Narradora

Ryan continuaba caminando, estaba cubierto de lodo hasta la cara, su ropa no era la excepción, estaba muy agotado.

Sus ojos estaban levemente rojos por falta de descanso.

Bostezó una vez más, tenía bastante sueño.

Continúo caminando hasta que un sonido le llamó la atención.

Ryan miró a su alrededor, no había nada ni nadie.

Quizás lo imaginé. - pensó Ryan.

Ryan estaba apunto de irse, pero volvió a escuchar el mismo ruido.

Era como una especie de gruñidos y chillidos de desesperación.

Con suma atención escuchó donde se oían esos gruñidos, camino hasta encontrarse algo que lo sorprendió.

Había un cilindro de mutageno roto, había un rastro de mutageno. Volvió a escuchar el mismo ruido.

Siguió caminando hasta hallarse con...

Un animal mutado, parecía ser una mezcla de oso y un León

(Imagen del animal desde el inicio.)

Tenía pequeños cuernos en su cabeza, y era de color blanco (como se muestra en la imagen)

Éste estaba atrapado entre alambres que lo lastimaban, los picos que tenían esos alambres habían perforado su piel.

Estaba inmóvil.

Ryan se acercó con cuidado de no asustar al animal.

Miró con atención al animal.

Él animal al ver a Ryan empezó a gruñir, desconfiaba de él.

Ryan al escuchar los gruñidos de él, no se espantó. Se acercó hasta su cabeza y le acarició.

- Tranquilo no voy a lastimarte. - le decía mientras continuaba con las acaricias.

Él animal dejó de gruñirle y se le quedó viendo.

Ryan en el bolsillo de su pantalón sacó una navaja multiusos, de esta seleccionó unas pinzas. Con cuidado fue cortando,el alambre no era tan grueso para no poder cortarlo con las pinzas.

Él animal se intentaba parar, se empezaba a desesperar.

- Tranquilo, no te preocupes ya casi termino - dijo Ryan - Solo aguanta un poco más.

Corto los últimos 5 alambres que quedaban.

Ya una vez cortados empezó a retirar los alambres. Algunos se habían atorado en la piel del animal. Ryan con cuidado retiraba estos alambres para que no le dolieran.

Logró quitarlos del animal.

- Listo - dijo Ryan.

Él animal trató se levantó para irse de ahí, pero sus patas estaban débiles para soportar su peso. Y se desplomó al suelo.

Ryan al ver el estado de sus patas se asustó.

Las patas de él, tenían más perforaciones y sangraban además de que estas temblaban.

Ryan se alarmó, sin vacilar se quitó su suéter y lo rompió en varias partes.

(Ryan traía mochila que olvide mencionar)

De su mochila sacó una botella de agua, comenzó a mojar las patas del animal, para evitar que llegarán a tener una infección.

Ya una vez limpias le puso los trozos de su suéter en las patas con cuidado de no tocar sus heridas.

Al terminar de vendar sus patas, Ryan suspiro.

- Ya estás - miró al animal. - ¿Te sientes mejor?

Él animal asintió levemente.

El estómago de Ryan empezó a gruñir.

- Tengo hambre - dijo Ryan - Iré a buscar comida para los dos.

Dicho esto, se fue para buscar comida.

No muy lejos de ahí había un río, Ryan decidió atrapar los peces que pudiera conseguir.

Se metió al agua. Le dió un escalofrío. Estaba fría el agua.

Inhaló el aire que pudo y se sumergió al agua.

Ryan vio una cantidad de peces nadando.

Sería difícil atraparlos sin una caña.

Comenzó a nadar y se acercó a un pez, pero antes de poder tocarlo el pez nadó lejos de Ryan a una gran velocidad.

Ryan saco su cabeza fuera del agua.

Ahora ¿Cómo los atrapó? - pensó.

Ryan vio un árbol, una de sus ramas estaba floja, se había quebrado. Era perfecta, podía servir de lanza.

Nadó hasta la orilla del río para poder ir a agarrar la rama.

Al tomarla, corrió al agua y se metió.

Cómo el agua estaba muy cristalina pudo ver cómo se acercaban y sin perder tiempo clavo la lanza en el pez.

Atrapando su primer pez.

Ryan dejó el pez en un pañuelo que tenía guardado en su mochila.

Siguió cazando más peces suficientes para alimentar al animal que y ayudó y también para él.

(....)

Después de varias horas de pesca, y aprovechar para quitarse el lodo de su cuerpo. Ryan llegó con muchos pescados y algunas bayas que encontró en el camino, además de que llenó su botella de agua.

Él animal al oler a Ryan alzó su cabeza.

- Hola amigo, mira traje muchos pescados y algunas bayas. - dijo Ryan

El animal olió la comida.

- ¿Qué tal? Los cocinaré un poco, para no comerlos crudos. - dijo Ryan, miró al animal que lo veía como si le entendiera. - Haré una fogata.

Después de un rato Ryan regreso con varias ramas y piedras que servirían para la fogata.

Con unas piedras, trató de crear una chispa. (Así como Kaled le había enseñado)

Pero le era difícil, tenía que aplicar la suficiente fuerza para poder hacer que las piedras tuvieran la fricción adecuada para que saliera la chispa.

- Esto es más difícil de hacer.- dijo Ryan.

Aquel grande amigo, bufó levemente (así como hacen los tigres) llamando la atención de Ryan.

- ¿Qué pasa? - preguntó Ryan.

El animal se levantó, aún no tenía fuerzas para hacerlo, pero lo intentó y pudo lograr ponerse de pie.

Caminó lentamente hacia Ryan y la fogata.

- Oye no deberías de esforzarte de más, tus patas no se han curado. - dijo.

Él animal movió la cabeza indicándole a Ryan que se alejará. Ryan hizo lo que entendió.

El animal produjo un sonido raro, como el sonido de esos aviones supersónicos. La boca de éste comenzó a brillar. Abrió la boca y de ésta expulsó una bola de fuego.

Haciendo que la fogata se hiciera.

- ... Guau no sabía que podías hacer eso. - dijo Ryan asombrado.

El animal se recostó de nuevo el suelo.

- Ahora prepararé la comida. - dijo para hacerlo.

(...)

Ya era de noche.

Después de un rato Ryan había cocinado los pescados. El amigo de Ryan devoró los pescados y las bayas.

Ryan apenas y comió 1 y la mitad de un pescado.

Prefirió darle sus 4 pescados restantes para que se los comiera.

Éste gustoso los aceptó.

Ryan con cuidado se acercó a él, y lo volvió a acariciar.

Éste se dejó llevar ante la acaricia del pequeño, comenzó a ronronear cuál gato disfrutando las acaricias de su amo.

- Eres muy tierno. - dijo Ryan. - Oye.. ¿Quieres ser mi amigo?

El animal alzó las orejas.

- No tengo amigos, bueno tenía unos amigos.. pero.. unas malas personas me alejaron de ellos diciendo que yo era un monstruo que les haría daño. Ellos no creyeron pues convivieron conmigo. Uno de ellos me defendió, pero terminó herido, lo lastimaron y yo les dije que me iría, lo cual no aceptaron, una de ellas se abalanzó al hombre que me golpeaba. Ella pudo esquivar a los compañeros y.. ella me dió oportunidad de huir... Espero que estén bien, sobretodo ella.. - sin poder evitarlo, los Ojos de Ryan estaban llorosos y lágrimas pequeñas salían de éstos para caer en su mejillas.

El animal viendo que Ryan estaba llorando, frotó parte de su cabeza con la de Ryan (como un León lo haría con su cría)

A Ryan le gustó, lo hacía sentir mejor, su corazón se había tranquilizado.

Con sus manos acarició el hocico de él.

- Te lo agradezco, ya me siento mejor. - le sonrió. El animal y hizo un rugido pequeño de felicidad. - Sabes.. debería de ponerte un nombre.. ¿Te gusta la idea?

El hizo un rugido pequeño.

- Deja pienso un nombre.... - Ryan pensaba en un nombre.

Ryan de su mochila sacó un libro, este traía una historia. Ésta historia hablaba de los tres mosqueteros, Aramis, Porthos y Athos, y claro de un joven llamado D'artagnan.

Vio un nombre que era perfecto.

El animal se había acostado quedando atrás de Ryan, la espalda de Ryan tocaba el costado del animal.

- ¡Ya sé como te llamaré! - dijo Ryan. - Athos, es perfecto para ti. Athos era alguien muy bueno, odiaba a la gente mala.

Éste mueve su cola y hace un ruido mostrando su agrado a su nombre.

- Muy bien a partir de ahora te llamaras Athos. - dijo Ryan.

Athos lamió el rostro de Ryan, éste sintió cosquillas en la cara.

- Debemos de dormir, ya se hace tarde - dijo Ryan, sin evitarlo, bostezó. Ryan recargó su cabeza en el costado de Athos. - Buenas noches Athos - dijo para quedar profundamente dormido.

Athos puso su cola en Ryan para cubrirlo del frío.

Athos también se quedó dormido.

N/A

Espero que les haya gustado este capítulo. No olviden dejar su estrellita si les gustó, y claro su comentario si quieren dejarlo.

Bueno nos vemos.