(Narra Catherine) ***

Estuve buscando a Azul por todo Octanvillene y de no haber sido por Jade habría seguido buscándolo ahí.

Resulta que hoy Azul estaba en el club de juegos de mesa.

Había escuchado hablar de ese club más de una vez, pero nunca había tenido la oportunidad de ir en persona.

Tampoco es como si Cater y los demás hubieran querido ir.

Con falta de aire me paré frente a la puerta del club para respirar tranquilo antes de abrirla.

"Toma aire 5 segundos.

Suéltalo.

Toma aire 5 segundos.

Suéltalo.

5 segundos.

Suéltalo.

Eso es Catherine, lo estás haciendo bien. "

Cuando finalmente mi respiración se normalizó, giré el pomo y entre.

Había varias personas en el club, a lo lejos pude distinguir a Azul jugando al ajedrez con Idia.

Me sabe mal tener que interrumpir su partida, pero no he llegado tan lejos para nada. Necesito saber como seguía el libro.

Podía sentir mis piernas temblar por los nervios ¿O era vergüenza? No sabría decirlo.

Fui avanzando despacio tratando de no llamar mucho la atención ni perturbar el silencio de la sala.

Solo estaba a unos pasos de Azul y...

Pensándolo mejor, tal vez haya una versión digital del libro en Internet.
Será mejor que dé media vuelta.

- ¿Umm? Hola Cater ¿Necesitas algo? - habló Azul.

De acuerdo Catherine, ahora sí que sí no te puedes echar atrás.

- Eh... Sí - traté de decir con seguridad. Pero mi voz salió entrecortada dejando al descubierto mis nervios.

De repente sentí como si todo el mundo me estuviera mirando. Miré con discreción a mi alrededor solo para confirmar que, en realidad, nadie me estaba mirando.

"Catherine, estas siendo paranoico"

- ¿Y bien? - dijo Azul mirándome confundido. Oh no, estuve callado más tiempo del que debería.

- Eh... Bueno... Es una tontería... - Comencé diciendo - Yo... Hay un libro que me gustaria leer... Pero aquí solo tienen una copia de él y lo tienes tú... Y bueno, yo... Me preguntaba si ya lo habías terminado para así yo poder leerlo - mi corazón iba a cien por hora.

- ¡Oh, ya veo! Pero vas a tener que ser más específico ¿De qué libro se trata? -

-"El chico y el lobo"- respondí.

Azul apretó los labios y frunció levemente el ceño.

- Lo siento Cater, aún no lo he terminado. - dijo.

- Ah... No pasa nada... Perdón por las molestias... - dije y estuve a punto de irme, pero me detuve cuando Azul volvió a hablar.

- Sin embargo - dijo - Si estas dispuesto a firmar un contrato conmigo te lo daré sin protestar -

Todo aquel que lleva más de un año en el instituto sabe que no es buena idea firmar contratos con Azul, por obvias razones. Solo alguien realmente desesperado haría algo así.

- Gracias por la oferta, pero creo que no - dije en un tono amable. Lo último que deseaba era meterme en problemas con un líder de dormitorio.

Salí del club de juegos de mesa a paso ligero y una vez en el pasillo comencé a respirar como si hubiera corrido una maratón. Me sentía nervioso y no estaba seguro del por qué.

Espera, esto no son nervios. Es miedo.

¿Pero de qué? ¿Azul?

- ¡Cater! - dijo una voz no muy lejos de mi. Era Kalim.

Se acercó a mi corriendo y me tomó de la mano.

- Tienes que venir conmigo, es urgente - me dijo y comenzó a tirar de mi brazo, llevándome en contra de mi voluntad a quien sabe donde.

Quería negarme a ir con él. Pero por lo visto yo no tenía ni voz ni voto para tomar esa decisión. Ni siquiera sabía que era esa cosa urgente que requería la presencia de Cater...

- Rápido, entra - Kalim me empujó dentro del club de música. 

Ahí estaban Cater, Kat y Kate. 

Cater no se veía para nada bien, estaba algo palido con una fina capa de sudor cubriendo su frente y parecía que le costaba respirar por la forma en la que el aire entraba y salia de su boca. 

Kat, quien había estado tomando de la mano a Cater, se acercó a mi. 

- No te asustes ¿sí? - me dijo - Cater va a tener que hacernos desaparecer antes de tiempo, no sabemos que ha pasado exactamente pero si seguimos aquí más tiempo va a tener un overblot -

Procesando...

- ¡¿Qué?! -

Kat me dio un bofetón.

- ¡He dicho que no te asustes! - dijo alterado.

- Kat, por mucho que golpees a alguien no va a dejar de tener miedo. Menos aún si tú estás más asustado que él - intervino Kate, quien solo se mantenía al margen de la situación.

Kat iba a replicar, pero la puerta se abrió de golpe y entraron Lilia y Catty.

Catty llevaba puesto una especie de uniforme rojo de chica y sonreia con suficiencia.

- ¿Adivinad quién hará de Heather en la película de Vil ~? - dijo con tono de diva.

- Ya están todos, puedes hacerles desaparecer - le dijo Lilia a Cater.

- Espera ¡¿Qué?! - gritó Catty. - ¡¡No puedes hacerme desaparecer ahora!! ¡¡Tengo que volver con Vil para que me dé el guión!! -!

Sus quejas fueron ignoradas.

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(Narrador omnisciente) ***
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Cater miró a sus clones una última vez antes de desactivar su magia única. En su mirada se podía distinguir un ápice de culpa y alivio cuando sus clones ya no estaban con él.

Lilia y Kalim miraron la gema de Cater. Seguía algo negra, pero parecía que había dejado de oscurecerse. Lilia suspiró con alivio.

- Kalim, acompaña a Cater a su habitación y vigilalo. Yo me reuniré con vosotros en un rato. -

-¿Vas a ir a ver a Silver? - preguntó Kalim.

- ¿Eh sí? Obviamente. Hasta luego. - y Lilia se fue tan rápido como llegó.

Kalim tomó a Cater del brazo y le acompañó hasta su habitación. Durante el trayecto el líder de Scarabia notó que Diamond había estado tambaleándose al andar y eso le preocupaba bastante.
Algunos alumnos se habían girado a mirarles, pero ninguno decía nada, solo miraban. Esto puso muy nervioso a Kalim, por ello no pudo evitar soltar un suspiro pesado cuando por fin llegaron a la habitación del pelirojo.

El de pelo blanco se sentó junto a Cater en la cama.

- Kalim - llamó Cater - Traeme hielo, por favor -