C∀PITULO TRES
Martes, octubre 2 del 2022
Jorge es un chico bastante simple: le gustan las cosas de muchos colores, aunque bonitas. Todo debe lucir bien en él para vestirlo. Su cuarto es más perfecto que el de cualquier chica, tiene hasta un espejo con bombillas que decoran los bordes al estilo de una súper estrella. Además de que ha pegado muchas fotos de sí mismo con su equipo de porristas.
Los tonos de su habitación son de un rosado muy claro casi piel, las sábanas son del mismo color que las hermosas conchas de mar y tiene pósteres de sus bandas favoritas chilenas por las paredes.
Se sienta felizmente frente a su espejo ya vistiendo la camisa blanca abotonada de escuela, falda corta negra y tacones (Sí, aparentemente son permitidos). Esta vez tiene su cabello largo natural rubio en ondas e un poco de lápiz labial rosado. Se mira al espejo contento con su apariencia.
Se pone de pie y camina a su cama. Agarra el teléfono que dejo encima de esta, seguida de su mochila y justo al intentar restaurar su espalda: un mensaje de texto hace vibrar el teléfono.
Ilion: Ya llegue a tu casa. Te estoy esperando en el auto.
Él sella sus labios en una delgada línea, pero aún así restaura su espalda y camina a paso rápido para dejar la habitación.
Una vez baja las escaleras caminando recto entre la sala de estar (a la izquierda) y la cocina ( a la derecha) va diciendo un feliz:
-Te veo después de la escuela, mamá.
A lo que la mujer de 40 años en la cocina apura sus manos en terminar un sándwich toda exasperada. Ella viste un delantal por encima de un traje anaranjado que le llega a los talones. Sandalias del mismo color. Su poco cabello echado para atrás en una coleta de caballo.
-Oh, hijo, espera.- La mamá dice cuando termina el sándwich y abre paso entre las gavetas de la cocina para llegar a su hijo quién se detiene mirándola atento. -He notado que no estás desayunando así que, por favor, toma esto.
Sonríe entre respiraciones agitadas la mujer dado a todo el esmero que hizo en preparar el sándwich a tiempo. Jorge entre abre sus labios queriendo negarse porque es verdad: Ya no desayuna por la estúpida idea de que puede engordar por comer cualquier cosa.
Pero al ver los ojos de su madre quién siempre se esfuerza por él, quién lo ha aceptado cómo es, quién no lo tiró a la calle como hacen otras madres cuando sus hijos salen del closet, tan solo mirar a sus ojos puede ver ese amor tan rebosante y hermoso.
-Está bien, mamá. Lo comeré. Gracias.- Él toma el sándwich. A fin de cuentas no pudo negarse. Nunca podía negarse cuando se trataba de su madre, menos al ver su esfuerzo. Mientras deja atrás la puerta de su hogar con el sándwich en mano, se detiene a meros pasos de una Jeep. La Jeep Wrangler color verde dorada está frente a la casa del chico con un Player (Termino corto para Jugador de Basketball) en el guía. El jugador de basketball es un guapo chico de quijada tensada aunque delgada, hombros anchos, brazos anchos y pelinegro además de asiático solo que su piel bastante bronceada.
-Hola, bebé.- Saluda dándole una palmada al guía, rebotando los músculos de uno de sus toscos brazos. Le regala una sonrisa mordida a su novio travestido. El travestido sonríe bonito con sus labios antes de caminar hacia él. Abre la puerta y elegantemente desploma su trasero en el asiento pasajero manejando ponerse el cinturón sin soltar el sándwich. El Player deja de sonreír mirándolo extrañado.
-Amor, ¿no tienes una servilleta? Ensuciarás todo el auto con las migajas.- Dice con un rostro un tanto asqueado que Jorge decide ignorar.
-¿Servilletas? ¡Sí! Sí tengo unas.- El chico mantiene la mano del sándwich alzada a un lado de su cuerpo mientras rebusca en su mochila (que ha desplomado en su regazo) con su otra mano. Mientras rebusca completamente decidido a comerse su sándwich, el novio arranca el auto a toda velocidad.
-Atlon ¡no--!- A Jorge se le cae el sándwich fuera de la ventana en medio arranque así que este asoma parte de su cuerpo, agarrado al borde de la ventana mirando con mucha tristeza el sándwich que deja atrás.
Lastimosamente su madre iba saliendo por la puerta de la casa cargando una pesada bolsa de basura cuando se detiene al borde de la puerta viendo la escena sorprendida. Sigue el auto con la mirada tras ver el sándwich, y puede ver a Jorge igual de aturdido mirándola.
Los bordes de sus ojos en rojo con ganas de llorar. Esté no la dejó de mirar con un rostro lamentable mientras el auto se alejaba.
«──── • ────»
Llegan a la escuela, el chico estacionando su auto en algún espacio vacío y apagando el auto con risas egocéntricas. Se nota que es un idiota a miles de distancia. ¿Por qué será que todos los jugadores de baloncesto son unos idiotas en cada historia? Bueno, tal vez el físico que se cargan sea suficiente respuesta. Ellos mismos reconocen que están apetecibles a la vista de cualquiera. Sus niveles de confianza eran como el de las cerezas que están encima del pastel; no importa qué todos querrán comerse la cereza antes de la harina.
-Estás muy callado, Jorgito.- Dice el novio mientras voltea hacia el travestido enganchando un brazo en el asiento en el que anda. Jorge está enojado, quiere llorar, pero trata de evitar eso. Desvía la mirada con sus ojos cristalizados.
-Gracias por traerme. No es nada.- Jorge pone sus manos en la cerradura del conductor todo rápido.
-Espera - Su novio lo sujeta de la nuca para girar su rostro al suyo y sin darle tiempo a pensar, aplasta sus labios con los suyos. El rubio arruga sus párpados cerrados en el beso. Ambos cediendo a él. Pero los segundos de ceder del rubio culminan tan rápido como comenzaron, este lo empuja a meros centímetros sujetándolo de los hombros y mirándolo serio.
-Atlon, no estoy de humor...- Pide.
-¿Ese sándwich era tan importante para ti? Tú nunca desayunas.- Atlon va metiendo una mano entre sus piernas. Hundiendola en la delgada separación de sus muslos. Se nota por los músculos de su dorso cómo sus dedos comienzan a frotar circulos en la entrada del otro.
Jorge respinga sujetándose fuerte a su nuca con una mano. Su boca en una pequeña "o" erótica. -Ambos sabemos que, muy en el fondo...
-Basta. Tenemos clase a primera hora.- Jadea Jorge.
Su novio lo ignora bajando un trazo de besos por el lateral de su cuello. Robándole unos gruñidos bajos al rubio.
-no te querías comer el sándwich.- Su novio termina de decir al parecer ladeando las bragas del otro a un lado para introducir dos dedos. Se escucha el húmedo sonido de estos al estar dentro. Jorge abre su boca bien en grande bastante tomado de sorpresa. No es virgen, pero simplemente le tomo de sorpresa.
Su novio desliza su mano libre a jalar la palanca para acostar el asiento pasajero. Una vez el asiento queda bruscamente acostado, se trepa al cuerpo de Jorge para seguir embistiendo sus dedos y besándole un lateral del cuello.
-Atlon, no quiero.- Jorge dice con ganas de llorar otra vez mientras desvía la cabeza en busca de detenerlo.
-Vamos, me prende cuando te niegas.- El idiota de Atlon lo toma a chiste burlándose de él con una risa. Se separa de su cuello para reírse de su rostro que al borde de lágrimas está. -Jorgito, ¿por qué carajos vas a llorar?
-Mamá me preparó ese sándwich - Él solloza mirándolo a los ojos. Las lágrimas lentamente formándose en gotas gordas que caen de sus ojos. -y vio cuando cayó al suelo. Seguramente pensó que yo lo tiré.- Sigue llorando.
-Ay, amor...- El Player al fin demuestra compasión con el rostro de preocupado que tiene. Le acaricia suavemente uno de sus cachetes a Jorge. Incluso al travestido le toma por sorpresa su conducta así que le presta tanta atención como le es posible. Mirando cada detalle en los iris marrones contrarios. -Te ves tan jodidamente sexy cuando lloras.
-...¿Qué?- Jorge siente todos sus alrededores caerse. Su novio solo quiere follar. ¡Es un enorme idiota! El travestido arruga su ceño. Atlon le cubre la boca con una mano bien sonriente ahora embistiendo sus dedos con más velocidad, este baja su cabeza a besar sus clavículas sin orden ni control alguno.
-Solo es un sándwich. Dudo que a tu mamá le haga daño algo como eso.- Simplemente tira el Player entre los besos.
-¡Mgh! ¡Ngh!- Jadea el travestido bajo su mano sin querer nada de lo que le están haciendo. Este logra patear las bolas de su novio con un rodillazo. El torpe chico que tiene como novio se toca las bolas separándose de su cuerpo. Jadeando un gran: «¡Ouch!». El travestido aprovecho esos segundos para quitarse el cinturón de encima, abrir la puerta a su lado y salir.
Este cae en sus cuarto, raspandose las rodillas e las palmas en adición a que su mochila cae sobre su cabeza dándole un fuerte golpe. El travestido se queda en sus cuatro con sus ojos cristalizados sollozando.
-¿QUÉ CARAJOS, JORGE?!- Grita frustrado Atlon.
Al escuchar ese grito, Jorge tan solo se desespera más. Este baja su cabeza, para seguir llorando, cuando unas tenis desgastadas posan enfrente suyo.
-Oye.- Llama una voz de tonado serio. Jorge alza la vista inhalando sus sollozos. Se encuentra con Off mirándolo desde arriba. Las manos de este hundidas en sus bolsillos como siempre. Ese rostro de desganado nunca abandona su rostro.
El sol destella varios rayos de este tras su nuca como si fuese un ángel, el dorado de esos destellos sombrean su rostro. Jorge se le queda viendo anonado a través de su dolor. Permanecen mirándose por varios segundos.
-¿Él está causando problemas?- Pregunta el porrista vistiendo su uniforme rojo de porrismo.
-Tú no te metas.- Atlon dice, brincando del auto con desganés. Mirando mal al porrista. Este cae exactamente a un lado de Jorge.
-De acuerdo.- Off acepta las palabras del Player sin objetar nada. Se da la vuelta comenzando a caminar. Atlon bufa antes de agacharse a tomar una de las manos de su novio en orden de ponerlo de pie; pero Jorge se levanta súper rápido yendo hacia Off. Se abraza a la cintura del que camina como gánster. Estando a su lado.
El de caminata mafiosa ni se detiene, simplemente sigue caminando y rodea los hombros de Jorge con un brazo. Jorge mira mal a su novio por encima de la espalda del porrista hasta que ambos desaparecen del campo de visión del novio.
-Qué carajos.- Sigue pensando Atlon sin poder creer la actitud de su novio.
Cuando Off y Jorge entran por las puertas de la escuela, ese travestido gira su rostro hacia el del amargado con una sonrisa sincera.
-Gracias--
Off lo zumba hacia los brazos de la pequeña Triss quién iba pasando por delante de ellos. Triss lo sostiene entre sus pequeños brazos al igual el chico se sostiene de los pequeños hombros de la porrista antes de que ambos miren aturdidos a Off.
-Llevala a la enfermería.- Simplemente dice el de caminata gánster, largandose. Jorgito bufa una risa mientras lo sigue con la mirada, su rostro reducido en un solo termino: indignado.
-Huh, ¡tu amabilidad no dura ni un minuto, ¡¿sabes?!- Grita.
Como respuesta, aquel amargado con aires de gánster le muestra el dedo corazón sin voltear ni dejar se caminar.
-Vayamos a la enfermería.- Apoya amablemente la pequeña Triss volteando a mirar a su compañero. Su compañero la voltea a ver con una mirada tan amable como la suya.
-Vayamos.
Se apoyan para caminar a la enfermería.
«──── • ────»
La chica matona que imprime fotos de Saint para luego dibujarles cuernos e bigotes rojos anda caminando entre sus dos secuaces por un pasillo como siempre. Va a pasar por una pared, cuando alguien estira su mano desde detrás de esa pared tan de repente, pero tan a propósito, que ella se golpea fuertemente en la nariz.
-¡Auch!- Se tapa las fosas nasales con dos dedos. Se detiene en sus pequeñas tenis blancas retrocediendo unos meros pasos.
-¡Sachai!- La llaman por su nombre sus secuaces revisandola.
La persona del brazo anda sosteniendo un papel fino. Este decide mostrarse por completo al salir de su escondite, y es el mismisímo Saint solo que vistiendo una chaqueta de entrenamiento multicolor (rojo, blanco, azúl) cerrada por encima de su ropa de porrismo.
Él finge darle un vistazo al papel que él mismo sostiene. Haciendo un puchero pensativo.
Todos los estudiantes que estaban caminando por los pasillos cerca de la escena se detienen para mirar atentos. Perth en especial, se detiene a mirar con su adoración ingenua al líder de porrismo.
La matona alza la mirada creyéndose lo bastante valiente como para mirarlo indignada con sangre seca bajo sus fosas nasales. Ella inhala fuertemente con bravería.
-¿Qué carajos haces?- Se suelta la nariz.
-No pude evitar ver aunque sea una de tus maldades. Era la única colgando de una pared hoy.- Él voltea la imagen para que aquella matona pueda ver su propia obra maestra. Es otra foto dónde Saint luce profesional en la que han dibujado sus garabatos infernales.
Los ojos sin compasión alguna de aquel porrista se alzan de la foto para mirar a la matona con una sonrisa ladina. Una sonrisa tan mezquina que daba miedo en estos mismos instantes. Nadie quisiera estar en el lugar de esta chica ahora mismo.
Inclusive Perth sintió terror con tan solo verlo. La chica agranda sus ojos intentando de permanecer normal, pero tiene un miedo cañón.
-Es hora de que los roles cambien, ¿no crees?- Saint hace del papel una bola arrugada entre ambas de sus manos mientras cambia su rostro a un semblante enojado.
*N/A: Jum, se sorprenderán de lo que hará. Espero les guste cómo va😍 El terror no ha comenzado pues quiero que conozcan personajes aún + hay sucesos demasiado cooles que no quiero vayan a la basurita de ideas😋 Sigamos~ ❤
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