Aún puedo Soñar
Los tablones de madera rechinan en el suelo cada vez que los pisos mostrando lo deteriorados que están por el paso del tiempo...
Parece que hace mucho no se les da mantenimiento, están olvidados y descuidados.
En cualquier momento, una pisada podría hacerlos añicos, pero de alguna forma aún se mantienen estables.
Al igual que yo.
La verdad aún no puedo creer que han pasado tantos años desde que estoy aquí.
Eso no me hace sentir tranquila, sólo me recuerda cuánto tiempo he despreciado viviendo.
Aunque eso también significa que estoy más cerca de morir...
Ya ni sé, da igual, todo da igual.
De todas formas ya me siento prácticamente muerta.
Estoy casi todo el día acostada en la cama con los ojos abiertos mirando fijamente al techo.
Es el mejor momento para que los pensamientos simplemente fluyan...
De todas maneras, mi fuerza física es nula y me siento deteriorada.
También tengo la cara pálida... No tengo deseos de salir y ver el Sol sinceramente.
Y lo fría que tengo la piel por los largos períodos en los que dejo el Aire Acondicionado así como mi carencia para sentir emociones más allá de la infelicidad sólo refuerzan esa sensación de haber dado mi último suspiro.
Ah, otra vez estoy divagando...
Volviendo al análisis de mi entorno.
Hay hojas de papel tiradas por todos lados...
No logro hallar la motivación para continuar escribiendo en ellas.
Cada vez que quiero plasmar mis pensamientos para tenerlos más organizados en mi Diario, mi mente produce aún más, creando una mezcolanza sin sentido dentro de mi cabeza y haciendo que pierda toda gana de intentar.
Bueno, igualmente no es tan complicado hacer que me rinda, tengo una gran carencia de fuerza de voluntad, determinación, aptitud, perseverancia o... como quieras llamarlo.
Seh, esa cualidad humana de no dejarse vencer y esforzarse para alcanzar aquello que desean.
En este punto ya no deseo nada para mi vida. He analizado con detalle el futuro y... teniendo en cuenta mis condiciones actuales, no depara ninguna esperanza.
Claro que, podría intentar cambiarlo empezando a mejorar en el presente pero...
Hay que ser realistas, tal vez eso me haga alcanzar un destino donde esté mejor económicamente pero...
La vida no será mejor, seguirá siendo la vida sin sentido que es con sus leyes que nunca cambian.
La existencia, continuará siendo un crimen, la humanidad seguirá siendo lamentable y Yo siempre seré Yo.
Haga lo que haga, el destino será cruel y la vida dura, como siempre ha sido.
De nuevo... Ni siquiera puedo terminar algo tan sencillo como un mísero análisis de mi entorno.
Qué patético, ¿verdad? Mi mente es totalmente fatalista...
En fin.
Esta alfombra roja es la única cosa que decora la habitación...
Me gusta mucho su diseño.
Hay muchos mosaicos en ella, podría estar mirándolos por horas, perdida en sus figuras y formas que se me hacen tan exóticas.
Siento que mientras más las observo, más fuerte es el escalofrío que recorre mi espalda.
Entonces puedo empezar a ver fantasmas donde no lo hay.
Puedo ver como sus ojos me miran fijamente penetrando en mi interior...
Me genera mucha ansiedad ver cómo la alfombra me observa, pero...
No pararé de devolverle la mirada, ¿verdad?
Una vez mis ojos se clavan en algo es difícil que se despeguen.
Ja...
He estado aquí encerrada por tanto tiempo... He estado sola por tantos años... que creo que estoy perdiendo la cordura.
Aunque después de todo no recuerdo que alguna vez haya tenido cordura.
Jamás fuí una persona muy normal, es precisamente por eso que sigo aquí, ¿no?
Pero de cualquier manera... Últimamente sólo voy en decadencia mental.
Me estoy volviendo loca... solo camino de un lado a otro en la habitación, sin sentido alguno...
De hecho, lo estoy haciendo ahora...
¿Por qué hago eso? No lo entiendo...
¿Por qué no puedo parar de ser así?
¿Por qué? ¿Por qué?
¿Por qué no puedo dejar de pensar? ¿Por qué me obligo a mí misma a estar atrapada con mis propios pensamientos sin ninguna distracción a mi alrededor? ¿Por qué amo tanto torturarme de esta manera? ¿Por qué me resulta tan dulce mi sufrimiento?
¡Agh! ¿Por qué siquiera le doy tantas vueltas a esto si no importa? Nada lo hace...
He leído cada libro de esa estantería, miles de veces, y podría volver a leerlos todas las veces que fueran necesarias.
Son de las pocas cosas que tengo para pasar el tiempo, la verdad adoro estar horas analizándolos palabra por palabra, encontrando miles de nuevas interpretaciones y significados que antes no conocía.
Realmente soy una persona rara...
No sé qué clase de persona se distrae mirando fijamente a una alfombra o analizando minuciosamente los mismos libros.
Además, ¡soy muy contradictoria!
Digo que estoy atrapada aquí sin distracciones, ¡pero realmente hay tantas cosas que hacer! Siempre hay algo que hacer... Siempre se puede encontrar una manera de perder el tiempo...
Pero... ehm... ¡Tengo una consola con... un único videojuego! Algo es algo...
Y aún así... Sólo camino... Amo hacerlo...
¿Qué clase de persona desperdicia tanto tiempo caminando de un lado a otro en su habitación pensando en estupideces como esta?
La verdad es que ni yo misma me entiendo y creo que tampoco quiero entenderme.
De alguna manera me tranquiliza decir que soy una persona que carece de sentido, bueno, realmente no pero...
Creo que si llegara a encontrar el sentido de por qué hago todas estas cosas...
Quizás... quizás descubriría algo peor que el hecho de que soy una persona extraña...
Tal vez es algo que no debería de saber... Quizás mi cerebro me hace actuar así por alguna razón...
Quizás hay algo horrendo atrás de todo esto, de cada una de mis acciones y pensamientos...
Quizás sí hay un sentido...
Realmente... eso me asusta...
pensar que mi propio cerebro me está ocultando algo...
Algo que seguro no quisiera recordar...
Algo que preferí olvidar y desterrar por algún motivo...
Algún espantoso motivo...
Y preferí volverme lo que soy ahora...
Estoy... sólo estoy siendo paranoica de nuevo... ¡No tengo por qué teorizar tanto jaja! Ja...
Maldición...
Quiero... dormir.
Es que, es que, es que, ¡no puedo soportarlo! Se me acaban las opciones y definitivamente salir de este lugar no es una de ellas.
Ya he quemado hasta el final cada distracción y no estoy dispuesta a buscar otras más.
Después de todo terminaré volviendo al punto de partida.
Es estar todo el día acostada en mi cama con los ojos abiertos o por otro lado caminar en círculos mientras estoy siendo acuchillada por miles de pensamientos que simplemente no dejo de formular o quedarme profundamente dormida y escapar de ese destino tan horrible.
Definitivamente siempre termino cayendo ante la segunda opción.
Lo seductora que es la idea de dormir y desconectarme de este mundo, de esta realidad, de mi mente y de mis pensamientos para estar en un mundo en el que no tengo que pensar, un mundo en el que soy libre, un mundo que me entiende, un mundo donde puedo entenderme sin ser consciente de ello de tal manera que no pueda afectarme de alguna forma negativa, un mundo en el que no tengo...
no tengo que temer de ser lastimada porque ni siquiera es un mundo real y cada acto que cometa no va a tener ninguna consecuencia ni peso en mi vida, no tengo que cargar mis responsabilidades en un lugar donde no existen.
¡Un mundo en el que puedo estar tranquila y disfrutar de una paz que pocas veces puedo sentir! Un mundo que, aunque no me hace sentir más llena por dentro, sí me da un descanso de la existencia.
Supongo que por tonto que pueda sonar... la cama es mi mejor amiga. Ciertamente adoro dormir, adoro cerrar mis ojos como si me estuviera yendo de este mundo, como si mi alma estuviera volando al más allá atravesando las nubes y rompiendo con todo mi ser, llegando hasta las profundidades más remotas de mi mente que ni yo misma conozco en donde hay un mundo que se siente como mi hogar porque después de todo yo soy la única que me entiende... o al menos la que mejor lo hace...
Es por eso que en ese lugar donde se reflejan todas las cosas que odio, todas las cosas que amo, en ese lugar donde puedo ver pasar cada aspecto de mi vida sin ser consciente de ello y recordando sólo pequeños detalles al despertar, donde puedo dejar de ser Poniko y volverme una ventana cuyos cristales reflejan mi alma... Es simplemente perfecto. Es simplemente mi santuario.
Además yo... yo ya no quiero seguir pensando. Cuando duermo no tengo que pensar, cuando duermo mis pensamientos se apagan.
Es un escape muy sencillo, es mi escape perfecto.
A veces casi olvido como es ese sentimiento de tranquilidad donde puedo simplemente respirar y no pensar, no pensar, no pensar...
ya no quiero pensar, pero lo sigo haciendo sin parar...
Es como una adicción, sé que me hace daño pero es tan satisfactorio, es lo único que puedo hacer y me da miedo.
Me asusta, me torturo a mí misma porque no entiendo.
Después de todo ni yo misma me entiendo, y eso que soy la que está más cerca de conseguirlo.
Hay muchas cosas que hago que son tan extrañas... soy tan patética, tan estúpida, tan rara. Es por eso que alguien como yo no puede salir e interactuar con la sociedad, además de que no vale la pena, es un gasto innecesario de energía, no tengo derecho y no soy apta.
Es porque ellos me aterran y yo les aterro a ellos. Por eso se alejan y yo me alejo.
Entonces supongo que es mejor que ni siquiera coincidamos.
No quiero cruzar miradas con ellos. Si no puedo ni siquiera soportar el peso que tiene las miradas de las paredes observándome con desprecio entonces no quiero saber y no quiero recordar cómo son las miradas de desprecio de las personas reales.
Siento que cuando las veas no sobreviviré, no podré hacerlo.
Me quedaré aquí encerrada y siendo constantemente juzgada por las cuatro paredes de mi cuarto, completamente acosada por mi alfombra, completamente sola con mis acuchillantes y destructores pensamientos.
Es mi castigo, es lo que alguien tan desgraciada y tonta como yo merece.
Alguien que decidió que no quería esforzarse y que no quería vivir esta vida.
Alguien que decidió que quería dormir en lugar de pensar en algún futuro porque me di cuenta que alguien como yo no tiene un futuro o al menos no tiene un futuro feliz.
Porque yo... bueno... Nunca podré ser realmente feliz del todo.
Siempre... siempre he estado con ese sentimiento de amargura, ese sentimiento que hace que me sienta todo el tiempo cansada y sin fuerzas, con ganas de tan solo acostarme, desaparecer, desvanecerme de este mundo.
A veces solo quiero ser invisible, a veces solo quiero salir volando e ir a un lugar en el que no haya nadie para poder descansar y olvidarme de todo, olvidarme de todos, olvidarme de que existo, olvidarme de que yo soy alguien real, olvidarme de lo patética que soy y no tener que convivir más conmigo misma... en un mundo que es una farsa pero dónde eres libre y puedes ser tú e ir divagando y caminando como siempre lo hago... como lo estoy haciendo ahora.
Eso es a lo que llamo soñar.
Tantos pensamientos fatalistas llenan mi mente, todo el tiempo y aún así soy tan cobarde que no me atrevo a dar el paso para pasar a mejor vida.
No me atrevo... tengo demasiado miedo porque soy alguien realmente patética.
No importa cuántas veces piense en ello, nunca voy a ser capaz de hacerlo...
Y la verdad es que ahora todo da igual, nada importa... en esta vida nada importa.
La única manera de escapar de todos estos sentimientos, la única manera de escapar de la tortura de la existencia es cuando cierras tus ojos y duermes.
Pero no puedo... no puedo volver a dormir. Si lo hago no voy a querer despertar nunca más.
Pero no importa cuánto tiempo espere, al final del día esa es mi única opción. Prefiero dormir por la eternidad que quedarme aquí esperando a que la muerte toque a mi puerta.
Porque al menos en un lugar así, aún puedo soñar.
Así que, lentamente, Poniko se acercó a su cama perfectamente organizada para proceder a ocultarse bajo sus cálidas mantas y sin mucho esfuerzo, quedarse profundamente dormida.
Ahora su alma se despegaba de su cuerpo y le arrebataba a su mente la conciencia para cambiarla por sueños, y luego se transformaría en distintos mundos que sólo Poniko, quien ahora era Madotsuki podría comprender.
Ahora que la joven se encontraba despojada de emociones y con un rostro renovado e indiferente volvió a su habitación la cual se sentía diferente.
La puerta de salida de su cuarto ahora era la llave a su interior mismo.
Ella, siendo tan sólo una ventana en esos momentos, un recipiente vacío, no sintió temor alguno y la abrió.
Así llegó al Nexo, el lugar lleno de otras 12 puertas a través de las cuales podría realizar lo que más deseaba, caminar y divagar sin consciencia alguna por el mundo que su alma creó con su esencia misma.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top