C∀PITULO UNO

¿Alguna vez has sentido que tu vida depende de hilos? Que danzas, te mueves, te desplazas... Pero eres sostenido de hilos invisibles controlados por alguien mucho más grande. Sin importar lo qué hagas ni cuantas decisiones tomes ¿No sientes que esos hilos jamás abandonan tu cuerpo? Llamamos "Libertad" a algo que desde nuestros ojos luce libre, pero no es libre realmente, pues nos vigilan desde lo desconocido.

Entonces, somos o seremos, ¿realmente libres?

Para vivir, debemos enterrar algunos pensamientos.

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Lunes, octubre 1 del 2022

En una de las escuelas en Bangkok, Laprathon, un joven bailarín anda practicando una coreografía dentro de un estudio. El estudio contiene dos enormes ventanas detrás suyo dejando entrar enormes cantidades de la luz del sol. Alumbrando el suave roble de la superficie. A las esquinas hay dos enormes espejos que revelan al individuo mientras la puerta del estudio está abierta. Pareciendo una mera silueta danzante para todo el que pase por ahí.

El chico viste unos pantalones callejeros multibolsillos color negro, medias del mismo color, tenis blancas de plantillas bastante altas, camiseta de tiras del mismo color y una gorra callejera roja.


El individuo anda haciendo un paso de baile en el que debe tener ambas manos al lado izquierdo de su cabeza, todo su cuerpo volteado hacia la derecha mientras mueve ambas puntillas de sus pies a la izquierda rápidamente e los endereza en su sitio.

Seguido de eso pone una mano en su pecho hiper rápido con su brazo derecho e hace un simulo de embestida con su pecho respondiendo al toque, entonces, deja caer para atrás su espalda manteniendo sus rodillas firmemente agachadas. Sin mover ni un centímetro.

La va arqueando para atrás detallando así lo delgado que es como para que los huesos de sus caderas resalten por debajo de la camisa. Todo esto lo hace tirando una mano para enfrente, según la coreografía como un "grito" de ayuda.

Al lograr mantenerse firme con toda su espalda echada para atrás, vuelve a ponerse de pie solo para alzar el pie derecho frente a él, lo toma con la mano del mismo lateral y estira la pierna para arriba. Dejándola colgar al lado de su cabeza.

Vuelve a dejarla caer para crear un giro, conteniendo ambos brazos contra su agitado pecho mientras se mantiene cabizbajo, culminando el giro se tira de rodillas para volver a arquear su espalda sobre sus pies e tirar sus brazos para enfrente.

Respirando agitado con la culminación de la canción. Esta habiendo sido reproducida desde un pequeño iPhone negro que reposa encima de un sujetador para estos.

Los ojos del chico dejan de actuar cuando puede ver que en la puerta del estudio hay alguien parado. Oh, y no solo alguien, sino cierta persona que le provoca cosillas en el estómago. Cosas que son más que simples mariposas.

El chico respinga creyendo que a nadie le importara lo suficiente su coreografía como para quedarsele viendo. Se va poniendo de pie aún con todo y conmocionado.

-La coreografía de Mi Cuerpo Es Una Jaula de Peter Gabriel.- Aplaude aquel hermoso moreno asiático de flecos peinados en gruesas montañas divididas antes de que el resto del cabello solo esté tirado hacia atrás. Este tiene unos ojos pequeños, nariz de tronco largo pero base ancha, labios delgados aunque cornisas alargadas y unas mejillas bastante destacadas incluso bajo los ojos.

Él viste su uniforme de porrista rojo y carga una maleta negra sobre uno de sus hombros. La maleta es bastante enorme y extensa.

Tal individuo anda sonriente como siempre lo ha conocido el bailarín. El bailarín se quita la gorra durante su exhalación. De repente ese simple movimiento parece verse en cámara lenta. A pesar de que no lo muestre, el chico reúne valentía para hablar con este otro. ¿La razón? Porque siempre le ha gustado. ¿Lo más tonto? Es que ese chico ya lleva casi un año en su equipo de porrismo y aún así se pone nervioso a su alrededor.

Cuando el bailarín baja su gorra por completo sus ojos asiáticos un tanto redondos miran al que sonríe. El bailarín es de tez blanca, nariz de tronco largo e base delgada, labios rosados carnosos e apetitosos, con un cabello risado castaño.

-Peter Gabriel es leyenda.- La cámara lenta se va cuando se dispone a contestar con una sonrisa.

-Lo es ¿no? El cover de los Arcade Fire - Va mencionando el moreno cuando a medida de plena mención el otro bufa una risa cabizbajo.

-... es basura.
-Es basura.

Ambos dicen a la misma vez, por coincidencia, diciendo lo mismo. Se miran ante la extraña coincidencia con ojitos asombrados e boquitas selladitas. Pero no duran ni un segundo antes de que rían.

-Bueno líder, solo quería decirle que lo hizo muy bien. Lo veré en la cancha con los demás.

-Nos vemos allí.- Accede el líder mostrándose súper simpático con él sin poder evitarlo. Aunque firme: debe aún lucir como un líder. Cuando el chico se va, Saint se sonroja abultando un cachete con su lengua y arrogantemente caminando a su IPhone.

Su tratado con el chico que le gusta es demasiado diferente. Verán, para el resto de la escuela, Saint de hecho es... Es...








Odiado por todos.

Cuando las campanas de finalización de clases sonaron, todos los jóvenes salieron de sus respectivas clases. Muchos caminando por grupo ya juntándose con sus compañeros para hablar.

Otros ya han ido a la área de impresoras riéndose traviesos (específicamente un grupo de tres) para imprimir fotos profesionales de aquel líder de porrismo. Fotos en las que lucía como un mismo empresario o CEO de alguna empresa solo que le dibujaron cuernos e bigotes en rojo con líneas que aparentan fuego infernal.

La impresora recopila un gran monte de esas fotos con risas traviesas de estudiantes que no tienen nada mejor que hacer con sus vidas.

Otros están hablando sobre lo insoportable que es, mientras que otros cuentan teorías de que él estuvo envuelto en un caso de drogas e embarazos. Mentiras obviamente, pero por la reacción de a quiénes se lo cuentan, se nota que se lo creen.

Perth nota muchas de las cosas que hacen tras las espaldas de su líder, y no puede evitar sentirse mal mientras camina por los pasillos. Aunque por otra parte entendía por qué lo odiaban. El líder no era alguien fácil. Mientras más camina se encuentra con el alto, delgado, hermoso, Jorge. Es un chico travestido que anda usando su uniforme de porrista (uniforme femenino) con un hermoso cabello negro cayendo en ondas por su espalda e hombros, flequillos sobre su frente. Anda cruzado de brazos e cruzado de piernas observando molesto una pared.

-Jorge, debemos ir a la cancha.- Comenta amigable el moreno.

-Están poniendo carteles de él otra vez.- Refunfuña el compañero travestido de ojos avellanos.

Perth mira la pared alzando sus cejitas en rendición. Como siempre en cada día hay fotografías de Saint con cuernos e bigotes colgando en una pared. Ya ha sido la rutina desde siempre en sus vidas.

-Mm. Ya sabes qué hacer.- Suspira agotado el moreno.

-Mm.- Asiente Jorge apoyando una mano en uno de sus toscos hombros como apoyo. Mostrándole que está de su lado. -Vuelvo ahora. Iré a por la escoba.

-Claro.- Perth asiente sin dejar de mirar las fotografías de su líder.

Si algo el líder de porristas, Saint Suppapong, no sabe es que su personita especial se encarga todas las mañanas de botar esas fotografías a la basura. Además de que no lo hace solo sino con otro miembro de las porristas pues a pesar de que son como una familia disfuncional entre todos; siempre se tienen los unos a los otros.

Deja caer su enorme mochila a un lado de sus tenis. Entonces comienza a arrugar aquellas fotografías como bolas empinadas dentro de sus puños. Las arranca de aquella pared con tirones. Dejándolas caer al suelo. Cada una recopilandose alrededor de sus tenis.

Los tres estudiantes de la travesura, que son dos chicos e una chica entremedio de ellos, posan a una esquina viendo su obra del mal ser estropeada. Estos disgustados con Perth.

-Dios. Siempre hace lo mismo. Es un completo perdedor.- Se queja la chica.

Perth pretende no haber escuchado mientras sigue arrancando las fotografías. Ya está acostumbrado a recibir quejas. Es cuestión de su día a día, y es probable que su líder jamás supiese eso.

Jorge llega a él con una bonita sonrisa de labios sosteniendo una escoba y recogedor. Perth le responde la pequeña sonrisa y el travestido se encarga de barrer las fotografías mientras que el otro a arrancar estas.














10: 00 A.M.

-Como líder del equipo, ya se los he dicho mil veces y lo volveré a repetir - Va diciendo Saint mientras camina lento hacia una dirección ahora todo el equipo de porristas reunidos en la cancha. Los 11 porristas andan sentados en el suelo de la cancha que, gracias a Dios, es cerrada por lo tanto no están expuestos al tormentoso sol. Todos con sus piernas cruzadas como taínos vistiendo ropas estilo callejeras como parte de entrenamiento, o otros sí vestían sus ropas de porristas.

En la parte delantera se encontraban Perth, Jorge, Mel (una hermosa chica de tez chocolate, labios carnosos a un nivel exquisito, cejas delgadas en arco, ojos un tanto redondos, y cabello lacio hasta sus hombros).

Al lado de ella esta Triss, una asiática sur-coreana bajita de tamaño con facciones pequeñas e delicadas excepcionando sus increíblemente redondos ojos. Su castaño cabello lacio por sus hombros, flecos cubriendo su frente.

Y al final de esa fila anda Off, un chico amargado de hombros anchos, piel blanca aunque no pálida, ojos de arco redondos con unas cejas gruesas e labios carnosos rosados. Sus cachetes con algo de delgadez, revelando así la silueta del hueso de estas bajo los ojos. Especialmente cuando está dando su mejor perfil.


Atrás de ellos están el resto, por supuesto. Todos escuchando atentos a su líder mientras que este camina de lado a lado pensativo.

-No importa qué tan guapos sean, jamás en su vida, se acuesten con un Swimmer.- Finaliza con su intensa voz, antes de voltear hacia su equipo de porristas con mucha firmeza. Manos sujetadas tras su espalda. Todos tragan fuerte sin dejar de mirarlo e asienten sus cabecitas lo más rápido que pueden, pareciendo de esos muñecos cabezones cuyas cabezas no dejan de moverse solo que con aspectos traumados.

Zee, el entrenador de todos, anda a una esquina al lado de Saint supervisandolo todo.

-¡Bien! Equipo, ¡a practicar! ¡Vamos a demostrar que los RedBloods podemos con todo! ARRIBA, ARRIBA, ARRIBA.

Saint apresura aplaudiendo sus manos. Zee ríe por la fuerte actitud del líder pero niega con la cabeza. Todos se levantan tal cuales niños regañados súper rápidos. Los cuatro (Perth, Off y otros dos) chicos van a las esquinas mientras que las cinco chicas van en el medio (Mel, Triss, Fah, Jorge, Fond).

Saint va a observar así que cruza sus brazos y coloca su mentón entre dos de sus dedos entrecerrando sus ojos.

Mel va en medio de las chicas, pero todas se mueven con una sincronización perfecta al alzar ambos brazos en el aire con sonrisas. Zee reproduce la música electrónica desde su teléfono.

Las chicas bajan ambos brazos a los lados de sus cinturas y los chicos imitan la posición. Entonces todos tiran para atrás e adelante sus puños solo que de arriba a abajo (y tras sus espaldas luego de nuevo frente a sus regazos).

-¡GO-OO! (¡VA-MOS!)- Grita Saint.

-¡GO!- Repiten todos en sincronización alto y fuerte. Escuchándose como militares antes de entrar a la guerra. Todos ellos sin dejar de bailar.

-REDBLOODS (SANGRE ROJA).- Vuelve a instruir el líder con un grito.

-¡REDBLOODS!- Gritan todos, pero en especial Mel que va al frente. Tras el grito todos golpean sus muslos con sus puños. Creando sonidos como tambores de guerra.

Otros dos porristas (estos estando en las esquinas traseras, apoyan sus manos en el suelo para dar volteretas cabizbajas consecutivamente. Ambos pasan por el lado del uno al otro sin dejar de hacer volteretas y luego brincan, haciendo giros increíbles hasta caer en sus pies dónde estaban hace un minuto.

Las chicas brincan un pie repetitivamente majestuosamente desplazando sus cuerpos hacia adelante con sus pechos bien firmes. Dejan de hacerlo tras adelantarse unos cuatro pasos para darse la vuelta (en unísono) creando así casi un triángulo con todas ellas y estas miran con sonrisas seductoras sobre sus hombros.

Comienzan a mover sus caderas de lado a lado mientras los chicos a los lateras mueven sus brazos en ansiosos círculos frente a sus pechos. Las chicas siguen moviendo sus caderas dándole enfoque a sus traseros.

Hasta que ellas culminan y los chicos trotan hacia ellas. Todos los chicos. Ellos se ponen en una rodilla ofreciéndoles sus manos a las chicas. Estas trepan un pie seguido del otro y entonces ellos las levantan, poniéndose de pie ellos también con sonrisas para enfrente.

Perth sostiene a Mel entremedio de todas y esta hace un brinco, seguido de una arriesgada voltereta, y él la recibe en sus brazos de manera nupcial. Ella alzando ambos brazos con una sonrisa dirigida hacia enfrente.

-¡REDBLOODS!- Cantan todos. Incluso la música finaliza y han terminado a tiempo.

-De acuerdo, chicos, se nota que han practicado bastante.- Aplaude Saint. -Los felicito.

-Ahora, a entrenar con Saint.- Zee les dice.

-Ouh.- Todos suspiran agotados, la morena Mel incluso acuesta su cabeza en el pecho del moreno quién también anda agotado.

Saint ríe mientras codea uno de los hombros del entrenador por su travesura, ambos se miran con sonrisas simpáticas, el líder se adelanta trotando hacia ellos.

-¡Chicos! ¡No se quejen y vamos a hacerlo!- Grita Saint de nuevo, causando más risas en el entrenador.

Cuando el líder llega a ellos y Perth cuidadosamente baja a su compañera, el líder reduce sus trotadas con nervios de estar frente a él. Incluso sus cachetes se sonrojan. Todos los demás están ocupados hablándose entre sí, pero estos dos vuelven a compartir esa mirada especial como en el estudio esta mañana.

-¿Estás bien?- Le pregunta Saint con una sonrisa, una voz suave. -Te noto más cansado de lo usual.

-Ah, no, no. Estoy bien. Gracias, Saint. No te preocupes.

-Mm.- Saint asiente, antes de darse la vuelta para mirar a los compañeros a sus laterales con preocupación. -Pueden continuar, ¿verdad? ¿Están bien? A ver sus respiraciones.

Perth se le queda observando con una pequeña sonrisa de labios mientras ya escucha a los compañeros reír por la preocupación del líder o bromear con él.

«Luego de gritar, regañar, refunfuñar, nadie se da cuenta cómo se preocupa tanto por nosotros que hasta nos pregunta si podemos seguir o si estamos bien. Nadie realmente ve lo dado y devoto que es el líder Saint a pesar de su mal carácter. De no ser por él no tendríamos los premios que tenemos ahora, así que, estoy agradecido contigo...

líder Saint.»


*N/A: ¡Ya comenzamos con los porristas! ¿Qué les pareció? A mí me pareció una introducción muy linda y tomada con calma. Quiero que exploremos los personajes, cómo son cada uno y principalmente la personalidad de Saint. Espero les haya gustado😻😘*

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