Hoy he golpeado a una chica del grupo de porristas.

Y no, no he sido machista y abusador. Simplemente he defendido a Harry.

No sé qué le sucede a ese niño, es como un maldito imán de problemas.

Nos encontrábamos Harry y yo en las gradas, él llegó de la nada y se sentó a mi lado, simplemente lo ignoré y seguí dibujando lo que sería el modelo de mi próximo tatuaje.

De pronto Samantha, la chica esa zorra con silicona y tetas grandes, llegó también y comenzó a molestar a Harry llamándolo un millón de cosas.

''Idiota'', ''maricón, ''cobarde'', ''bicho'', ''estúpido''. Cabe de recalcar que de pronto la puta esa lo insultó por su sexualidad.

Obviamente yo no estaba enterado de que Harry era gay, y enterarme no cambió ningún aspecto de él. Para mí siguió siendo el mismo.

Creí que Harry le contestaría o algo, pero simplemente bajó la mirada y recibió los insultos.

Yo estaba enojado por saber que estaban insultando a una persona como Harry, es decir, ¡ese chico no le hace nada a nadie!

Mi furia ganó cuando vi que tomó los libros de su mochila y comenzó a lanzarlos a sus amigas mientras estas los rompían.

Allí fue cuando yo me levanté de mi asiento y le propiné un golpe en la cara. No tan fuerte, pero sí como para que se dejara de idioteces y le sangrara el labio.

Cuando Samantha cayó al suelo de las gradas, yo tomé mi mochila y me retiré.

Espero que con eso le haya quedado claro que con Harry nadie se mete, exceptuándome a mí.