Una pareja se encontraba a mitad del bosque a altas horas de la noche, ignoraron cualquier mensaje de peligro. De repente una neblina rodeó la carpa en la cual se encontraba la pareja.

— Oye, ¿Has oído eso? —dijo la mujer después de  besar a su compañero.

— ¿Oído qué?

— Los truenos.

— No hay ningún trueno.

— ¿Seguro? Porque si llueve no podremos ver el cometa.

— No va a llover... escucha yo te he traído una cosita, está en el auto. No te muevas.

Antes de salir, la chica se despidió del chico con un enorme beso, para aguardar pronto su regreso. De pronto escuchó el sonido de unas gotas.

— Te lo dije, sabía que llovería— dijo mientras salía de la carpa, sin embargo su expresión cambió al instante de darse cuenta que no estaba lloviendo. Con su linterna alumbró a su alrededor, el único punto que le faltaba era la carpa... al hacerlo se dio cuenta que, ésta estaba cubierta de una espesa sangre. Con la luz, la mujer inmediatamente apuntó hacia arriba, en el árbol, justo encima de donde se encontraba la carpa...

Solo un fuerte grito se escuchó, la persona que hace unos segundos estaba con ella, ahora se encontraba trepado en el árbol y esa espesa sangre provenía de él. La chica corrió rápidamente para alejarse del lugar, logró llegar al carro pero este no abría. De repente el seguro se desactivó... era imposible, la chica miró hacia atrás, su corazón estaba acelerado a mil... todo se encontraba en silencio... pero en un solo segundo todo acabó, se convirtió en una presa más de la bestia.

...

Querido diario:

Esta mañana es... diferente. Hay un cambio, puedo sentirlo, lo siento, me siento una chica diferente...

Estoy despierto, por primera vez en mucho tiempo, me siento completamente y sin lugar a dudas despierto... no como un animal, sino como un hombre...

Por una vez, no me lamento del día antes de que comience. Le doy la bienvenida...

Por una vez, deseo seguir viviendo por toda la eternidad que me aguarda...

Porque sé...

Que la volveré a ver

Que lo volveré a ver

Por primera vez en mucho tiempo, me sentía bien. Tenía que lograr definitivamente que las cosas cambiaran o que volvieran a ser como antes... bueno, que realmente cambiaran puesto que antes no había sentido lo que sentía por él... lo primero que pensé al abrir los ojos: Stefan Salvatore. Me levanté con ánimos, de verdad quería salir de mi habitación... me puse una blusa blanca y encima un sweater de cuello en v verde, jeans y mis converse favoritos. Tomé mi chaqueta y salí de mi habitación.

— ¿Parezco adulta? —justo al cruzar la puerta tía Jenna me detuvo— ¿Cómo si fuera una madre? —preguntó. Yo simplemente observaba su corto vestido morado. De verdad se veía muy sexy y me encantaba su cabello.

— Depende de donde vayas.

— Reunión padres-profesor de Jeremy... ¿el cabello recogido o suelto?

— Azafata sexy—dije justo en el momento en que tenía el cabello suelto—Ama de casa borracha—admití cuando se recogió el cabello con sus manos.

— Estás muy enérgica hoy—me dijo con una sonrisa.

— Me siento bien, lo que es raro. Así que he decidido dejarme llevar. Volar libre, caminar al sol y todas esas cosas... ¿Dónde está Jeremy?

— Se fue temprano. Algo acerca de llegar temprano al taller de carpintería, para terminar una casita de pájaros— ¿de verdad estaba escuchando eso de la boca de Jenna? ¿Jeremy preocupándose por los pájaros? —No hay ningún taller de carpintería, ¿verdad? —continuó al instante de observar mi cambio de expresión.

— No.

De todas formas esta vez no debía de preocuparme, Jeremy solo estaba siendo el chico inocente y de buen corazón que siempre había conocido...

— No puedes estar aquí, cariño, las horas de visita no empiezan hasta las nueve—dijo una enfermera quien revisaba que todo estuviera bien con Vicky Donovan.

—Yo solo... ¿Cómo está? — Jeremy estaba sufriendo al verla acostada en una camilla sin abrir los ojos.

— Ha perdido mucha sangre.

— Vale, pero se va a poner bien, ¿verdad?

— Necesita descansar. Puedes volver más tarde. Venga—terminó la enfermera, mientras sacaba a mi hermano en pequeños empujones.

(...)

— Descubierto originalmente hace cinco siglos, no ha pasado sobre Mystic Falls en más de 145 años...

Odiaba ver al Sr. Tanner en la primera hora, sin embargo, ya no me importa, al contrario, me comenzó a gustar, porque sabía que lo vería ahí, sentado justo diagonal a mí. Volteo a verlo y de inmediato él cambia su mirada directo hacia mí, como si adivinara mis movimientos... en su reluciente rostro me permitió ver una enorme sonrisa, yo no me quedé atrás, también le muestré mi sonrisa más coqueta, no era forzado... nuestras miradas eran naturales, era una conexión única...

Pensé que la fiesta en la cascada había sido un desastre, pero no fue así, pude hablar con él, escuchar su voz, mirarlo fijamente... pude pasar la mejor noche después del terrible accidente. No. Pasé una de las mejores noches de toda mi vida, hablar con él, con Stefan hasta tempranas horas de la madrugada, hizo que ese día me sintiera como nueva, que pudiese sonreír como nunca antes los había hecho...

— Ahora, el cometa estará en su momento más brillante justo después del crepúsculo durante la celebración de mañana... ¿Le estamos molestando Sr. Salvatore? ¿Elena?

Al instante fuimos obligados a mirar hacia al frente. El Sr. Tanner me estaba mirando directo a los ojos, simplemente negué con mi cabeza, ¿qué le podía decir?

Por fin la clase terminó, tuve que soportar por dos horas las preguntas del Sr. Tanner. El sabía que Stefan le contestaría lo que fuera, pero yo era diferente. Sin embargo, Stefan me salvó una y otra vez. Ambos salimos juntos del salón.

— Lo traje, te lo dije—me dijo mientras sacaba un libro de su mochila—Cumbres Borrascosas de Ellis Bell.

— ¿Sabes? No puedo creer que no usara su nombre real—de verdad no podía creer que Stefan tenía en sus manos ese libro, me encanta la literatura, otro gusto que ambos compartíamos.

—Todas las hermanas Brönte utilizaban seudónimos. Era por la época, las escritoras no eran muy aceptadas entonces.

— ¿De dónde lo has sacado?

—... Es una herencia... de familia—dijo mientras nos deteníamos para quedar uno enfrente del otro—Tengo muchos libros, adelante, quédatelo.

—Oh, no. Yo...— soy una chica muy extraña, diferente a las demás, me gustan las rosas, los chocolates, pero de verdad sí quieren enamorarme, regálenme un libro, un libro diferente— pero me gustaría leerlo, te prometo que te lo devolveré—proseguí mientras Stefan sonreía.

Mientras hablaba con Stefan, en el pasillo Caroline y Bonnie hablaban de la noche anterior, y del chico misterioso que intercambió miradas con Caroline justo después de que Bonnie la dejara en el restaurante.

— Ese chico de verdad era muy sexy—dijo Caroline quien se veía demasiado alegre para haber sido rechazada la noche anterior.

— Yo no lo vi, tú sí— dijo Bonnie mientras le sonreía a un chico— ¿y por qué no le hablaste?

— No sé, estaba borracha.

Y mientras Stefan y yo hablábamos, mi hermano buscaba la forma de meterse en problemas.

— Hola, Tyler. Oye, siento interrumpir— dijo Jeremy mientras caminaba muy deprisa a la dirección de Tyler quien hablaba con dos chicas muy contento— Simplemente me estaba preguntando, qué tal está Vicky, ya que son tan unidos, ¿Está bien?

— Está bien, ahora vete de aquí.

— ¿Cuan mal está? ¿Saben que la atacó? ¿Se recuperará completamente? ¿Se alegró de verte? ¿En qué número de habitación está?

— Voy a patearte el culo— Tyler de verdad lucía molesto.

— Sí, sigues diciendo eso—Analizándolo bien, Jeremy es un chico muy alto, incluso más alto que Tyler, y cuando se enoja no hay nadie quien lo pueda detener— ¿Pero cuando vas a hacerlo en realidad? ¿Eh? ¿Porque sería un voto menos para tu padre? —Jeremy empujó fuertemente a Tyler.

— Márchate, Gilbert—Tyler es de aquellos chicos que ladran pero no muerden. Primero, Jeremy es mi hermano menor. Segundo, al ser hijo del alcalde no podía armar espectáculos y tercero, la mirada de Jeremy hacía retroceder a quien fuera— es tu última advertencia

— No, esta es tu última advertencia, maricón. Estoy harto de verte jugar con Vicky, si le vuelves a hacer daño, juro por Dios que te mataré—fueron las últimas palabras de advertencia de Jeremy, antes de dar media vuelta y marcharse.

— Vaya, eso parece una amenaza de muerte. ¿Lo escuchaste? —le preguntó Tyler a una de sus amigas con una sonrisa falsa en su rostro.

Luego de que Stefan y yo nos separamos, tenía que buscar a una persona que me necesitaba mucho en estos momentos. Encontré a Matt por el campus caminando, así que decidí unirme a él para sentarnos a tomar algo y platicar.

— Van a dejarla en el hospital una noche más para asegurarse de que no hay ninguna infección. Pero debería poder volver a casa mañana—me dijo Matt un poco contento, pero en verdad sabía que por dentro estaba sufriendo.

— Eso es una buena noticia. ¿Te has puesto en contacto con tu madre?

Matt tiene un pasado muy duro, su madre consiguió un novio justo después de nacer su hermana Vicky y los abandonó por irse de viaje con él. Matt nunca habla de su padre. Nunca lo he visto, así que tiene que cuidar de su hermana, solo sin ninguna ayuda.

— La llamé y le mandé un mensaje. Está en Virginia Beach con su novio, así que... veremos cuánto tarda en llegar corriendo a casa.

— Vicky tiene suerte de estar bien.

— Lo sé, y ahora se habla de unos campistas desaparecidos.

— ¿Dijo qué tipo de animal la atacó?

— Dijo que fue un vampiro— 

—¿Un vampiro?— pregunté para comprobar lo que había escuchado. Hasta la palabra me parecía descabellada.  

—Sí, se despertó anoche y murmuró "vampiro" y después de desmayó.

— Oh, creo que eso es raro—dije con una pequeña sonrisa.

— Creo que iba borracha... Así que, ¿Qué es lo que está pasando entre tú y el chico nuevo? —rápidamente Matt cambió de conversación. Hace unos segundos hablábamos de vampiros, ahora quería hablar de Stefan. Temía que lo preguntara, sin embargo comprendí con su seria mirada el porqué de repente lo nombró; a una mesa un poco alejada de nosotros Stefan se encontraba sentado.

— Matt, lo último que quiero hacer es herirte.

— Ya sabes, voy... en realidad voy a volver al hospital. Quiero estar ahí para cuando Vicky despierte. Entérate de qué pasó realmente anoche.

— Vale—le dije un poco desanimada. Quería sentarme con él a tomar algo como siempre lo habíamos hecho.

Después de que Matt me dejara, me dispuse a hacerle compañía a Stefan... ¡pero que sorpresa!... ya no estaba en aquella mesa, había desaparecido. Nunca comprenderé a los chicos, realmente son muy complicados.

(...)

— Como profesor de Jeremy estoy preocupado ¿De acuerdo? Es el tercer día de colegio y ya se ha saltado seis clases—Jenna tenía muy mala suerte, de todos los maestros le había tocado con el más odioso de todos.

—Sr. Tanner, ¿Está usted al tanto de que los padres de Elena y Jeremy murieron?

— Hace cuatro meses, una gran pérdida. Un accidente de coche, en el puente Wickery si mal no recuerdo... Y usted está relacionada con la familia, ¿De qué forma?... ¿La hermana de la madre de los chicos?

— La hermana menor, exacto... ¿Seis clases? ¿Está muy seguro? —Continuó Jenna mientras sobaba su cuello—Quiero decir, que eso parece difícil de hacer.

— No cuando estás consumiendo drogas. Es su manera de afrontarlo, Srta. Summers, y las señales están ahí. Está de mal humor, retraído, discute, la única vez que ha asistido a clase entró con resaca... ¿Están los otros familiares al tanto de la situación?

Tía Jenna de verdad se sentía muy incómoda en aquel momento, sentada en un escritorio, el salón vacío, el Sr. Tanner al frente, no parecía una reunión padres-profesores, parecía más bien un interrogatorio.

— Yo soy su única tutora.

— Ajá, ¿podría ser?—Jenna se asombró de aquellas palabras del maestro.

— ¿Qué está sugiriendo exactamente? — ahora su tono sonaba un poco molesto.

— Es un trabajo imposible, ¿no? Criar a dos adolescentes.

— Ha sido difícil, pero, no, no lo es.

— Respuesta incorrecta, es un trabajo imposible nada más y nada menos, y usted no lo está haciendo apropiadamente.

Stefan Pov's

Sea cual fuera el plan de Damon le estaba saliendo a la perfección, gracias a la conversación de Elena con ese chico Donovan, me di cuenta que la hermana conocía nuestra existencia, sabía en verdad qué éramos, sabía que los vampiros de verdad existen. Y como siempre tenía que ser yo quien arreglara los daños de mi hermano.

Me dirigí rápidamente al hospital. En la entrada veo a Donovan caminando por el pasillo, buscando una habitación. Tuve que esconderme inmediatamente, no podía permitir que me viera, no podía permitir que alguien me viera.

El chico entró en la habitación de su hermana, sin embargo ella no se encontraba en su cama. Al dar vuelta se llevó un enorme susto. Su hermana estaba parada justo en frente de él.

— Vick, Vicky—la nombró dos veces al darse cuenta que se encontraba en una especie de transe—Vicky, oye... Vicky, soy Matt, ¿qué pasa?

Al instante en que tomó a su hermana por los brazos, ella gritó desesperadamente. Gritaba una y otra vez "no" mientras su hermano intentaba abrazarla. Al ver que la situación salió de su control, corrió deprisa a pedir ayuda.

Era mi turno para actuar... salí de la sombras y entré a la habitación sin que algún mortal pudiese verme.

— Te atacó un animal, salió de la nada y se te abalanzó. Te desmayaste, es todo lo que recuerdas—le ordené mirándola fijamente a los ojos...

— Es todo lo que recuerdo.

Te atacó un animal, salió de la nada y se te abalanzó. Te desmayaste, es todo lo que recuerdas... Te atacó un animal, salió de la nada y se te abalanzó. Te desmayaste, es todo lo que recuerdas...

— Es todo lo que recuerdo.

Antes de que Donovan regresara con una enfermera, su hermana ya estaba dormida y yo ya me estaba marchando. No podía irme tan rápido como quería, pues en la hipnosis gasté mucha energía, apenas lo pude lograr.

Sabía que estaba siendo perseguido, Matt Donovan era más astuto de lo que pensaba, tenía que perderme de su vista, así que decidí entrar en una habitación cualquiera. En esos momentos mi instinto me había traicionado, me llevó al lugar en el que más ansiaba estar... veía toda esas bolsas de sangre con mucho placer, se me hacía agua la boca, me di cuenta que llevaba conmigo una sed insaciable. Sabía que mis ojos ya se habían oscurecido, mi bestia interior estaba a punto de salir...

Sin embargo, logré arreglármelas y con el frenesí que traía, salí por la ventana sin que nadie se diera cuenta, ni siquiera escucharon la ventana abrirse.

Pero Matt Donovan comenzaba a sospechar...