9. Un nuevo comienzo
Nadie nota tus lágrimas, nadie nota tu tristeza, nadie nota tu dolor, pero todos notan tus errores... La triste realidad consiste en creer que ser aquello que los demás esperan que seas te convertirá en mejor persona, y a fin de cuentas esto hace que te encierres en una burbuja de cristal y caigas en lo profundo de la soledad...
La noche anterior Caroline había desaparecido con un guapo y misterioso desconocido. Con sus encantos logró envolverla entre sus brazos. Sabía muy bien lo que más necesitaba ella, atención. Después de unas cuantas miradas y mucho alcohol, Caroline terminó en la cama con aquel desconocido. La besó como nunca antes la habían besado, ella sentía sus labios en su piel y suspiraba de placer, de abajo a arriba... En un instante Caroline abrió los ojos y miró directamente al hombre, pero ya no se encontraba el hermoso y sexy chico, encima de ella se encontraba un monstruo de ojos completamente negros, venas brotadas alrededor de estos y unos enormes y aterradores colmillos que se incrustaron salvajemente en el cuello de Caroline, ahora ella no suspiraba de placer, sino que gritaba de terror.
Ya en la madrugada, Caroline despertó lentamente y sintió algo que yo nunca esperé sentir en mi vida, sintió como su alma se separaba de su cuerpo, una sensación que no se lo deseo a nadie. Al frente de ella se encontraba un enorme espejo, después de unos segundos se percató que en su cuello tenía una enorme mordida, mordida hecha por el animal que tenía justo a su lado. Ella quería gritar, pedir ayuda, pero decidió taparse la boca y salir de la cama muy despacio... caminaba de puntas para evitar que la madera del piso crujiera. Cada vez que daba un paso dirigía su mirada al punto inicial, rezando para que no se despertara. Cuando por fin había llegado a la puerta y girado la chapa, se percata que él ya no se encontraba durmiendo en la cama...
— Buen día.
Al lado de Caroline apareció Damon Salvatore con una sonrisa en su rostro.
— Por favor, no— suplicó Caroline con una voz temblorosa mientras se alejaba de su atacante.
— No lo hagas— le advirtió Damon al instante en que Caroline tomó la lámpara que se encontraba detrás de ella.
Caroline hizo caso omiso de la advertencia de Damon, y con la lámpara le pegó con toda sus fuerzas en el rosto, la lámpara se rompió pero la piel de Damon estaba intacta, no tenía ni un rasguño. Ella corrió rápidamente para alejarse de él y le lanzó esta vez el reloj despertador, sin embargo Damon lo esquivó y la alcanzó, empujándola bruscamente a la cama.
— ¡Aléjate de mí! ¡No! —gritó fuertemente y con la poca fuerza que le quedaba le lanzó una almohada.
— Esto podría haber sido completamente diferente— dijo Damon con una sonrisa sarcástica.
Mientras Caroline sollozaba del miedo, Damon se dirigió hacia algo que llamó su atención, la almohada que le había arrojado Caroline hace unos segundos estaba cubierta con un poco de sangre, esto hizo que despertara nuevamente su instinto animal, dejando a la vista esa mirada y esos colmillos que solo traían muerte.
(...)
Querido diario:
Esta ha sido la mejor mañana de toda mi vida. Me levanté como nunca antes lo había hecho. Estoy realmente feliz, me siento completamente viva, siento que toda la angustia y la tristeza han desaparecido. Comprendo que puedo seguir con mi vida a pesar de todo, podré volver a ser yo, pero nueva y mejorada. No me arrepiento de haber ido a buscarlo... lo que sucedió con Stefan la anterior noche fue la mejor sensación que pude haber sentido en mis 18 años. Platicar con él... sus besos, nunca nadie me había besado como Stefan. Fue perfecto, dulce, delicado, apasionado, nunca nadie me ha hecho sentir lo que siento por Stefan...
En el camino a la escuela, le conté todo lo sucedido con Stefan a Bonnie. Ahora yo no paraba de hablar y Bonnie se limitó a escucharme. En esos momentos actuaba muy extraño, la Bonnie de siempre se hubiese alegrado y hubiese opinado, pero no decía ninguna palabra y su expresión era neutra.
— No digo que no salgas con él, sólo que lo tomes con calma— me dijo en el momento en que llegamos a la escuela y nos bajamos de su carro.
— Tú fuiste la que dijiste que lo haga—estaba muy confundida, primero me decía que no lo pensara y lo buscara y luego me dice que lo tome con calma, no comprendía el cambio de opinión de Bonnie.
— Ahora te estoy diciendo que te lo tomes con calma.
— ¿Por qué ese cambio radical de opinión?
— No es un cambio radical de opinión. Estás soltera por primera vez desde que empezaste la preparatoria, es el momento perfecto para salir con varias personas.
— Porque soy esa clase de chica—le dije con una sonrisa sarcástica en mi rostro. Conocía muy bien a mi mejor amiga, por lo que sabía que Bonnie estaba ocultando algo—En serio, ¿qué no me estás diciendo?
— Es estúpido—me dijo antes de comenzar a caminar más rápido.
— Bonnie...—la detuve tomándola del brazo—Escúpelo.
— Toqué por accidente a Stefan y tuve una sensación muy fea.
— ¿Eso es todo? —no podía creer lo que había escuchado, era imposible que un hombre que me hacía sentir algo inimaginable, a mi mejor amiga le hacía sentir algo feo, era imposible—Bonnie—le dije mientras le tomaba nuevamente el brazo para evitar que escapara.
— ¡Fue fea, fea! —me dijo un poco alterada.
— ¿Otra vez lo de la bruja mágica?
— ¿Sabes qué? Sólo estoy preocupada. Esta soy yo expresando mi preocupación sobre el nuevo novio de mi mejor amiga.
— Y te amo por ello, así es, pero me siento bien—le dije mientras la tomaba por sus hombros con ternura y le mostraba mi mejor sonrisa—ha sido un año difícil y comienzo a sentir que las cosas están volviendo a la normalidad... ¿y sabes qué? Stefan tiene mucho que ver con ello.
...
Mientras Bonnie y yo platicábamos, mi hermano se encontraba afuera de las instalaciones fumando un cigarrillo.
— Soy genial, conseguí dos entradas para los Posers el sábado por la noche—dijo Vicky mientras se acercaba a Jeremy—tocarán en el Rat—continuó diciendo.
— Ojalá se diviertan tú y Tyler—le respondió seriamente mientras le aumentaba el volumen a la música.
— No seas así, vamos, quiero que vayas.
— ¿No te preocupas que todos se enteren que tienes sexo con el nerd que fuma marihuana? Espera ya lo saben todos.
— Sí, pero ya no es así... así que ahora podemos ser amigos y sólo salir.
— Dime algo, ¿eran las drogas?... ¿Dormías conmigo debido a las drogas?
— Vete al diablo—al instante la sonrisa que traía Vicky desapareció por completo.
— No, si hay otra razón, por favor, soy todo oídos— Vicky no sabía que responderle a Jeremy y antes de que pudiera pronunciar alguna palabra, él ya se había marchado.
Stefan Pov's
Al instante en que llegué a la escuela, supe en donde se encontraba Elena, debía ir a saludarla, quería ver su rostro y escuchar su voz.
—Buen día, Elena—dije mientras ella y su amiga caminaban por el campus —Buen día, Bonnie—Era descortés de mi parte no saludar a su amiga. Sin embargo, me percaté que al instante de mi llegada Bonnie retrocedió un poco asustada.
—Hola. Tengo que encontrar a Caroline, no contesta el teléfono—le dijo a Elena, ignorándome por completo—Así que, nos vemos.
— Bonnie, espera—le dijo Elena, pero Bonnie hizo caso omiso y se marchó rápidamente mirándome de reojo.
— No le gustó mucho—le confesé a Elena lo que pensaba, aunque era lógico que Bonnie quería alejarse de mí y no la culpaba.
— No te conoce. Es mi mejor amiga, solo me está cuidando. Pero cuando te conozca le encantarás—me dijo con la más dulce y hermosa sonrisa.
Mientras continuábamos el camino que dejó con su amiga, escuché que alguien pronunciaba su nombre.
— Mira, allí están. Elena y su nuevo novio— Aquel chico Tyler se estaba dirigiendo al ex novio de Elena, Donovan— ¿Qué están haciendo? Están caminando, caminando, caminando... sí cabalgando hacia el horizonte. Mientras tú te quedas ahí pareciéndote a uno de esos pequeños trols de jardín.
— Gnomos. Eres un imbécil—contestó Donovan mientras practicaba lanzamientos con un balón de futbol americano—
—Esto es lo que haremos—me dijo, mientras detuvo el paso— ¿Estás libre esta noche?
— Sí— por supuesto que para Elena estaba libre siempre.
— Perfecto—dijo emocionada como una niña pequeña en navidad—cena en mi casa, a las 8:00. Tú, yo y Bonnie. Los dos podrán pasar más tiempo juntos y ella verá lo genial que eres. Misión cumplida—me encantaba verla de esa forma, tan radiante. Sus ojos expresaban ternura, inocencia, felicidad...
¿Y qué se supone que haga? Ella tomó su decisión, dijo el chico Donovan.
— Hazle saber que tomó la equivocada—al instante Lockwood toma el balón de futbol americano y lo lanza con toda su insignificante fuerza.
— ¿Qué estás haciendo?... ¡Ty, no! ¡Ty, no!
Donovan estaba preocupado de que ese balón le pudiese pegar a Elena. Pero yo no dejaría que eso sucediera, así que antes de que nos pudiera tocar, voltee y lo tomé con mis manos sin mayor esfuerzo. Le sonreí al que pretendía atacarme, y le devolví el pase con poca fuerza, aunque al chico se le dificultó atraparlo. No es por alardear pero si se lo hubiese lanzado con un poco más de fuerza lo asesinaría.
Elena Pov's
— Ese tiro fue genial, no sabía que jugabas al futbol americano—estaba realmente sorprendida, ahora era más que perfecto, mi novio además de guapo, dulce y tierno, también era atlético.
— Solía hacerlo, fue hace mucho tiempo.
— Entonces, ¿Por qué no te pruebas para el equipo?
— Sí... no lo creo.
— Entonces, ¿no te gusta el futbol americano? —le pregunté mientras abría mi casillero.
— No, me encanta el futbol, creo que es un deporte genial. Pero en este caso no creo que al futbol americano le guste yo—no comprendía lo que me estaba diciendo Stefan—Viste lo que hizo Tyler y ambos sabemos cómo se siente Matt—continuó al ver mi expresión de confusión.
— No te conocen. Para ellos eres un misterioso chico solitario. No dolería ser parte de algo... haz amigos.
— Lo dice la chica que pasa su tiempo a solas escribiendo en un cementerio—me respondió con una sonrisa sexy.
— Oye, vamos. Hay más de mí que sólo... la chica sombría del cementerio. Hay otra Elena que tienes que conocer. Ella hacía de todo, estaba muy ocupada—decía la verdad, yo era de esas chicas que estaba metida en lo que fuera, en cualquier club, en el congreso estudiantil, en el grupo de organización de eventos, no existía ni una sola persona que no me conociera, tenía una gran vida social...
— Bueno, ansío conocerla—de inmediato suena la alarma para comenzar las clases— ¿Y cuándo será eso?
— Pronto—le dije con una mirada seductora—está trabajando en ello—continué mientras cerraba mi casillero.
...
—La segunda guerra mundial terminó en...
Lamentablemente era hora de ver la clase del Sr. Tanner. Como siempre todos estaban distraídos, pero Bonnie estaba aún más distraída que nunca, no paraba de dibujar detrás de su cuaderno cuatro números "8 1 4 2" uno tras otro, varias veces...
— ¿Alguien tiene idea? ¿Señorita Yuki? —le preguntó a una chica asiática, pero ella simplemente alzó los hombros—1945—respondió el Sr. Tanner a su propia pregunta, como siempre.
— Por cierto, le harías bien al equipo—le dije a Stefan a manera de susurro para que el maestro no me escuchara.
— ¿Pearl Harbor? —continuó preguntando el Sr. Tanner mientras yo seguía susurrando con Stefan.
— No puedo, soy solitario—me respondió Stefan, susurrando al igual que yo y sacándome una risita.
— Señorita Elena—al instante que escuché mi nombre me acomodé bien en mi asiento y miré hacia delante. No había escuchado lo que estaba preguntando el señor Tanner.
— ¿Pearl Harbor?
— Em...—no tenía ni idea de la respuesta.
— El 7 de diciembre de 1941—respondió mi salvador al instante.
— Gracias, "señorita Elena" —dijo el Sr. Tanner dirigiéndose a Stefan.
— Fue un placer—aquello hizo que todos los de la clase se rieran.
— Muy bien, la caída del muro de Berlín.
— 1989—respondió nuevamente Stefan—Me gustan las fechas, señor.
— ¿En serio? ¿Qué tanto? Mencione el año. Ley de derechos civiles.
— 1964—respondió Stefan sin pensarlo un segundo.
— Asesinato de John F. Kennedy
— 1963.
— Martín Luther King
— 1968.
— Lincoln.
— 1865—todos comenzaron a prestar atención, yo estaba realmente sorprendida.
— Caso Roe contra Wade.
— 1973
— La batalla de Gettysburg—el Sr. Tanner ya estaba perdiendo la calma.
— 1863
— Guerra de Corea
— de 1950 a 1953.
— Ah! Terminó en el 52—el maestro puso cara de victoria.
— Perdón, señor, fue en el 53—Stefan estaba completamente seguro y yo le creía.
— Alguien confírmelo, ¡rápido! —el Sr Tanner ya estaba perdiendo la cabeza, nunca nadie lo había hecho quedar mal.
— 1953—respondió un chico que había buscado en su celular.
Al instante todos aplaudieron, por supuesto que yo también, estaba orgullosa de mi chico, era muy inteligente y había puesto en su lugar al odioso profesor. Como era de esperarse el maestro dejó de preguntar por el resto de la clase; yo no paraba de voltear para verlo y sabía que él no apartaba su vista ni un segundo de mí, de verdad estaba enamorada de ese chico.
— ¿Cómo sabías todo eso? —le pregunté con mucha curiosidad mientras salíamos de la clase.
— Años y años de crucigramas. Cosa de solitarios.
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