Diana
- Mamá..
- ¿Si, Ryan?
- ¿Cómo haré saber a mi papá que soy su hijo si ni me conoce? - miró a su mamá esperando una respuesta - En caso de que cuando él venga y no estés para decirle.
- Esa es una buena pregunta, ¿recuerdas mi nombre? - se agachó para estar a la altura de su hijo.
El pequeño asintió.
- Lo que te voy a decir es algo que solo tu padre sabrá que no mientes - dice ella.
- ¿Y qué es? - Ryan susurró
- Su apodo - Ryan la miro extrañado - a tu papá cuando lo conocí le puse ese apodo - sonrió la madre.
- ¿Y cual es el apodo? - preguntó Ryan interesado.
- Hinto. - sonrio la mamá al ver la reacción de su hijo.
- ¿Hinto? - asintió la mamá - y ¿qué significa?
- Es un nombre significa azul.
- ¿Y porque le pusiste así?
- Es una larga historia.. - dijo la mamá para acostarse - y te la contaré mañana. Por lo pronto a dormir.
- ¿Qué? - Ryan se acercó al rostro de su mamá - No mamá yo quiero saberlo. Andale por fa - su mamá fingió estar dormida. Ryan la empezó a mover - se que estas fingiendo.
-Eres muy listo Ryan - dijo abriendo los ojos - ok te la cuento pero te tienes que acostar. - Ryan se acostó junto a su mamá.
Acercó su oído al latido del corazón. Escuchaba esos latidos tan cálidos, tan fuertes, ese era su lugar favorito en el mundo. Los brazos de su mamá.
Sentía que nada le haría daño. Obviamente su madre jamás lo permitiría.
Miró a su mamá y escucho atentamente la historia.
Abrió los ojos. La luz del sol entraba por una ventana, ya era de día.
No recordaba que paso después de que el monstruo lo azotara contra el suelo.
Se volteó al lado derecho de la cama en donde descansaba y vio a su padre.
Había traído una silla para quedarse a cuidarlo, se había quedado dormido mientras lo cuidaba.
Ryan se rascó cerca de su hombro le empezó a dar comezón.
Notó unas vendas qué cubrían de hombro a hombro. Pudo ver su piel, hacia rato que no la veía, la mayor parte del tiempo estaba sucio por el lodo, o el moho. Se destapó de las cobijas
No traía su sudadera, ni si playera ni pantalones, traía una especie de pijama, una pijama color azul claro con dibujos de unicornios.
Era la pijama de una niña.
Se bajó y rodeo la cama, con cuidado de no despertar a su papá. Se acercó para verlo mejor, su tono de piel era igual al de él.
¿Cómo lo supo? Puso su mano cerca del brazo de Leo y lo comparó. Eran igual. Así como su papá Ryan tenía pecas blancas.
Sus manos eran pequeñas en comparación a las de su papá. Todo parecía un sueño, no sabía cómo reaccionar ante todo, es como cuando esperas algo y te imaginas un montón de posibles resultados para cuando recibes eso no sabes como reaccionar.
Tenía cierta inseguridad, no sabía cómo decirle que era su hijo y peor aún decirle que su mama ya no está.
¿Cómo lo tomaría? Son 2 noticias fuertes.
Ryan le dieron ganas de ir al baño.
Camino con cuidado hasta llegar a la puerta. Se puso de puntitas para alcanzar el picaporte, giro el picaporte, la puerta sonó, Ryan se volteo para ver si su papá se había despertado, parece que no.
Abrió la puerta poco a poco para que esta no hiciera ruido.
Logro abrir la puerta lo suficiente para poder salir.. Pero
- ¿A donde vas? - su papá ahora estaba de pie detrás de él, Ryan no supo que hacer se volteó a verlo, no estaba enojado si no más bien curioso.
- A-al baño...- dijo Ryan temeroso - quiero hacer pipí.
Ryan vio los ojos de su papá, un azul fuerte.. ¿Como se le decía? Era rey o eléctrico - pensó.
Antes de siquiera reaccionar Leonardo lo había tomado para cargarlo hasta el baño. Lo cargo y lo sostuvo con su brazo derecho. Ryan con sus brazos rodeo el cuello de Leo, evitando ver a su padre.
Era una sensación extraña para Ryan, siempre había sido cargado por su mamá, ese era su lugar favorito, pero ahora que estaba en los brazos de su papá, eran diferentes, eso es un hecho, la masa moscular pero era la misma calidez, la misma seguridad.
Leonardo camino lento, no quería despertar a ninguno de sus hermanos y amigos porque no quería que fastidiaran al pequeño ya conocía la actitud de Mikey y Casey además de que Raph lo primero que haría sería interrogar al pequeño. Colocó su mano izquierda en espalda del pequeño.
Este apretó su agarre de su cuello.
Leo se enterneció no lo podía negar. Tampoco podía negar el hecho de que era igual a él, solo con la diferencia en sus ojos. Tenía un ojo azul como los suyos y otro de color gris.
Le recordaba mucho a su amiga, le había puesto Haiiro, por el color de sus ojos. Un hueco en su corazón se formó, no pudo hablar con ella, no fue a despedirse cuando ella se iba de viaje, solo esperaba que estuviera bien, era triste no poder comunicarse con ella, era difícil o casi imposible tener señal, y aun más complicado era hacer llamadas para si país natal.
Llegó a la puerta del baño, giró el picaporte, y abrió la puerta.
Se acercó al excusado, abrió la tapa, puso en el suelo a Ryan.
- Es mejor que hagas del baño sentado. - le dice Ryan asiente lentamente - estaré afuera por si me necesitas.
- Si - dijo era un sí casi audible, Leo si lo escucho, cerro la puerta dándole espacio a Ryan.
Ryan se bajó los pantalones y se subió a la taza.
Leo estaba apoyando su espalda a la pared viendo la puerta. Esperando a que Ryan le avisara que había terminado.
- Lately, I've been, I've been thinking
I want you to be happier, I want you to be happier... - escucho la voz del pequeño cantar.
Se le hizo tierno, después de todo era un niño pequeño y algunos cantaban mientras hacían sus necesidades.
Al parecer no se sabía toda la letra porque balbuceaba lo demás.
Leonardo por otra parte conocía esa canción, estaba en sí lista de música desde que Haiiro le compartió la canción.
- Then only for minute, i want to change my mind. - Leo empezó a cantar la canción pero en voz baja -
Cause this just don't feel right to me i wanna raise your spirit i want to see you smile but know that means I'll have to leave..
- Ya terminé - anunció Ryan.
Leo entró para ver a Ryan bajar del excusado con los pantalones en sus pies. Leo se acercó y le bajo a la cadena, le subió los pantalones pero se dio cuenta que estaban al revés.
- ¿Porqué están al revés? - pregunto mientras veía a Ryan.
- Lo siento es que estaba cantando y moví los pies y se me salió el pantalón, es que el pantalón es grande. Y intente ponérmelo pero no supe cual lado es el de enfrente y el de atrás.... - suspiro - ¿estás enojado?
- No, solo me hubiera gustado que me pidieras ayuda, solo para la otra avisame.. ¿Ok? - dijo y Ryan asintió.
Le puso el pantalón correctamente y lo cargo de nuevo, de la misma manera en la que lo trajo al baño, solo que la diferencia Ryan ya no tenía desconfianza en Leo.
- ¿Quieres desayunar? - le pregunto Leo y Ryan asintió. - Bueno vamos a desayunar.
Ryan aprovecho para ver a su papá, noto algo, en su cuello tenía una cuerda, como la de un collar. La tocó con cuidado. Leo lo notó
- ¿Quieres ver mi collar? - Ryan asintió, Leo se detuvo, con su mano libre se quitó el collar.
Era un collar simple pero a la vez bonito, tenía una figura de madera, no muy grande de un águila, estaba detallada se podía ver cada pluma, las garras pico todo.
- Este collar me lo regalo alguien especial - miro con cariño el collar - ¿sabes cuál es este animal? - Ryan negó. - Es un águila. En muchas culturas el aguila es un símbolo de fuerza, poder o libertad, en varios lugares tiene un significado diferente.
Leo se lo dio para que lo viera mejor. Ryan quedó fascinado con el collar sus detalles, era como si esa figura podría levantarse en cualquier momento.
Extendió sus manos para devolverle el collar.
- ¿Qué tal si me lo cuidas? - dijo Leo con una sonrisa, con su mano colocó el collar en el cuello Ryan. Era grande el collar para Ryan.
Ryan le sonrió fascinado. Era una convivencia muy natural con Leo, Leo llegó a las escaleras.
Bajo las escaleras y fue a la cocina.
Había visto que April había traído pan, crema de maní y jalea, no quería ocasionar una tragedia en la cocina, aunque sabía algo no se sentía seguro de hacerlo todavía.
Sentó a Ryan en la mesa, de la alacena saco un plato y un vaso qué dejo en la mesa, fue al refrigerador y saco el galón de leche y la mermelada, camino hasta el otro extremo de la alacena donde estaban la crema de maní y el pan. De los cuberteros saco un cuchillo para usarlo en la crema de maní.
Saco 2 rebanadas de panes y en uno untó la crema de maní en una cara del pan, Leo cubrió por completo la cara del pan con la crema de maní, y procedió hacer lo mismo con la otra rebanada pero esta vez con la mermelada.
Una vez terminada la tarea hizo el sándwich de crema de maní y mermelada dejó el sándwich y se lo puso en el plato, sirvió la leche en el vaso y se lo dio a Ryan.
Leo se dispuso a hacer otro sándwich para Ryan y después se haría uno.
Ryan lo olía, nunca había probado un sándwich de crema de maní y mermelada.
- No pasa nada, come debes de tener mucha hambre. - le dijo y Ryan comió.
Era muy dulce, delicioso, Leo vio las expresiones de asombro de Ryan no pudo evitar reír un poco.
- ¿Quieres otro? - preguntó
- Si por favor - dijo Ryan sus mejillas y dedos estaban llenos de mantequilla de maní y mermelada.
- No comas tan rápido - le dijo Leo para ver a Ryan batallar para pasar - toma leche.
Ryan le obedeció y dejo el sándwich en el plato para agarrar el vaso y beber la leche. Leo acomodó todo una vez que terminó de hacer dos sándwich más.
Le dio el otro sandwich a Ryan y el comió el suyo.
- Oye amiguito.. - Ryan dejó el vaso en la mesa para prestar atención a lo que su padre le diría - ¿Cómo te llamas? Me gustaría llamarte por tu nombre.
- Me llamo Ryan. - dijo tímido.
- Ryan, es muy bonito nombre - le contestó - Yo me llamo Leonardo.
Ryan estaba nervioso y Leo lo notó.
- ¿Qué tienes Ryan?
- Tengo algo que decirte...- respiró hondo. Su corazón empezaba latir más rápido.
- Si dime.
- Yo ya sabía que te llamas Leonardo, es que es... Difícil de explicar... Yo me parezco mucho a ti ¿verdad?..
- Si lo había notado - dijo - ¿sabes porque?
- Si, es que yo... soy.. hijo - Leo no dijo nada, pero notó el temor de Ryan
- ¿Eres mi hijo? - asintió Ryan tímidamente - Bueno eso explica el parecido... - trató de bromear para que Ryan se relajará, no funcionó.
- Hay algo más - agarro el collar de Leo - mi mamá.. es una persona que tú conocías, me dijo que te dijera su apodo y el porqué te decía así para que me creyeras.
- ¿Y como me decía? - contestó Leo
- Hinto...- Leo abrió los ojos, ahora el asustado era él - Y te decía así porque cuando te encontró lo primero que vio fue tu bandana y tú estabas herido.
Leo se quedó procesando todo, era demasiado para procesar. Sabía de quien se trataba de que si era.
Vio a Ryan
- Tu mamá se llama Diana? - preguntó Leo.
- Si, mi mamá se llamaba Diana.
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