Sorpresa
Dos años atrás.
Ocultos en el muelle cuatro sombras observaban, esperando.
¿A quién?
Donatello con la esfera Kraang había descubierto que el Kraang mandaría un cargamento de mútageno trasportandolo a una base. Se iba a entregar en los muelles.
- Estoy aburrido chicos. - se quejó Mikey.
- Esto ya es tardado, ¿Cuánto más vamos a esperar?
- El tiempo que sea necesario. - habló el líder. - Tenemos que estar alertas.
Una camioneta blanca se detuvo, dos kraang con sus trajes de humano, bajaron del auto armados. Pero extrañamente se quedaron quietos.
- ¿Qué sucede Donnie? - el temperamental del equipo. - ¿Porqué no se mueven?
- Deben ser los que recibirán el mútageno.
- Bien éste es el plan, hay que esperar en lo que llegan por el mútageno, no sabemos cuantos kraang llegarán con el mútageno, atacaremos desde las sombras.
No tardó mucho tiempo en que llegarán el resto, al igual que los otros, llegó una camioneta blanca pero con la diferencia de que solo había un kraang.
Raph desenvainó uno de sus Sais, al notar esta acción Leo lo detuvo.
- No atacaremos. - ordenó el líder.
- ¿Porqué no? - preguntó Raph con un tono molesto en su voz. - No son una amenaza.
- Todavía no sabemos si llegarán más. - contestó el líder.
Ambos se miraban de manera hostil.
- Debemos de atacar ahora - reclamó Raph, podía ser que estuviera de acuerdo con el plan de Leo, pero eso era antes de que llegara el que iba a entregar el mútageno. Al saber que no había muchos Kraang era perfecto atacarlos. Un ataque directo.
- No, soy el líder y se atacaremos como yo diga. - recalcó el líder.
Raph no dijo nada más, estaba molesto Leo no lo escuchaba y esperarse ¿a que? A que vengan más kraang y sea imposible atacarlos.
No
Debían de atacar ya.
Sin obedecer las órdenes de Leo, se lanzó al ataque.
Acabó con el kraang más cercano a él, los otros dos que estaban sacaron sus armas y comenzaron a disparar. Leo miraba enojado a su hermano, otra vez le había desobedecido.
Raph sin problema acabó con los kraang restantes. Ahora el mútageno era suyo.
- Debiste obedecer mis ordenes - no se volteó no quería ver la cara de su hermano.
- Tu plan no tenía sentido. - le contestó - además ya no hay kraang.
- Ese no es el punto Raph, me desobedeciste.
- Ya te dije porque no lo seguí. - contesto Raph. - y deberías de agradecerme, ahora el mutageno es nuestro.
Donnie y Mikey bajaron, observando como esta pelea iba aumentando su agresividad.
- Ese no es el punto - dijo Leo - deberías seguir mis ordenes..
- ¿Y esperar a que llegarán más? - preguntó Raph ambos tonos iban siendo cada vez más hostil. - Aproveché que no había muchos kraang.
- ¿Y qué tal si hubieran más?
- Pero no los hubo, así que era inecesario tu plan, deberías de escucharme para variar..
- Te recuerdo que Sensei me puso a cargo.
- ¡El que seas líder no significa que tienes razón en todo!
- ¡Son las tortugas conocidas como tortugas!
- Y tienen el mutageno que se supone que kraang entregaría en el lugar que debe ser entregado.
Un grupo de kraang comenzaron a disparar hacia ellos. Eran bastantes.
Mientras esquivaban los disparos, y acababan con varios, parecía que llegaban más y más.
Entre el caos uno de los kraang se subió a la camioneta y huyó con el mútageno.
Leonardo intentó perseguir el auto pero los kraang los entretenían haciendo imposible perseguir la camioneta.
- ¡Debemos irnos! - partiendo a la mitad a un kraang se reunió con sus hermanos, lanzando una bomba de humo, desapareciendo.
La misión fracaso.
Alejados del peligro, suspiraron aliviados, estaban ilesos. Leo se acercó a Raph molesto.
- ¡Todo esto es tu culpa Raph!
- ¿Mi culpa?... ¡Tú fuiste él que perdió el tiempo por regañarme por no seguir tus órdenes!
- Si me hubieras hecho caso..
- No habríamos conseguido el mútageno.
- ¡Ah!.. ¿¡Y AHORA LO TENEMOS, RAPH!? ¡Estamos con las manos vacías! Se llevaron el mútageno y no sabemos a que base!
- ¡Te recuerdo que TU fuiste el que perdió el tiempo con eso de decirme que Splinter te eligió ser el líder! ¡Tú fuiste el que perdió el tiempo, si no me hubieras reclamado ya nos habríamos desecho del mútageno pero claro yo soy el culpable!..
- ¡Deja devictimizarte Raph!. Lo único que haces es criticarme.
- ¡Y tú deja de hacerte el sufrido! Te crees demasiado por que Sensei te nombró líder, pero la verdad es que no lo eres, tratas de que seamos tus soldados y no pienso serlo. Cuando des buenas órdenes no las desobedeceré.
- ¿¡Acaso estás celoso!?
- ¿¡Celoso!? ¿¡Porqué crees que estoy celoso de ti!?
- ¡Haz estado en desacuerdo conmigo desde que Splinter me nombró el líder! ..
- ¿¡Crees que se trata todo de tí!? ¡Siempre me dices que soy egocéntrico pero no te haz visto en un espejo!
Donnie y Mikey veían el espectáculo en silencio, podían ver la mirada de rabia de ambos hermanos. Parecía que en cualquier momento se lanzarían para morderse cual perros de pelea.
No era la primera vez que discutían. Y sabian muy bien que no debían de interferir.
Leo se retiró enojado, necesitaba alejarse lo más posible de Raph. Sus hermanos por otra parte caminaron de regreso a la alcantarilla.
Al estar tan absorto en su enojo golpeó lo que estuviera a su alcance. Se desquitó con un ducto de ventilación.
- Oye ya acabaste con él, dale un respiro.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó algo agitado, aun traía mucho enojo.
- Bueno vivo a un lado de este edificio.. Tal vez no lo notaste por estar acabando con tu contrincante. - la chica notó las abolladuras del ducto.
Leo no dijo nada, algo muy raro por parte de él. Hiiro miró los nudillos de su amigo mutante, estaban sangrando, algo que preocupó a la chica.
- Necesitas que te cure eso - dijo intentó tomar su mano, pero Leo la alejó.
- Estaré bien. - contestó, restándole importancia al estado de sus nudillos.
- Si claro.. - se acercó para tomarlo de la muñeca. - Vamos, solo tomará unos minutos... Y tu rival no se moverá.
Leo asintió.
(...)
- Y se puede saber ¿porqué atacaste ese ducto? - preguntó la ojigris - ¿acaso te miró mal?
- Nada de eso, solo necesitaba descargar mi enojo.
- ¿Te desquitaste con un inocente ducto de ventilación? Ahora siento lastima de tus enemigos. - Leo sonrió levemente. - ¿Qué fue lo que te hizo enojar?
- Mi hermano. - La ojigris limpiaba delicadamente las heridas, con un poco de algodón.
- Adivinaré.. Rojo.
- Si..
- No es por ser entrometida pero.. ¿Por que te enojaste con él?
- No me hace caso por más que le digo que el líder soy yo... Cuestiona mis planes, esta celoso porque nuestro padre me eligió para ser líder y no a él...
- ¿Y eso lo crees? - preguntó la ojigris.
- Si - Leonardo hizo una mueca de dolor, el alcohol le ardió. Diana se disculpó. - Su actitud solo me demuestra que esta celoso.
- ¿En serio piensas eso? - al terminar de limpiar la herida, comenzó a vendar la mano izquierda.
- ¿Qué otra explicación hay? - la mano izquierda ya estaba vendada y lista, Diana le pidió la otra.
- Tal vez le molesta que no lo tomes en cuenta... - empezó a limpiar la herida.
- No es posible, él quiere hacer todo a su manera, le molesta que sea yo él que le dice que hacer..
- ¿Puedo preguntarte algo? - Leo asintió. - ¿para ti que es ser un líder?
- Es tomar las mejores decisiones para el equipo, que los demás te sigan sin cuestionarte, ¿Tengo razón?
Hubo un momento de silencio.
- Siento decirlo pero.. Tienes una idea alejada de ser un líder.
A pesar de conocerse hace dos meses, Diana sabía como era Leo, es decir, la forma de actuar y de pensar.
- Si implica tomar las mejores decisiones pero también significa entender a los que lideras.
- ¿Entender? - Diana le vendo la mano que faltaba.
- ¿Cómo puedes entender a tu equipo si no los escuchas? A veces Hinto las respuestas a los problemas más difíciles vienen de los que menos esperamos.. Es cuestión de que veas la perspectiva del otro.
Leo meditó en lo que le dijo Hiiro.
- Y listo.. ¿Vez? no tardamos nada - le dijo Leo miró sus manos limpias y vendadas. - y con respecto a lo que hablamos creo que hay algo que puede ayudarte..
- ¿Y qué es? - preguntó Leo.
Ambos adolescentes se levantaron para salir del cobertizo.
- ¿Ves ese edificio de ahí? - Leo asintió.
- Bueno cerca de ese edificio hay un parque, nos vemos ahí mañana a medianoche.
- ¿Por?
- No te lo diré, tienes que ir para saber. - le dijo.
- De acuerdo, creo que nos veremos allá.
Al día siguiente
Leonardo salió de su habitación, el reloj de su T-phone faltaban 20 minutos para la hora que acordaron verse.
Al llegar a la sala vio a sus hermanos, Donnie en su laptop mientras que Raph alimentaba a su tortuga mascota, y Mikey tomaba posesión del control.
- Oye Leo - le habló el menor. - ya va empezar tu programa ¿no quieres verlo?.
- No Mikey, saldré. - esa respuesta extraño al temperamental. - Donnie - el mencionado lo volteó a ver - ¿puedo llevarme la Tortu-moto?
Una petición extraña para el de bandana morada.
- Claro Leo.
- Gracias Donnie.
- Últimamente haz estado saliendo mucho ¿no crees? - Raph empezó a notar que su hermano de bandana azul salía seguido, no decía a donde iba, y eso extrañaba al temperamental.
- A donde vaya no es de tu incumbencia - la respuesta de Leo fue seca, aún estaba enojado con Raph.
- Haz estado actuando raro ¿qué es lo que ocultas?
- No oculto nada, y siéndote sincero Raph solo quiero salir, aún estoy molesto por lo que paso ayer... - Leo caminó hacia donde Donnie tenía la Tortu-moto. - Volveré más tarde.
Al subirse a la Tortu-moto, Leo se colocó su casco y ponerse en marcha hacia su destino.
(..)
Al llegar ocultó la Tortu-moto, le mando un mensaje a su amiga.
-"Ya estoy aquí, ¿donde estás?"
-"Espera ya voy para allá"-
-"Ok" -
Leo espero guardando su T-phone en su bolsillo. Espero uno minutos hasta que llegó.
- ¿Y bien que era lo que me ibas a enseñar?
- Más despacio velocisista - le contestó - ni un hola..
- Lo siento, tengo curiosidad por lo quieres enseñar. - le dijo Leo.
- Ok, vamos es por aquí. - la joven guió al mutante.
Para ser un parque en la ciudad más ruidosa, el lugar era muy extenso, parecía que habían salido de la ciudad.
- Detengamonos aquí.
- ¿Por?
- No queremos asustarlos..
- ¿A quiénes? - preguntó Leo estaba confundido.
- Acerquemonos con cuidado. - la ojigris caminó agachada acción que también imitó el líder.
- Ok.. ¿A quienes te refieres? - llegaron hasta unos arbustos ocultándose de lo que fuera que hubiera,
- A ellos. - Leo se asomó tras los arbustos, en esa parte del parque estaba amplia debido a que no había árboles, era como estar en un prado.
Solo había un árbol en medio.
Cerca del árbol solitario, estaban los que no quería la ojigris asustar.
- Esos son.... ¿Caballos?
- Ajá, ¿está genial no? - la chica estaba sonriendo ampliamente. - son parte del grupo de caballos que cuido. - son Fritz y Freya - señaló a los dos caballos uno era de pelaje negro y el otro era blanco con manchas cafés.
- ¿Los robaste? - la chica salió de su escondite seguido por una tortuga sorprendida. Nunca se imagino que su amiga fuera capaz de robar.
- No los robé, los tomé prestados.. - aclaró la chica. - robar no aplica en estos casos. - acarició a Fritz.
- ¡Claro que sí aplica!, nadie sabe que los trajiste, eso es un robo.
- En realidad eso no significa robar.. Te muestro. - la chica sacó su teléfono. - Esto significa robar.. ¿Lo puedes leer?
Leonardo tomó el teléfono de la joven.
- "El robo es el delito en la cual alguien se apropia de algo de otro usando la violencia o intimidación. En cambio si se retira las pertenencias sin violencia o intimidación es considerado hurto."
- ¿Ves? Y ni siquiera sería hurto, solo los vamos a usar un rato y después los dejamos en los establos. Nadie sabrá que salieron.
Leo no estaba muy convencido pero no podía hacer nada.
- ¿Nadie te vio?
- Nadie, las cámaras de seguridad no sirven así que no hay problema.
- Bueno, y ¿porque los trajiste?
- Te ayudará a tener una diferente perspectiva de liderazgo.
- ¿Un caballo me va a enseñar de liderazgo?
- Mientras aprendes a cabalgar.
- ¿Montar a caballo?
- Si - dijo la chica - ¿o que te da miedo?
- No, pero es raro.. A parte ¿no deberían de tener sus monturas?
- En teoría pero las monturas tienen rastreador, se activan si salen del establo igual las brindas.. Tendrás que aprender a la antigua.
- No estoy seguro de esto..
- ¿Lo dices de verdad? Por lo que me contaste haz acabado con mutantes, ninjas y quien sabe que más... ¿Y te da miedo un inocente y tierno caballo?
Ouch.. Un golpe directo en el orgullo del líder.
- No es así... - un intento débil de defender su orgullo.
- Demuéstralo. - Leo miró a los caballos, comían el pasto del parque, estaban tranquilos.
Leo pasó saliva.. Desconfiado.. Pero su orgullo estaba en juego no podía decir que no.
- Descuida.. Yo te enseñó.
Leo se acercó al caballo manchado, se veía que era el más pacífico a comparación con el otro, pero fue detenido por la joven.
- Yo usaré a Freya.. Tú subirás al lomo de Fritz. - el caballo resopló observando al mutante.
- ¿Y... Porque no uso a Freya? Fritz..
- Fritz será el que usarás punto. Y te dije que te enseñaría ¿no?
- ¿Y qué tengo que hacer? - preguntó el líder.
- Para empezar, presentate con Fritz, te acercas con cuidado, nada de movimientos bruscos.. Si ves que sus orejas agachadas o que agache la cabeza detente, simple ¿no crees?
- Algo.. - Leonardo se acercó con cuidado siguiendo las instrucciones de su amiga.
El caballo al ver que se acercaba agachó la cabeza, no era buena señal.
- Hinto, trata de hablarle para que se familiarice con tu voz.. Una voz amable ayuda.
Leonardo se detuvo al caballo dio dos pasos atrás.
- Fritz, no pasará nada, todo va a estar bien.. No te haré daño. Lo prometo. - el caballo alzó sus orejas, al igual que su cabeza.
- Bien, sigue hablando. Y trata de ser predecible con tus movimientos, así confiará más en ti, y puede sentir tus emociones así que trata de mantenerte calmado.
- Se que no me conoces, pero quiero ser tu amigo. - Leo se acercó con cuidado, Fritz no se movió.
Sin más Leo se acercó lo suficiente, era un animal bastante imponente, Leo acarició la cabeza del animal.
Para sorpresa de él éste se dejó tocar. Volteó ver a su amiga orgulloso de que logrará acercarse al animal en su primer intento.
La joven sonrió, feliz de presenciar todo.
- ¿Qué te parece? Le agradas a Fritz. - dijo la chica para acercarse.
- También ella me agrada. - Leo continuó acariciando a Fritz.
- En realidad Fritz es macho.
- Oh, lo siento amigo. - se disculpó la tortuga, el caballo solo resoplo.
- Ahora viene la parte divertida. - habló la joven - montar a Fritz.
Leo tragó saliva, algo que la chica vio, le puso una mano en el hombro.
- Ya tranquilo, le agradas a Fritz eso es algo que nadie ha hecho.
- ¿De verdad? - La chica asintió paso a estar cerca del caballo acariciando el cuello de Fritz. - Bien enseñame como subir al lomo de Fritz. - Leo se sentía más seguro, algo que la joven notó.
Leonardo escuchó atentamente la indicaciones de Diana. En lo que se subía, su amiga mantendría a Fritz calmado.
Logró subir al lomo del animal.
- Ahora debes mantener el equilibrio, es como andar en bicicleta. Sujetate de su crin.
Leo obedeció a lo que dijo.
- No te asustes, recuerda el siente tu miedo. Es sensible - La ojigris fue a subirse a Freya y con ella se acercó a donde estaba Leo y su compañero. - Vamos a iniciar con una simple caminata. Solo dale un pequeño golpe en el costado, hazlo con suavidad.
En cuanto hizo lo que le dijeron Fritz avanzó, haciendo que Leo se tensara, ocasionando una risa por parte de la chica.
Diana hizo lo mismo para que avanzará Freya.
- Vas bien, ahora como estás en el lomo de Fritz tienes que comprender su lenguaje corporal. Mantén la visita en sus orejas, solo enfócate en el espacio que hay en sus orejas y estarás bien.
Leonardo a pesar de que era su primera vez montado a caballo, no lo hacía mal.
- Ahora vamos por algo más difícil, haz que corra. Recuerda un golpe suave o puedes decirle que corra, también suele funcionar.
Sin más que decir, Leo hizo que Fritz aumentará la velocidad.
- ¡Eso es! - gritó Diana.
Diana observaba como su amigo mutante sonreía, estaba feliz, para ella eso la hacía feliz.
Pero no duraría mucho, Leo al ver que Fritz dejó de obedecerlo a donde debía a ir, trató de obligarlo.
Diana al notar esto, intentó detenerlo, digo intentó por que Fritz al sentirse obligado frenó de golpe ocasionando que Leo perdiera el equilibrio y cayera bruscamente.
La chica bajó para ayudar a su amigo.
- ¡Hinto! ¿Te encuentras bien? - Diana lo ayudó a levartase.
- Si estoy bien - se llevó una mano a su cabeza.
- ¿Por que hiciste eso?
- Iba a tomar un lado que no era. - dijo - Fritz no me hizo caso a donde debíamos ir..
- ¿Y obligarlo fue tu mejor opción?
Leonardo estaba fastidiado.
-... Mira esto no sirve, Fritz es un caballo rebelde. Te dije que debía de usar a Freya. - se comenzó a quejar.
- Fritz es el indicado para ti - le contestó - un caballo no se le debe obligar, es tu compañero tienes que saber lo que le pasa, entenderlo si no haces eso pues... Ya lo sabes.
Leonardo suspiró fastidiado.
- No entiendo por que sigues diciendo que Fritz es el indicado para mi, es agresivo, desobediente y.. - meditó un poco. Ahora entendía todo - se parece a mi hermano. ¿Por eso decías que era el indicado?
La chica se cruzó de brazos.
- Si así es. - contestó la chica. - siempre que estas enojado te quejas de tu hermano, rojo esto rojo aquello, pero.. No te das cuenta de lo que haces. Intentaste forzar a Fritz, obviamente no se iba a dejar. Es por eso que lo traje, Fritz te puede enseñar a que liderar no se trata de dominar si no de aprender a trabajar en equipo, escuchar lo que tu compañero dice... Tratarlo como quieres que a ti te trate.
- Se supone que lo debo de guiar yo.
- Es trabajo en equipo, no se trata de quien manda a quien es que ambos se entiendan.
- ¿Por que vine aquí? Ni siquiera te pedí que me enseñaras.
Hubo un momento de silencio, lo único que se podía escuchar era el sonido de los grillos.
- Tal vez si fue un error enseñarte a montar, pero de donde vengo aprendemos de la naturaleza, los caballos para nosotros son compañeros que.. Nos enseñan, libertad liderazgo al igual que otros animales. Quería que tuvieras otra perspectiva con el tema de ser líder. - Diana bajó su mirada - Pero creo que no debí de haberlo hecho... Debes ser tú el que decidas que clase de líder quieres ser. No hay problema si te ya no quieres estar aquí.
Diana se alejó para ir con los caballos. Estaba desanimada, era la primera vez que veía a Leo enojado con ella. Al darse cuenta de lo que dijo el líder se arrepintió.
- Espera - Leo la alcanzó de teniéndola tomándola de la mano. - quiero seguir intentándolo, tienes razón, debo de ver otras perspectivas.
- Ok... pero tienes que hacerlo bien, sin obligar a Fritz.
- Lo haré como tu digas.
Leonardo subió a Fritz intentándolo de nuevo.
Empezó a notar el lenguaje corporal del caballo, prestar atención a lo que sus orejas indicaban. Al final pudo cabalgar. Al voltearse notó a Diana completamente feliz, sintiendo el viento en su rostro, podia ver su sonrisa, una sonrisa cautivadora.
- ¿Quieres jugar unas carreras? - Leo asintió - muy bien el primero en llegar a ese árbol gana. - señaló aquel árbol solitario.
- Muy bien.
- A la cuenta de tres.. ¡Tres! - Diana aceleró dejando atrás a Leo.
- ¡Oye, tramposa! - acelerando la velocidad
Al ser mejor jinete, la joven le llevó mucha ventaja, logrando así la victoria.
- Gané - dijo victoriosa, bajando del Freya. - ganamos linda - acariciando su crin.
Leonardo llego después y al igual que Diana se bajó de Fritz.
- Eres una tramposa - le dijo - dijiste a la cuenta de tres.
- Nunca dije que no contaría tres primero. - se rió contagiando a Leo. - descansemos en el árbol.
Ambos se dejaron caer al árbol, dejando reposar sus espaldas en la corteza.
- Debo de admitir que me gusto montar a caballo.
- Yo también debo de admitir que me gustó enseñarte.. A pesar de tus quejas.
Ambos rieron.
- Gracias..
- ¿Por? - Leo miró a la ojigris.
- Por este momento, hace tiempo que no montaba a caballo, creí que no lo volvería a hacer.
- ¿Y porque?
- Es algo difícil de explicar y aún no me siento lista para contarlo..
- Esta bien.
Diana alzó la vista, mirando hacia el cielo.
- Lo malo de Nueva York es que no se ven las estrellas, a esta hora se ven perfectas.
- ¿De donde vienes se ven?
- Si, podías ver miles y miles de estrellas, cuando era niña mi familia las contemplabamos, muchas veces mi padre nos contaba historias a mi y mis hermanos, mientras veíamos el cielo..
- Se oye increíble.
- Lo era.
- Yo debería de agradecerte, me ayudaste a pesar de mi comportamiento. Lamento haber actuado como un tonto.
- Bueno todos tenemos nuestros momentos para actuar así. Además para eso están los amigos ¿no? En las buenas y en las malas.
Hubo un breve momento de silencio, Leo meditó un poco, miró el cielo. Respiró hondo, había tomado una decisión.
- Leonardo..
- ¿Qué? - la chica no lo entendió al estar concentrada en el cielo tratando de ver alguna estrella.
- Leonardo es mi nombre.
Diana jamás pensó que sería ese preciso momento en el que su amigo le diría su nombre.
La chica sonrió.
- Diana, mucho gusto en conocerte por fin Leonardo.
- Igual Diana. - ambos se estrecharon la mano. Felices de saber sus nombres.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top