O5
Lo ha estado pensando durante una semana, ha hecho incluso una lista de los pros y contras e incluso le contó la situación a BoYoug, que le dijo que fuera a por ello.
A estado tan preocupado al respecto que incluso cuando Bin quiso despedirlo (realmente no quería, pero el idiota creyó que así JiMin saldría con él) a él no le importo demasiado (y por supuesto que no fue despedido).
Su hijo también lo había notado más distante y pensativo y cuando le había preguntado que qué era lo que sucedía, JiMin obviamente no se lo había contado y eso había puesto alerta a TaeHyung. Ellos se contaban todo ¿Qué sucedía ahora?
Jungkook le había dado el tiempo prometido y se había ausentado durante un par de días antes del año nuevo.
JiMin se horrorizó al darse cuenta de que lo extrañaba.
Y lo peor fue que sus días se habían acabado y él aun no sabía que decir.
A las nueve treinta de la noche TaeHyung se estaba despidiendo de él y yendo a celebrar el año nuevo con sus amigos, así que JiMin, que no tenía nada planeado esa noche y que no sabía nada de Jungkook, decidió que quería un largo y relajante baño con pétalos y perfumes.
Mientras la tina se llenaba, él se quitó la ropa y se puso una bata de seda, por que amaba la suavidad con la que la tela abrazaba su piel.
Cuando la tina estuvo tres cuartos de llena, JiMin cerró el grifo y comenzó a mezclar las lociones y los pétalos.
Después de verificar que no tenía ningún mensaje de TaeHyung, dejó el celular junto a la bata en la tapa de la taza de baño, colocó una toalla como almohadilla en la orilla de la bañera y finalmente se hundió dentro del agua cálida, relajándose casi al instante.
Cerro los ojos con un suspiro y dejó caer la cabeza contra la toalla, intentando olvidarse de todo, incluso de Jungkook y de la incógnita de lo que pasaría, por un momento.
Tanto se relajó que en menos de veinte minutos cayo profundamente dormido.
🌼
No sabe que fue lo que lo despertó, pero el chapoteo del agua cuando se sentó sobresaltado y la frialdad de ésta, tuvieron a su confusa mente dándose cuenta del lugar donde se encontraba.
Se pasaba una mano por la cara cuando su celular comenzó a sonar, él miro el aparato por unos segundos antes de captar que debía contestar.
— ¿Hola?— dijo sin mirar el identificador y saliendo de la bañera.
—Siete días. — dijo una tenebrosa voz del otro lado, haciéndolo fruncir el ceño.
— ¿Qué?
—En siete días morirás. — susurro la misma voz, confundiéndolo más.
— ¿Quién habla?— se despegó el teléfono del oído y miro el identificador.
Jeon Jungkook.
— ¿De que estas hablando, Jungkook?— sólo obtuvo a Jungkook riéndose.
— ¿Nunca has visto El Aro?— le pregunto el chico y JiMin sabía que estaba sonriendo.
—Mh no... — JiMin ni siquiera sabía de qué estaba hablando.
—Olvídalo entonces, sólo estaba bromeando, algún día la veremos, ahora sólo quiero entrar, me estoy muriendo de frío aquí afuera ¿Me abres?
—Claro, voy en un segundo. — después estaba colgando y secándose tan rápido como podía.
Salió a su habitación y se puso pijama porque definitivamente no bajaría a recibir a Jungkook sólo en bata.
Con la pijama puesta y unas botas de esas súper suavecitas y calientitas de las que TaeHyung siempre se burlaba porque decía que eran las botas de Goku, bajo y le abrió a Jungkook, que frotaba sus manos en un intento de conseguir algo de calor. Se hizo a un lado para que entrara y cuando paso junto a él, éste le dio un casto beso. JiMin medio le sonrió.
Después se sentaron en la sala y un ligeramente tenso silencio cayó sobre ellos.
—Entonces. — comenzó Jungkook.
— ¿Quieres té? Voy a preparar un poco— interrumpió el omega poniéndose de pie y casi corriendo hasta la cocina, donde de inmediato puso manos a la obra.
Jungkook sólo lo miro marcharse antes se suspirar con pesadez y seguirlo.
—JiMin no podemos evitar hablar de esto. — el susodicho lo miro sobre su hombro.
—No, pero podemos esperar hasta que esté listo el té— que estuvo demasiado pronto en opinión de JiMin.
Coloco una taza frente a Jungkook en la isla y otra donde él se sentó.
Estuvieron casi diez minutos sólo mirándose y saboreando el té, que calentaba sus frías extremidades.
—Entonces, amor ¿Qué decidiste? ¿Nos vas a dar una oportunidad?
JiMin se tomó su tiempo para contestar, dando pequeños sorbos a su té.
—Yo... Realmente los estuve pensando y... — se detuvo, mordiendo su labio, haciendo una pequeña mueca y mirando a Jungkook a través de sus pestañas, mirando como se le descomponía la cara.
Vio como sus fosas nasales se extendían y su quijada se apretaba.
—Lo siento. — murmuro porque realmente lo hacía, porque Jungkook realmente no sabía lo que quería, probablemente sólo estaba encaprichado.
Porque que la edad si era un impedimento, y no tanto para él, si no que no era tan egoísta como para quitarle a Jungkook la oportunidad de hacer una vida con alguien con quien pudiera experimentar todas las etapas por las que se pasaba en diez años.
Le gustaba, le agradaba, le importaba, se sentía un poco posesivo con él y si el chico tuviera al menos cinco años más ni siquiera lo dudaría, o tal vez si, por TaeHyung.
Si no quisiera a su hijo probablemente lo culparía por todo a lo que tenía que renunciar por él, si no quisiera a su hijo probablemente no renunciaría a nada de eso, pero él amaba a su hijo, era su motor, la razón por la que había salido adelante todos esos años y TaeHyung era tan celoso que a JiMin no le había importado renunciar a una pareja, a una relación si con ello su hijo era feliz.
Claro que eso había sido antes de tener esa pequeña probadita de lo que era tener a alguien de manera romántica, JiMin ahora no podía evitar verse solo durante el resto de su vida y eso lo destrozaba, pero estaba tan perdido.
Él necesitaba que alguien le dijera que estaba bien salir con Jungkook (porque BoYoung no contaba. Su secretaria literalmente le había dicho que fuera a por ello y después se había enfrascado en emails).
Necesitaba a su papá, o en todo caso a su mamá, aunque ella siempre fue más dura, para que le dijeran que hacer.
El brusco movimiento de Jungkook levantándose lo tuvo alzando la cabeza y mirándolo.
La vista lo tuvo echándose atrás contra el respaldo de la silla.
Jungkook se veía casi tan molesto como le vez en la que había peleado con Bin y lo miraba agitado, soltando pequeños bufidos cada tantos segundos.
La vista le recordó a JiMin la de un toro antes de embestir al torero.
— ¡¿Por qué no podemos estar juntos?! ¡¿La edad?! ¡La puta edad no importa! — la cara de Jungkook enrojeció y olor a furia los envolvió antes de que en su arranque de ira le diera un manotazo a su taza, que salió volando y se estrelló contra la puertecilla del despensero antes de caer al suelo hecha pedazos.
Eso tuvo a JiMin poniéndose de pie y alejándose un par de pasos, porque si, de acuerdo, él podía defenderse, pero en el estado en el que se encontraba Jungkook, si intentaba atacarlo, JiMin tendría todas las de perder.
—Dame una semana más. — su voz calmada sonando falsa incluso para sus oídos, estaba temblando.
Pero Jungkook negó con la cabeza, respirando profundo, tratando de calmarse y JiMin decidió esperar a que esto sucediera, así que simplemente se quedó callado.
— ¿Me puedes asegurar que en una semana voy a obtener una respuesta positiva?— le pregunto Jungkook después de unos minutos, ahora mucho más calmado, aunque su tono seguía siendo brusco, y cuando JiMin no contestó, volvió a negar. — Debiste detenerme si nunca estuvo en tus planes darme una oportunidad porque en muy poco tiempo me enamore de ti, JiMin.
—Por favor, dame un poco más de tiempo. — JiMin se encontró caminando hacia Jungkook — Sólo necesito aclarar mi cabeza. En éste poco tiempo tú también fuiste importante para mí y... — tomo una de las manos de Jungkook entre las suyas— y eres el primero que me hace sentir de ésta manera, pero yo... — estoy asustado.
JiMin se sintió mortificado cuando Jungkook aparto su mano.
—Pero a ti te detiene la edad. — dijo con amargura el alfa.
JiMin lo vio recorrer varias veces su rostro con la mirada antes de que levantara una mano y lo acariciara desde la sien hasta la barbilla, él apoyando su cara contra la mano y pronto Jungkook se estaba acercando y dejando un breve beso en su frente.
—Jungkook, por favor— JiMin rogó, queriendo atrapar la mano del alfa entre las suyas cuando éste la quito de su rostro, pero él esquivo sus manos y retrocedió un par de pasos.
—Lo siento, amor, pero no entiendo que es lo que deseas y me temo que tampoco tú lo sabes, pero si algún día lo tienes claro puedes hablarme y sólo entonces podremos conversar las posibilidades. — volvió a retroceder un par de pasos y se encontró pisando los pedazos de la taza rota. — Lo siento por la taza, te la repondré. — Dijo rascándose la nuca— Te la mandare un día de estos con Tae.
Y con eso JiMin vio como Jungkook daba media vuelta y desaparecía de su vista, unos segundos después escucho la puerta cerrarse levemente.
Entonces él estaba yendo y juntando los pedazos más grandes de la taza, los levanto con tanto cuidado como pudo y los tiro a la basura. Después con una franela agrupo los pedazos pequeños y seco el poco líquido que se había derramado. Esta vez tiro también la franela, sintiendo que no valía la pena perder el tiempo quitándole todas las esquirlas que habían quedado incrustadas.
Después simplemente apago todas las luces de la planta baja y subió a su habitación, se lavó los dientes y se acostó.
Estando en su cama revisó su teléfono, encontrándose con varios mensajes deseándole feliz año de parte de sus compañeros de trabajo y dos mensajes de TaeHyung, en el primero le decía que pasaría la noche en casa de uno de sus amigos y en el segundo le deseaba un feliz año. JiMin le respondió con un escueto mensaje y dejo el teléfono en la mesita de noche antes de envolverse entre las cobijas y encogerse tanto como pudo.
Sólo ahí se permitió llorar.
Soy tan estúpido,
🌼
JiMim solo tiene miedo :c
Dejenme sus opiniones.
¿Estan deacuerdo con el comportamiento de Tae?
*Putazos o consuelo para JiMin*
*Besos y golpes por celar a su papá para TaeTae*
*Amor y consuelo para Jungkook*
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