Capítulo 4: El novio guapo de mi amigo

Jungkook, por nada en particular, terminó peinando su cabello con los dedos mientras se observaba en el espejo del baño de su habitación. Sus cabellos castaños seguían viéndose revoltosos, pero él lucía decente; así que regresó satisfecho al cuarto al tiempo que su móvil timbraba por una nueva notificación. Era Seokjin, por supuesto.

Jungkookie, encontré el
instagram de tu novio, está
bien, no me lo agradezcas :*

@k._.taetaehyung

Jungkook observó la pantalla con la boca abierta, no podía creer que Seokjin realmente hubiese buscado a Taehyung, es que de verdad, estaba más empecinado en conseguirle pareja que él mismo. Y es que solo estaría un mes y medio en ese lugar, se suponía que era para disfrutar de las vacaciones, no para buscar un novio. Además, no sabía lo que pensaba el de cabellos azules al respecto, él bien que podría no estar interesado, o podrían vivir en esquinas opuestas de Corea, quién sabe. Así que, en definitiva, Jungkook no iba a intentar nada.

Mientras pensaba en eso, entró al usuario del chico y lanzó una rápida mirada a su perfil antes de abrir la última foto que había publicado.

—Ah, él es realmente guapo —musitó—. Jiminnie... ¿por qué dice que es suyo? No debería ser suyo... ¿Y si en realidad no está soltero? —Chasqueó la lengua—. De verdad, ¿qué estoy pensando ahora? ESPERA, ¿QUÉ?

—¿Jungkook, estás bien? —preguntó Mi Suk desde su habitación.

—¡Sí, mamá! —le respondió de inmediato, sin apartar los ojos estupefactos de la pantalla—. No lo hiciste...

¡Seokjin! ¡¿Por qué lo hiciste?!

¿Qué cosa?

¡¿"¿Qué cosa?"?! ¡Comentaste
su publicación!

:*

—Hijo de... —Suspiró sonoramente y cerró los ojos con fuerza—. Está bien, está bien, Taehyung no tiene por qué saber que conozco a Seokjin y que, de hecho, soy el amigo al que se refiere. No hay problema, solo es un loco que comentó la publicación de un desconocido sin motivo, sí, eso... Joder... —Ocultó su rostro con ambas manos mientras suspiraba una vez más, ¿por qué todos estaban todo el tiempo avergonzándole? Soltó una risita luego de unos segundos, ni siquiera sabía si le causaba gracia la situación o su posición lamentable en ella.

Optó por bloquear la pantalla del móvil y salir de una vez a su encuentro con Taehyung. Había quedado con el chico guapo de cabello azul, ah, ahora que lo pensaba sonaba demasiado surrealista para alguien que no era nada bueno socializando.

—Mamá, ya me voy —avisó, abriendo la puerta principal y asegurándose de que llevaba dinero consigo, porque él le llevaría un regalo al tonto de su amigo aunque fuera... un tonto.

—Suerte, Jungkookie. —Su madre salió también por la principal de su habitación, por lo que Jungkook solo tuvo que mirar hacia su izquierda para ver su enorme sonrisa—. En un rato te escribo, ten cuidado.

—Vale. —Le regresó la sonrisa y cerró la puerta, dándole la espalda para acercarse a las escaleras y bajar. Caminó con las manos sudando levemente por la ansiedad, dando vueltas a su móvil entre sus dedos con inquietud—. No hagas nada estúpido, ni digas algo que te haga quedar demasiado como un idiota —se recordó, y asintió a sus propias palabras. No era la gran cosa, ¿por qué estaba siquiera dándole tanta importancia? Negó con la cabeza, ah, todavía no se habían encontrado y ya estaba comportándose como un imbécil. Las personas seguro estaban mirándole extraño, pero él prefería no levantar la mirada de sus pies.

Visualizó la piscina más adelante y sus ojos no tardaron en dar con el cabello azul del muchacho, estaba sentado en la esquina de una de las sillas reclinables de espaldas a Jungkook, sumergido en la pantalla de su celular. Realmente, verlo ahí y saber que estaba esperándole a él no se sentía nada mal.

Se dispuso a acercarse y hacerle notar su presencia, pero se detuvo a tres miserables metros de él cuando el móvil de Taehyung emitió una cancioncita pegadiza y el muchacho descolgó la llamada para llevarlo a su oído.

—¡ChimChim! —Jungkook dio un paso hacia atrás de inmediato, con las palabras abortar misión en su cabeza—. Ah, eres un dramático, te llamé anoche y dices que ya extrañabas mi voz. —El mayor estaba riendo y el castaño estaba sintiéndose jodidamente incómodo, retrocedió un poco más porque ahora no quería que le notara por nada del mundo—. No, justo ahora no estaba haciendo nada, mis padres están en la habitación y...

Jungkook dejó de escucharle luego de haberse alejado de ahí como si nunca hubiese estado. Bien, tenía tres opciones, la primera era dejar de ser tan tonto y hacerle saber que había llegado, porque después de todo ellos habían quedado en verse antes de que ese tal ChimChim llamara, la segunda era quedarse esperando como un tonto a que Taehyung colgara la llamada para acercarse, y la tercera era irse como un tonto y buscar la tienda de artesanías él solo.

Bueno, si de cualquier manera era un tonto, al menos no luciría desesperado.

Dio media vuelta, guardándose el móvil en el bolsillo, listo para recorrer el hotel y con algo de suerte dar con aquel lugar por su propia cuenta. Si no lo encontraba, al menos sabría cómo regresar a su habitación y conocería un poco más el lugar en el que se estaba quedando, sí, no era un mal plan para nada. Así que caminó tranquilamente observando su alrededor, varias personas estaban paseando por ahí también, entretenidos en sus cosas, desde entrar a los restaurantes hasta mirar a los pececitos multicolores que nadaban en las fuentes.

Encontró el muelle, que estaba ambientado con sillas reclinables de color azul marino y reflectores, tenía una barra de licores donde no estaban atendiendo todavía y altavoces en lo alto, Jungkook supuso que de noche debía ser una locura. También descubrió que había un lujoso restaurante que solo funcionaba con reservas y que la gente visitaba con ropa elegante para comer seguramente comida servida de manera elegante con cubiertos elegantes en mesas de manteles elegantes.

Hasta que dio con la tienda de artesanías, era el único lugar en el hotel donde había que pagar, puesto que todo lo demás venía incluido en el elevado precio del hospedaje. Estaba ubicada más allá de la recepción y antes de llegar a un kiosco donde ofrecían hamburguesas muy pequeñas que se preparaban al gusto. Entró deseando tener más ojos para observarlo todo, tenían exhibidos desde sombreros de paja hasta anillos en alambre y llaveros de madera. Caminó despacio, admirando todo y pensando en qué sería lo mejor para comprarle a Seokjin, y es que estaba antojándose de demasiadas cosas con cada segundo que pasaba ahí dentro.

Se detuvo frente a la mesa de libretas ecológicas, buscando el diseño que más le convenciera para su rubio mejor amigo. Estaba enfrascado en esa tarea cuando una cercana, conocida y profunda voz provocó que se le erizaran los vellos de la nuca. 

—No me esperaste. —Taehyung se había acercado bastante y estaba inclinado hacia él desde atrás. Jungkook cada vez se convencía más de que realmente lo hacía a propósito. De verdad, ¿es que no se daba cuenta de lo que causaba en él? ¿No le habían enseñado sobre el espacio personal? Se giró para hacerle frente y su belleza le abofeteó en la cara.

—Hey, es que... te vi algo ocupado antes y no quise molestar —se excusó, llevando una mano a la parte posterior de su cabeza con nerviosismo.

—Yo me ofrecí a traerte, creí que era un poco obvio que no me molestaba —le dijo él, encogiéndose de hombros como acostumbraba.

—Sí... lo siento —musitó, con los ojos de Taehyung detallando cada expresión.

—Está bien —respondió con simpleza—. Entonces, ¿hay algo que te guste? —Jungkook se quedó mirándole por unos segundos más de lo necesario, y tuvo que sacudir un poco la cabeza para evitar soltar un «sí, justo en frente».

—Umh... estaba buscando algo para regalarle a mi amigo —comentó, barriendo con la mirada todo el lugar. Pasó por su lado cuando sus ojos se posaron en una vitrina de portarretratos que llamaron su atención—. Ah, todo es muy lindo —musitó, mirando al mayor cuando él volvió a llegar a su lado—. ¿Qué llevarías tú?

—Bueno, yo pensaba comprar uno de estos como parte de un regalo también —le dijo, haciéndole una seña con la cabeza, y Jungkook le siguió hasta una mesa con anillos de madera tallados con atractivos diseños.

—¡Qué lindos! Estoy seguro de que le gustará. —Asintió, mirando de cerca el primero que le causó interés; era sencillo, un poco grueso y con la silueta de dos olas talladas en el centro. Se decidió de inmediato, con él sellaría la promesa de que llevaría a su mejor amigo a conocer el mar en el futuro, sonrió—. Quiero llevar este, por favor —le pidió al señor que le sonreía con amabilidad del otro lado de la mesa y quien se lo recibió para empacarlo. Jungkook casi quería dar saltitos de la emoción y, cuando miró a Taehyung, se encontró con que él también estaba sonriendo mientras le miraba.

—Aquí tienes. —La voz del hombre detuvo el contacto visual y el castaño se volvió para recibir su nueva adquisición y pagar por ella.

Salieron con el menor sonriendo grandemente.

—Ah, ahora también me antojé —comentó, espiando en el interior de la bolsita de tela el regalo para su mejor amigo—. Tal vez vuelva luego para comprarle algo a mis padres también.

—Parecía que querías llevarte toda la tienda —dijo el contrario, risueño, mirándole mientras caminaban el uno al lado del otro.

—Oh, y quería, te lo aseguro. Me emociona mucho la variedad y los colores.

—Sí, eso pude verlo. —Jungkook sintió su móvil vibrar en el bolsillo, lo sacó sabiendo que era su madre y revisó la pantalla. En efecto, ella estaba preguntándole dónde estaba. Abrió el chat para responder y se detuvo por un momento, sintiendo a su acompañante hacer lo mismo a su lado para esperarle. En ese momento de verdad agradeció al Jungkook del pasado por haber borrado su conversación anterior, aunque Taehyung no estuviera precisamente viendo la pantalla.

Sus ojos se encontraron cuando volvió a observarle y supo entonces que él había estado escudriñando su rostro con mucha atención. Sintió sus mejillas arder porque el muchacho no se molestó en apartar la mirada y él sí tuvo que hacerlo. Joder, de verdad le costaba sostenerle el contacto visual y eso nunca antes le había pasado.

—Todo en orden —musitó, como señal de que podían continuar y así lo hicieron, en un silencio que estaba poniéndole de los nervios.

—¿En qué bloque está tu habitación? —le preguntó el de azules cabellos luego de un rato, cuando ya estaban recorriendo el camino empedrado que dividía todas las torres.

—Es el... —comenzó, intentando recordar el número, puesto que solía guiarse por el caminito de macetas que tenía nada más salir—, nueve, creo...

—Yo estoy en el seis, queda detrás, te acompaño si quieres. —El castaño le miró y asintió con una sonrisa. Cuando llegaron, Taehyung se detuvo al pie de las escaleras y Jungkook se giró hacia él—. Bueno, hasta aquí llego yo, debería ir a buscar a mis padres, supongo que querrán que hagamos algo juntos ahora.

—Sí, gracias por acompañarme y por llevarme a conocer la tienda de artesanías, me ha encantado —le dijo, dedicándole una enorme sonrisa que hacía ver sus ojos más pequeños. «Adorable».

—Aunque te fuiste sin mí —le recordó, haciéndole reír, el mayor sonrió de lado.

—Perdón por eso. Entonces... nos vemos. —Taehyung asintió, así que dio media vuelta y subió sin mirar atrás. Se lanzó a la cama nada más cerrar la puerta y liberó sus pulmones con un suspiro soñador mientras miraba el techo, la sonrisa no se borraba de sus labios.

—Jungkookie, ¿llegaste? —preguntó su madre desde la habitación contigua, justo cuando el castaño volvía a suspirar, sin salir de la burbuja.

—Sí, aquí estoy —respondió, mirando la pantalla de su móvil cuando éste volvió a vibrar.

—Vale, en un rato iremos al pueblo. —Hizo un sonidito de aprobación en respuesta y abrió el chat de su mejor amigo.

Jungkookie

¿Por qué no estás atosigándome
con mensajes?

No tengo nada que hablar
contigo (・'ω'・)

¿Qué? No te molestes
conmigooooo

Solo fue un inocente
comentario jiji

Puedes verlo como un
empujóncito, él no
negó nada

Eso es porque no comprendió
nada, hyung

Ha de creer que tienes
problemas mentales

Y que sepas que yo también
lo creo (・'ω'・)

Ámameeeeee

¿Has vuelto a hablarle?

Acabo de llegar de verme
con él

...

¡¿No te pareció necesario
mencionarlo?!

Ah, ya no me cuentas nada 
👁️💧👄💧👁️

Ya no mereces que te cuente

👍👁️💧👄💧👁️👍

Salió del chat de Seokjin tras recibir una nueva notificación, el rubio comenzó a hacer drama enviando muchos mensajes porque le había dejado en visto, pero Jungkook lo ignoró con una sonrisa maldadosa e incluso lo silenció por ocho horas, sabiendo que igual iba a terminar escribiéndole en un rato de todos modos. Casi sintió que se saltaba un latido cuando miró la barra de notificaciones.

Era un mensaje por directo de Instagram.

Y no era cualquier mensaje por directo de Instagram.

Era un mensaje de Taehyung por directo de Instagram.

¿Eres el Jungkook que conozco?

Eso depende de si tú eres el
Taehyung que yo conozco

Eso tiene sentido

El Jungkook al que estoy
buscando es adorable

Huh, no soy adorable

Y parece un conejito
cuando sonríe

¡Claro que no!

Oh, entonces no eres tú

Pues el Taehyung que yo
conozco tiene cara de póker
todo el tiempo

Y una actitud desinteresada

Ah, y su mirada parece gritar
que odia a todo el mundo

Vaya, creí que para este punto
al menos me habría ganado
un poquito de tu cariño

Soy muy agradable para que
sepas

Tanto que nadie me soporta
cuando agarro confianza :)

Ya, es que no me dejaste
terminar

También tiene una sonrisa muy
particular, bonita realmente

Supongo que sí es agradable
una vez que se deja conocer

Jungkook mordió su labio inferior cuando pasaban los segundos y no llegaba una respuesta. Bien, él ya estaba en serio nervioso, pero cuando un nuevo mensaje llegó, dos minutos después, su corazón decidió que era el momento de enloquecer de verdad.

Mis datos no son ilimitados
para Instagram, ¿me pasas
tu número?

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