-No, no hay "Q." Perdiste, - dijo Rose, con voz suave y casi de disculpa.

Los ojos de Ivy se abrieron de par en par, incrédula, y con un rápido movimiento se levantó de la silla, prácticamente derribándola.

-Estás de broma? Todavía puedes añadir algo!

-Ya he añadido un cinturón, cuatro aretes y una quinta pata, - señaló el dibujo del ahorcado en la pizarra.

-Vamos. Todavía puedes añadir otro brazo. - suplicó Ivy, señalando al ahorcado como si Rose hubiera pasado por alto lo obvio.

-N-nooooo...! - tartamudeó, dejando entrever su ansiedad. - Eso estaria mal...!

-Ya está mal! Qué más da un poco más de maldad!

-Hola chicas! - Speed saltó a través de la puerta.

Ivy prácticamente saltó de su pelaje, un chillido asustado escapando de su boca.

-EEK-! - Se aclaró rápidamente la garganta, tratando de hacerse la interesante. - Quiero decir... Eek. Speed?

-Qué hacen? Jugando al ahorcado? Apuesto a que Ivy está perdiendo.

-No estoy perdiendo! ¡Rose simplemente no me deja tener otro brazo!

-Sí, sí, da igual! ¡Vine a invitarte a una fiesta! ¡Mañana en casa de Dawn!

-Una... fiesta? En casa de Dawn? - repitió Ivy, con la voz empapada de incredulidad.

-Sí! ¡Va a ser alucinante! ¡Música, comida, diversión! - El entusiasmo de Speed era casi tangible, rebotando de una pata a otra como si la fiesta ya hubiera empezado. - Entonces, ¿se apuntan o qué?

Ivy intercambió una mirada con Rose y luego se encogió de hombros.

-Por qué no? Podría ser divertido.

Rose dudó, pero asintió algo renuente.

-Siempre que sea... eh, organizado, - murmuró, imaginándose ya el caos que iba a desatarse.

-Perfecto! - Speed sonrió, ya a medio camino de la puerta. - Hasta mañana, fiesteros!

Ivy y Rose se quedaron un momento en silencio después de que él se marchara.

Síp. Ya es el final del capítulo. Nada más que leer. Vayan a ver el otro capítulo. Vamos. No hay nada más que ver aquí! Ve! El siguiente. EL SIGUIENTE