Confesión

Vengo a confesarme. A dejar frente a ustedes las capas que cubren mi piel. A retirar mis mascaras y mostrarme desnuda.

Estoy temblando. Las heridas han cerrado pero las cicatrices quedan grabadas. Entrelazándose como caminos perdidos que se topan por destino. Estrellas fugaces cargadas de deseos que iluminaron mi cielo por un segundo.

Vengo a confesar mis pecados. He odiado con la fuerza de una tormenta y amado con la intensidad de un huracán, arrasando con todo a mi paso y dejando a tras de mí solo cenizas.

Mi pasado está lleno de sombras. Y tiene tantos matices que si prestas atención, por solo un segundo, podrás ver un arcoíris en tonos grises.

Vengo a confesarme. A mostrar mi rostro frente a ustedes. A dejar caer todos los disfraces. Uno tras otro, hasta que lo que quede sea solo la unión de trozos de piel cosidos por el tiempo.

Vengo a desnudar mi alma. Pedazo a pedazo, hasta que solo quede la niña tímida dentro de su crisálida de cristal. Con las alas rotas, restauradas, fragmentadas y rezurcidas una y otra vez, hasta que sus vuelos se vuelven lentos pero a la vez poderosos, tan poderosos. Como una lluvia eterna que lentamente inunda el pantano.

He recorrido mil caminos para llegar aquí. Me he perdido tantas veces que ya conozco todo los rincones de este mundo. Me hice amiga de la soledad, hermana de los silencios. Me enamore por un tiempo del deseo y termine llorando ebria en los brazos de la conciencia.

Tengo que confesarles que lloro con la luz apagada. La luna tiene la costumbre de hacer brillar las lágrimas como diamantes. Me siento rica. Rodeada de pequeñas fortunas de fantasías, pequeñas ilusiones que desaparecen con respiraciones demasiado rápidas.

Susurro bajo las mantas. Riéndome de mi propia locura. Conversando con mis demonios hasta que el amanecer nos descubre enredados entre idilios y sueños rosas.

Cargo con una mochila llena de esperanzas, proyectos y sueños que han sobrevivido a mi paso por esta tierra. Que han logrado aferrarse a mi inconsciente y florecer como lo hace la hierba. Salvaje e indómita.

Confieso que no me conozco. Estoy en un camino largo donde cada parada es un trozo de mi alma. Donde veo a mil personas y todas tienen algo mío. Las estoy coleccionando dentro de una caja acolchada, para que estén seguras y tal vez, en un futuro, me daré el tiempo de coser cada una con la otra y crear un collage de personalidades únicas que conformen mi ser.

Hoy estoy confesando que no soy perfecta. Que estoy llena de errores, de defectos e imperfecciones de los cuales estoy sutilmente enamorada.

Que me gusta la lluvia, cantar desentonadamente bajo la ducha y salir desnuda envuelta en vapor como si fuera una musa antigua.

Y somos solo nosotros: mis demonios, mi ninfa, mi niña letras y yo, danzando bajo la luna como si no existiera mañana. Dejando en cada paso toda la vergüenza adquirida.

Vengo a confesar que estoy profundamente enamorada, de mi misma.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top