia y sean paralizados aquellos que buscan nuestro daño, enviar la guadaña que corta las cadenas y libera de forma inmediata a quienes son esclavos y han perdido su voluntad - después de decir estas palabras en voz alta y firme todos los familiares de las serpientes quedaron paralizadas y unas cadenas empezaron a formarse frente a todos, quienes jadearon al ver que pasaba.

Su amado padre, sus tíos, su padrino y el hombre de ojos bellos tenían una  cadena en su cuello que impedía su propia voluntad.

Ante Draco apareció una guadaña de color blanco la cual tomo sin problemas y con la que empezó a cortar una a una las cadenas que cubrían su familia.

Apenas término, 5 hombres se desplomaron quedando de rodillas frente a todos los presentes.

Draco miro con odio a las dos Black quienes en un segundo habían desaparecido del lugar, ellas sabían que no podrían volver a las mansiones familiares, lo mejor era salir del pías.

Después de esa desaparición Draco corrió hacia donde su amada familia para ayudarlos a levantarse del duro suelo.

- ¿están bien? - preguntó el chico lindo de las serpientes.

- parece que sí - respondió Draco.

-  ¿qué fue lo que paso? - preguntó de forma frenética una de las niñas de los tejones.

- esas malditas locas tenían atados a nuestra familia con magia muy oscura, juro que cuando las encuentre las torturaré hasta que rueguen por su muerte y ni así las dejare descansar en paz - fueron las palabras del niños lindo de las serpientes a lo que sus amigos del concilio aceptaron con la cabeza.

Todos en el comedor sintieron pavor, no sabían quien era ese chico, pero daba miedo, era peor que Draco.

- ¿qué paso, dónde estoy ? - preguntó un confundido Lucius.

- ¡papá! - grito un conmocionado Draco.

- mi amado Dragón, por fin nos pudiste liberar de ese maldito hechizo, gracias mi cielo... Estas tan grande, tan fuerte y tan bello, mi ángel te aseguro que ahora podremos estar juntos y tranquilos, dijo de forma tierna y con una sonrisa que tenia a muchos sonrojados, por Merlín, ese hombre era increíblemente guapo.

En ese momento Lucius se dio cuanta donde estaba y levanto su vista dando a todos una mirada tan helada con el hielo.

- ¡si alguno se atreve a mirar de forma amorosa, de forma maliciosa, di intentan acercarse a mi bebé con alguna turbia intensión o le rozan sin "querer" su cabello les juro por mi linaje, Merlín y Morgana que van a conocer el infierno en la tierra! - les dijo el platinado mayor a un grupo de jóvenes, niños y profesores que tenían una gotita en la cabeza; ese rubio era un ejemplar único de un hombre pero era un padre súper sobre protector y por que se podía ver los otros que estaban despertando eran igual... Que Merlín los ampare, esos hombres los iban a matar.