Gasolinera
La carretera estaba completamente vacía, Casey podía dar vueltas locas en ella pero con un límite de gasolina no podía darse ese lujo.
Decidió prender el radio y buscar una canción que ayudara a superar el viaje.
Buscaba una canción buena en la radio, cambiando de estación.
Encontró una y le subió al volumen.
Hipnozite de The Notorius B.I.G
Casey comenzó a tararear la letra de la canción, moviendo su cabeza al ritmo de la música. Concentrandose en dos cosas, en la carretera y en la música.
Sin embargo algo le llamó la atención, en el espejo retrovisor pudo notar que alguien se asomaba ligeramente atrás de él asiento.
Se volteó para ver si solo era su imaginación, no podía notarlo y tampoco debía de distraerse por mucho tiempo.
Llegando a la gasolinera, se fijaría bien y con más calma.
- ¡Bu! - gritó Ryan asustando a Casey ocasionando que por poco y derraparan. Casey detuvo bruscamente el auto.
- ¿¡Porqué hiciste eso!? - le reclamó Casey - ¿¡sabes que es peligroso lo que acabas de hacer!? - Trato de calmarse - Por poco y pierdo el control.
- Lo siento..
- A todo esto ¿qué haces aquí? ¿No se supone que deberías de estar en la granja?
- Así era pero vi la puerta abierta del fiestamovil y me subí. - dijo el pequeño mientras intentaba pasarse al frente. Acción que Casey notó y ayudo a Ryan a pasar al asiento del frente.
- No debiste de hacer eso. - dijo Casey mientas le ponía el cinturón de seguridad a Ryan.
Casey continuó manejando.
- Por favor no me regreses a casa, no te estorbaré para nada, prometo portarme bien - Ryan hizo sus ojos tiernos.
- Niño, esa mirada no funciona en Casey Jones, soy inmune a los ojos tiernos y por más que quisiera llevarte de regreso no puedo.
Ryan sonrió, la suerte estaba de su lado.
- Si Leo se entera de esto me matará - Casey ya se imaginaba que le dierian todos y que le haría Leo.
- Pues no le decimos, también me mataría si se entera de que subí al fiesta movil
- ¿En serio eres hijo de Leo?
- Si.. ¿Porqué lo preguntas?
- Bueno, en el tiempo que llevo conociendo a Leo jamás he visto que haya desobedeciendo una orden o hecho algo muy alocado, tu mamá igual.
- ¿Conociste a mi mamá? - asintió Casey - ¿Qué tanto la conociste?
- No tanto como Leo o los chicos pero reconozco que era muy valiente, a todos los enemigos que nos enfrentabamos no dudaba en pelear.
- ¿En serio?
- Recuerdo una vez que los chicos entrenaban, Diana participó, peleó contra Leo y Raph, los venció, jamás había visto una paliza tan fuerte en los entrenamientos, ella decía que aprendió a pelear desde niña y era una gran arquera, podía hacer tiros imposibles.
- Guau... - dijo Ryan.
Hubo un momento de silencio.
- Ya casi llegamos. - avisó Casey al distinguir a la distancia su destino
- Ok cuando lleguemos no salgas del auto.
- De acuerdo. - contesto Ryan.
Al llegar a la gasolinera, Casey detuvo el auto, llevó su mano a donde se supone que coloca los pies el copiloto sacando su mochila.
Al sacar el gorro se lo dio a Ryan. (Un gorro estilo ruso)
- Mira usarás el gorro y te cubrías con la capucha, tenemos suerte de que haga algo de frío.- esculcó en su mochila buscando unos guantes. - creo que dejé unos guantes perfectos para esconder tus manos. Aquí están. - se los dio al pequeño.
Eran un par de mitones color gris, se colocó los guantes.
- ¿Porque me das esto?
- Las personas no pueden verte..
- Aquí no hay personas.
- Por ahora, tienes que verte menos diferente, para que no vernos sospechosos.
- Esta bien.
- Espera aquí. - le ordenó Casey antes de bajar y cerrar la puerta del auto. La ventanilla del conductor la había dejado abajo. - y no salgas ¿me oíste?
- Okey..
Caminó a la tienda, comprar un bocadillo no estaría mal. Abrió la puerta pudo escuchar la campana.
No era como la tienda de Berny, ésta tienda estaba muy bien surtida.
Recorrió los pasillos hasta encontrar una bolsa de papitas y unrefresco, se acercó a la caja donde una señora ya mayor lo vigilaba, mientras en su mano tenía un cigarrillo recién prendido.
A lado de la caja había un exhibidor de lentes giratorio, solo eran lentes de sol.
Colocó la bolsa de papitas y el refresco.
- ¿Es todo?
- No, también quisiera llenar el tanque y un bidón de gasolina - comentó Casey.
- Puedes pagar en esa máquina de ahí - señaló una máquina que estaba a lado del surtidor - con respecto al bidón, necesito verlo para saber que se esta respetando el límite.
Se maldijo internamente, por andar pensando en Ryan se le olvido por completo el bidón.
- Dejé el bidón en el auto.. - sonrió, estaba incomodo por la situación.
El sonido de la campana llamó la atención de Casey y la señora.
Al ver quien era el responsable no sabía si alegrarse o molestarse.
Ryan llegó con el bidón.
- Casey lo dejaste en el auto - contestó el pequeño mientras dejaba el bidón en el suelo. Y se acomodó la bufanda color café qué traía puesta.
- ¿Cómo te saliste del auto?
- No le pusiste seguro a las puertas, y también - del bolsillo de su sudadera sacó el dinero que Casey había traído. - se te cayó en el auto.
Casey tomó el dinero, Ryan por su parte se acomodó la bufanda.
- ¿Y la bufanda de donde salió?
- Estaba en la guantera - contestó Ryan. - Dijiste que no debía de parecer diferente.
Casey sonrió.
- ¿Sabes qué? - se detuvo un momento - Porque no escoges algo que te guste.
- Ok - Ryan se adentro en los pasillos, buscando que se podía llevar para comer.
- No tardes.
- Si.
Mientras Casey se encargaba del asunto del bidón, Ryan exploraba el pasillo de las golosinas buscando cual escoger para que se lo comprara.
No debía de perder mucho tiempo, miro unas galletas y las tomó al igual que un jugo. Salió del pasillo para regresar con Casey.
- Listo - dijo para poner las cosas junto con a las de Casey.
- También sería esto, ¿cuanto sería?
- Sumando todo eso da un total de.. - la señora le enseñó la cantidad que debía de pagar.
Casey sacó el dinero que tenía, pagando por fin, ya sentía que se iba a morir de aburriemiento.
- Gracias - dijeron en un unísono para salir de la tienda. Ryan ayudaba a Casey con la bolsa de compras.
- Olía muy feo ahí dentro - se quejó el niño.
- Así huele el cigarro - dijo Casey. - Vamos, hay que llenar el tanque.
Al llegar a la estación de servicio, justo al lado izquierdo estaba la máquina que había mencionado la señora en la tienda, puso la cantidad que necesitaba para llenar el tanque, y en la pantalla salió el precio que debía de pagar, una vez que pagó Casey tomó la pistola despachadora para insertarla al depósito del auto, mientras que Ryan se sentó en la silla que estaba a lado del surtidor
Ryan observó como Casey llenaba el tanque. Lo bueno era que no había nadie más que la encargada de la tienda y ellos dos.
Una vez lleno el tanque, Casey prosiguió con el bidón.
Un sonido en particular llamó la atención de ambos, una moto se aproximaba.
El motociclista estacionó su moto justo atrás de ellos, también venía a llenar su tanque de gasolina. Se acercó al otro surtidor, tomó la pistola despachadora. Él motociclista era un hombre entre 30 o 38 años, castaño, alto, con apariencia temible, como si recién hubiera salido de prisión.
Tenía una chaqueta de cuero negra con sus clásicos guantes sin dedos y pantalón de mezclilla.
Casey terminó de llenar el bidón.
- Listo, vámonos Ryan - Ryan sin más que decir abrió la puerta del copiloto y se subió cerrando la puerta tras de sí. Casey abrió la puerta lateral del fiestamovil, y dejó el bidón cerró la puerta.
- Vaya... tienes un gran auto. - Casey se volteo a ver al dueño de la voz, el motociclista quien veía el fiestamovil
- Gracias - dijo para dirigirse a la puerta del piloto.
El motociclista lo siguió, cuando Casey se abrió la puerta y subió el motociclista coloco su brazo apoyándose en el borde de la puerta impidiendo qué Casey la pudiera cerrar.
- ¿Y solo son ustedes dos? - preguntó.
- Oiga estamos algo ocupados y.. Ah.. Cansados, ya debemos de volver a casa.
- ¡Oh! En que estaba pensando, que irrespetuoso de mi parte - dijo dejando de recargarse en la puerta. - no los molesto más. - Casey cerró la puerta.
Se despidió de ambos con un simple adiós de mano.
Casey encendió el auto y condujo alejándose del lugar. Ryan miró por el espejo lateral, vio que el motociclista estaba hablando por teléfono, observando el auto.
Mientras Casey se alejaba de la gasolinera y de aquel motociclista raro todo parecía ir con normalidad en la carretera.
En la radio se podía escuchar la canción: Rock and Roll de Lead Zeppeling.
Ryan miraba por la ventana los árboles pasar rápido, al igual que algunos letreros.
Casey se enfocaba en el camino, bajó la velocidad cuando llegaron a un cruce en la carretera.
- ¿Pero qué...?
Miró que al otro lado del cruce (en una esquina enfrente de ellos) dos sujetos, ambos vestían casi igual que el motociclista de la gasolinera.
En vez de moto usaban caballos. Dio vuelta a la izquierda en vez de ir derecho, era un camino más largo pero era mejor, si algo pasaba no los seguirían a la cabaña, continuó su rumbo con un mal presentimiento. Los tipos no dejaban de verlos.
- ¿Qué pasa, Casey? - Ryan también había anotado a los tipos. Se desacomodo la bufanda - ¿Porque dimos vuelta?
- Nada - le contestó el adolescente - ¿sabes por que no eliges una canción? Será un viaje un poco largo de lo anticipado.
- Esta bien - contestó un poco extrañado. Presionó el botón buscando una canción que le llamara la atención.
Se detuvo al escuchar una canción que le gustó.
T.N.T. de AC/DC
Mientras Ryan se distraía con la música, Casey estaba en alerta, la carretera siempre fue tranquila, se maldijo internamente había dejado sus palos de hockey en la cabaña.
Rezaba en el fondo que solo fuera mera casualidad y no lo que se estaba imaginando.
Más adelante de ellos había un túnel, al entrar a dicho túnel no pasó nada extraño o peligroso.
Era un túnel largo, al menos eso despejaría un poco la mente de Casey.
Al llegar a la salida notó que estaba estaba obstruida o más bien alguien la obstruía.
Casey se detuvo, no tenía manera de atravesar, el tipo no venía solo traía a todo su grupo de amigos y muy bien armados. .
- ¿Casey? - el adolescente volteo a ver a Ryan, podía ver la expresión en sus ojos, tenía miedo.
- Tranquilo, todo saldrá bien. - le acomodó la bufanda así ocultando la piel verde que se podía ver - no te la quites.
El niño asintió rápido, un toque proveniente de la ventanilla, captó la atención de Casey.
Había una persona armada, tocó la ventanilla con la boquilla de la pistola.
El sujeto dejó ver su rostro movió los labios generando una frase que Casey pudo entender con facilidad.
Sal del auto
- Voy a salir - le dijo a Ryan.
- ¿Qué? ¿¡Me vas a dejar!?
- No, veré que quieren.. Recuerda no te quites la bufanda - asintió rápidamente.
Otro toque en la ventanilla, el tipo ya se comenzaba a desesperar.
- Ya voy - le dijo.
Casey levantó ambas manos, dejando en claro que no tenía alguna arma para que no les dispararán.
De su lado de piloto había otro tipo, igual que el otro armado. Casey abrió la puerta.
- Tranquilos, no estoy armado - le dijo.
- Sal despacio - dijo el tipo mientras le apuntaba. - si haces una tontería te dispararé.
- De acuerdo - le dijo.
- Pon tus manos en tu nuca. - dijo algo que Casey no dudo en hacer.
Ya una vez fuera, el tipo armado le apuntó con la boquilla en la espalda para hacerlo avanzar hasta llegar al grupo.
- ¿Solo es él? - preguntó un hombre montando un caballo acercándose a Casey
- No señor, viene acompañado de un niño - le dijo.
- ¿Y el niño? - preguntó
- Esta en el auto, señor - contestó.
- Oigan solo es un niño no le hagan daño.
- ¿Hacerle daño? - el líder del grupo miró incrédulo a lo que había dicho Casey. - te equivocas mi adolescente amigo. Yo no lastimó a los míos. Si es que son realmente humanos. - rió - bajen sus armas
Todo el grupo obedeció.
- ¿A que se refiere?
- Verás colega, desde lo que paso en Nueva York, la horrible invasión, formé un grupo de resistencia contra esos alienígenas ayudamos a todo humano que quiera sobrevivir, después de todo es lo quería uno con su especie, o eso se espera.
- Mire nosotros somos humanos, solo queremos irnos.
- Y lo harás.. Pero si demuestras que eres un humano - le dijo.
- ¿Qué? - pasó saliva - ¿no es suficiente con decir que soy humano?
- No, esos alienígenas usan disfraz para mezclarse con nuestra raza. Y no sólo ellos, también los monstruos. - dijo - pero como te dije.. Tienes que demostrar que eres humano. - volteo a sus hombres - traigan a los perros.
Dos personas trajeron 4 perros, dos cada uno, perros realmente grandes e imponentes. Gruñian y mostraban sus enormes dientes.
El corazón de Casey latía con fuerza.
- Oye amigo no te preocupes, como te dije si eres un humano real no te harán daño, estos perros detectarán tu olor, si hueles como humano estarás bien si no.. Bueno los perros gozarán de un festín.
El "soldado" que había llevado a Casey ante el grupo le ordenó incarse para estar a la altura de los perros.
Los cuatro perros se acercaron, lo olieron, le gruñian en lo que lo olfateban. Casey cerró los ojos, una reacción normal de alguien con miedo.
Al terminar los perros simplemente se alejaron.
Casey abrió los ojos, el líder se rió ante la reacción de Casey.
- ¿Ves? No te paso nada. - dijo - Ahora traigan al niño.
Los ojos de Casey se abrieron.
- ¿¡Qué!? - gritó trato de levantarse pero el soldado lo estampó contra el suelo, inmovilizó a Casey. - ¡Oiga! No puede hacerle eso..
- ¿De que te asustas? Si es humano no le pasara nada justo como a ti.. O es que en realidad no es humano?
- ¡Si lo es!
- Entonces, ¡pasará la prueba!. - el soldado que permaneció a lado del fiestamovil trajo a Ryan como había sido llevado Casey, con la boquilla del arma en su espalda.
- Casey.. - el nombrado volteó a ver a Ryan, a simple vista se notaba su miedo, el cuerpo del pequeño temblaba.
- Tranquilo Ryan, todo estará bien.. Estarás bien.
- Que los perros lo huelan - soltaron las cadenas de los perros
Los perros olfatearon a Ryan, no gruñian ni mostraban los dientes, estaban concentrados en el olor de Ryan.
Al igual que Casey, Ryan cerró sus ojos. Por un momento recordó una cosa que su madre le dijo cuando descubrió su poder eléctrico.
Ryan tienes que esconder este poder, que nadie sepa de esto.
En la mente del niño se repetía
Tengo que esconderme, tengo que esconderme.
El líder notó que los perros estaban tardando en olfatearlo.
- Los perros ya se tardaron - contestó - soldado quítele el gorro quiero ver el rostro del niño.
El soldado sin más acató la orden de su líder. Le quitó toda prenda que ocultara el rostro de Ryan.
Revelando la identidad del pequeño.
El corazón de Casey estaba por estallar, lo podía sentir como con cada latido quería salir de su pecho.
Estuvo a segundos de entrar en estado de Shock. Si le dieran una hoja para escribir como se sentía en ese momento, no sabría como describirlo. Los oídos le zumbaban apenas podía escuchar algo, puede que haya sido por la presión que el tipo le estaba poniendo para inmovilizarlo o su propio corazón
Ante el terror su mente divagó imaginando lo que le harían a Ryan al ver su apariencia, se imaginó a los perros abalanzandose, mientras el pequeño gritaba tan dolorosamente al ser devorado por los canes.
La risa de Ryan lo sacó de su imaginación, no lo alcanzaba a ver debido a que los caninos eran demasiado grandes y cubrían a Ryan.
Los perros gimoteaban y movían sus colas, se comportaban de una manera más afectiva con el niño.
- Señor, ya se por que los perros tardaban demasiado en oler al niño.. - dijo el soldado.
- ¿Por que razón, soldado?
El soldado le pidió a Ryan lo que tenia en la bolsa de la sudadera.
Al tomarlo el soldado lo mostró.
Un paquete de galletas abierto.
- Los perros olieron las galletas y quieren comer. - dijo el soldado.
- Agh.. ¿Quién era el responsable de darles de comer a los perros? Se supone que no deben de estar hambrientos cuando hacen su trabajo - dijo el líder.
El líder con una señal de manos ordenó al soldado que tenía a Casey inmovilizado que lo liberará. Acción que efecto el soldado de inmediato.
El líder se bajó de la montura, ayudó a Casey a levantarse. Por fin pudo ver a Ryan, estaba impactado por lo que veía.
- Mi más sincera disculpa, joven - dijo de una manera más ¿amable? - sno es la forma pero tenemos que asegurarnos de que no sean impostores... Por cierto una pregunta más, ¿el niño es familiar tuyo?
- Él...ah.. - no sabía que pensar o decir en este caso.
- Es mi hermano - contestó Ryan, mientras uno de los perros lambió el rostro de Ryan, acto que hizo reír al niño.
- Entiendo, bueno.. - el hombre silbó a lo que sus perros regresaron con él. - no los detenemos más. ¡Soldados! Despejen la entrada, no tenemos nada que hacer aquí. - dijo todo su grupo se alejó de la carretera. - por si necesitas algo de apoyo o si sabes de los alienigenas y así.. Puedes seguir este rumbo y ir más al norte, ahí encontraras una pequeña base que tenemos, no es mucho pero hay comida y agua. Por si te interesa claro
- Eeh.. Esta bien gracias - dijo.
El líder estrecho la mano de Casey y sin más se subió a su caballo y junto con su grupo se fueron. Ryan al ver a Casey tan fuera de sí, se acercó para tomar su mano.
- Casey es mejor irnos.. Nos están esperando - le dijo Ryan
Sin más que decir, Ryan llevó a Casey al auto.
(..)
Llegaron a casa, sanos y salvos. April y Raph estaban buscando algo. El pelinegro se podía imaginar que era o más bien quién.
Casey le dijo a Ryan que esperara en el auto, a lo que Ryan asintió.
Al salir del fiestamovil, se dirigió a sus amigos.
- Casey, ¿no haz visto a Ryan? - preguntó April al verlo - esta desaparecido.
- De hecho pelirroja.. - se llevó una mano atrás de su cabeza - esta en el fiestamovil..
- ¿¡Qué fue lo que dijiste!? - Raph se acercó al oír la conversación. - ¿Te llevaste a Ryan?; ¿¡En que estabas pensando Casey!?
- Yo.. - tratando de decir algo pero no sabía como decirlo - no tenía idea de que estaba en el fiestamovil
En lo que hablaban, Leo junto a sus dos hermanos aparecieron.
- ¿Que sucede?, ¿Encontraron a Ryan? - preguntó Leo.
- Si, y no vas a creer con quién estaba - comentó Raph para cruzarse de brazos.
- Casey eso es lo más irresponsable que haz hecho en toda la vida - le dijo April.
Ryan podía escuchar cómo regañaban a Casey, el pequeño sabia que no era la culpa del pelinegro si no suya.
Abrió la puerta del copiloto dispuesto a defender a Casey.
Casey se volteo al escuchar la puerta abrirse.
- Ryan quedate en el auto - le dijo.
- ¡Pero no fue tu culpa! - gritó el pequeño aun sin bajarse del auto. - ¡yo me metí en el fiestamovil cuando buscaban las llaves, Casey no lo sabía!
- Escuchen, no se como explicarles lo que acaba de pasar. Pero ni siquiera yo lo puedo entender.
- ¿Qué tratas de decirnos Casey? - preguntó Donatello.
- A eso voy, ¿sí? - dijo - escuchen, solo lo diré así, Ryan ahora tiene una... Apariencia diferente.
- ¿Apariencia diferente? - Mikey como los demás no entendían lo que trataba de decir, todos miraban extrañados ante el comportamiento de Casey.
- Iré a ver a Ryan - dijo Leo - quiero ver si esta bien
- ¡No! - detuvo a Leo - lo que trato de explicarles es que Ryan, cambio ya no tiene piel.. De tortuga. Cuando estábamos regresando a casa un grupo de personas nos detuvo en el camino, querían saber si éramos humanos y no impostores, usaron perros para que nos olieran, cuando dijeron que también era con Ryan él.. De alguna manera se transformó.. No sabe como lo hizo pero..
Leonardo se acercó al fiestamovil a lado del copiloto.
Vio a su pequeño vestido con su sudadera un gorro y la bufanda. Hasta hora nada raro.
Los demás se acercaron.
- Casey si esto se trata de una broma..
- No Leo, te lo juro, velo por ti mismo.
- Ryan ¿podrías quitarte la gorra y la bufanda?
- ¿Prometes que no regañaras más a Casey?
- Lo prometo.. - Sin más, Ryan se quitó la gorra y la bufanda mostrando su apariencia humana.
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