Capítulo.- 13
Salgo de la habitación en completo silencio después de haber tomado mi morral con las cosas correspondientes que usare en este día, me detengo fuera de esta para poder abotonar el saco, después, de mi antebrazo tomo la bufanda blanca que habia tomado de mi cajonera hace unos instantes.
Camino hasta fuera del baño solo para poder verme en el espejo, el maldito gorro blanco está mal acomodado y eso solo hace que me frustre aún más de la cuenta. Lo quito de golpe de mi cabeza dejándolo en una esquina del lavabo así como los guantes que hacían un muy buen conjunto con la bufanda y el gorro, tomo ambos extremos de la bufanda y la coloco alrededor de mi cuello cubriendo un poco mi boca por solo segundos, después me dedique descubrirla cuando ya estaba bien puesta la bufanda, tome el gorro blanco tejido y lo coloque en mi cabeza de una manera más tranquila y por supuesto en la que no estuviera al revés.
Tomo mis guantes, acomodo mejor el morral sobre mi mochila y comienzo a caminar por el pasillo colocando mis guantes en completo silencio. No ha dejado de nevar, hace más frío del habitual.
Paro en seco cuando llego a la cocina, con mi atención puesta en Harry quien solo está sentado en una de las sillas del comedor con su computador portátil encima de la mesa y una taza de color roja a un costado suyo, el aroma del café es penetrante en toda la casa, un aroma bastante exquisito.
Alzo la mirada decidida a caminar hacia la alacena, cuando abro una de sus puertas tomo la caja de galletas que habia en esta, me aproximo a la barra tomando mi refractario de plástico para colocar en estas algunas seis galletas de nuez, al terminar solo cierro la caja así como el refractario.
No dejo de mirar a Harry mientras coloco el refractario en mi mochila, me ha molestado bastante su actitud hostil y desinteresada hacia Rachel, esa maldita actitud de un tipo que no está interesado en saber a profundidad, que es lo que pasa con su novia.
Cierro el morral en completo silencio cuando el refractario y los cuadernos estan bien acomodados dentro de este, mis lapiceros y bolígrafos no son la gran cosa para estorbar, estan en un pequeño estuche de caja demasiado delgado en donde mis colores también hacen su trabajo de adornar la lapicera purpura.
─Deja de fastidiarme con esa puta mirada, Abbout. Pareces una inmadura ─su molestia es notoria a la hora de hablar.
─ ¿Inmadura yo? ¿Lo dice el imbécil que llamo "puta" a su novia?
Harry, cerró aquella laptop de manera agresiva, haciendo como la siguiente acción el levantarse recorriendo un poco aquella mesa para caminar hacia mi dirección, no retrocedí, ni siquiera me hice pequeña ante su presencia frente a mí.
─ ¡No te metas en lo que no te importa, Diana!
─ ¡Entonces ten un puto más de respeto por TU novia, Styles! ¡Porque el llamarla "puta" es algo de muy pocos testículos de un hombre!
─Creo que tú ─me señalo─ no tienes mucho que opinar. Guárdate tus mierderos de palabras, Diana. Recuerda de donde te saco Michael.
─No nos mordamos aquí la lengua, Edward ─lleve la mirada a la entrada observando a Michael de brazos cruzados─. No nos conviene hablar Harry.
─Cierra la boca Joe ─fue lo único que Harry dijo antes de darse la vuelta a la mesa para volver a sentarse en aquella silla.
─Diana, vámonos, se hace tarde,
No dije nada, me dedique a seguir mirando a Harry hasta que por fin me decidí caminar hacia la salida, pase a un costado de Michael en donde pude ver de reojo que no dejaba de mirar con molestia a Harry.
Provocarlo de esa manera no era mi intención, pero... no era justo que el hijo de puta le haya dicho aquello a Rachel, quien desconsolada y hecha un mar de lágrimas decidió marcharse del apartamento treinta minutos después.
Bajo las escaleras a una velocidad normal, con mis brazos cruzados escuchando detrás mío los pasos de Michael. Una vez abajo nos dedicamos a caminar hasta aquel auto, pocos pasos antes de llegar la alarma fue quitada y mis manos decidieron tomar la manija ya abrir la puerta del copiloto, entre en completo silencio quitando mi morral una vez la puerta estaba cerrada para colocarlo en mis piernas.
Michael, fue el siguiente en entrar, lo bastante serio como para no querer ni siquiera mirarme, lo bastante serio como para solo querer llegar a la escuela y regresar aquí, a enmendar los problemas con Harry.
***
Llegamos a la preparatoria... Esta más desierta que nunca y, a lo lejos puedo ver a los conserjes y profesores adornando con escarcha verde y luces blancas la entrada y los árboles secos que hay en el sitio.
Los autobuses escolares han dejado a algunos estudiantes, otros han sido dejados por sus padres o hermanos o inclusive parejas. No hay nadie que no esté portando un abrigo, una chamarra, bufanda, guantes, gorros, algo abrigador.
Mi atención se posa al frente al bonito auto color azul metálico que se ha estacionado, auto del cual veo bajar a Gregori sumido en una serenidad que desaparece al llevar su mirada hacia el auto en donde me encuentro, su sonrisa burlona e irónica me hacen verlo por segundos, mientras avanzaba por el camino descubierto llevando con frecuencia su mirada hacia mi dirección.
─Tiene cara de que era un grandísimo hijo de puta contigo ─miro a Michael quien mantener su mirada al frente, su mano derecha está en el volante y sus dedos de encargan de golpearlo─. Un grandísimo hijo de puta ─dice una vez más entre dientes.
─... Lo era ─digo bajando la mirada─. Te veré más tarde ─me acerco hasta su mejilla para plantar un beso en esta, abro la puerta del auto un poco.
─ ¿Te molesta hablar de él? ─murmura, paro en seco y entonces giro hacia su dirección.
─Es como si yo te preguntara, que, que tal follabas con esa tal Elin ─dije y él solo sonrió un poco─. O como si te preguntara que si te molesta que la mencione, si te incomoda, si te da vergüenza.
─Bien, bien ya entendí, no lo mencionare ─me miró─ no te pongas así.
─... Si no te molesta... quisiera pasar una semana con mi padre y hermano, en los días de descanso que Jolson nos dará ─murmuro y él frunce su ceño.
─ ¿Fue por lo de Harry?
─Por lo de Harry, porque quiero ver a mi padre y hermano, por un hijo de puta me hizo la pregunta más estúpida sobre si me molestaba que hablaran de mi ex novio.
─Te dije que no volvería a tocar el tema ─sonrió acariciando mi mejilla, lleve la mirada a otro ángulo─. Di... Puedo llevarte a ver a tu padre y hermano pero que te quedes, será imposible. No puedes hacer eso.
─... Como sea ─aparte su mano y gire hacia la puerta una vez más─. Te veré luego.
─Cuídate Diana...
Medio sonreí así como medio asentí, acomode el morral sobre mi espalda y me decidí a dar la vuelta para caminar hacia la institución.
¿Saben de qué me he dado cuenta?
Michael no es alguien que pida disculpas por cometer un error... Y, aunque quiera hacerlo hay algo que no se lo permite, es decir... Lo tiene lo bastante alejado de aquello.
Miro un poco hacia atrás asegurándome de que seguía ahí, estacionado, esto es lo que hace siempre, espera a que yo entre a la institución y poco después se va, Tristan me lo confirmo.
Sé que me hará bastantes preguntas cuando entre, sé que April y su acompañante no se quedaron calladas con lo que Harry les dijo ayer y, aunque hoy en día ya sea verdad que Michael es mi novio, no dejaran de llover tantos nuevos comentarios que... sé que me lastimaras una vez más.
Tengo que hablarle ya a Michael sobre esto...
***
Entro al lugar caminando con extrema rapidez hacia el aula en donde tendré mi primera hora de clases, con mi morral sobre mi espalda y con la mirada en diversos puntos de los pasillos. Han estado colocando decoraciones por diversas partes, además de cuadros llamativos dando la promoción al evento que se llevara a cabo aquí el día viernes, el último día de clases.
Se llevará a cabo una obra teatral de uno de los grupos de segundo, imagino que la actuación de los personajes para la obra de "Los fantasmas de Scruse" será algo de lo que llevara buen impacto, los que estan llevando acabo la obra son sumamente profesionales y claro, no olvidare que después vendrá la fiesta navideña que se espera pasar en compañía de toda la escuela incluyendo a los profesores y conserjería.
─ ¡Diana! ─giro sobre mis talones encarando a Lavanda, una chica de tercer grado quien habia estado a cargo por un tiempo del periódico estudiantil, encima de aquel uniforme lleva un saco color verde militar así como un gorro del mismo tono, su cabello es rojo así como la pintura que lleva en los labios, extremadamente pálida pero sobre todo, demasiado amable.
─Lavanda ─le dedico una media sonrisa cuando ya está frente a mi─ ¿Qué tal estas? ¿Sucede algo?
─Keyna ha cancelado el tocar para los eventos del día viernes ─lleva sus manos al frente, habia olvidado que esta chica llevaba las organizaciones junto con otros de su grupo─. Me dijeron que tocas violín y te vi practicar en estos días, quisiera saber si podrías ayudarnos.
─Oh... lo que pasa es que ese día no planeare venir al evento ─digo sincera─. El jueves será mi último día.
─Diana, por favor ─junta sus manos en forma de súplica para dar al menos dos brincos pequeños en su lugar─ esto es muy importante.
─De verdad, no me gustaría ─doy dos pasos atrás como entendimiento de que ya debía retirarme─. Tengo otros planes para ese día, por esa razón no podre presentarme.
─Bastara con que solo vengas a la presentación que Keyna pensaba dar... solo serán unos minutos y después podrás irte.
─...
─Por favor ─sus ojos eran más de súplica que nada, sabía que estaba en aprietos porque ella y unos más de su grupo habían preparado todo esto, creo que... no era culpa suya que Keyna —chica de mi grupo— haya quedado mal en lo que estaba por hacer. Suspire y comencé a sentir con suavidad sin dejar de mirarla─ ¡Gracias, gracias, gracias, gracias! ─me abrazo con fuerza y yo solo le correspondí forzando una sonrisa─ ¡no sabes cuánto te lo agradezco, me has sacado de un puto apuro! ─se separó de mí para tomarme de los brazos─ de verdad gracias.
─De nada ─mencione forzando una sonrisa.
─Te espero hoy en la salida para ensayos generales, nuevamente gracias ─y sin más que decir, se dio la vuelta para salir corriendo y gritando en busca de una chica más.
Mierda... no he traído el violín.
Un suspiro de fastidio me inunda, me doy la vuelta en seco volviendo a caminar hacia el aula a la que tenía planeado ir y, una vez llego a esta, Tristan está sentado en su pupitre con su celular en manos, no me mira, ni siquiera se digna a saludarme cuando yo lo saludo al estar ya en mi respectivo lugar.
Lo miro con mi ceño fruncido, aun con mi morral sobre mi espalda y mis manos encima de mis piernas. Vocecitas escandalosas me hacen llevar la mirada hacia los pupitres de hasta atrás, April y su grupo de amigas no dejan de mirarnos, tampoco dejan de hablar de un tema que suponía, se saldría de control.
Bajo la mirada al piso moviendo mis pies uno tras otro, provocando un sonido con la suela de mis zapatos no muy fuerte pero si perceptible.
─ ¿Ahora que mierda hice, Tristan?
─Oh, nada ─menciona sin apartar la mirada de su aparato─. April y su grupo me han sacado de quicio desde que llegue.
─ ¿Y por eso no me saludas? ─me giro recargándome por completo en el respaldo del pupitre─ que mal educado.
En ese preciso momento, Gregori y uno de sus amigos entraron al aula en completo silencio, Gregori y yo chocamos miradas pero el tipo no hacía nada más que solo mirarme y dedicarme sonrisas demasiado irónicas, sonrisas que a decir verdad, ya habia visto antes en un suceso que difícilmente querré recordar.
Tristan sigue el juego de las miradas hasta que el tipo se dirige a su propio asiento, su amigo se ha sentado a su costado y fue en ese momento que April caminó hacia él de una manera en la que quiera hacer que los celos en mi aparecieran, más que nada por la manera en como llego hacia Gregori y como uso sus "encantos" para sacarle una enorme sonrisa al chico que coloco una de sus manos en la espalda de la chica para llevarla más debajo del final de su espalda.
Negué sonriendo.
─Tienes algo mejor que eso, Diana ─Tristan suena irónico─. Gracias por decirme lo que hay entre Jackson y tú.
─Lo siento ─digo entre dientes─. Te contare mejor los detalles... y lo que me acaba de pasar.
─Espero el tipo sepa los detalles de Diana Walker ─la voz de April suena risueña, la miro con fastidio─. El tipo no se ve como alguien que soportaría estar con una puta.
─Ignórala, Diana ─Tristan me toma de la mano, lo miro.
─Puede ignorarme, pero a ella no, es decir... Mírala Tristan, ¿no te da asco juntarte con una tipa como ella? ─las risas salieron a flote.
─Asco seria ser amigo tuyo, April ─Tristan la mira con su ceño fruncido─ tener una amiga que tiene novio y se acuesta con Gregori, eso es de dar asco y pena.
─Mi relación con Marvin termino hace días ─responde la chica un tanto molesta.
─ ¡Mas vergonzosa la cosa! ─Tristan se colocó de pie tomando mis manos para que también lo hiciera─ ¿te dejo porque supo lo puta que llego a ser su novia?
─ ¡Sayer! ─la voz del profesor Elyes nos hizo sobresaltar, al girar el hombre de anteojos y cabello a cepillo nos miraba con desaprobación total─. Supongo las palabras que dijo las debió de haber aprendido en casa.
─De hecho de mis compañeros presentes ─Tristan suena divertido, comienzo a negar.
─De sus compañeros ─el profesor repite─. Srta. Walker, la directora quiere verla en su oficina... Mi más sincero pésame a usted y a su familia, Srta. Walker.
Fruncí mi ceño por lo último que habia dicho, Tristan me miro con ojos entre abiertos como si tampoco entendiera nada del asunto, los presentes ahora habían dejado de hablar solo para fijar su atención en lo que ahora se habia dicho.
Mire a Tristan que no decía nada, comprendía que yo tampoco habia entendido nada de lo que este hombre habia dicho, fue ahí que decidí salir del aula para caminar hacia donde estaba la oficina de la mujer.
Creo que en lo único que ahora podía pensar era en un hombre...
Comencé a correr como si alguien estuviera persiguiéndome, de verdad que la duda era tan grande y sobre todo el miedo que no hubo un momento en donde no dejara de pensar en lo que mi cabeza habia hecho un escenario.
Llegue a la oficina de la mujer, al abrir la puerta y entrar la vi hablando por teléfono, me una seña de que me sentara y así lo hice, mientras escuchaba su conversación, no sabía quién estaba del otro lado de la línea, pero comprendía por su mirada que era un asunto a tratar conmigo.
Guardó silencio unos segundos antes de despedirse de aquella persona y colocar el teléfono inalámbrico en su posición.
─Diana, lo lamento mucho de verdad, me he enterado hace unos minutos y fue por la llamada de tu tío.
─... ¿Disculpe?
─El fallecimiento de tu padrastro ─dice con afligides, fue ahí que abrí los ojos más de la cuenta por sus palabras, la impresión me golpeo tan duro que no podía articular lo que habia dicho.
¿Brynd Walker estaba muerto? ¿Brynd? No es posible... yo lo vi el día de ayer... lo vi, lo vi, juro haberlo visto con los Jolson... Juro que cuando salimos de ese lugar imagine que las cosas se iban a aclarar de mejor manera.
─Siento que haya tenido una muerte tan espantosa... no se lo merecía, era un gran hombre.
─...
─ ¿Cómo está tu madre y Charlotte?
─... N-no lo sé ─tartamudeo, no por tristeza si no por impresión─. Y-yo no vivía con ellos desde hace semanas.
─ ¿No lo sabias?
─No...
─Dios santo... Diana lo lamento mucho, en verdad lo lamento mucho.
─No se preocupe ─me levante de la silla─ ¿puedo retirarme?
─Sí, sí, sí, claro que puedes ─ella se levantó de la silla caminando hacia mí, lo que recibí de ella fue un abrazo, abrazo que correspondí algo seca y fuera de lugar, es decir, ella no ha sido una persona muy amable y Brynd... Brynd solo causo impresión con esta noticia─. Lo lamento mucho... informare a los profesores para justificar tus faltas.
─Gracias ─y sin más, me aparte de ella dispuesta a caminar hacia la salida.
***
Bastián no ha dejado de llamarme y enviarme mensajes... No ha dejado de insistir una vez le conteste la primera llamada para preguntarme como estaba yo y mamá, claro que no pude decirle mucho y por desgracia se me salió el decirle que llevaba un mes viviendo en otra parte, él, desde que Brynd me vendió a Jolson no habia vuelto a tocar su casa debido a estar cuidando de mi padre por el pequeño viaje que hicieron juntos.
No imagino la cara de sorpresa de mi hermano al decirle que no vivía más con ellos, pero también de enojo, al decirle que estaba viviendo con dos tipos de los cuales me encantaría presentarle algún día.
Estaba molesto, tan molesto que me gritaba cualquier clase de cosas para hacerme sentir mal por un momento, pero creo que lo que más me importaba ahora, era llegar hasta los edificios en donde Jolson hacia sus negocios con gente importante.
Sé que si Michael y Harry estan allí, se asombraran demasiado por verme en ese sitio y no en la preparatoria, pero solo quería saber quién y porque lo asesino... Charlie, Will... Tantos candidatos para un poco hombre como Brynd, tantos candidatos que sé, rompieron la familia que mi madre estaba comenzando a considerar más que perfecta con la llegada de su nuevo hijo.
Bajo del taxi una vez estamos a una cuadra de llegar a aquellos edificios viejos, le pago treinta dólares al hombre quien amablemente me trajo hasta acá, deseándome suerte tras entrar en aquellas zonas "peligrosas".
Agradecí con una sonrisa y comencé a correr hacia los edificios sin dejar de temblar por el frío que sentía en mis piernas, en la parte del rostro que la bufanda no estaba cubriendo.
Habia dejado de nevar pero sé que volvería a pasar dentro de horas, el clima no es lo mejor para entender que saldrá el sol y por un momento los rayos del sol nos calentaran, esta nublado, muy nublado y eso me está matando lentamente y todo por el frío que cala hasta los huesos.
Llego al estacionamiento en donde hay dos hombres fumando mientras conversaban, Dylen y un hombre llamado Fred me saludan, respondo a su saludo completamente congelada, sus ceños fruncidos son muestra de que estan un poco abrumados con mi presencia sin Michael y Harry, sin embargo, ambos vuelven su conversación en un abrir y cerrar de ojos.
Una vez dentro del lugar, subo las escaleras casi corriendo, estoy tan entumida que siento mi rostro demasiado rojo. Mi atención se posa en las dos voces de dos hombres quienes ríen casi a carcajadas, con más decisión corro hacia arriba llegando al segundo piso y pronto a la oficina de Jolson.
─ ¡¿Lo has asesinado?! ─alzo la voz entrando llamando la atención del robusto y Banner, ambos anonadados por mi presencia.
─ ¡Diana! ─Charlie se coloca de pie con un habano en sus manos─. Muñeca no esperaba verte aquí tan pronto.
─ ¡¿Lo has asesinado, Jolson?! ─volví a preguntar insístete, Banner solo sonreía de oreja a oreja.
─Creí que te alegraría saberlo, Diana ─dice sin dejar de sonreír─ ver muerto al tipo que te metió en todo esto, al tipo que fácilmente te soltó a mí.
─... Mierda, Jolson...
─Oh, Diana... no hará falta nena ─comenzó a caminar de nuevo hacia su silla, de manera lenta─. Es un hijo de puta que duras penas podía mantenerse ya de pie, me debía el dinero bastante como para joderlo por completo. No sufrió mucho, espero ─y entonces comenzó a reír mientras Banner le seguía el juego.
─Conociéndote, sé que sufrió más de lo que nadie se puede imaginar Jolson ─respondí─. Y en compañía de Will, sé que la cosa fue más severa...
─No te comprendo, Diana ─respondió encarándome─. Ayer, disfrutabas los golpes que le dábamos a ese hijo de puta, hoy apareces aquí bastante ofendida.
─ ¡No era para lo que asesinaras, Jolson! ─grite.
─ ¡Era para asesinarlo y más, Walker! ─ahora, fue él quien hizo resonar el lugar, al escucharlo gritar así, me sobresalte por el nivel tan alto que uso en su voz, el habano que tenía en su mano fue dejado en un cenicero de cristal─. ¡Tú puto padrastro jugo lo bastante chueco conmigo para no matarlo! ¡Ese hombre por el que ahora sientes "lastima" estaba con la soga al cuello y todo por su completa estupidez de querer irse de la puta ciudad sin mi permiso!
─...
─ ¡¿Adivina quién casi termina muerto por culpa de ese hijo de perra?! Si Brynd abandonaba la ciudad ¡yo terminaba muerto! ─avanzo hacia mí.
─... No haría daño que un bastardo como tú terminara lleno de plomo, Jolson.
La palma de su mano se estampo con fuerza sobre mi mejilla, el sonido fue fuerte, así como el ardor que comenzó a consumir la zona afectada a los golpes que, el mayor de los Jolson me habia proporcionado.
Me tomó de la barbilla con tanta fuerza que me hizo llevar la cabeza hacia atrás por segundos por inercia, presiona tan duro la zona que mis manos se colocaron en su brazo solo para tratar de apartarlo, pero no podía, no con la fuerza de este hombre.
─Tampoco haría daño que una puta como tú, recibiera una buena lección por tonos de voz hacia mi ─y entonces, me soltó con brusquedad.
Detrás mío, el sonido de la puerta cerrarse me lleno de pánico, pero... el sentir las manos de Banner quitar mi morral fue una cosa que me hizo estremecer de miedo. Trate de apartarme Banner hizo que llevara mis manos detrás de mi espalda y cuando Jolson iba a acercarse a mi, creo que lo único que pude hacer fue arrepentirme de venir hasta acá.
Volví a sentir el asco, la repulsión cuando Banner entrelazo sus dedos en las hebras de cabello de mi nuca y hecho de mi cabeza hacia atrás, con una mano cubriendo mi boca, con la otra tomándome del pelo y sus labios mordiendo y lambiendo de mi cuello.
Ya estaba llorando... estaba llorando a gritos ahogados al sentir al segundo hombre quitar mi saco con tanta desesperación que me repugnaba aún más.
Aunque ahora tuviera mis manos libres me era imposible hacer algo con ambos hombres quienes me decían toda clase de cosas repulsivas que para ellos, eran dignas de ser dichas.
El gorro, la bufanda, los guantes... todo aquello que me estaba protegiendo del frío se me estaba siendo arrebatado dejándome aún más al descubierto de ellos dos...
Creo que lo peor, fue cuando hicieron que me pusiera boca abajo contra el escritorio de ese hombre, sin importar que un montón de cosas fueran tiradas, sin importar que ahora mis gritos fueran más fuertes por no tener ni una mano cubriendo mi boca.
Creo que solo fueron segundos cuando todo lo demás que me cubría, habia comenzado a ser desprendido de todo mi cuerpo.
Te lo mereces... te lo mereces...
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