No, en definitiva nada estaba saliendo como esperaba. Estaba seguro de que ni siquiera cuando pisó aquella cucaracha con los pies descalzos una noche a sus doce años había temblado tanto.

Pero es que esa mirada profunda y encantadora de Taehyung puesta en su persona le estaba nublando la razón. Ya había dejado caer los palitos tres veces y solo iban en el plato de entrada. Estaba nervioso, no, más que eso. Ese lugar, ese ambiente, ellos dos ahí; era demasiado, creía que iba a sufrir un ataque al corazón.

El camarero llegó para servirles el plato fuerte y Jungkook aprovechó la distracción de su acompañante para observarle sin que se diera cuenta. La iluminación suave del lugar junto a las velas que decoraban la mesa hacía maravillas en su piel, consiguiendo que se mirara mucho más atractiva, y la sonrisa con la que agradecía al joven que les atendía hizo que soltara la cuchara sin querer.

A diferencia de las otras veces, el sonido metálico con el que impactó en el suelo atrajo no solo su atención, sino también la de las personas que se encontraban más cerca. Sintió sus mejillas calientes mientras susurraba una disculpa y se inclinaba para recogerla, decidiendo que debería seguir comiendo con palitos de madera aunque el plato que tuviese enfrente recogiera una humeante sopa de fideos.

—¿Estás bien? —le preguntó el mayor cuando volvieron a quedarse solos, notablemente divertido.

—¿Yo? Perfectamente bien —dijo, como si estuviese demasiado seguro de sí mismo, y la suave risa del contrario le estremeció de manera agradable.

Estiró la mano para alcanzar su refresco y se llevó el vaso a los labios para refugiarse de su profunda mirada, Taehyung se acomodó mejor en su asiento y Jungkook se sobresaltó al punto de voltear la copa en un ángulo demasiado peligroso.

No era posible, ese muchacho solo había rozado sus pies por debajo de la mesa al moverse y él terminó vertiendo la bebida en el plato. ¿Acaso podría pasar más vergüenza?

—Mierda —masculló, ambos líquidos entremezclándose así como hacía el color rosado con el tono natural de su piel. Quiso conseguir servilletas para limpiar lo que alcanzó a derramarse en la mesa, pero sus torpes manos temblorosas voltearon el plato y todo el contenido se esparció por el mantel, para completar. Era un desastre.

Se levantó de inmediato y su compañero hizo lo mismo, ambos buscando la manera de impedir que llegara al suelo mientras que el mayor reía con ganas, un espectáculo que ningún consumidor presente quiso perderse. Otro camarero no demoró en acercarse, pero no fue precisamente para ayudarles.

—Jóvenes, voy a tener que pediros que os retiréis del restaurante.

La mandíbula del menor casi toca el suelo. ¿Era todo? ¿Había echado a perder la más grande posibilidad que llegó a tener de que Taehyung se le declarara? Porque esa en definitiva era la cita más corta que tuvo alguna vez, aunque no es como que hubiese tenido demasiadas.

No le fue difícil concluir que, o ese tipo de lugares tan refinados no eran lo suyo, o sus nervios rayaban lo patético, o todo era culpa de Kim por ser tan estúpidamente guapo y hacer que su torpeza superara lo extremo.

—Venga, no es para tanto —intentó animarle. Jungkook no respondió, solo mantuvo los brazos cruzados sobre su pecho y un pronunciado puchero en sus labios como complemento para su ceño fruncido.

El ambiente en aquel apartado con vallas de madera y vista al mar era muy diferente al del restaurante del que acababan de echarles gracias a su ineptitud, la brisa provocada por las olas les acariciaba el rostro y los sonidos eran mucho más frescos. Ah, pero ¿por qué nada podía salirle bien? Por una vez que le invitaban a un lugar tan elegante, en una cita que bien pudo ser de lo más romántica, y él hacía que los sacaran, increíble.

—Podemos ir al restaurante en el que nos vimos por primera vez, ahí nadie nos mirará como si fuéramos de otro mundo, ¿umh? —Taehyung le acarició el cabello con delicadeza, el castaño le miró y él le dedicó una bonita sonrisa.

—Habla por ti, yo ya te tenía a la vista desde antes.

—¿Qué?

—¿Qué? Nada.

El mayor entrecerró los ojos, escudriñándole al detalle, y el más joven volvió a evadir el contacto visual, liberando una risita después.

—No puedes decirme que no lo notaste, te quedaste en toda la entrada.

—Regresé ahí luego de pedir porque había muchas personas, después solo vi a un chico demasiado distraído que se acercaba sin ver por dónde caminaba.

—¿Y solo dejaste que te chocara?

—Obvio.

—Pues vale, que me he delatado yo solo —ironizó, negando con la cabeza—. Ah, recuerdo que te veía como a un bad boy inalcanzable —confesó, descruzando los brazos y girando noventa grados para mirarle de frente, decidiendo que, total, ya no podía avergonzarse más—. Me mirabas a los ojos pero te mantenías súper serio, no podía hacerme una idea de lo que estabas pensando.

—Seguro pensaba... ¿por qué ese crío tan guapo quiere emborrachar a sus padres? —Jungkook rio, recordando aquello con gracia, y le miró con curiosidad mientras él sonreía.

—¿Pensaste... que soy guapo?

—No soy ciego.

—Oh —musitó, seguro sonrojándose otra vez porque ya sabía que era muy susceptible a eso, y pensó en lo irónico que sería si Taehyung supiera que no solo había pensado lo mismo de él sino que se lo había cotilleado a Seokjin y luego se había puesto a seguirle, tal vez, para verle un poquito más.

—Entonces... ¿ya no soy un bad boy inalcanzable? —sugirió él, caminando hasta detenerse justo en frente suyo, apoyando ambas manos a sus costados en la valla. El menor optó por armarse de valor para flirtear un poco también.

—Sí lo eres, pero ya no tanto para mí —respondió, con una sonrisita ladeada, deslizando las manos por sus hombros para rodear su cuello con ambos brazos.

—Ah, qué me estás haciendo —murmuró él, juntando sus frentes con suavidad, y el castaño le observó cerrar los ojos—. Necesito decirte algo —anunció entonces, incorporándose para darle la cara.

—Te escucho —musitó, con apenas un hilo de voz gracias a que su mirada tan profunda siempre conseguía ponerle de los nervios.

—Aquella vez, en el muelle, cuando me besaste para quitarme de encima a esas muchachas —comenzó, y tan solo ahí Jungkook ya sentía una presión en el abdomen, le sabía mal haberle hecho creer en serio que la razón por la que le había besado era esa—. Tú dijiste que no querías ser un limitante en mis vacaciones, que conocías tu posición.

El menor se sorprendió de que recordara tan bien esas palabras, y una pequeña parte de sí mismo alcanzó a pensar que lo que estaba intentando confesarle era que le había hecho caso, que no se había reprimido a nada por él, pero se obligó a descartarlo porque ese era el momento menos apropiado para las inseguridades.

—No me gustó escucharte decir eso. Jamás quise que creyeras que no fui con ellas porque tú estabas cerca y no pretendía que te sintieras mal, sencillamente no lo hice porque desde hace rato ya que en mis pensamientos solo estás tú todo el jodido tiempo. Y me encanta —añadió—, me encanta tenerte ahí, que estés cerca incluso cuando estamos lejos, que no pueda dormir sin antes pensarte hasta que me gane el sueño.

Taehyung levantó la mano para pasar el pulgar con delicadeza bajo su labio inferior, justo el lugar donde estaba ese lunar que le hacía delirar, mientras Jungkook no podía encontrarse más embelesado con sus bonitos y profundos iris.

—No sé qué tienes, pero me atrapaste desde el momento cero. Me encanta mirarte y no saber si morir por tu belleza o por tu ternura. Me encanta que tus ojos sean tan expresivos y me encanta que tus mejillas se pinten de rosado cuando te miro mucho. Perdóname si hice que lo pensaras, pero nunca me sentí interesado por ti solo para pasar el tiempo en el hotel.

El castaño le observó con ojos curiosos y sorprendidos ante la manera en la que estaba derrumbando cada estúpida barrera que su mente insegura había formado. Con cada frase que ese chico pronunciaba se sentía más liviano, era como si supiera exactamente lo que debía decir para darle tranquilidad.

—Créeme que lo menos que quiero es que tú y yo nos olvidemos del otro cuando salgamos de aquí. Conocerte ha sido de lo mejor que me ha pasado en este tiempo y, sintiendo que es recíproco, no deseo dejar que termine como si no hubiese significado nada. —El mayor amoldó su mejilla izquierda, acariciando su pómulo—. Haré que confíes en mí, te cuidaré tanto que jamás podrás volver a dudar de que me haces sentir algo muy fuerte. Quiero que estés seguro de que también me hago ilusiones contigo, de que también pienso en ti y le hablo de ti a mis amigos. Quiero que estés seguro de que también quiero besarte cada vez que tú quieras hacerlo, que mis ojos te buscan sin importar cuánta gente haya, y que quiero que esto siga creciendo. Porque cada vez que conozco algo nuevo de ti me gustas un poquito más.

Jungkook ya no podía quitarle la mirada de encima y Taehyung sonrió ante la manera en la que sus brillantes orbes estaban adorándole. Su pecho se infló de plenitud al percibirse como si fuera un sueño a ojos del más joven.

—Quería decírtelo en esa cita que no pudimos tener, pero incluso agradezco todo lo que pasó porque de ahí hasta ahora la certeza no hizo más que aumentar. Sentirte tan distante no es algo que quiero repetir y por eso quiero hacer las cosas bien, por eso necesitaba que supieras todo lo que pienso, porque comprendí que de verdad estaba dispuesto a pelear por esto. E incluso si viviéramos en ciudades diferentes yo estaría dispuesto a buscar la manera de que funcione.

Se humedeció los labios y llenó sus pulmones de aire, bajando la mano para volver a apoyarla a su costado en la valla. Le observó con fijeza, sonriendo poquito porque los nervios comenzaban a pasarle factura, pero el menor no le apartó la mirada ni un solo instante y eso le dio algo más de seguridad.

—Entonces, Jeon Jungkook, luego de todo ese reguero de palabras y de que nos sacaran del restaurante donde se suponía que iba a darte todo este discurso, ahora frente al oscurecido mar y con las encantadoras y muy letales mantarrayas en algún lugar como testigos, ¿quieres ser mi novio?

Finalizó y el aludido soltó su cuello para cubrirse el rostro con ambas manos. El de cabellos azules ladeó la cabeza, sonriendo con absoluta ternura ante su reacción, que no pudo parecerle más adorable.

—¿Jungkook? —llamó con voz suave, buscando sus bonitos ojos—. ¿Jungkookie? ¿Eso es un cállate que me das vergüenza ajena?

El castaño se descubrió el rostro, revelando sus mejillas tan rojas como nunca antes y una expresión avergonzada pero indiscutiblemente feliz. Sus palmas regresaron con timidez a los hombros del mayor, apretando un poco, como si quisiera asegurarse de que era real.

—S-sí, sí quiero... Me gustas mucho, hyung —musitó, admirando la hermosa sonrisa cuadrada que se formó en los labios de su acompañante, mismos que atraparon los suyos con cariño, enviando un cosquilleo por cada fibra de su anatomía.

Se entregó a su boca con todo de sí, abrazándose a su cuello mientras él se aferraba a su cintura, adueñándose de sus suspiros y de sus estremecimientos, moviendo los labios con sincronía mientras ellos parecían querer poseer los del contrario. Sus cuerpos se buscaban como si ya no estuviesen pegados el uno con el otro y sus manos acariciaban como si nunca fuera suficiente, con cientos de sensaciones compartidas a flor de piel.

Ese beso incluso le sabía diferente, y es que eran novios. Novios. Taehyung realmente era su novio ahora.

—Ah, y no lo hice por ellas. En el muelle. Lo hice porque estaba jodidamente enloqueciendo por besarte otra vez —le dijo, hablando sobre su boca, asegurándose de que le quedara bien claro antes de volver a besarle, queriendo seguir disfrutando de él.

Se separaron solo para darse un respiro y se abrazaron con fuerza, conscientes de que estaban en una zona por la que alguien podría pasearse en cualquier momento, pero con los últimos acontecimientos demasiado latentes como para que eso pudiera importarles menos, si bien no estaban haciendo algo malo. Nada más eran dos muchachos iniciando algo muy bonito esa noche, algo muy real, intenso y duradero.

¿Holi? |･ω･)

Vaya, vaya.

Así que has tomado la
valiente decisión de
desbloquearme.

ESPERA, ESPERA (シ_ _)シ

Deja que te explique

Hazlo entonces.

PERO BASTA DE PONER
PUNTOS, JODER, QUE
ME ASUSTA MUCHO

Mira

Más bien lee... En fin

Solo le escribí porque quise
asegurarme yo mismo de que
Taehyung es un buen sujeto

No dejaré que cualquiera
tenga a mi Jungkookie, ¿bien?

Así que le pregunté si él era
de esos que ponen su
nombre y el de su pareja
en cualquier username
que se les atraviesa en
frente y él solo dijo: obvio

DIJO OBVIO

ES UN ÁNGEL, JODER

¿DÓNDE CONSIGUES
HOMBRES TAN
ROMÁNTICOS HOY
EN DÍA?

Imagina que jugamos
LOL los tres juntos
y él aparece como:

Kookie&Tata♡

¿PUEDES VERLO?
PORQUE YO SÍ
(｡ಥ ω ಥ｡)

¿Tata?

MENCANTA

Hyung, la verdad es que ni
siquiera recordaba que
estaba molesto contigo

Vine a contarte la última
cuando recordé que me
habías bloqueado -.-

¿Hay una última? Cuenta,
cuenta 👀👄👀

Taehyung y yo

Es oficial, hyung

Me pidió ser su novio y
le dije que sí

OMGOMGOMG

¡LO SABÍA, LO SABÍA!
TAEKOOK NOVIOS OSÍOSÍ

Por favor dime que su
propuesta fue así

Hyung, me parece que estás
viendo demasiada televisión
estadounidense

Pero fue tan increíble que me
asusta que solo haya sido
un sueño

¿Y estás muy feliz?

¿Tú qué crees? Estuve
besándole como por una
hora, casi no le dejo ir

Me hace feliz saberlo

Recuerda que yo siempre
estaré para patearle el
trasero si te lastima

Te pusiste serio de repente...

Es que

Sé que te molesté mucho
con eso de ligar y luego
con Taehyung, pero es
importante que sepas
que yo solo quiero que
seas feliz, Kookie

Ya sabes que eres como
un hermano pequeño
para mí, por eso siempre
estaré cuidando de ti

No es que me esté
precipitando porque sé
que solo es tu primer novio
y eres muy joven, pero
siempre celebraré contigo
todo lo que te haga feliz

Seokjinie hyung, te quiero y
todo, pero ¿estás llorando,
cierto?

CLARO QUE ESTOY
LLORANDO, MOCOSO

Prométeme que te
cuidarás mucho y que
me dirás si debo patearle
el trasero, ¿lo harás?

Síp, lo haré. Aunque si
es necesario ya le habré
pateado el trasero yo

Así se habla (￣▽￣)

Ahora que se me pasó
ese trance sentimental
rarísimo que me dio,
cuéntame más 7u7

Bueno, resulta que nuestras
casas están como a cuarenta
minutos en autobús, además
de la importante idea de
ir a la misma universidad

Oh, estaríamos los tres juntos,
creo que nada me haría más
feliz que eso

Sé que esto suena a lo típico
que dicen las personas cuando
inician una relación y todo el
enamoramiento está fresco,
pero tengo la certeza de que
algo que se siente tan intenso
tiene futuro, ¿sabes? Y más
cuando los dos estamos tan
dispuestos a aportar para
que funcione

Y ahora solo quiero pensar en
un futuro donde estén ustedes
dos, mis padres y Mung Mung

Jungkookie, muy lindo
y todo, pero ¿estás
llorando, cierto?

El menor rio en silencio al leer el mensaje para no despertar a sus padres en la habitación contigua. No, no estaba llorando, pero no iba a negar que tenía esa emoción cálida en el pecho que le ponía muy sentimental. Era simple, estaba feliz; ahí recostado en la cama, sonriendo en toda su capacidad, con sus vívidos pensamientos viajando hasta el bloque seis, hasta la habitación donde su ahora novio estaba sonriendo también.