B, la alienígena revisó al bebé de la joven.

- Felicidades, acabas de tener a un fuerte varón. - dijo ella, B con cuidado le paso al bebé a la joven.

Ella lo vio, estaba ansiosa por ver como era.

Era una pequeña tortuga.. Su piel de color un poco más oscura que la piel de Leo. También él pequeño poseía unas mancha rojiza en cada ojo.

- Mi pequeño.. - susurró ella, lágrimas de felicidad caían de sus mejillas.

La mamá besó a su pequeña luz...

Éste abrió los ojos. Sus ojos eran de un hermoso color... Parecido al diamante.

- Hola mi bebé. - susurró alegre.

El bebé le sonrió.

- Te amaré por siempre, mi pequeña luz. - dijo ella mientras besaba a su bebé una vez más.

- ¿Cómo nombrarás a tu bebé? - preguntó B.

- Pensaba en llamarlo.... Ryan, mi pequeño Ryan. - decía esa chica.

- Es bonito nombre. - sonrió B.

Ryan empezó a llorar.

- ¿Que tienes mi Ryan? - preguntó.

- Tiene hambre. - contesto B, Aquella joven sabiendo esto se levantó la blusa para que Ryan se pudiera comer.

- Vaya - tanto aquella chica como B se voltearon al escuchar esa desagradable voz. - Estaba planeado que fuera varón, es tan conmovedor que no lo hallas odiado... Y que le tengas ese patético cariño.

Un Kraang apareció atrás de Superior.

- Traime al bebé - el Kraang asintió se acercó a ellas dos.

B protegió a la chica.

- No puedes llevarte al bebé - dijo B.

- Oh claro que puedo - dijo Superior.

- Entonces tendrás que pasar sobre mí. - dijo B.

B traía un collar metálico de los Kraang. Impedía que ella usara sus poderes.

- Ese collar que te pusimos no solo sirve para quitarte tus poderes. - dijo Superior mientras que mostraba un control en su tentáculo.

Presionó el botón y B recibió una fuerte descarga eléctrica.

- Ahora - dirigiéndose a la joven - dame al bebé.

- ¡Jamás! - dijo ella protegiendo al bebé.

- Si eso quieres. - dijo - Kraang arrebatale ese bebé.

El Kraang obedeció, éste se acerco a ella. Y le quitó al bebé ya que ella se contraba todavía débil.

El Kraang le entregó al pequeño a Superior.

- Esta perfecto, ahora solo falta que lo mejoremos. - dijo miro a la chica. - Ahora ya puedes saber para que vamos a necesitar a tu pequeño. Él será nuestra arma para que destruya a esas odiosas tortugas, haremos que sea obediente a nosotros. Usamos el ADN de aquella tortuga Leonardo para crear a alguien que tenga la misma agilidad que él.

- No le hagas daño, el no tiene la culpa de nada, experimenta conmigo pero no a él. - sollozo la chica.

- Yo no obedezco órdenes de ti - dijo Superior. - Él será un asesino a nuestro servicio. Desgraciadamente te tendremos que conservar hasta que el bebé pueda sobrevivir sin ti.

Sin más que agregar, Superior se fue de ahí, junto con el Kraang. Aquella chica comenzó a sollozar.

- Por favor Leo... Ayudanos. - susurró entre lágrimas aquella joven.