Cap 19: ...Y solo quedaron dos

Riddle miro enfadado a los cuatro Cater que había delante suyo.

- Cater, más te vale tener una buena explicación - Habló el de pelo rojo.

- Ehhh... ¿Sí? - habló Diamond.

- "¿Sí?" No pareces muy seguro - dijo Riddle.

Todos los alumnos que los rodeaban comenzaron a susurrar entre ellos, unos incluso estaban grabando con sus teléfonos.

- Eh... -

- Cater, deja de usar tu magia única y ven conmigo. Ahora. - dijo Riddle.

Cater asintió y obedeció a su lider de dormitorio. Era muy raro que Riddle se hubiera contenido en esa situación. Sí, es cierto que, después del overblot, Riddle se había vuelto más flexible, pero esto era demasiado. Cater sentía que algo muy malo le iba a pasar.

Las miradas de los estudiantes seguian puestas en Cater, pero ya nadie se atrevía a murmurar.

Riddle llevó a Cater hasta un aula vacía y cerró la puerta detrás de ellos.

El corazón de Cater se encogió de miedo cuando oyó la puerta cerrarse.

- Riddle... - el de ojos verdes dejó de hablar cuando Riddle comenzó a ser absorbido por una gran sombra y su silueta cambió en un abrir y cerrar de ojos. Para cuando la oscuridad abandonó a Riddle, éste se había convertido en Malleus.

- ¿Malleus...? - susurro Cater perplejo.

El chico con cuernos se acercó más a Cater.

- ¿Por qué tus clones estaban a punto de matarse entre ellos? - preguntó el líder de Diasomia.

Cater seguía en shock.

- ¿Cómo has hecho eso? ¿Era tu mágia única? - preguntó Cater.

- No, fue todo obra de una poción cambia formas que aprendí a hacer gracias a mi abuela - explicó Malleus.

- ¡Que genial! ¿Me enseñarias a hacerla? -

- No. Ahora responde mi pregunta ¿Qué pasaba antes con tus clones? - insistió Malleus.

- ¿Oye, has visto que foto más linda he subido a Magicam? - Cater intentó de forma desesperada cambiar el tema de conversación.

- Cater Diamond. Contesta mi pregunta. Ahora. - Malleus ya de por sí transmitía un aura oscura, verle enfadado (aunque fuera un poco) era tan aterrador como ver a un muerto salir de su tumba.

Cater permaneció en silencio, temblando levemente.

Malleus, al notar el miedo de Cater, trató de controlar sus emociones.

- Mira, estoy preocupado por ti y solo quiero ayudarte. Pero como veo que no quieres mi ayuda, te dejaré en paz. Perdon por las molestias. - dijo, ya más tranquilo, el de cuernos.

Malleus se estaba alejando. Cada paso que el azabache daba hacía que algo dentro de Cater gritase "¡Detenlo, haz que se quede! ¡Haz que se quede!"

- ¡Espera! - gritó por impulso Cater cuando Malleus ya estaba saliendo por la puerta.

El líder de Diasomnia se giró para mirar a Cater.

- ¿Sí? - habló Malleus.

Cater no estaba seguro porqué le había detenido. Pero tal vez (y solo tal vez) aceptar la ayuda de Malleus no era mala idea.

- De acuerdo, te lo contaré todo, cierra la puerta - pidió Cater.

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(Mientras, en Heartslabyul)
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La noche anterior fue un horror para Riddle. El pobre líder de Heartslabyul no pudo dormir nada, debido a eso se pasó todo el día cansado e incapaz de prestar atención en clase.

Se sentía impotente y enfadado consigo mismo.

Aún le quedaban muchas cosas por hacer, pero por primera vez en su vida, la falta de fuerzas pudo con él.
Cayó desplomado en la cama y se durmió al momento.

Solo durmió por quince minutos, pero esos minutos le bastaron para tener la peor pesadilla de su vida.

Ahí estaba él, sentado frente una larga mesa de té como la que tenían en Heartslabyul. Frente a él se encontraba una versión en blanco y negro de su madre.

La mujer, estaba comiendo lo que parecían ser bisceras humanas cubiertas de sangre.

Riddle miró su propio plato. Había un trozo de pastel de chocolate en él.

- Tú y yo no somos tan diferentes -

El de pelo rojo miró a su derecha para encarar al propietario de aquella voz tan familiar.

Vio a Cater... ¡No! Ese era el clon.

- Tú... - la voz de Riddle salió ronca, como si no hubiera hablado en años.

- Tranquilo, puedes comer. Después de todo, lo vomitaremos después ¿No? - dijo aquel clon de Cater.

- ¿Vomitar...? - preguntó Riddle.

El Cater falso no respondió, sólo sonrió y le enseñó a Riddle su plato. En él había un trozo de pastel de ángel, del mismo tamaño que el trozo de pastel de chocolate de Riddle.

- Sabes, esto de ser líder de dormitorio... Fue una auténtica perdida de tiempo para mi. Desearía haber vivido más. -

Riddle despertó, cubierto de sudor, justo después de que el clon de ojos verdes dijera aquello.

Su corazón poco a poco fue recuperando su ritmo normal.

Riddle miró por reflejo su armario y un sentimiento de inquietud invadió su cuerpo.

Sé levantó de la cama lentamente y se acercó al lugar donde escondió el collarín.

Abrió el armario y vio que todo seguía tal cual lo dejó la última vez.

Riddle se arrodilló y tomó entre sus manos el objeto metálico. Lo abrazó contra su pecho y un par de lagrimas se deslizaron por sus mejillas.

- Lo siento... - susurró el joven de pelo rojo mientras lloraba en silencio.

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(De vuelta con Cater)
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- A ver si te estoy entendiendo ¿Tus clones tienen personalidad propia y todo este tiempo he estado hablando con uno de tus clones y no contigo? - preguntó Malleus.

- Exceto aquella vez que me encontraste en el laberinto de Heartslabyul. Ese sí era yo. - aclaró Cater.

- Entiendo... ¿Puedo hablar con tu clon? - pidió Malleus.

- Eeehh... No sé si eso va a ser posible... - dijo el pelirojo.

- ¿Por qué no? - quiso saber el de cuernos.

- La pelea de antes... -

- ¿No puedes hacer aparecer sólo a ese clon en particular? - preguntó Malleus.

- No, lo siento. Por lo visto hay un orden... Y Kat es el último. - explicó Cater.

- ¿Kat? ¿Así se llama? -

- Sí - dijo Cater y sonrió al recordar el día en que los clones eligieron sus nombres.

- Ya veo, aún así quiero hablar con él en persona. No te preocupes, me ocuparé de que nada se salga de control - insistió Malleus.

- ¿Estás seguro? - preguntó Cater.

- Sí, confía en mí - pidió el azabache.

Cater dudo un momento, no por Malleus, si no por sus clones. Temía que, nada más verse, Catty y Kat comenzarán a pelear otra vez.

Aunque bien pensado, más que una pelea eso era Kat dándole una paliza tremenda a Catty.

Pero ese no era el punto.

- De acuerdo - dijo Cater y activó su magia única.

Los tres clones aparecieron.

Malleus reconoció a Kat al momento, por su pelo.

El clon y el hada dragón se miraron como si fueran amigos de Internet que se conocían por primera vez en la vida real despues de tantas videollamadas.

Hubo un momento en el que a Malleus se le olvidó lo que quería decirle a Kat y se quedó mirándole en silencio.

A Kat no le molestó en absoluto, de hecho, amaba poder ver directamente los ojos color peridoto de Malleus.

Entonces, Catty estropeó el ambiente dándole un puñetazo a Kat.

- ¡¡Esos es por mi nariz, &€#¥!! -

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