Crewel se fue del aula para dejar a solas a Cater y Picani para que este último pudiera hacer bien su trabajo.

- De acuerdo, Cater, háblame de ti -

- ¿Qué quieres saber? - preguntó el pelirrojo.

- Lo que tú estés dispuesto a contarme - dijo el castaño con calma.

Cater estaba algo perdido con todo esto. Por alguna razón toda esta situación le hacía sentir nervioso y un poco incómodo.

- Lo siento, no se de que hablar... - dijo el joven Diamond.

- Bueno, puedes empezar hablándome un poco sobre ti. En plan: Tu nombre, tu edad, tu color favorito, que te gustaría hacer en el futuro,... Ese tipo de cosas. Si hay algo de lo que no quieras hablar no tienes por qué hacerlo, pero si al contrario hay algo de lo que necesites hablar, puedes decirlo con toda seguridad. Nada saldrá de estas cuatro paredes y yo no hablaré de esto con nadie. -

- ¿Ni siquiera con el profesor Crewel?- preguntó Cater.

- Sobre todo con Divus. -

La actitud del Doctor Picani era agradable, transmitía seguridad y honestidad en sus palabras. A Cater le gustaba eso, le hacía sentir como si estuviera en...

- Esto se parece mucho a una sesión de terapia - bromeó el joven de ojos verdes.

- Por qué lo es - explicó el adulto de la corbata rosa.

-¡¿Espera, qué?! - Cater se sorprendió.

- Es parte de mi método de trabajo, verás, el blot es una sustancia muy compleja que se genera en forma de desecho por usar mucho la magia. Pero por alguna razón el uso de la magia única genera más blot que cualquier otro hechizo común. Eso es por que la magia única está ligada a las emociones y a la esencia de las personas, es como una representación se su verdadero ser, pero a su vez también es una representación de aquello que lo perturba. Una mezcla muy peligrosa a decir verdad. - explicó Picani - Por eso, para poder encontrar un remedio, debo conocer bien a mi paciente. De lo contrario, no te puedo ayudar. -

Cater palideció y sus nervios volvieron, más fuertes que antes.

- Entonces... - dijo el pelirrojo - También tendrás que hablar con... -

-¿Tus clones? Sí, planeaba hablar con ellos también. Pero ahora con quien quiero hablar es contigo. Siempre y cuando te parezca bien. -

En ese instante, Cater comenzó a entender mejor a Catherine.
Este sentimiento de inseguridad era pesado y agobiante, Cater nunca antes se había sentido así de mal.

"¿Tanto habían afectado aquellas pasadas experiencias a Catherine?"

"¿Cómo es que no se había dado cuenta hasta ahora?"

"¿Tan egoísta era realmente?"

"¿Qué hay de los demás?"

"¿Por qué no hablaron todo esto con él antes?"

"¿Porqué ahora sí estaban dispuestos a luchar por su individualidad?"

"¿Qué había cambiado? "

- ¿Cater, va todo bien? - preguntó el doctor Picani.

- Sí, perdón, es solo que... Me he dado cuenta de algo... -

- ¿Cuál cosa? -

Cater tragó saliva y apretó la tela de su pantalón con los dedos.

- Soy un egoísta... ¡Soy un egoísta y no me había dado cuenta! - Emile se sobresaltó un poco al escuchar gritar a Cater, pero le dejo seguir hablando - No sabía que ellos eran su propia persona y cuando finalmente lo supe no me molesté a conocerlos de verdad. No les pregunté que era lo que necesitaban y asumí cosas sin consultarlas con ellos. No me interesé por ellos realmente, lo único bueno que alguna vez hice fue darles libertad pero era limitada. Lo que ellos tienen no es vida, solo existen por mi y para mi. Eso es lo que han estado haciendo todo este tiempo. -

El doctor Picani sacó un pañuelo de papel, se acercó al pelirrojo y limpio las lágrimas que Cater no había notado salir de sus ojos.

- No creo que seas un egoísta... Simplemente eras ignorante respecto a lo compleja que es tu magia única. - dijo el castaño sintiendo empatía por el joven estudiante - ¿Sabes? Hace años, estudié un caso parecido al tuyo. -

- ¿Ah, sí? - preguntó Cater tratando de dejar de llorar.

- Sí, era sobre una mujer cuya magia única era dar vida a los personajes que ella creaba en su imaginación. Su nombre era Electra Heart. -

- ¿Electra Heart? Nunca he oído hablar de ella. -

- ¿No? Su muerte conmocionó a medio país. -

-¿Qué le pasó? - preguntó Cater.

- Cometió suicidio - dijo Picani con tristeza.

Cater se horrorizó.

- ¿Por qué hizo eso? - preguntó el joven Diamond.

- No se sabe con seguridad, Electra era complicada. Pero lo que sí se sabe es que cuatro de los personajes que creó tuvieron algo que ver con su muerte. -

- ¿La incitaron a suicidarse? -

- Eso tampoco se sabe con claridad. -

-¿Cómo qué no se sabe con claridad? ¿Entonces como se sabe que tuvieron algo que ver con su muerte? -

- Por qué fue un suicidio colectivo y a parte, los cuatro personajes se parecían mucho físicamente a Electra. Se podría decir que las hizo a su imagen y semejanza. -

- ¡No quiero seguir hablando de esto! - gritó Cater, no sólo por que la historia era horrible, sino por qué Emile tenía razón al decir que su caso tenía parecido con el de Electra. Eso le aterraba más al recordar su sueño. En su sueño... él también moría.

Cater no quería morir. No quería que su sueño se convirtiera en realidad.

- Lo siento. - se disculpó el Doctor Picani - No debí sacar un tema tan sensible. -

- Esta bien... Agradezco que confiara en mi para contármelo. -

El castaño de la corbata rosa miró a Cater, tratando de descifrar en que estaba pensando el joven. Pero solo pudo distinguir tristeza y agobio en sus facciones.

Emile suspiró.

- ¿Quieres... Que lo dejemos por hoy? - preguntó.

El doctor esperaba escuchar un "Sí" por parte de Cater, pero en lugar de eso escuchó:

- Me llamo Cater Diamond, tengo dieciocho años... - Emile comenzó a tomar nota de lo que Cater decía - Vivo con mis padres y mis dos hermanas mayores, se supone que soy el único hijo varón de mi familia, pero creo que desde que desaté mi magia única, a los doce años, dejé de ser el único hijo varón... -