No hay ignorancia, hay conocimiento.

No hay miedo, hay poder.

Yo soy el corazón de la fuerza.

Yo soy el revelador fuego de luz.

Yo soy el misterio de oscuridad.

En balance con el caos y la armonía...

...Inmortal en la fuerza.

El credo de los Je'Daii.

Para muchos en la orden, el código Jedi original.

Se repetía en su cabeza una y otra vez.

Así lo mantenía en su mente y conciencia.

Así se sentía en equilibrio.

En uno con la fuerza.

Leonard Bazz, o Leo, ya se encontraba en sus últimos días de la prueba final de su aprendizaje.

Aquella prueba que le habían dispuesto consistía en sobrevivir durante 50 días en el planeta Dagobah, planeta en el cual durante mas de 20 años vivió el gran Maestro Jedi Yoda, sobreviviendo mediante lo que la naturaleza le ofreciera.

Pero con el era distinto.

Leo decidió no comer ni beber nada de lo que le ofreciera el ambiente y la flora de aquel pantanoso planeta durante los 50 días de la prueba, ya que debía demostrar que estaba listo para cumplir la misión que se le había dado desde que llego al templo, y descubrió y acepto su verdadero ser.

Darle equilibrio a las Multirealidades.

Y para ello debía volverse un defensor de la vida.

Un justiciero de la luz.

Un caballero de la esperanza.

Un héroe.

Y debía probarse a si mismo que era un héroe, por lo que tomo la siguiente decisión.

Entraría al árbol.

El árbol del lado oscuro.

El árbol donde sus peores y mayores miedos se podían hacer realidad.

Dejo su cinturón utilitario Jedi junto con su sable de luz en una roca, y miro de frente a frente la entrada de aquella cueva del árbol.

Debía entrar...

...Y entro.

En los primeros minutos, Leo pudo sentir la presencia del lado oscuro cernido por aquel lugar sin luz.

Unos minutos después, había llegado al final de aquel túnel sin algún rayo de luz, solo niebla y sombras.

Se sentó en el suelo musgoso, a meditar.

Y alguien le hablo.

~Leobaz~

Leo abrió los ojos al ser llamado por su nombre biológico/celestial.

~Leobaz~

Leo pudo distinguir entre la niebla una sombra negra, apenas visible, de un hombre cubierto con una túnica encapuchada, con una voz que lo delataba como alguien muy mayor de edad.

Aquella sombra era una encarnación del lado oscuro.

Era un espíritu del la maldad, crueldad, ira, miedo y odio.

Era el espíritu de un Lord Sith.

Un emperador de la muerte y sufrimiento.

Después de que su cuerpo fuera destruido por segunda vez, su espíritu termino vagando por la galaxia hasta quedar preso en aquel árbol de la oscuridad.

Esperando el momento preciso.

Encontrar a un caballero Jedi poderoso en la Fuerza...

...Y convertirlo al lado oscuro.

Convertirlo en un Lord de los Siths, al igual que en un pasado lo hizo con el llamado "El Elegido", después conocido como Darth Vader.

Y el momento había, por fin, llegado.

Ahora estaba en su merced un ser mucho mas poderoso que "El Elegido", y ese era Leobaz de Celestium.

El espíritu del Lord oscuro se acerco al jedi, quien se mantuvo sereno ante la situación.

~Ve, Leobaz. Ve~

El ente del lado oscuro le señalo unas rocas con musgo sobresalientes en la niebla. Al señalarlas, estas cobraron la forma de panes en porción recién hechos.

~Si realmente tienes el poder de alterar las cosas, satisface tu hambre~

El rostro oculto del fantasma Sith le susurro en la oreja a "El Seleccionado".

~Satisface tu hambre~

Sin embargo, Leo se levanto, poniéndose de pie en vista de aquel espectro, y paso por delante de el.

-No necesito comer-. Dio el aprendiz Jedi como respuesta. -Y aun si lo necesitara, hice un juramento al aceptar esta prueba. Y no lo voy a romper, por la Fuerza.

Leo pudo finalmente distinguir un tenue rayo de luz que entraba en la cueva. Se detuvo debajo de aquella luz y continuo.

-Soy uno con la Fuerza, y la Fuerza me acompaña. Siempre-. Miro hacia donde provenía esa baja luz y finalizo. -Todo en esta galaxia esta unido, protegido, guiado e iluminado por la voluntad de la Fuerza.

~¡¡NECIO!!~

Como si aquel grito fuera un fuerte viento proveniente de un huracán, el suelo de roca musgosa alrededor de Leo empezó a quebrarse, a excepción de la parte debajo suyo, que seguía siendo iluminada por esa tenue luz blanca.

Las grietas empezaron a agrandarse, y el destrozado suelo empezó a presionarse a tal grado que empezaron a sobresalir pedruscos y rocas de tamaño descomunal.

Acto seguido, los pedruscos y rocas empezaron a descender rápidamente hasta prácticamente hundirse y desaparecer bajo la niebla de una recién formada fosa, en la que lo único que había en pie allí era el suelo iluminado débilmente en donde se encontraba Leo, ahora rodeado por un vacío bajo sus pies que parecía no tener final alguno.

El espectro Sith se volvió a aparecérsele frente suyo, flotando sobre aquella fosa con fondo neblinoso, indistinguible y, aparentemente, interminable. El ente empezó a flotar alrededor de aquella fosa, rodeándolo aun mas.

~Demuéstralo entonces. Lánzate al abismo y usa la Fuerza para retenerte y amortiguar la caída. ¿No esta escrito en los manuscritos de Tython que los antiguos espíritus de los Jedis caídos y los guardianes de la Fuerza protegerán a los suyos?~

Leo contemplo el fondo no visible de aquel abismo. Sabia que era intención del espíritu hacerlo usar sus poderes para beneficio propio. Para que así diera los primeros pasos al lado oscuro.

Pero el no se iba a dejar consumir. Su maestra le enseño eso, y mas.

No caería al lado oscuro.

-En los manuscritos de Tython escrito también esta que un Jedi no tentara ni disuadirla a la Fuerza ni a los espíritus que ahora están en ella para beneficio propio-. Cerro los ojos y añadió. -Ni siquiera usare los poderes que herede de mi ascendencia celestial. No abusare de mis dones, ni de mis poderes.

Apenas había terminado de hablar, la sombra Sith se expandió, formándose una niebla tan negra como la noche que rodeo a Leo, extinguiendo la luz que había sobre el. El Jedi sintió la presencia y esencia del los Siths y el lado oscuro alrededor suyo.

Abrió los ojos, y observo que en la niebla se mostraba los distintos reinos, republicas e imperios, entre otras clases de gobiernos y culturas existentes en los multiversos, como Themyscira, Kahndaq, Latveria, Naboo, Acorn, Rose, Dragon, entre mas.

La voz del Lord oscuro le volvió a hablar.

~Si te inclinas ante mi, me reconoces como tu maestro y Señor de la Fuerza, y sigues mis pasos y enseñanzas, cada dimensión y realidad que observas, y mas, se te dara. Te volveré poderoso. Imparable. Invencible. Eterno. ¡El Emperador Leobaz!~

-¡¡JAMAS!!-. Exclamo Leobaz, a la par que sus ojos se iluminaban de una radiante luz verde. -¡Márchate lejos, Sidious!

El espíritu del siempre despreciable Emperador imperial dio un grito atronador, acompañado del sonido de una gigantesca tormenta. Seguido de esto, la niebla negra se desvaneció.

Leonard Bazz salio de la boca del árbol con una gran serenidad, y con su corazón en calma y paz. Mirando hacia arriba del cielo, a la poca luz que entraba en aquel cielo nubloso, dijo las siguientes palabras.

-Los jedis y todo miembro de la orden solo respetan a los nobles y puros de corazón. Los aprendices solo consideran maestros a los Jedis que les enseñe a usar la Fuerza para el bien de los demás. Y la Orden solo sigue los pasos de la luz. Buscan equilibrio no solo en la fuerza, sino también en sus corazones.

Leo dirigió su mirada a su sable de luz. Levanto la mano y el sable inmediatamente llego a esta. Lo encendió, y mirando la hoja esmeralda del sable, finalizo con lo siguiente:

-Seré distinto, pero... El ser distinto ya es un poder.

Su destino ya estaba escrito.

Debía iniciar una época de prosperidad, justicia, esperanza y equilibrio para todas las realidades existentes.

Debía iniciar una era de Héroes.

Debía convertirse en...

...Superten.

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Superten pertenece y fue creado por: https://aztruyen.top/tac-gia/el10movigilante / https://www.deviantart.com/vigilantels1005 (Es decir, yo)

Lo demás usado le pertenece a Disney, Sega, Archie, DC, Marvel, Lucasfilm y Star Wars.