7. La noche del cometa
Por fin había llegado un día muy importante en Mystic Falls. Las personas estaban muy emocionadas y ya comenzaban a organizar los preparativos del festival para celebrar el paso del cometa.
— Hoy es la noche del cometa, ¿le gustaría un programa? —Bonnie y yo fuimos voluntarias para entregar volantes por todo el pueblo.
— No llamó, ¿verdad? —me dijo un poco desilusionada.
— Ni un mensaje—era la triste verdad, ni en la noche del día anterior, ni en la mañana del otro día Stefan me había escrito—Pero me di cuenta que nunca habíamos intercambiado números. No llegamos a esa parte.
— Eso es muy importante en cualquier relación—dijo Bonnie mientras le entregaba un volante a un anciano sentado en la banca del parque.
— Ya lo sé, pero no era el momento, creo.
— Jamás es el momento.
— No estoy lista Bonnie.
— ¿Y quién lo está?
— Al menos estoy dispuesta a salir—dije al detenerme y ponerme en frente de mi amiga.
— ¿Eso es todo? —no comprendía a lo que se refería—solo son razones para no hacerlo.
Mientras Bonnie y yo seguíamos hablando, no nos percatamos de que Caroline se encontraba en una soledad inimaginable, buscaba ser amada, quería ser tan amada como yo lo era, es por esto que se estaba acercando cada vez más al peligro, peligro que tenía apellido propio... Salvatore.
Stefan Pov's
— ¿Qué hace Damon aquí? ¿Por qué vino a casa? —Zach y yo estábamos teniendo una corta conversación.
— Porque yo vine a casa. Quiere arruinar mi vida. Así es como él se divierte.
— Bueno, pues nos está poniendo en riesgo a todos. Esta chica en el hospital podría hablar.
— No lo hará, ya me ocupé de ella.
— ¿Estás seguro?
— No estoy seguro, Zach. No sé si eso funcionará o no... yo no soy tan fuerte como Damon—odiaba admitirlo pero en esos momentos Damon me tenía acorralado.
— ¿Qué pasa si no funciona?
— No lo sé. Me ocuparé de ello—dije, al instante en que me abotoné la camisa, me puse la chaqueta y di pasos rápidos hacia la salida.
— ¿Ella vale la pena? —al escuchar aquellas palabras me detuve de inmediato—Tío Stefan, tú viniste por esa chica—simplemente hice caso omiso y me dirigí aún más rápido a la salida.
Elena Pov's
Jeremy se encontraba en el Mystic Grill como siempre...
— Vicky. ¿Qué haces aquí?—dijo muy sorprendido.
— Discutiendo con Ropert sobre mi horario. ¿Piensas que ser destrozada por un animal rabioso te dará de premio un día libre?
— ¿Estás bien? —Vicky simplemente asintió a la pregunta de mi hermano—El doctor te dio algo, ¿verdad?
—Tonterías, nada pre escrito.
Jeremy y Vicky hablaban alegremente sin percatarse que alguien los estaba observando...
— ¿Irás a ver el cometa más tarde?
— No había pensado en ello... pero podría acercarme. Me reuniré contigo afuera en un segundo.
— Hola, Vick. ¿Cómo te encuentras? —de repente Tyler los interrumpe.
—Como si te importara—responde ella antes de marcharse, sacándole una sonrisa a Jeremy.
— ¿Qué estás mirando, Gilbert? —pregunta Tyler agresivamente, pero mi hermano decide simplemente seguir a Vicky.
(...)
La noche había llegado, muchas personas estaban reunidas en la plaza central sosteniendo unas velas blancas muy tradicionales en esa ocasión. Nos reunimos con Caroline quien nos entregó a Bonnie y a mí unas velas y justo después nos encontramos con Matt, quien con su vela encendió las nuestras.
—Gracias...
— De nada—respondió amablemente sin apartar su mirada de la mía.
Su mirada expresaba ternura, amor, bondad... ese era mi mejor amigo, el chico con el cual tenía un vínculo de afecto muy fuerte. Rápidamente busqué otra vela que encender, era parte del festival, te encendían tu vela, tú tenías que encender otra... estaba tan cautivada por la mirada de Matt que no me fijé a quien le estaba encendiendo la vela.
—Gracias.
De repente escuché una voz cautivadora, una voz que hacía que mi corazón latiera rápidamente...
— Hola—dijo Stefan
— Hola—respondí, pero inmediatamente mi reacción fue mirar hacia atrás donde Matt, quien había presenciado toda la escena y quien ahora poseía una mirada triste.
Fue un momento realmente incómodo, quería marcharme de ahí, desaparecer, regresar y esconderme en mi cuarto, pero simplemente me alejé a unos centímetros de los dos y alcé mi mirada al cielo para observar el cometa, quería despejar mi mente.
— ¿Sabes? Ese cometa ha estado viajando por el espacio desde hace miles de años... totalmente solo—dijo Stefan en un tono muy suave.
— Sí, Bonnie dice que es un heraldo del demonio.
— Yo creo que es solo una bola de nieve y hielo... atrapada en una senda de la que no puede escapar, y una vez cada 145 años consigue llegar a casa
Stefan estaba detrás y muy cerca de mí . Alcanzaba a oler su deliciosa fragancia, es indescriptible, me encantaba tenerlo tan cerca de mí, sentía una fuerte protección, sin embargo no era capaz de pronunciar ni una sola palabra. De inmediato lo sucedido el día anterior en su casa nos vino a la mente de ambos.
— Lamento lo de ayer. No era yo...
— Pareces pasar mucho tiempo disculpándote.
— Bueno, tengo mucho de qué disculparme—dijo mientras se posicionaba a mi lado—Lo de ayer no fue por ti, ¿de acuerdo?
— No me dijiste que tenías un hermano.
— No estamos muy unidos, es... complicado—dijo, pero notaba lo incomodo que era para él hablar de su hermano.
— Siempre lo es... Me contó sobre tú ex... Katherine—no entendía el por qué llegué de repente a ese tema, fue algo impulsivo de mi parte.
— ¿Qué dijo? —Stefan se puso pensativo y su expresión era de pocos amigos.
— Que ella te rompió el corazón
—Eso fue hace mucho tiempo—no quise mirarlo a la cara, simplemente seguí mirando hacia el frente, pero en su voz logre apreciar un quiebre. De verdad lo había lastimado...
— Cuando pierdes a alguien, eso se queda contigo... y siempre te recuerda lo fácil que es resultar lastimado...—De inmediato Stefan se paró enfrente mío, buscó mi mirada, pero en ese instante estaba puesta en el cielo, no era capaz de mirarlo fijamente sin derramar lágrimas.
— Elena...
— Está bien, Stefan—dije cuando por fin pude mirarlo a los ojos—Entiendo. Ni te imaginas cuanto lo entiendo, ¿hermano complicado? Entiendo, ¿Una ex novia complicada? Entiendo... Demasiado complicado para tener otra relación, también lo entiendo... está bien. Nos conocimos y hablamos y fue épico, pero... luego salió el sol y apareció la realidad...
Después de aquellas palabras hubo un enorme silencio, Stefan simplemente me miraba. Sentía que estaba buscando en lo profundo de mi alma para comprender la veracidad de mis palabras, y sabía que encontraría que todo lo que dije fue pura y absolutamente mierda...
MYSTIC GRILL
Mientras Stefan y yo hablábamos, Vicky se encontraría cara a cara con su atacante.
— Te conozco—le dijo a aquel alto y guapo chico de ojos azules sentado en la barra.
— Bueno, que desafortunada—dijo Damon, quien tenía una expresión serena.
— No sé cómo, pero... tu cara—los ojos se le aguaron y su voz se cortó—lo siento, discúlpame.
Vicky se dirigió rápidamente al baño para tomar unas pastas, en el momento en que se inclinó a beber agua y levantó nuevamente su mirada, vio en el reflejo del espejo una silueta maligna y un ser con sed de sangre... la chica solo pudo gritar por un segundo.
...
Después de un rato en el parque, Bonnie, Caroline, Tyler y yo decidimos ir a beber a Mystic Grill...
—Oigan, ¿Alguien ha visto a Vicky? —mi hermano se dirigió a mis amigos y a mí muy desesperado.
— Tú eres el que la acecha, así que tú dinos—dijo Tyler con enojo.
— No puedo encontrarla.
— Es probable que haya encontrado a otro con quién divertirse, lo lamento traficante, supongo que te reemplazaron—Tyler siempre hablaba sin pensar, ¿acaso no se acordaba que Matt y yo estábamos ahí?
— ¿Por qué le dices traficante? —le mostré una mala cara a Tyler.
— Pregúntale.
— ¿Quieres hacer esto ahora? —dijo Jeremy
— ¿Estás traficando?
— Nunca te elegirá—Tyler seguía con el tema de Vicky.
— Ya me eligió. Una y otra vez—Jeremy de verdad estaba furioso.
— ¿Tuviste sexo con Vicky Donovan? —Ahora Caroline se metía en la conversación—Es decir, ¿Vicky Donovan tuvo sexo contigo?
— Y ni siquiera la tuve que forzar a hacerlo—no podía creer lo que estaba escuchando, ¿mi hermano menor era un traficante y había perdido la virginidad con una chica mayor que él, que además era la hermana de mi ex novio?
— ¿De qué diablos habla, Todd? —Por fin Matt había tomado la palabra, dirigiéndose hacia Tyler un poco molesto.
— Nada, viejo. Solo ignóralo, es un idiota.
— ¿Saben qué? ¿Qué tal si todos se callan y me ayudan a encontrar a mi hermana?
Todos nos dispersamos, pero tenía que encargarme de que Jeremy permaneciera a mi lado.
— ¿Así que ahora te dedicas a traficar? —no iba a descansar hasta obtener explicaciones.
— No estoy traficando.
— Mira, estoy harta de hablarte duro con amor, Jer. Se nota que no te sirve.
—Tú y Jenna, entre las dos...
— Podemos parar si quieres—no le permití seguir hablando, debía callar y escucharme de una vez por todas—podríamos enviarte a un terapeuta en donde serías forzado a enfrentarlo o a rehabilitarte, en donde te sentarías con un grupo y les contarías a esos extraños cómo hiciste para destruir tu vida... o podrías hablar conmigo...
— Voto por ninguna de las opciones—dijo con una actitud despreocupada antes de dejarme sola.
Stefan Pov's
Elena lo había dejado muy claro, yo atraía problemas, no quería lastimarla, lo más lógico en esos momentos era marcharme de nuevo, seguir con mi interminable vida... pero no era capaz de alejarme de ella... no después de volverla a ver. No... estaba muy equivocado, no era ella, más sin embargo sentía lo mismo que alguna vez sentí por ella.
Al instante me percaté que Donovan se dirigía rápidamente hacia el parque, directo hacia mí.
— Hola—se veía realmente preocupado.
— Hola.
— ¿Has visto a mi hermana? No puedo encontrarla, desapareció.
— No, lo siento—tenía el presentimiento de que Damon estaba involucrado en todo este asunto—Te avisaré si la veo—dije mientras me marchaba.
— Oye—su llamado hizo que me detuviera y girara nuevamente—Ayer te vi en el hospital, ¿Qué hacías allí? —Sabía que ese chico había notado mi presencia en el hospital, eso indicaba que me encontraba muy débil.
— Estaba de visita.
— ¿De visita? —Simplemente me quedé mirándolo fijamente, no tenía por qué darle explicaciones—Sabes... Elena y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo. Puede que ahora no estamos juntos, pero yo estoy pendiente de ella... y siempre estaré pendiente de ella.
Asentí con la cabeza, pero en el fondo sentí un poco de ira. Ese chico tenía buenas intenciones, pero para protegerla estaba yo. Antes de que pudiera reaccionar, escuché de muy lejos una voz molesta y unos gritos...
De verdad tienes que dejar de gritar...
No, por favor, detente. No...
Te tengo...
—Discúlpame.
Rápidamente me dirigí hacia tres cuadras de donde provenían las voces, y quedé enfrente de un edificio, por lo que fui obligado a mirar hacia arriba.
— ¡No! ¡No!
— Te tengo. No dejaré que te caigas.
Mis sospechas eran ciertas, Damon estaba jugando con esa chica, era su especialidad, atormentar a las personas.
— Nada mal—dijo, al instante en que llegué detrás de él en un segundo— ¿Has estado comiendo conejitos?
— Suéltala.
— ¿En serio? —prosiguió con una sonrisa mientras veía hacia abajo—ok.
— ¡No! —gritó la chica en llanto al pensar que Damon la dejaría caer.
— ¡No, no, no! —le grité rápidamente.
— Relájate—dijo, al soltar a la chica y empujarla hacia donde yo estaba. Se encontraba llorando y temblando del miedo—No necesito que muera, pero tú puede que sí—de nuevo tenía una sonrisa malévola— ¿Qué te atacó la otra noche? —esta vez se dirigió a la chica quien se encontraba tirada a mis pies.
— No lo sé, un animal.
— ¿Estás segura de eso?...Piensa—Damon se inclinó para poder verla directo a los ojos—Piensa. Piensa bien... ¿Qué te atacó?
...
— Un vampiro—respondió la chica con ira.
— ¿¡Quién te hizo esto!? —Gritó Damon.
— ¡¡Fuiste tú!!
— ¡Mal!—comprendí hacia donde quería llegar Damon con todo eso—Fue Stefan.
— No lo hagas.
Stefan Salvatore te hizo esto...
Stefan Salvatore te hizo esto...
Él es un vampiro. Un monstruo vicioso y asesino...
— Por favor, Damon. Por favor, no lo hagas.
— Si no pudiste arreglarlo antes, no sé qué harás ahora.
De inmediato le quitó la venda de su cuello, dejando a la vista dos grandes orificios por donde salía un torrente de sangre, y la arrojó bruscamente de nuevo a mis brazos. Solo podía oler la sangre, Damon había logrado despertar mi instinto animal, mis ojos eran totalmente negros, tenía mucha sed, la garganta me ardía, quería tomar cada litro de sangre, drenarla toda, alimentarme...
— Tu decisión de estilo de vida te ha vuelto débil. Un par de trucos baratos de un vampiro, no es nada comparado con el poder que podrías tener. Y qué ahora podrías necesitar...pero puedes cambiarlo. La sangre humana te da eso...
— ¡No! —grité, mientras alejaba a la chica de mi bruscamente. No aguantaba ni un segundo más, estaba desesperado, ansiaba clavar mis colmillos en su cuello, mi respiración comenzó a acelerarse...
—Tienes dos opciones. Puedes alimentarte y hacer que se olvide o puedes dejarla escapar gritando "vampiro" por toda la plaza del pueblo—ahora Damon estaba inclinado hacia mí, ya que me encontraba arrodillado.
— ¿De eso se trata todo esto? ¿Quieres exponerme? —me era muy difícil hablar en esos momentos.
— ¡No! ¡Quiero que recuerdes quien eres!
— ¿¡Por qué!? ¿Para que me alimente? ¿Para que mate? —Proseguí mientras lograba ponerme nuevamente de pie— ¿Para que recuerde lo que es ser hermanos de nuevo? — En esos momentos Damon me miraba con más odio del que yo lo miraba a él— ¿Sabes qué? Déjala ir. Deja que les diga a todos que los vampiros han vuelto a Mystic Falls. Deja que me apresen y me claven una estaca a través de mi corazón...porque al menos me liberaré de ti—Damon comenzó a reír, pero se encontraba sin palabras.
—Guau...—dijo mientras levantaba a la chica—Ven aquí, cariño...está bien—aquella chica lloraba descontroladamente. Sin embargo logró calmarse con unos susurros de Damon en su oído.
— ¿Qué pasó? —Preguntó la chica un poco extrañada— ¿Dónde estoy? Tengo la herida abierta, mierda.
— ¿Estás bien? —pregunté para salir de dudas.
— Me tomé unas pastillas, viejo. Estoy bien—contestó mientras se levantaba y salía de la azotea por unas escaleras.
— Es bueno estar de vuelta en casa, creo que me quedaré un poco—Con esto confirmé que mi hermano no solo era egoísta, estaba completamente demente—A esta ciudad le vendría bien salir del ensueño, ¿no crees?
— ¿Qué estás tramando, Damon?
— Estoy tramando...chan, chan...puntos suspensivos... Saluda a Elena de mi parte.
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