4. Los hermanos Salvatore



Dicen que los hermanos se conocen más que nadie. Conocen sus corazones. Comparten sus bromas familiares privadas. Recuerdan sus secretos familiares, penas y alegrías. Viven fuera del efecto del tiempo... que los hermanos no necesitan necesariamente decirse algo el uno al otro; pueden sentarse en una habitación, estar juntos y estar completamente cómodos el uno con el otro.

...Pero esto se aleja de lo que en muchos años llamé hermano...

— El cuervo es demasiado, ¿no crees?

— Espera a ver lo que puedo hacer con la niebla—dijo mientras revisaba cada parte de mi habitación.

— ¿Cuándo has llegado?

— Bueno, no podía perderme tu primer día de instituto— ahí estaba, lo que más me molestaba de él, el sarcasmo que lo convertía en un ser irritante—Llevas el cabello diferente, me gusta—Damon seguía revisando cada uno de mis libros, sabía cuánto odiaba que los tomara.

— Han pasado 15 años, Damon.

— Gracias a Dios, no podía aguantar otro día de los noventa. Ese horrible look grunge...—se detuvo simplemente a reírse—No te pegaba. Recuerda Stefan, lo importante es mantenerse alejado de las modas.

— ¿Qué haces aquí? —estaba cansado de tanta mierda saliendo de su boca, su sola presencia me molestaba y sacaba lo peor de mí... ¿¡Qué rayos estaba haciendo Damon!?

— Echo de menos a mi hermano pequeño—vamos, ni él mismo se lo creía.

— Odias las ciudades pequeñas. Son aburridas, no hay nada que puedas hacer.

— Me las he arreglado para mantenerme ocupado.

— ¿Sabes? Dejaste a esa chica viva esta noche. Eso es muy torpe de tu parte.

— Ah. Eso puede ser un problema para ti—dijo mientras dejaba escapar una sonrisa irónica... empezaba a comprender un poco cuál era su plan siniestro.

— ¿Qué haces aquí ahora?

— Podría hacerte la misma pregunta. De todas formas, estoy bastante seguro de que tu respuesta se puede resumir en una pequeña palabra... ELENA.

Elena Pov's

La fiesta había acabado, al final fue un completo desastre, todos estaban asustados. Control animal había llegado al lugar de los hechos, sin embargo no hallaron nada, ni huellas, ni pelo, absolutamente nada, la ambulancia llegó por Vicky y Matt se subió con ella.

—Hola—escuché la voz de Bonnie—Vamos a ir a la cafetería de la calle principal a esperar noticias.

— Tengo que llevar a Jeremy a casa.

— Elena, de ninguna manera soy psíquica. Lo sé... pero lo que fuera que vi, o creo que vi, tengo esta sensación...

— Bonnie, ¿de qué? —conocía muy bien a mi amiga cuando hablaba en serio, nunca la había visto más seria que aquella noche.

— De que es sólo el principio.

Stefan Pov's

—Me dejó sin habla, Elena— detesté que pronunciara su nombre— Es el vivo retrato de Katherine... ¿Está funcionando, Stefan? ¿Estar cerca de ella, estar en su mundo? ¿Te hace sentir que estás vivo? —conocía a Damon mejor que nadie, mientras pronunciaba aquellas palabras su corazón se llenaba cada vez más de un odio tan intenso.

— No es Katherine—sabía hasta donde quería llegar y no se lo permitiría, no le permitiría acercarse a Elena.

— Bueno, esperemos que no. Los dos sabemos cómo terminó eso... Dime una cosa, ¿Cuándo fue la última vez que comiste algo mejor que una ardilla?

— Sé lo que estás haciendo Damon. No va a funcionar—justo en el instante en que me iba a dar media vuelta, Damon me empuja con odio.

— ¿Sí? Vamos, ¿No tienes ni un poquito de ganas?

— Para— odiaba su actitud, no le permitiría que me siguiera empujando, pero no haría lo que Damon quería que hiciera, no perdería el control delante de él, no le daría gusto.

— Hagámoslo, juntos. He visto un par de chicas por ahí— continuaba empujándome— O mejor, vayamos directo al grano, ¡Vayamos directamente por Elena!

—¡¡PARA!! —Con toda mi rabia lo empujé, no haría que perdiera el control con solo empujones, me golpeó justo donde más me dolía. Por supuesto que no le permitiría tomar ni un solo cabello de Elena, así tuviera que asesinar a mi propio hermano.

— ¡Imagínate como sabe su sangre! —al instante algo en mí se activó, la misma sensación que me inundó al oler la sangre de Elena, tenía el rostro de un depredador que ansiaba intensamente a su presa... no, no podía dejar que Damon me convirtiera en una bestia peor de lo que era—¡Yo puedo imaginármelo!

— ¡¡HE DICHO QUE PARES!! —con toda la ira y mis fuerzas, dejé a la vista unos ojos sedientos de sangre, y unos colmillos filosos capaz de traspasar hasta el tronco de un fuerte árbol. Tenía un objetivo en esos momentos, acabar con Damon Salvatore, antes de que pudiese llegar a ella. Lo empujé con tanta fuerza que ambos caímos por la ventana hacia fuera.

Logré apenas levantarme, en ese impulso gasté toda mi energía, sin embargo no veía a mi hermano por ninguna parte.

— Estoy impresionado. Le doy un... seis. Omitiendo el estilo, pero estoy sorprendido gratamente—Se encontraba parado, como si nada hubiese sucedido—Muy bien, con lo de la cara...—se detuvo para hacer una imitación bromista de mí. No estaba para sus chistes—Estuvo bien.

— Esto es todo diversión y juegos, ¿no, Damon? Pero donde sea que vas, muere gente.

— Eso es un hecho—su cara mostraba un triunfo insoportable para mí. Damon reflejaba mi peor temor; perder la humanidad...

— No aquí. No lo permitiré.

— Tomaré eso como una invitación.

— Damon, por favor. Después de todos estos años... ¿No podemos simplemente dejarlo? —sabía que en esos momentos y en esas condiciones no estaba ni cerca de poder ganarle, pero si aún quedaba algo de lo que alguna vez fue mi hermano, se daría vuelta lejos de acá, y me dejaría en paz.

— Te prometí una eternidad de desdicha, así que solo estoy cumpliendo mi palabra.

— Sólo mantente lejos de Elena—mi tono ya era suplicante, sabía que Damon lo disfrutaba demasiado.

— ¿Dónde está tu anillo? —revisé de inmediato el dedo en el cual llevaba el anillo... ya no estaba—Oh sí, el sol va a salir dentro de un par de horas... Y, cenizas a las cenizas—dijo mientras mostraba una enorme sonrisa—Relájate, está aquí mismo—me extendió mi anillo con su mano, estaba acorralado por él.

Tomé el anillo lentamente, pero mientras lo insertaba nuevamente en mi dedo, dejó ver una cara aterradora, con sus dos brazos sujetó de mi cuello y sin mayor esfuerzo me envió volando, antes de que pudiera caer ya se encontraba a mi lado.

— Idiota al pensar que eres más fuerte que yo. Perdiste esta batalla cuando dejaste de alimentarte de personas. De ser tú, no lo haría otra vez... Creo que hemos despertado a nuestro lindo y bastardo sobrino Zach—Damon simplemente dio media vuelta y se alejó caminando y silbando—Lo siento, Zach...

Elena Pov's

— ¿Estás bien? —me acerqué a Jeremy quien tenía una cara de perturbado y no paraba de beber. Intenté acariciarle la espalda pero se apartó bruscamente de mí—Llamé a Jenna, está de camino... esas personas con uniformes, la última vez que lo comprobé, eran la policías—tenía que decir cualquier estupidez que viniera a mi mente, solo necesitaba que Jeremy me dijera algo, y bueno conseguí que botara la bebida que estaba tomando—La gente va a dejar de darte oportunidades, Jer. Ellos ya no me importan, ya no recuerdan que nuestros padres están muertos, porque tienen sus propias vidas que afrontar. El resto del mundo ha avanzado, tú también deberías intentarlo.

—Te vi en el cementerio escribiendo en tu diario, ¿Así es... así es como vas a avanzar? —Jeremy tenía razón, ni él ni yo estábamos avanzando con esto.

— Mamá y papá no habrían querido esto— con solo mencionarlos Jeremy se puso muy mal, era como una bomba que tarde o temprano explotaría, pero yo estaría ahí para afrontarlo con él, porque simple y sencillamente es mi hermano menor.

Jeremy y yo esperábamos a Jenna mientras Bonnie y Caroline platicaban en un pequeño restaurante, o bueno Bonnie simplemente escuchaba las quejas de una borracha Caroline.

— ¿Estás sobria ya?

— No—Caroline se tomaba el cabello una y otro vez.

— Deja de beber, tengo que irme y tu mamá llegará pronto.

— ¿Por qué no vino por mí? Ya sabes... ¿Por qué será que los chicos que quiero nunca me quieren?

— No voy a hablar de eso ahora, Caroline—dijo Bonnie quien se veía agotada.

— Estoy siendo inapropiada, siempre digo lo incorrecto. Y... Elena siempre dice lo correcto. ¡Ella ni siquiera lo intenta! Y él la elige... y ella es siempre la única que todo el mundo elige, para todo. Y yo lo intento tanto...y nunca soy yo.

— Esto no es una competencia, Caroline— Bonnie tenía razón, Caroline y yo desde pequeñas tuvimos nuestros disgustos, pero siempre nos necesitábamos la una de la otra para crecer y mejorar, toda mi vida envidié la seguridad de Caroline, siempre quise tener la fuerza de ella, la fuerza de sonreír a cada minuto sin dejarse agobiar por los problemas.

— Sí lo es...

(...)

Matt se encontraba en el hospital junto a su hermana, se veía sumamente agotado, y le dolía verla con esas vendas en su cuello, estaba pasando por el peor momento de su vida, sin embargo estaba dispuesto a mostrar una enorme sonrisa en cuanto su hermana abriera los ojos.

—Vicky... Hola, oye no te preocupes... te vas a poner bien—dijo al instante en que su hermana despertó.

— Matt...—dijo Vicky con la poca fuerza que tenía.

— Oye... no intentes hablar, ¿vale? Estás bien.

— Vampiro....




Querido diario:

No podría haber estado más equivocada, pensaba que podría sonreír, asentir, fingiendo que estaba bien...

Tenía un plan, quería cambiar quien era, crear una vida como alguien nuevo, alguien sin pasado...

Sin el dolor, alguien vivo, pero no es fácil, lo malo sigue contigo... mi hermano aún sigue anhelando ver de nuevo a nuestros padres, sin comprender que nunca volverán...

Te persigue... y no puedes escapar, por mucho que quieras... mi hermano se encuentra asechando a su próxima víctima...

Lo único que puedes hacer es prepararte para lo bueno. Para que cuando venga, lo invites, porque lo necesitas

... lo necesito

Desde mi ventana pude verlo... Stefan Salvatore, el chico misterioso quien llegó a darle un giro enorme a mi vida.

—Sé que es tarde, pero...— su mirada lucía demacrada y desesperada—necesitaba saber que estabas bien.

— ¿Sabes? Durante meses, es todo lo que la gente me ha preguntado, si estaré bien.

— ¿Qué les has dicho?

— Que estaré bien.

— ¿Lo decías en serio?

— Pregúntamelo mañana—él sabía con mi rostro, como yo con el suyo que ambos nos necesitábamos—Está más caliente en casa, podemos hablar...

...

¿Te gustaría entrar?

Sí.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top