La ley del garrote y el colmillo

Dimensión X

(Este capítulo es cuando Ryan estaba en la dimensión X)

Una pequeña figura fue escoltada por kraang-droides llevada a una habitación había una mesa en el centro con dos sillas y también algo más o más bien alguien.

Usaba un traje de vestir como los kraang cuando se disfrazan de humanos, solo que éste era raro.

- Déjenos solos - dijo a los kraang-droides que acompañaban al niño. Éstos obedecieron dejando solos.

La nariz del infante percibió el olor era similar al de su madre, no era un robot.

- ¿Por que no te sientas? - le dijo el hombre extraño, el niño caminó hasta la silla se sentó con dificultad aún le dolía los moretones en sus brazos y piernas.

El hombre extraño lo pudo notar, se sentó en la otra silla quedando enfrente del pequeño.

- ¿Cómo te llamas? - preguntó, su voz era muy amable.

- R-1T486 - contestó tímidamente

- Ese no es tu nombre - dijo. - No te haré daño puedes confiar en mí, vengo a ayudarte.

Ryan dudó, el extraño se veía amigable pero no podía ser bueno.. No puedes ser bueno si tus amigos son Kraangs, ¿verdad?.

- Debes de tener hambre.. - dijo sacar su maletín, estaba oculto debajo de la mesa. Colocó el maletín en la mesa y lo abrió, al obtener lo que buscaba cerró su maletin y lo volvió a colocar en su lugar. - esto te va a gustar.

Abrió un paquete y una pequeña caja fueron puestas en la mesa causando cierta curiosidad en el pequeño.

- Son galletas de chispas de chocolate y leche.. - dijo mientras retiraba el popote del envase para colocarlo en su lugar.

El menor apretó sus ojos al sentir el dolor de su estómago. Hacia días que no comía nada. Uno de los tantos castigos que les aplicaban ahí.

El hombre extraño vio que el niño no probaría lo que le había puesto desconfiaba y no lo culpaba después de todo sabía que atrocidades le habían hecho.

Tenía que demostrarle qué no le haría daño y se le ocurrió una idea, tomó una galleta y le dio una mordida y dio un sorbo a la leche.

- Esta deliciosas.. - sonrió, tomo una galleta y el envase. - prueba.

Extendiendo sus manos, el niño agarró la galleta y el envase de leche, primero las olió y finalmente le dio una mordida y bebió la leche.

- ¿Te gustaron? - preguntó, sabía la respuesta al verlo devorar las galletas pero algo de conversación podría hacer que el niño le tuviera confianza.

- Si.. - dijo mientras se metía una galleta a la boca, el hombre extraño alcanzó a ver como sutilmente el niño guardaba unas galletas en su pantalón.

- ¿Te gustan los juegos? - preguntó el extraño.

- Creo que sí, ¿y que vamos a jugar?

- Es un juego de la tierra, 20 preguntas yo te hago unas preguntas tú las contestas con sinceridad y tú me puedes preguntar y yo debo responder sinceramente y así hasta que sean 20.

- ¿Y qué preguntas debo hacer?

- Las que tu quieras. - dijo el extraño. - ¿Esta bien?

- Ok.

- Bien, que te parece si empiezas tú..

Eso tomó por sorpresa al infante, por breves segundos pensó en que podía preguntar había muchas cosas.. Por su mente paso una el extraño le había dicho que podía preguntar lo que sea, así que no estaría mal preguntarle.

- ¿Eres un humano?

El extraño se sorprendió por la pregunta, sabía que podía pasar pero no pensó que preguntaría eso tan rápido.

- Algo así.. Es complicado pero podría decirse que sí soy un humano. Ahora sigo yo.. ¿Cuál es tu nombre, pequeño?

-..... Ryan. - dijo finalmente.

- Ryan.. Es un buen nombre - dijo feliz aquel desconocido. - Tu turno.

- ¿Cuál es tu nombre? - preguntó Ryan.

- Zarkon Thrax ahora es mi turno. ¿Cómo fue que te hiciste esos moretones?

Ryan examinó sus brazos, la mayor parte de la piel estaba en un color más oscuro eran muchas manchas y le dolían si las tocaba. Si decía algo podía pasar lo peor.

- No le diré a nadie.. - dijo Zarkon - será nuestro secreto..

Ryan lo pensó por unos segundos, suspiró.

- Me golpearon porque le lleve comida a un prisionero castigado..

- Estás mintiendo.. - Ryan abrió sus ojos asustado,

- ¿Por que crees que miento? - preguntó Ryan algo alterando.

- Yo vi lo que paso. - contestó Zarkon asustando a Ryan. - Ahora mi pregunta es.. ¿Por que lo hiciste?

- Por que.. Aguanto muy bien los golpes.. - Ryan al sentir una lágrima deslizarse por su mejilla se la limpio rápidamente. - ¿Qué le va a pasar?

- Nada, los kraang creen que fuiste tú y cumpliste tu castigo no hay necesidad de decirles lo que paso. - esto hizo alivio a Ryan. - Ahora solo me queda saber que haré contigo.

Ryan cambio su expresión, podía sentir los latidos de su corazón en su oído como si su corazón tratara de tapar su audición.

- ¿Qué harás? - preguntó

- Ya lo verás.. - dijo Zarkon. El hombre se levantó de la silla.

Con un ademán hizo que Ryan también repitiera la acción, Zarkon abrió la puerta dejando que el menor saliera primero.

Zarkon colocó su mano en el hombro del pequeño lo cual tensó a Ryan lo que le había dicho le causó temor, podría ser peor que Superior aunque podía ser que no, no lo sabía y eso le aterraba.

Caminaron por los largos y fríos pasillos el color rosa neón iluminaba el lugar, pasaron algunos kraang-droides, Ryan bajó la mirada.

Era una de las cosas que le había dicho su madre que hiciera, los kraang amaban hacer sufrir a los prisioneros con solo darles un motivo por más mínimo que fuera garantizaba una serie de palizas y experimentos dolorosos.

- Llegamos - dijo Zarkon usando una especie de tarjeta abrió la puerta.

En silencio entró a la celda, aún resonaban las palabras de Zarkon en su cabeza.

- Ryan.. - el niño volteó - cuida esto por mí - Zarkon le entregó una especie de cubo negro, era pequeño muy fácil de esconder.

Pero... ¿Porqué se lo daba? La expresión de Ryan fue notada por Zarkon.

- Cuando estés triste presiona ese botón. - señalando aquel botón al costado del cubo - te mostrará algo que creo que te ayudará... Nos vemos amigo.

La puerta de la celda se cerró y Zarkon se retiró, Ryan podía escuchar los pasos alejarse hasta que se desvanecieron.

La poca luz que entraba en la celda, le ayudaba a no sentirse tan inquieto. Dio un bostezo tener algo de comida en el estómago le había dado sueño.

Acurrucandose en una esquina de la celda, Ryan se acostó usando sus manos como almohada. Finalmente pudo dormir.

Zarkon una vez lejos, sacó un celular y hizo una videollamada.

- Libera el humo. - ordenó con un semblante serio sin mostrar una expresión.

Recibiendo la orden presionó el botón, la celda de Ryan se empezó a llenar de un humo amarillo.

Ryan no despertaría por varias horas.

(..)

- Kraang hace lo conocido como pregunta a los conocidos como prisioneros ¿Quién es lo conocido como responsable?

La hilera conformada por varios niños todos con la cabeza baja, el kraang-droide mostró su bastón metálico oprimió el botón el sonido que produjo debido a la electricidad.

Una pequeña zorro fennec empezó a temblar, su cola la escondió entre sus patas traseras. Las orejas estaban pegadas a su cabeza y sus ojos estaban derramando lágrimas, sabía que la delatarían se imaginaba como sus compañeros la señalarían.

Yo lo hice

Todos los niños voltearon a ver quién había dicho eso no tardaron mucho habia levantado la mano para destacar.

No tenía mucho que llegó a la sección 47. Aquella tortuga se había culpado, la mutante lo miró asombrada.

El kraang-droide apagó su bastón tomó bruscamente a Ryan y lo arrojó al suelo usando el bastón el kraang-droide comenzó a golpearlo, todos tenían que ver no porque quisieran si no porque los kraang querían asegurarse de que entendieran que pasaba si desobedecian.

El kraang-droide paso de los golpes a las patadas pateando su plastron y caparazón. La tortuga vio gotas de sangre caer al suelo, su nariz estaba sangrando.

Ryan se limitó a cubrir su cabeza con sus manos, entre el espacio que había hecho sus brazos vio a la pequeña sus miradas se toparon, una mirada triste.

Ryan se percató de algo.

Entre la multitud de niños había alguien caminaba detrás de ellos, parecía que nadie lo notaba con excepción de él.

Era una sombra no podía distinguir que era. Aquella sombra cambió a una más cuadrupeda abrió su boca emitió un rugido.

Los niños y el kraang-droide desaparecieron. Dejándolo con la sombra.

Esa misteriosa sombra sin forma, se acercó lentamente a Ryan quién permanecía en el suelo adolorido pero atento la sombra.

Ese ser misterioso notó el dolor del niño, sin decir nada extendió su mano colocándola a solo escasos milímetros del rostro de Ryan.

La mano emitió un brillo blanquecino qué obligó a Ryan cerrar sus ojos. Al abrirlos ya no sentía dolor.

Se lentamente se puso de pie. Los ojos de la sombra emitieron un brillo blanco, sin darse cuenta los ojos de Ryan también emitieron este brillo solo que más tenue.

Sin decir nada la sombra dio media vuelta alejándose del niño.

- ¡Espera! - se detuvo para mirar de reojo a la pequeña tortuga. - Gracias. - para finalmente desaparecer.

(..)

Abrió sus ojos lentamente su vista se fue aclarando poco a poco. Al mirar a su alrededor, vio hasta el fondo en la pared una puerta del techo pequeñas gotas caían al suelo. Ya no estaba en su celda Kraang. Se encontraba encerrado en una jaula de madera.

Se encontraba encerrado en una jaula de madera.

- Oye.. - junto a la jaula de Ryan había otra. Ryan se acercó.

Era una mutante tenía un pelaje color rojizo a excepción del rostro que tenía un color blanco, orejas pequeñas y puntiagudas y unos ojos color miel.

- Sabes ¿en dónde estamos? - preguntó.

Ryan no supo que decir, apenas había despertado lo último que recordaba era estar en la celda Kraang.

La tortuga negó con la cabeza.

- Les diré en donde estamos. - habló otra voz. - es un barco.. - dijo mientras agarraba los barrotes de su jaula.

Ryan no entendió a que se refería ¿qué era un barco?

- ¿Cómo sabes que estamos en un barco? - al parecer la mutante sabía a que se refería.

- Mi abuelo me llevaba en su barco a pescar. - contestó.

- Pero ¿a dónde nos llevan? - preguntó alguien más, la mutante no era ma única que iba sola en su jaula. Había otro con la misma apariencia que ella.

- No lo sé.. - le dijo mientras lo abrazaba.

Al parecer no eran los únicos ahí, Ryan empezó a escuchar los múltiples sollozos de varios niños enjaulados, pidiendo por sus padres.

Al igual que Ryan todos los niños que alcanzaba a ver, tenían el mismo collar metálico en sus cuellos. La puerta se abrió de golpe estremeciendo a todos los niños quiénes guardaron silencio casi al instante.

La luz era demasiado brillante para aquel lugar oscuro, no podían verle el rostro.

Tambaleandose de un lado a otro, las manos del hombre sostenían algo.

Una botella y un garrote.

Aquel hombre observaba a los niños encerrados mientras daba grandes tragos a su botella

- Grace, huele como papá.. - susurró mientras se aferraba más a ella.

- Lo sé.. - susurró mientras abrazaba con más fuerza a su hermano. Ocultaba sus orejas temerosa por lo que podia pasar. La tortuga vio su miedo por el desconocido.

Ryan percibió aquel olor nuevo le resultó desagradable.

El sujeto movía el garrote haciendo que chocará con la madera del suelo. Cuando veía fijamente a los niños éstos bajaban la mirada mostrando una actitud sumisa.

Todos excepto uno.

Ryan.

No era por desafiar ni nada, simplemente no entendía porque habían un humano trabajando para los kraang, su mamá era humana..

¿Por qué lastimaba a los suyos?

Ésto lo notó aquel hombre, se detuvo enfrente de la jaula de Ryan. Lo observó fijamente, la tortuga no bajó la mirada y eso no le agradó.

Dejó la botella encima y abrió la jaula de Ryan. La puerta hizo un chirrido escalofriante.

El hombre tomó a Ryan por su collar jalandolo bruscamente sacándolo de su jaula. La tortuga se levantó.

- ¿Te gusta desafiarme? - sonrió vilmente, Ryan no entendía nada. - Tendré que enseñarte a respetar - se abalanzó am niño bajandole los pantalones, Ryan intentó alejarlo pero era mas fuerte que él. Ryan logró separase de ese hombre pero era tarde.

El hombre elevó su garrote y lo golpeó justo en su pierna ocasionado que el menor gritara de dolor, Ryan cayó al suelo con esa horrible sensación.

El hombre se agachó.

- Levántate - ordenó en un tono sombrío.

El dolor en su pierna era fuerte no sabia si su pierna estaba rota.

- Haz lo que te dice.. - susurró el mutante que acompañaba a Grace. Ella lo reprendió

- ¡CÁLLATE! - gritó enfurecido golpeó la jaula asustando a los niños. Ambos retrocedieron. El hombre sonrió, él era el jefe y eso lo estaba dejando claro, dirigiéndose a Ryan quien no se había levantado como le había ordenado.

- Levántate - espetó elevando el garrote, amenazandolo com otro golpe.

Ryan usó su otra pierna y sus brazos, su cuerpo temblaba. Finalmente Ryan pudo estar de pie el menor trataba de no poner todo el peso en su pierna golpeada. La tortuga bajó la cabeza.

- Así me gusta... - dijo mientras sonreía, con su mano libre tomó sus mejillas apretandolas con fuerza obligándolo a verlo. - El fuerte somete al débil.

Aún sujetandolo por sus mejillas lo arrojó con fuerza a la jaula cerrando la jaula violentamente. Ryan cayó de lado. El hombre arrojó su pantalón, cayendo al fondo de la jaula.

La risa del hombre era la misma risa cínica de los Kraang cuando lo torturaban.

Así como llegó con pasos tambaleantes salió de la habitación dejando que la oscuridad se adueñara de nuevo y los sollozos la melodía del sufrimiento.

Ryan permaneció en el suelo llevó sus manos a su pierna golpeada pues justo había caído en ella pero hasta el más mínimo roce le dolía.

La tortuga intentó colocarse boca arriba tratando de no mover bruscamente su pierna, uso sus brazos para sentarse y así arrastrarse hasta el fondo de la jaula. Una vez sintió la pared de madera reposó su cabeza en ésta, su cuerpo estaba cansado.

Ryan vio de reojo como aquellos hermanos se abrazaban mutuamente, dándose calor eso le hizo pensar en su madre.

Había perdido la cuenta de los días que llevaba sin verla, la extrañaba. Ryan exhaló el leve humo de su aliento se hizo presente.

Intentó dormir, pero era muy difícil conciliar el sueño la ropa que usaba no servía para una temperatura fría pero tenía que dormir quizás así la pierna no le dolería. Notó su pantalón y con dificultad lo tomó no tenía la fuerza para ponérselo pero podría usarlo como manta.

Del bolsillo salió la pequeña caja que Zarkon le había dado, había olvidado que la guardo en su pantalón. Al tomarla la vio el botón, tenía dudas podia ser algo malo.. ¿Pero que perdía con presionar el botón?

Oprimió el botón del pequeño cubo y éste emitió un brillo era un holograma.

Una pelea, varios kraang-droides disparando sin cesar, no sabía hasta que el filo de un arma partir por la mitad al kraang-droide.

Y finalmente lo vio, era su padre y no era el único, sus tíos aparecieron desafortunadamente el holograma no contaba con audio pero a Ryan no le importaba.

Ver a su padre combatir contra los kraang con tanta valentía, era muchas veces mejor que las historias que contaba su madre.

No porque ella fuera mala contando historias al contrario era la mejor pero ver a su padre a sus tíos pelear contra los kraang era impresionante.

Su padre parecía decirle algo a sus tíos y éstos asentían. La batalla no duro mucho los kraang-droides habían caído uno tras otro hasta que fueron derrotados, pudo ver como su padre y sus tíos festejaban victoriosos, la grabación acabo mostrando una imagen de ellos chocando sus manos.

N/A

Hola les he traído un nuevo capítulo, espero que les haya gustado si es así dejen su estrellita y su comentario.

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