Cap 12: El príncipe de la noche
Cuando Malleus solía vivir en el valle de las espinas, era casi imposible ver las estrellas por la noche. Pero aquí todo era diferente.
Miles de luces parecían danzar al son del universo y Malleus se sentía pequeño e insignificante ante tanta belleza. Si miraba con atención, podía distinguir algunas constelaciones que a su vez le recordaron las historias que Lilia solía contarle cuando era más joven.
Había una historia en particular que siempre llamaba la atención del joven Draconia. Era la historia de una princesa que fue maldecida con un sueño eterno, ya que el día de su bautizo sus padres invitaron a todo el reino excepto a una pobre hadita que claramente no dudó en vengarse.
Malleus compadecía a la pobre princesa ya que ella no tenía la culpa de que sus padres fueran tan irrespetuosos. A su vez, sentía empatía por el hada. Él mismo se sentía ignorado por los demás y sabía perfectamente lo que era no ser invitado a una fiesta a la que el resto del reino sí había sido invitado.
Le había pasado tantas veces que ya se acostumbro a ese doloroso sentimiento de rechazo e incluso lo veía como algo normal.
El joven con cuernos estaba tan absorto en sus pensamientos, mirando a las estrellas, que no se dio cuenta que ya había llegado al dormitorio de Yuu (A.K.A : T/N) y de no ser por el ser humano, se habría quedado ahí embobado toda la noche.
- ¡Tsunotarou! - saludó Yuu con un tono de voz alegre y dulce.
Malleus le miró y le devolvió el saludo cordialmente. Estuvieron hablando juntos por al menos media hora, justo como hacían normalmente. Malleus adoraba la compañía de ese ser humano sin magia e incluso lo consideraba su mejor amigo a pesar de que, posiblemente, sus sentimientos de amistad no fueran correspondidos como él quería. Para Yuu, Malleus no era más que un amigo más. (Pero no por eso le quería menos)
Inevitablemente, se hizo tarde, Malleus se despidió de Yuu y se dispuso a volver a su dormitorio. Pero al pasar por la sala de espejos se confundió y entró a Heartslabyul.
Eso era raro, por decir menos, ya que él nunca antes se había equivocado de espejo. Fue a dar media vuelta pero se detuvo al ver un grupo de búhos blancos volar en círculos encima de un punto fijo del laberinto de Heartslabyul, como buitres hambrientos. Malleus sintió curiosidad por ver qué era aquello que tanto había llamado la atención de los búhos y sin pensárselo mucho, entró al laberinto.
No tardó en llegar al punto fijo, ya que Malleus usó un hechizo para hacer que las plantas a su alrededor de echaran a un lado y le dejasen pasar.
Al llegar se sorprendió mucho al encontrar a Cater ahí. Se supone que debería estar en su habitación a estas horas de la noche. A parte, la última vez que le vio tenía un corte de pelo nuevo, pero ahora volvía a estar como siempre. El joven Draconia hubiera jurado que a los humanos no les crecía el pelo tan rápido.
"Ahora que lo pienso... No he vuelto a verle desde lo de Lillia y Silver... ¿Qué le habrá pasado? " pensó Malleus.
Se acercó aún más al pelirrojo hasta el punto de arrodillarse a un lado de su cabeza.
Su cabello estaba levemente despeinado y la luz de luna iluminaba ligeramente su piel, dándole un toque etéreo e irreal, como si estuviera usando un filtro de belleza. Eso hizo que el joven con cuernos recordara una vez más el cuento de la bella princesa durmiente.
" ¿Acaso el destino quiere que seas mi "princesa"? " pensó el líder de Diasomnia, cada vez más cerca de la cara de Cater.
Cuando sus labios estaban a punto de rozarse, Cater despertó y Malleus se apartó de golpe. Los búhos blancos que antes habían estado volando por encima de ellos se fueron dejando atrás algunas plumas del color de la nieve.
- ¿Malleus? - preguntó Cater confundido y medio dormido - ¿Qué haces aquí? -
- ¿No deberías estar durmiendo en tu habitación? - preguntó Malleus, tratando de evitar la pregunta del pelirrojo.
Y es que el joven maestro no tenía una respuesta clara a aquella pregunta.
- Sí... Tienes razón... -
El alma de Malleus comenzó a sentirse pesada y el cornudo pudo hacerse una idea del porqué: Cater.
Siempre que se encontraba al pelirrojo este tenía una actitud alegre y despreocupada. Pero ahora estaba distante y apagado.
Malleus decidió que no le gustaba esa faceta de Cater y en su interior surgió la necesidad de querer hacer feliz al pelirrojo.
Pero Cater no le dio ni un segundo para reaccionar, se levantó del suelo y se alejó en dirección a su dormitorio.
Malleus se quedó solo una vez más y está vez, en lugar de sentir indiferencia ante su soledad, le dolió.
.
.
.
(A la mañana siguiente, después de clases) ***
.
.
.
- Cater, quédate un momento, por favor. - pidió el profesor Crewel.
Algunos estudiantes comenzaron a murmurar alrededor del pelirrojo y esto le hizo sonrojarse y fruncir el ceño por la vergüenza.
Al final Cater se quedó a solas con el profesor Crewel (No sin que antes algunos de sus compañeros le mirasen de reojo antes de abandonar el aula)
- ¿Sabes por qué he echo que te quedes? - quiso asegurarse el profesor.
- Por nuestra charla de ayer ¿no? -
- Sí. Mi amigo ya está aquí, no tardará en llegar. -
- De acuerdo... ¿Puedo estar con mi teléfono mientras le esperamos? - preguntó Cater.
- Claro. Pero cuando venga lo guardas. - respondió Crewel.
Lo primero que Cater hizo nada más tener el teléfono entre sus manos fue meterse a magicam y revisó a ver si había perdido algún seguidor. Por suerte para él su número se seguidores seguía siendo el mismo que el de la última vez, pero se sorprendió al ver que no había subido ninguna foto desde hace casi dos semanas y se sorprendió aun más al ver que tenía un mensaje privado de Idia.
- Lamento llegar tarde - dijo alguien.
Cater no había oído la puerta de la clase abrirse y por ello dio un pequeño brinco por el susto. Casi se le cae el teléfono al suelo.
- Al menos has venido - saludó el profesor Crewel al recién llegado.
Sé trataba de un hombre con gafas que llevaba puesto un jersey marrón claro, unos pantalones color caqui y una corbata rosa. En sus manos sujetaba un pequeño cuaderno y un lapiz.
- Cater, te presento a mi viejo amigo el Doctor Emile Picani. Él se ocupará de ayudarte con tu caso. -
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top