Tuvieron que pasar tres semanas hasta que Cater finalmente pudo volver a usar su magia sin ningún riesgo.

Pero las cosas estaban extrañas en Night Raven College.

Los profesores actuaban de forma paranoica sin motivo aparente, incluso Sam se comportaba como si en cualquier momento fuera a haber un terremoto.

Por si fuera poco, Cater se sentía observado. Ni si quiera en el baño podía dejar de sentir como si cientos de ojos le taladraran la nuca. Era muy incómodo.

- ¡¡Cater!! - la voz inesperada de Kalim consiguió que Cater brincara del susto.

- Hey Kalim ¿Cómo estás? - le dijo el pelirojo al joven de pelo blanco.

- Bien, pero el profesor Trein nos ha mandado mucha tarea. No creo que hoy vaya a poder ir al club de música. - se lamentó el joven billonario.

- No te preocupes por eso, tus estudios son lo primero. -

Kalim le sonrió y ambos jóvenes siguieron hablando hasta llegar a la sala de los espejos, donde a Cater le esperaba una sorpresa.

- Hola Cater - saludó amablemente el Doctor Emile Picani.

- ¿Doctor Picani, qué hace aquí? El profesor Divus no me avisó de que vendría hoy - dijo Cater sorprendido.

- ¿Cater, quien es él? - preguntó Kalim.

- Es un amigo del profesor Crewel, es un científico expecializado en el blot que me está ayudando con mi problema - explicó Diamond.

- Es un placer - le saludó Kalim a Emile.

- ¿Cater, puedo hablar contigo un momento en privado? - pidió el doctor.

- Sí, claro. Hasta luego Kalim. - se despidió el pelirojo y siguió a Emile hasta un aula vacía.

- Creo que he encontrado una solución a tu problema con tus clones. - El doctor Picani fue directo al grano tras cerrar la puerta.

- ¡¿Enserio?! - preguntó Cater emocionado.

- Se trata de un ritual para hacer que tus clones sientan lo mismo que tú y viceversa. Es un ritual algo complicado y puede llegar a ser peligroso, pero creo que es la mejor opción para solucionar el problema. - explicó Emile.

- ... - hubo silencio por parte de Cater.

- Admito qué no parece la mejor de las ideas, pero es lo mejor que he encontrado por ahora. Además, se puede revertir si... -

- Pensaré en ello - respondió tajante.

Lo cierto era que Cater dudaba de la propuesta de Emile. 

- De acuerdo, cuando te hayas decidido llámame y acudiré - tras esas palabras Emile abandonó el aula.

Cater salió poco después y se dirigió al aula de música.

Durante todo el ensayo Cater estaba dándole vueltas a la propuesta del doctor Picani.

Lilia notó que algo iba mal con el pelirojo pero decidió no preguntarle al respecto, por miedo a empeorar su estado de animo.

Cuando el ensayo terminó Cater volvió a su dormitorio.

Cuando llegó a su habitación se desplomó encima de la cama y resopló.

Sacó su teléfono y se metió en Magicam para mirar algunas imágenes y enterarse de algún cotilleo.

Cualquier cosa que le hiciera olvidar su breve charla con el doctor era bienvenida en ese momento.

Incluso llegó a considerar invocar a su clones, pero descartó la idea tras recordar lo de la última vez.
Aún no estaba listo emocionalmente para volver a ver a Kat, ni quería escuchar como Kate tenía una discusión seria con Catty sobre su comportamiento.

Un post de Magicam llamó la atención de Cater.

Era de Kalim. En dicho post se podía apreciar un plato de lo que parecían ser alitas de pollo picantes, muy probablemente hechas por Jamil. Tenían muy buena pinta.

La tripa de Cater comenzó a demandar comida.

El pelirojo bajó a la cocina del dormitorio, con cuidado de no ser visto por Riddle, y abrió la nevera en busca de algo que no fuera dulce.

Por desgracia solo había pasteles y flanes en la nevera.

Todo apuntaba a que Cater tendría que esperar hasta mañana a la hora de la comida para poder degustar un delicioso cuenco de ramen picante del comedor. Pero hasta entonces tendría que pasar hambre.

- ¿Buscas algo? -

Cater consiguió contener el grito, pero casi se mea del susto.

- ¡Lilia...! ¿Y Malleus? ¿Qué estáis haciendo aquí? - preguntó Cater a los intrusos.

- ¡Sorpresa! Acabas de ser invitado a una cena en Diasomnia. - Habló el de mechas fucsias.

- ¡¿eh?! - Cater estaba confundido.

- ¿Vas a rechazar nuestra invitación? - preguntó Malleus.

- ¡No, no es eso! Solo estoy sorprendido. Esto es muy repentino. - se apresuró a responder el pelirojo.

- Si no fuera repentino no sería una sorpresa de verdad. - dijo Lilia y tomó a Cater de la muñeca.

Diamond fue arrastrado hasta Diasomnia por ambas hadas.
En la puerta principal del dormitorio sombrío fueron recibidos por Silver y Sebek.

- ¡Waka Sama! ¡Lilia Sama! - gritó de felicidad Sebek al ver a los recién llegados.

- Buenas noches - saludó Silver como una persona normal.

- ¿Silver, Sebek, qué hacéis aquí? Deberíais estar en el comedor disfrutando la cena que he preparado. - dijo Lilia.

Por cuestion de segundos Cater pudo ver una mueca de terror plasmada en el rostro de ambos jóvenes.

- ¡Pero Lilia sama! ¡Debemos hacer guardia para asegurar la seguridad del joven maestro! - se escusó el de pelo verde.

Silver asintió en silencio.

- No es escusa. Venga, vamos a cenar. - Habló felizmente Lilia.

Los jóvenes guardias asintieron en silencio. Mientras el grupo avanzaba por el pasillo de Diasomia, Cater pudo ver por el rabillo del ojo como Silver y Sebek rezaban en silencio.

Cater sabía el por qué, La comida de Lilia era peor que beber veneno.

De haber sabido que había cocinado él, se habría esforzado en inventarse una escusa para no ir.

Pero ya era tarde.

Habían llegado al comedor y frente a todos se encontraba el mayor delito gastronómico nunca antes visto en la historia de la humanidad.

Parecía una hamburgersa con moho azul y olía a verduras cocidas y aceite de pescado. Si mirabas con atención podías ver pequeños trocitos de huesos incrustados en la carne.

"Ojalá Trey estuviera aquí para cambiarle el sabor a esto" pensó Cater.

- ¿Bien, a qué esperáis? ¡Buen provecho! - dijo Lilia.

El único que se atrevió a dar el primer paso fue un estudiante de primer año que Cater había visto de vez en cuando por los pasillos, pero nunca había llegado a hablar con él.

El joven estudiante levantó el tenedor bajo las miradas espectantes de sus compañeros y pinchó un trozo de aquella supuesta comida.

Lo llevó a su boca y lo ultimo que Cater supo de ese alumno fue que tuvieron que llevarlo a urgencias a hacerle un lavado de estomago.