Cap 28: Un secreto de familia

Tras pasar cinco días en observación, la salud de Cater comenzó a mejorar progresivamente.

Aún sabiendo que había tenido un overblot, Cater tenía varias dudas sobre lo sucedido aquella noche.

¿Qué había causado su overblot?
Tanto él como sus clones habían sido muy cuidadosos con la magia, o por lo menos lo fueron la mayor parte del tiempo ¿Qué había pasado entonces?
¿Aquel hombre del bosque era realmente el Doctor Picani?
¿O acaso fue todo una alucinación y tuvo el overblot en el dormitorio?
¿De ser así, sus compañeros estaban bien? ¿Cuántos destrozos había causado?

- Bien, parece que todo está en orden - dijo la Doctora después del chequeo diario.

- Si sigues así, en poco tiempo podrás tener visitas - comentó el enfermero que la acompañaba.

Cater asintió.

La doctora y su ayudante abandonaron la habitación poco después.

.
.
.

Pasaron los días y finalmente Cater pudo recibir visitas.

Para su sorpresa, la primera persona que le visitó fue el profesor Crewel.

El joven profesor tenía unas notorias ojeras e iba ligeramente despeinado, aquello era muy poco común en él ya que Crewel es uno de los profesores que más cuidaba su imagen (por no decir el que más)

Lo primero que el maestro hizo al cruzar miradas con Cater fue respirar profundo y sentarse a su lado.

- ¿Cómo te encuentras? - preguntó finalmente el profesor Crewel.

- Me siento como si un camión me hubiera atropellado - trató de bromear Cater.

Crewel apretó los puños.

- Lo siento - se disculpo derrepete Crewel.

- ¿Eh? -

- Siento mucho que, como profesor, no he sido capaz de ayudarte. Por mi culpa estás aquí. - dijo Crewel.

- Eso no es cierto, hiciste lo que pudiste - se apresuró a responder Cater.

La mirada del profesor se ensombreció y se hizo el silencio por unos minutos.

- ¿Profesor Crewel? -

- Hay otra cosa que debo decirte. El Doctor Picani que conociste era un impostor. -

-¡¿Qué?! - gritó Cater.

- Al verdadero Emile Picani lo han encontrado muerto en su casa ayer. Dijeron, que por el estado de su cadáver, llevaba muerto por lo menos un año. -

- ¿Entonces, quien era ese tipo? - preguntó el pelirrojo mientras un escalofrío recorría su espalda.

- No lo sé, pero la policía lo está buscando - Crewel apretó aún más el puño, hasta el punto de clavarse las uñas y sacarse un poco de sangre.

Toda esta situación había afectado mucho al profesor. No sólo por que uno de sus alumnos había terminado en el hospital (con riesgo de muerte) por un overblot, sino que también por la repentina noticia de la muerte su amigo y por lo del impostor.

La puerta se abrió y por ella se asomó la cabeza de Lilia.

- ¿Se puede? - preguntó el hada.

- Sí, yo ya me iba. Recuperate pronto, Cater - dijo Crewel y antes de irse, sacó de su bolsa todas las tareas atrasadas de Cater y se las dio al pelirrojo.

Mientras el profesor se iba, Lilia entró a la habitación acompañado por Kalim, Malleus, Trey, Riddle, Vil, Idia y Ortho.

Cater no se esperaba la visita de algunas de esas personas.

- ¡¿Cater, como estas?! - preguntó preocupado Ortho acercándose rápidamente a su amigo.

Cater sonrió y dejó escapar una pequeña risita.

- Estoy bien, no te preocupes - mintió.

Vil suspiró y le entregó un ramo de rosas amarillas a Cater.

- Para ti - dijo el actor.

Cater observó y olió las flores.

- Gracias, me encantan - dijo el Diamond.

Malleus hizo aparecer unas sillas extra para que todos pudieran sentarse alrededor de Cater.

- Ahora en serio ¿Cómo estás? - preguntó Lilia.

- Ya he dicho que estoy bien - dijo Cater sonriendo.

- Cater. - la voz severa de Riddle le hizo ponerse tenso.

- De acuerdo... Lo cierto es que aún me duele todo el cuerpo y... ¿He hecho daño a alguien durante mi overblot? - preguntó Cater.

Todos se miraron incómodos entre ellos.

- Pues... verás... - Kalim fue interrumpido por Trey.

- Te hiciste daño a ti mismo. Eso es lo único que deberías tener en cuenta ahora. - habló el de pelo verde.

- ¿Cater, por qué no nos dijiste lo de tus clones? - preguntó Vil.

- ¡Pudimos haberte ayudado! ¡¿Tienes idea de lo preocupado que he estado por ti estas últimas semanas?! - gritó Riddle.

- No sabía cómo ibais a reaccionar y no quería causaros problemas... Pensé que nos las podríamos apañar solos... - Cater apartó la mirada con impotencia.

- Ya has visto que no... - murmuró Idia, pero todos le oyeron.
No era común en Idia mostrar preocupación por "un normie" como diría él.

- Lo bueno es que estas aquí, entre nosotros. Nos alegra que estés vivo - dijo Malleus.

- No podré hacer magia por un tiempo - informó Cater.

- Lo sé. Admito que durante ese tiempo echaré mucho de menos a Kat, pero mi principal prioridad ahora mismo eres tú. A fin de cuentas, somos amigos. - explicó Malleus.

- No te esfuerces demasiado, recuperate a tu ritmo - dijo Lilia.

- Tampoco te estreses por tus trabajos, estoy seguro de que los profesores serán flexibles y comprensivos - habló Kalim.

- Y si tienes algún otro problema, por favor, habla con nosotros - pidió Riddle.

- Estaremos para ti en todo lo que necesites - ofreció Trey.

- ¡¿Todo?! - gritó Idia.

- ¡Hermano! - Ortho miró mal a Idia.

- ¿Todo...? Sí, entendido - cedió el mayor de los Shourd.

Cater esbozó una sonrisa sincera.

- Gracias -

.
.
.

Al día siguiente, Cater recibió la visita de su madre.

Había llovido esa mañana. Como resultado, la señora Diamond había llegado al hospital mojada de pies a cabeza.

Cater, que en ese momento estaba haciendo una de las tareas que le había dejado Crewel, levantó la vista de sus libros y miró a su madre.

- Cater... - saludó jadeando la mujer. Sonaba cómo si hubiera corrido una maratón.

- Madre - devolvió el saludo Cater.

La mujer se incorporó y se quitó algo de agua de su cara, arruinando su maquillaje aún más en el proceso. Caminó hasta la camilla dónde estaba su hijo y se sentó a su lado.

- Mi niño... ¿Cómo te sientes? - preguntó y trató de acariciar a su hijo, pero Cater apartó la cabeza.

- Estoy bien. Haciendo un trabajo para clase - dijo Cater con indiferencia.

La madre de Cater mentiría si dijera que el rechazo recibido por su hijo no le dolió.

- Ya veo... - dijo tratando de ser lo más comprensiva posible. Al rato añadió - Tus hermanas preguntan por ti ¿Lo sabías? Están muy preocupadas -

- ¿Y dónde están? - preguntó de forma despectiva Cater.

La señora Diamond apretó los labios.

- No han podido venir - confesó.

- Menuda sorpresa - murmuró Cater con sarcasmo.

La madre de Cater miró enfadada a su hijo.

- ¿Cater, porqué eres así? - preguntó la mujer.

Ahora Cater también miraba enfadado a su madre.

- ¡¿Cómo qué por qué?! ¡¿Dónde estabas cuando Iris y Lila me obligaban a comer sus dulces?! ¡¿Dónde estabas cuando Iris me usaba de burro de carga?! ¡¿Dónde estabas cuando ellas me obligaban a vestirme como ellas querían y no como YO quería?! ¡¿Dónde estabas cuando fui humillado delante de toda la escuela?!  ¡¿DÓNDE ESTABAS CUÁNDO MÁS NECESITABA UNA MADRE?! - Cater finalmente le había dicho a su madre todo aquello que se había estado guardando, pero su corazón, en lugar de sentirse ligero, se sentía pesado. Como si hubiera cometido un error.

- Oh Cater, mi niño... Lo que dices es cierto. He fracasado como tu madre. - confesó la señora Diamond con gran pesar. Luego añadió - Pero te juro que nunca en la vida he querido  hacerte daño de ningún tipo. Mi vida, te quiero mucho, más de lo que podría expresar con palabras. Hice lo mejor que pude al criarte y tratar de darte amor, pero mi forma de mostrar amor es muy diferente a la de los humanos. -

- ¿Cómo que "diferente a la de los humanos"? - esas palabras habían confundido y llamado la atención de Cater.

- Cater... Quería contarte esto cuando terminaras tus estudios pero... En realidad no soy... una humana como tal. Es una historia difícil de creer y contar - explicó la madre de Cater.

- Bueno, de aquí no voy a poder moverme hasta que me den el alta. Creo que tengo tiempo para escucharla. - Cater sentía curiosidad por saber de qué iba aquello de "no precisamente humana".

La señora Diamond se apartó sus largos mechones pelirrojos de la cara y los colocó detrás de su oreja izquierda.

Entonces comenzó a hablar de su pasado.

- Fui creada por una asombrosa mujer llamada Electra Heart. Ella tenía el poder de crear vida a partir de su música. Mucha gente la adoraba, yo fui una de sus últimas creaciones. La vida de Electra nunca fue fácil y se sentía sola la mayor parte del tiempo, imagino que por eso me creó, para tener una amiga en la que confiar. Pero un día, volvió a casa peor que de costumbre... -

"¡¿Electra qué haces?! ¡Te vas a caer!"

"Marina... Chicas... Gracias por todo"

"¡No, Electra, no me hagas esto por dios!"

"Lo siento... Siento mucho ser una mujer tan egoísta y narcisista..."

Electra saltó de lo más alto de aquel edificio. Marina y las demás creaciones de Electra, saltaron detrás de ella con la esperanza de alcanzarla y amortiguar su impacto contra el suelo.
Al final, solo Marina sobrevivió a la caída.

-... El día de mi muerte llegó, solo para darme cuenta de que seguía con vida. - así finalizó Marina Diamond su relato - Tiempo después conocí a tu padre, nos casamos y tuvimos hijos -

Cater estaba perplejo.

- Entonces... ¿Fuiste creada con mágia? - le preguntó a su madre.

- Así es -

Cater suspiró.

- Agradezco que hayas compartido una historia tan personal conmigo. Pero eso no escusa lo mierda de madre que fuiste -

- Lo sé - dijo su madre.

- Pero... También es cierto que intentaste hacerlo lo mejor que pudiste, especialmente teniendo en cuenta el trauma que se te debió quedar tras perder a ¿Tu amiga? ¿Mi abuela? - preguntó Cater.

- Mi todo - confesó su madre.

Cater miró a su madre, a la mujer casi se le saltaban las lágrimas al ver una sonrisa sincera en la cara de su hijo por primera vez en años.

- ¿Podemos dar marcha atrás e intentarlo otra vez? - propuso Cater.

- Sí, me encantaria - dijo la señora Diamond sonriendo.

.
.
.

- Estoy deseando que los conozcas - le dijo Cater a su madre el quinto día que vino a visitarlo.

- Yo también. A fin de cuentas ¿Qué madre no quiere conocer a sus propios hijos? - dijo la señora Diamond.

Marina le había llevado a su hijo un tazón de ramen picante (porque todos sabemos que rara vez la comida es buena en un hospital).

Mientras Cater disfrutaba de una comida decente, la señora Diamond volvió a hablar.

- Cater... ¿Qué me dirías si existe una posibilidad de que tus hermanos puedan quedarse y tener sus propias vidas sin poner en peligro la tuya? -

Cater miró perplejo a su madre.

- ¿eh? - preguntó el pelirrojo.

- Nunca he hablado de esto con nadie, pero mi magia única me permite hacer real aquello que una persona más desea, pero a cambio esa persona pierde su magia única. - explicó la madre de Cater - Es un pequeño regalo que me dejó Electra antes de... Bueno. Eso. -

- ¿Por qué lo mantenias en secreto? - preguntó Cater.

- ¿Tienes idea de lo peligrosa que puede llegar a ser? A parte, no vale la pena. - dijo la señora Diamond.

- ¿Entonces... Dices que puedes hacer que mis hermanos tengan sus propias vidas sin estar ligados a mi? - preguntó Cater.

- Sí, así es - explicó su madre.

- Pero a cambio... ¿No podré volver a hacer magia? -

- ¿No me has escuchado? He dicho que perderías tu magia única, no toda tu magia - dijo Marina.

- ¿Entonces, por qué no la usaste para devolverle la vida a Electra? - preguntó Cater al darse cuenta de que algo no cuadraba.

- Por qué no puedo utilizar mi magia única en mi misma, solo en los demás - explicó y luego añadió - ¿Y bien? ¿Qué quieres hacer, cariño? -

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top