Doce: Tenten tenía una canción ideal
Nota: Universo Alterno | Romance - Humor | Rated K+
Tema elegido: Baile.
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La pareja bailaba al compás de la canción que sonaba en ese momento. Ni uno de los invitados se esperó que eligieran una canción de rock como pieza principal para la boda.
Tenten vio maravillada, desde la mesa que ocupaba, cómo Temari era alzada por Shikamaru, al son de I Don't Want to Miss a Thing, justo al llegar al coro. El novio lucía una sonrisa ladeada, no la perezosa de costumbre, tal vez demasiado encantado por el momento que vivía con la rubia, quien no dejaba de sonreír y, por momentos, cantar. Parecía ser la canción favorita de la pareja, la cual podía ser infaltable en la boda, seguramente idea de ambos por ser fanáticos de Aerosmith. La castaña contuvo un chillido de emoción al ver que, en la línea de "Then I kiss your eyes", el Nara besó los ojos aguamarina de su ahora esposa.
Definitivamente esa canción iba con ellos. Fue una buena elección tenerla en la boda, la coreografía estaba tan bien hecha, delicada y sin tanta pomposidad, solo lo suficiente como para hacer llegar el mensaje que prepararon para los invitados. Aunque ella, como madrina de bodas, podía jurar que Temari tuvo la idea de realizar una coreografía. Casi quiso reír al imaginarse cómo habrá estado el chico durante todos los ensayos.
Después de todo, una boda siempre demanda tiempo si querían hacerla tan elaborada como ahora. Desde la iglesia en la que estuvieron, bastante elegante, si se lo preguntaban, hasta la recepción que podía jurar que les costó un ojo de la cara. Pero de pronto recordó que su mejor amiga es hermana del alcalde de esa ciudad, así que se olvidó.
Tenten tomó su pañuelo y limpió la pequeña lágrima que estaba asomándose entre sus largas pestañas, algo que fue notado por su acompañante.
—¿Champán? —la castaña entreabrió sus labios y miró sonriente a Neji. Este lucía bastante aburrido por la pieza, definitivamente, pero estaba segura de que él estaba alegre por la boda.
—Gracias —tomó la copa que le extendió y volvió la vista al frente.
La canción terminó con Temari tocando el suelo con la punta de sus blancos zapatos de tacón, para luego abrazarse a su esposo. Los invitados y familiares estallaron en aplausos para los recién casados.
Lo siguiente en suceder fueron las palabras de los novios, agradeciendo por la presencia de todos durante la ceremonia en la iglesia y por acompañarlos, ahora, en la recepción que organizaron con mucha anticipación. Los padres de los novios continuaron, antes de dar inicio la fiesta, propiamente dicha, con una variedad de canciones de todos los géneros. Sin embargo, uno de los géneros musicales con los que inició sorprendió gratamente a Tenten, y no fue la única.
—Me agrada, mas no pensé que canciones de rock sean atractivas en una fiesta de boda.
La castaña vio a Neji, quien comentó y escuchaba la canción de ese momento. Un tanto bailable, de los 70', bastante conocida por muchos. Todos los invitados se veían los unos a otros durante unos segundos, para luego acercarse a la pista y moverse como mejor se les ocurría.
—¿Bailamos? —propuso ella a su novio, pero este parpadeó un par de veces.
—Luego.
Ella asintió, riendo, para luego fijarse en sus conocidos empezando a bailar. Desde su sitio, también empezó a mover su cuerpo ligeramente y a alzar sus brazos de rato en rato, a medida que pasaban las canciones. La pareja de casados también estaba disfrutando de la pista. Claro que, de un momento a otro, la sorpresa volvió al notar que la nueva canción era más lenta. De rock también, pero suave. Tenten escuchó atenta esa pieza de Queen y vio, gustosa, cómo varias de las parejas dejaron su pasmo y se tornaron románticos. La siguiente canción hizo que detuviera su meneo, siendo notado eso por Neji.
—Neji, esta... —Tenten se puso de pie, siendo observada por el pelilargo—. Ahora sí, bailemos.
El Hyuga no le vio problema, por lo que extendió su mano hacia su novia, dirigiéndose ambos a la pista de baile. Thank you for loving me era del agrado de la pareja, más aún de ella, quien empezó a marcar el ritmo en la voz del vocalista, dejándose llevar por la música. Neji también le siguió el compás, le había dicho alguna vez que ella era fanática de Bon Jovi, a lo cual él se había complacido por sus buenos gustos, pese a que no se moría por la banda. La castaña marcó una voltereta y cambió de posición con su novio, encantada porque este bailaba bien y sin desgano, con una expresión serena, mientras que ella no dejaba de sonreír. Incluso le cantó el coro, ocasionando una sonrisa imperceptible en él.
—¿Sabes? Es de mis canciones favoritas —tuvo que hablar fuerte para ser oída, a la par que él le daba dos vueltas seguidas y terminara abrazada a su cuerpo—. ¿También te la sabes?
—No. Pero me gusta —Tenten estiró su brazo, sin soltarlo, y regresó al pelilargo.
—La quiero para nuestra boda.
Neji alzó las cejas un poco, sorprendido. Esa revelación no se lo esperaba, mucho menos si nunca habían hablado de boda, pero ella lucía tan encantada que, de ser el caso, él no pondría objeción.
—You pick me up when I fall down... —ella se lo cantó de nuevo, ocasionando un exhalo con una risa corta—. Quiero que la bailemos en nuestra boda.
—De acuerdo —aceptó, manteniéndola pegada a él. Escuchó la risa femenina.
—Así que aceptas casarte conmigo, eh. Me encanta, pero a la próxima tienes que repetírmelo tú —él suspiró: no se veía venir ese truco.
—It's hard for me to say the things I want to say sometimes...
—Oye —se quejó ella, pese a que la canción ya estaba terminando y él mencionó, sin cantar, la primera línea. Sí se sabía también la letra—. Ahora resulta que hablas más en inglés, ¿no?
—Se ajustó al momento.
No le dio opción de réplica al darle una vuelta y terminar abrazada a él, justo en la última entonada de la canción. La pareja dejó la pista y regresó a su mesa, ella luciendo más que encantada por salirse con la suya por partida doble.
—Pero no te salvarás de la pedida de mano, Neji —comentó, burlona, en lo que tomaba su trago por la sed provocada por el baile. Él solo la miró con un atisbo de diversión—. Hay otra canción...
—No van conmigo dos coreografías en nuestra boda, Tenten. Suficiente con una.
—Ni me dejas terminar, genio. Decía una canción que también me gustó, la escuché recientemente.
—¿Cuál? —el Hyuga también tomó su propia bebida, más relajado. No pensaba preparar dos coreografías y bailarlas frente a un público extenso. Haría bastante al darle el gusto solo con una, porque también le gustó.
—En mi clase de español —empezó Tenten. Él asintió: su novia era traductora, hablaba cuatro idiomas y ahora estaba llevando cursos completos para aprender castellano—, bueno, sabes que se me dan bien los idiomas gracias a las canciones.
—Sí.
—Bien, hay una canción en castellano de un cantante español. Se llama La constante, pero no recuerdo el autor —parecía pensarlo—. El punto es que pude aprenderme la estrofa que más me gusta y que sé que sonará rara si la traduzco al japonés, aunque luego lo haré para que lo entiendas. Es algo que se ajusta bastante a lo que siento por ti.
—Es de amor, entonces.
—Sí, pero no tan cursi —optó por entonar la línea de la canción, en español—. Solo porque este es el mejor de todos los posibles accidentes del azar, opción infalible. Hoy te elijo a ti para estar en mi vida. Te elijo cada día, consciente y libremente.
Neji parpadeó, resultándole demasiado complejo el español, por las inflexiones en la entonación de algunas sílabas y, seguramente, de los fonemas que ella estaba entonando, peor aun colocándole la melodía que le agradaba, al menos, pese a no entender nada de lo dicho. No se imaginaba a él hablando ese idioma, pero debía reconocer que la castaña tenía cierto aire latino que encajaba con el español en cuestión y que pronunciaba bien.
—Mi amor no será un problema jamás, el problema jamás... —continuó hablando en castellano, tratando de darle la entonación de la canción que se estaba convirtiendo en su favorita y restándole importancia al gesto confuso y serio en el Hyuga, quien no tenía idea de lo que estaba diciéndole—. Si algo no sale bien... serás mi constante.
—La última palabra es el título —atinó a decir, aun desconociendo el significado.
—Acertaste, genio.
Tenten soltó una risita burlona, volviendo a tomar su vodka, agradeciendo tener algo de resistencia a las bebidas alcohólicas y sintiendo un poco de calorcito en su interior. Agradecía ser multilingüe, porque ella no sería capaz de cantarle esas palabras en japonés, captando su total atención y que él la piense como una romántica empedernida, prefería ser la romántica encubierta, al menos con las canciones amorosas que tenían un verdadero contenido extenso y encantador. Definitivamente, lo dejaría con esa confusión, al menos para divertirse de verlo con esa mirada insistente en búsqueda de una traducción lo más pronto posible. De pronto, el español podría volverse su idioma favorito y le diría sus pensamientos más absurdos de vez en cuando utilizándolo, ya que él nadaba con el inglés y comprendía su francés, al igual que ciertas palabras de su notablemente fluido alemán.
—¿Qué? —preguntó, divertida, al ver que Neji no dejaba de escudriñarla con sus ojos malvas.
—¿Podrías traducir lo de hace un momento?
—Uhm, deja lo pienso —tocó su labio con uno de sus dedos—. Nop, no lo haré —fue suficiente para ocasionarle un ceño fruncido al Hyuga.
—¿Por qué?
—Digamos que me da pena y mejor te dejo con esa duda... ya sabes, de aquellas veces en que quiero hacerme la interesante.
Lo vio cruzarse de brazos, con una momentánea molestia, y ella se dijo que haría que se le pase en cualquier momento. Tal vez, en la noche y estando solos, se atrevería a traducirle algunas partes o de enseñarle el vídeo de la canción, para que él se tome su tiempo en traducir la letra o buscar una traducción al japonés, pero eso era imposible: ya lo había intentado, su profesor de lengua definitivamente tomó todas las previsiones para las tareas de traducción de canciones al japonés. Rio tenuemente.
—Es injusto.
—La vida no es justa, Neji... pero ¿sabes?
—¿Qué?
Tenten le respondió en español
—Siempre serás mi constante.
El Hyuga se cruzó de brazos, frustrado por no entender algo por primera vez en su vida y detestando el idioma aún sin conocerlo. La castaña rio encantadoramente, sin imaginar que este se tragaría su orgullo y le pediría a Temari, mejor amiga de su novia y también traductora, que le ayude a interpretar la condenada canción de la que no comprendía ni media palabra.
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Hola! Bueno, este es el último shot que tengo escrito, no he podido continuar por ciertos motivos, por lo que ahora marcaré este fic como "completo". En caso termine alguno más dentro de abril, estaré publicándolo, mas no aseguro nada 😅Espero que les haya divertido este escrito c: muchas gracias por leer c:PD: La canción en español que Tenten no recuerda el nombre es "La constante" de Enrique Bunbury c:
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