El día anterior Rogers se la había pasado intentando llamar la atención de la rusa pero esta siempre le gritaba y lo dejaba al borde del llanto; pero no, Steve Rogers no lloraría más.

—Hey, Natasha. Mira lo que te traje— Dijo el blondo mientras le tendía una rosa blanca a la pelirroja la cual estaba hecha bolita en el sofá.

—¡Me voy a morir! — Grito la rusa.

Los ojos de Rogers se llenaron de lágrimas al escucharla. Dejo caer la flor y salio corriendo a buscar a Tony para que buscase a doctor Strange y el buscase a la doctora Palmer; alguien debía salvar a su futura esposa que no sabía que lo sería.

Natasha siguió quejándose el el sofá sin prestarle atención a Rogers.

Pasados unos minutos Bucky entró a la sala.

—¿Y esta rosa? — Preguntó el soldado del invierno en un murmullo. Por un momento sintió una ráfaga de aire pero la ignoro al ver a Natasha quejándose de dolor.

Bucky soltó un suspiro, sin duda esos días serían horribles para su compañera de batallas.