66.
05/06
Si hubiera escrito en los días anteriores mis emociones hubieran hecho de las hojas un manojo de palabras sin coherencia ni cohesión, me dejaría llevar por tales sentimientos que solo afloran cuando el valor de los momentos son afectivos en mi sistema, ahora puedo tomar con más calma la situación, tomar un poco de café mientras aprovecho que el departamento de Dream está solo de mi propia compañía y el son de la melodía de la radio, había encontrado una sinfonía que toca piezas clásicas e increíbles.
Verás, no sé si podré escribir todo lo que sucedió, pero no te preocupes, me decía, no es tan malo, me decía, son cosas que ocurren de las cuales no debo estar arrepentido, la emoción a veces ciega a mi racionamiento.
La última vez que escribí fue el cumpleaños de Error, me había preparado bastante para lograr que él me abriera la puerta, aunque no sé si vestirme bien lo fuera, una ropa casual pero más formal, y en una cajita el pastel que le había preparado con tanto empeño y cariño. Mi estómago se estrujaba a cada minuto que pasaba, Dream me daba palabras de ánimo pero sin poder esconder su preocupación, le di las gracias una vez llegué a la entrada y así quedé, por insistencia propia, solo para tocar y entrar. Me había sentido como un ladrón al pasar cuando el guardia estaba paseando por los pasillos del primer piso e irme directo al ascensor, el departamento era más cerrado y caro que el de Dream, o eso intuía.
Me había detenido frente a la puerta, e intentando guardar la compostura, toqué el timbre. Los minutos pasaron, y mis manos ya estaban cansadas de sostener el obsequio, pero sabía que había alguien tras la puerta, y efectivamente, no sé cuánto pasó, oí la voz del contrario, parecía ronca, ahora que lo pienso, quizás estaba recién despierto por culpa del timbre.
Creí que te había dicho que no quería visitas. Habló. Sí, lo dijiste pero, es tu cumpleaños y... No, vete de acá. Me interrumpió.
Apegué mi rostro a la puerta, intentando oír su posición, su presencia, estaba muy seguro que él estaba en el otro lado de la puerta, y a los segundos sentí una vibración que podría caracterizarla como si hubiera golpeado la madera con su cráneo, un gesto desganado. Varios gestos y sonidos me hacían tener hipótesis de su estado emocional, uno lento, triste, como si algo le estuviera reteniendo su felicidad.
Por favor... Insistí, rogué, si me hubiera podido ver, hubiera estado de rodillas para que me viera y convenciera a pasar, aunque me avergonzaría si fuera en público. Tras ello, un sonido sepulcral fue su respuesta. Eso me había dejado triste, que al final todo había sido en vano y tendría que devolverme, sentía mi garganta adolorida, un golpe sentía, uno invisible por el rechazo, el dolor similar a cuando estaba cerca de esa persona que tantos malos momentos me hacía vivir... No obstante no duró mucha mi agonía, la puerta dejó paso al umbral y frente, a Error con una ropa distinta a la que yo acostumbraba verle, más... similar a un pijama.
Pasa. Cortante y frío fueron sus palabras, a lo que algo intimidado hice caso a su casi orden y entré al lugar donde tanta comodidad me causó, dentro, esperé aún con mis brazos sosteniendo el pastel a que viera la caja blanca, ya había comprobado al ver sus cuencas lo irritado que estaba, además de desanimado, cada detalle en sus facciones podía decir distintas cosas, y es increíble que pueda hacerlo cuando con Dream me cuesta un poco suponer. ¿Qué es eso? Preguntó. Es tu regalo. Respondí intentando esbozar una sonrisa, pero me cuesta sin tener un motivo que de verdad llegue hasta mi inexplicable alma.
Con inseguridad o así lo vi, tomó la caja de mis manos y lo dejó sobre la mesa, prosiguió con abrirlo con una lentitud que se me hizo desesperante por la impaciencia que tenía por ver su reacción, le había seguido colocándome a un lado, pendiente de la perturbación de cada parte de su cara. Una que no podía describir ahora mismo, pero solo por sus acciones pude deducir que simplemente había quedado sin habla hasta sonreír sin creérselo, debido que eso dijo en voz baja.
En un principio dudé mucho si era bueno o malo, porque en menos de lo que pudiera escribir esta frase, su sonrisa se hizo una risa cada vez más dolida, cerrando sus cuencas que si fuera desconocido me daría temor, rompiéndose frente a mis ojos. No podía creerme que estaba viendo a Error soltando gruesas lágrimas y sentándose en la silla cercana a la mesa.
¿Q-Qué pasó? ¿N-No te gusta? Y-Yo no quería hacerte llorar... Pero... ¿Por qué s-sonríes...?
Con nervios dije ello, franqueando mis manos sin saber qué hacer, mas, él se negó, secándose las lágrimas con brusquedad, yo detuve sus manos, estático queriendo sus respuestas, preocupado a más no poder por creer que solo había arruinado más su día.
No es eso, Ink... Es el mismo pastel que me hiciste hace años... Sollozó, o eso podía decir, tropezaba en sus palabras. ¿Realmente no recuerdas nada...? ¿Ni siquiera lo que sientes conmigo...?
Ahí fue cuando tragué saliva, en mi mente solo hubieron recuerdos de todos los escritos que he hecho en las hojas de papel, las sonrisas que él podía sacarme, la necesidad de sus abrazos de despedida, aquellos que no te he escrito debido que me embriago en su aroma, era tanta información que sentía que no sabía si hablar, si hacer algo, ver a alguien llorar me era impotente, lo único que sabía que tenía que abrazarlo, del mismo modo como lo había hecho Dream los primeros días después de mi amnesia.
Pero mi cuerpo no respondió, mi voz se hizo presente como si no la controlara. No recuerdo nada de lo que fui antes, pero s-sí quedaron en mí las sensaciones que me causaban felicidad, placer o tristeza, tú provocas muchos de mis sentimientos y mis instintos me hacen hacer estas cosas... Perdóname si no es lo que querías oír, pero e-es la verdad. Me gusta estar contigo, pero no puedo decir que sé todo lo que hemos vivido...
No sé a dónde quería llegar con eso, pero su tristeza fue contagiada, mis ojos escocían, quería ocultarme en la seguridad, el mismo lugar donde sentía que me podían repeler por mis palabras. Esperaba un rechazo, que lo que había dicho no era lo deseado y botaría mi pastel, pero logré ver que su ceño se relajaba, y su sonrisa dejaba de ser tan forzada. Como tenía yo sus brazos retenidos desde las muñecas, sin mucho esfuerzo deslizó sus falanges hasta mis manos y tomarlas como su forma de buscar seguridad así como yo quería abrazarlo.
No es lo que quería oír, lo admito... Sin embargo... Se levantó soltando mis manos, dejándome un frío que hasta hoy en día lo siento, vacías, desnudas. Sacó su billetera pero no logré ver lo que él miraba, yo estaba quieto, aturdido de lo que decía.
Hoy hace años... Fue un día fatal, tú... Desde ese día tú dejaste de estar, te fuiste... No volví a verte hasta hace poco, ¿Recuerdas que te he dicho que amo a alguien más? Uhg... Siempre has sido tú y no podía decírtelo así como así, fue chocante para mí, por ello pensé que podía recuperarte asociándote a las cosas que te gustaban anteriormente, por eso te conocía tanto, pero ahora sé que... Pese tengas conductas similares, no eres del todo Ink, por lo menos, no el Ink que iba a ser mi esposo...
¿Qué puedo escribir? Ese momento fue un balde de agua fría en todo mi cuerpo, estaba oyendo parte de lo que quería escribir, cosas que resolvían muchos acertijos dejándome en muchos más problemas mentales, ¿Cómo así que me había ido? ¿Justo en ese día de su cumpleaños? ¿Iba a casarme con él? ¿Qué sucedió? ¿Y por qué tantos años? ¿Acaso estuve en coma? Tantas dudas y solo una me hizo hablar, la que sentía que importaba más, no sobre el pasado, si no sobre el presente, una preocupación mayor, el pensamiento ajeno.
¿Por no ser ese Ink... Ya no me amas? Él giró su rostro, viéndome sobre el hombro para darse media vuelta. Aprendí gracias a ti que el amor siempre se conservará pese a todo, te sigo amando, pero no estás obligado a que sea mutuo.
Tengo envidia hoy en día de cómo él lograba hablar con tanta facilidad, a mí me costaba un mundo poder gesticular fluidamente, teniendo mis trabas. No sé lo que es amar, tampoco ese día, siquiera sabía lo que me gustaba firmemente, pero ahí había una excepción, si me gustaba estar con él, si mi cuerpo respondía positivamente al estar consigo... ¿Será por algo más? Sé que puede sonar un poquito cliché, pero no saber lo que siento está persiguiéndome siempre.
No lo sé... Pero me gustas mucho... ¿Eso cuenta?
No, pero... Es un principio.
Sabía que lo decepcioné, me sentía culpable de no corresponder sus sentimientos hasta ahora de la misma intensidad, y queriendo mi pequeña guarida no soporté más la distancia y me escondí entre sus brazos como un conejo asustado. Error me abrazó de vuelta, acariciando mi cabeza de tal forma que lloré, un llanto tan amargo que no podía nadie de los dos interpretarlo, solo necesité limpiar mi subconsciencia, despejar el nudo de mi garganta, queriendo recordar lo que era amarlo, lo que era mi antiguo yo, llorar porque de alguna forma extraño lo que era recordar, mi cabeza me dolía, pero... ¿Yo podría aprender amar? No tengo que obligarme a hacer estas cosas pero si realmente quiero... ¿Por qué no?
Me afirmé a sus ropajes, absorbiendo su delicioso aroma, y no hablamos por un buen rato, guiándome hasta el sofá para estar más cómodos mientras me rehusaba a separarme, casi me había puesto sobre él al acurrucarme indefenso buscando como un niño a su madre la protección tras una pesadilla, un "estoy aquí" y un pequeño besito.
Oh, Error, si me iba a casar contigo ¿Por qué desaparecí de nuestra vida en un bello día como ese? Es tan extraño, ¿Te habré besado alguna vez? ¿Qué es sentir tus labios sobre los míos? ¿Sentiré el mismo confort que cuando te abrazo, la misma vibración que queda? El calor que queda en mi cuerpo y se pierde cada vez que te alejas de mí... Parezco honestamente un enamorado contando esto, un poeta que perdió a un amor, pero creo que eso soy, alguien que perdió además de su vida, el amor, ¿Y no será también que el amor puede traspasar las barreras del olvido? Porque si fuera así no estaría en la condición de la que estoy, no sentiría lo mismo, no añoraría a alguien que llevo solo unos meses "conociéndolo".
Todo es tan complejo, pero después de aquello comimos un poco de pastel, le había encantado pero no lo demostraba en palabras, sus facciones volvían a la normalidad, podía leerlo otra vez, pese yo seguía estupefacto de la verdad, volvía a sonreír, me gustaba que al menos logré estar con él estos días, poder volver a estar a su lado, aunque ahora que he estado escribiendo todo esto vuelvo a extrañarlo, ¿Será porque aún lo amo? Que todas mis dudas de mi confort sea porque amo o me gusta en demasía algo...
Y si me produce miedo, repulsión... Será porque algo antes influyó en mi vida...
...Nightmare.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top