Había pasado ya bastante rato desde que Louis había llegado y el tiempo corría rápido.

Cada vez eran menos los minutos en los que podían estar juntos, ambos estaban conscientes.

El trabajo lo terminaron quince minutos antes de que llegara la hora de partida de Louis. Así que Harry trató de aprovechar eso al máximo.

''No me arrepiento de que hayas sido mi compañero de proyecto, Lou'' comentó Harry, sonrojándose un poco y bajando la vista. Sus lentes negros resaltaban tanto en su delgado y pequeño rostro.

''Yo...'' Louis tragó saliva, ''yo tampoco me arrepiento de haberte tenido tres semanas a mi lado, Harry''.

Ambos alzaron la vista al mismo tiempo y sus ojos se encontraron y se mezclaron. Tragaron saliva audiblemente al mismo tiempo.

''Harry''.

''¿Sí?''.

''¿Podría besarte al menos una vez?''.

Harry se sonrojó completamente, pero asintió varias veces dando a entender su rotunda respuesta afirmativa.

''Las veces que quieras, Lou...''

Louis se levantó de su silla y a pasos lentos se acercó a Harry. Puso ambas manos en su rostro y acarició sus mejillas, comprobando su teoría de que eran muy suaves.

Se tomó su tiempo admirando de cerca su rostro. Con cuidado le sacó los lentes. Sus ojos eran mucho más grandes y expresivos sin ellos. El colo verde resaltaba más.

''Quiero reiterar que no me gustas, ¿okey?'' comentó Louis, algo brusco. Sin embargo, por dentro los nervios y la vergüenza lo comían vivo. ''Sólo me estoy dejando llevar por el momento''.

Harry asintió un poco, decepcionado al saber que sabía lo era una cosa del rato. Sin embargo no protestó, realmente quería que Louis lo besara.

''Demonios, eres hermoso'' exclamó Louis, maldiciendo.

Harry miraba extasiado las facciones delicadas de Louis, desde sus cejas hasta sus labios. Vio con sorpresa que su pircing no estaba. Se lo había quitado para no incomodarlo en el beso.

Pudo notar el fino delineador negro que se encontraba enmarcando sus ojos y resaltando el color azul de sus orbes.

''Bésame ya, Lou'' exigió Harry en un puchero.

Louis rió ante la desesperación del niñato, pero accedió, acercándose a él y cerrando los ojos.

Sin embargo antes de tocar sus labios, la alarma de su celular sonó indicando que había llegado la hora de irse, sobresaltándolos a ambos.

Louis reaccionó primero, y se dio cuenta de lo que había estado a punto de hacer. ¡Iba a besar a Harry cuando se había jurado no crear algún vínculo con él!

''Debo irme'' dijo a secas, dando media vuelta, tomando su mochila y saliendo rápidamente (literalmente corriendo) por la puerta.

Harry suspiró, ya no habrían más oportunidades. Aquello había sido una despedida y había sido desperdiciada.

Se levantó a cerrar la puerta y se recargó en ella un buen rato, suspirando y tratando de que su acelerado corazón volviera a su ritmo normal.

Cuando regresó a acomodar el escritorio de trabajo, pisó una libreta de empaste de cuero negra.

''¿Y esto?'' preguntó Harry.

La tomó entre sus manos y la puso en el escritorio, acomodó todo y cuando se hizo lo suficientemente de noche como para dormir, se acostó y tomó la libreta en sus manos.

Comenzó a leerla y paró al instante, dándose cuenta de su contenido.

Era un diario.

El diario de Louis.