1. Planta, agua y fuego
Corrimos ladera abajo, puesto que nuestra casa estaba situada en la cima de una pequeña colina, y llegamos a la velocidad de Raikou a la entrada de la casa del profesor.
Su laboratorio estaba en realidad en una ciudad de un poco más al norte, cerca del desierto Chuk. La capital de la región, ciudad Deka.
Mi hermano y yo llamamos repetidas veces al timbre, muy impacientemente. Unos pasos en el interior de la casa nos confirmaron que el profesor Aliso se encontraba en su interior, y así era.
Abrió la puerta y nos recibió con una cara de sueño terrible, en pijama y con un albornoz de cuadros puesto. Tenía una taza de café en la mano izquierda, mientras que con la derecha sujetaba la puerta.
—Es muy pronto. Supuse que vendríais los dos a esta hora, Aehr y Addie Thegt*.
—De ahí el café. ¿Cierto? —Intuyó mi hermano. El profesor sólo asintió y nos invitó a pasar.
Nos sentamos en el salón de una casa que tan bien conocíamos desde nuestra infancia, donde nuestros padres disfrutaban de largas tardes.
Todo seguía como siempre, desordenado y lleno de libros. Unos libros que sólo me provocaban más curiosidad.
Había dos sofás de un tono rojo oscuro desgastado. En el primero y más cercano a la entrada, nos sentamos Aehr y yo, y en el que se encontraba más cerca de la gran cristalera se sentó el profesor.
Sobre la mesa que había entre los dos sillones había tres Pokéballs, que seguramente contendrían los tres iniciales.
—Addie; como has llegado la primera, puedes escoger primero —. Dijo mientras removía el café con una cuchara —Hay tres Pokémon, uno de tipo planta, otro de agua, y otro de tipo fuego. Escoge el que más te guste. ¡Adelante!
Tras dar esa orden, tres criaturas salieron de las pokéballs, cada una única a su manera.
—Te presento a Saurok, Hiponea, y Bonflick. Saurok es el Pokémon dinosaurio/roca, y es de tipo planta y roca. Predecible, lo sé. A pesar de su aspecto, es bastante tranquilo, y te protegerá siempre que lo necesites. En segundo lugar, tienes a Hiponea, de tipo agua. Es el Pokémon caballito de mar, pero no te creas que es tan tranquilo como Saurok. Es un gran luchador. Y en tercer lugar tenemos a Bonflick, de tipo fuego. Es un diablillo, literalmente. Es el Pokémon diablo. ¿Cuál escoges?
Me fijé en cada uno de los Pokémon que tenía frente a mí. Cada uno era diferente a su manera, y me gustaban muchísimo. Lo tendría muy difícil para escoger uno de ellos.
Saurok era un verdadero dinosaurio, y me llegaba a la altura de la cintura. Su color verde daba a entender que era de tipo planta, y las rocas incrustadas por su cuerpo sólo confirmaban lo que el profesor me había dicho.
Hiponea era un caballito de mar que me llamaba mucho la atención. Era de color blanco, azul claro y azul oscuro, con detalles turquesas. Hacía honor a su nombre.
Bonflick también me gustaba. A diferencia de los otros dos iniciales, era bípedo, y parecía bastante juguetón. Tenía dos pequeños cuernos rojos sobre su cabeza, y a su espalda dos alitas negras acordes a su cuerpo negro y naranja.
Tras unos largos instantes pensando, tenía la respuesta bastante clara. Siempre me habían gustado los animales marinos, por lo que elegí a Hiponea.
A pesar de su seriedad, no pude evitar darle un abrazo, el cual me fue correspondido.
—Me quedo con Hiponea. Profesor Aliso, ¿Es cierto que aún tiene que venir más gente a escoger su Pokémon inicial?
—Sí, dos chicos más. Uno de ellos viene de la capital, y el otro del pueblo que hay cerca de aquí, cogiendo la ruta trece, pueblo Santo.
—¿No debería haberles esperado?
—Si quieres puedes devolverme a Hiponea y esperar a que escojan ellos el suyo.
Lo pensé mejor por un instante. Había tenido suerte en poder elegir el inicial que quería, no podía desperdiciarla. Mejor me quedaba con Hiponea. De todas formas, aún podían escoger entre Saurok y Bonflick.
Al cabo de un rato, el profesor se fue a vestirse después de haber hablado con mi hermano.
Era un hombre puntual, al que no le gustaba despertarse temprano pero tampoco muy tarde. Tenía alrededor de unos cincuenta años de edad, y en su cabello negro ya se veía alguna que otra cana.
Era de complexión delgada, y algo alto. Sus ojos eran azules oscuros, como el color de la piel de Hiponea, y su piel era bastante morena.
Apenas estaba resentido por la edad, pero necesitaría un sucesor pronto, y ese era mi hermano.
Nos quedamos un rato en el salón, charlando y observando a los otros dos Pokémon. Hiponea me estaba empezando a gustar bastante, y no podía parar de pensar en qué tipo de Pokémon evolucionaría, pero me estaba adelantando a los acontecimientos.
De repente, llamaron a la puerta. Eran las ocho en punto, justo en punto. Esa puntualidad me sorprendió, y a sabiendas de que podría ser uno de esos chicos que iban también a por su inicial, me levanté la primera de las tres y abrí.
El joven, seguramente un año mayor que yo, era también más alto. Parecía fuerte, y era bastante serio así de primeras. Su pelo era del mismo color que el mío, y con su piel ocurría lo mismo.
Tenía unos vibrantes ojos verdes poseedores de una mirada seria cargada de inteligencia. Vestía una ropa formal a la vez que informal, y una bata de laboratorio blanca por encima de la misma.
Me miraba por encima con un aire de superioridad, pero sin ser irrespetuoso.
Le sonreí, y me devolvió media sonrisa. Parecía amable, y quizás compartiese conmigo la misma pasión por la ciencia.
—Hola —. Rompí el hielo yo —¿Tú también vienes a por tu inicial?
—Sí. Y por lo que veo tú ya lo has escogido —. Señaló él. Pensé que quizás se sentiría ofendido al haber escogido antes que él, pero no parecía molesto. Sin embargo, me disculpé.
—Oh, disculpa. Espero que no te haya importado... Llegué antes y el profesor me dijo que podía elegir ya, y he escogido a Hiponea.
Consciente de que hablaban de él, Hiponea apareció en el pasillo de la entrada dando saltitos, y se quedó a mi lado, observando con curiosidad al extraño.
—No hay problema. Yo ya tenía pensando escoger el inicial de tipo planta, Saurok. Mis disculpas, no me he presentado. Me llamo Ben.
—Yo me llamo Addie —. Reparé en que nadie le había acompañado —¿No ha venido nadie a acom...? —No acabé la pregunta, pues pareció incomodarse y entristecerse a partes iguales —Bueno, da igual. Me disculpo de nuevo...
—No pasa nada.
Me apartó suavemtente y entró en el salón. Logré oir cómo mi hermano y él se saludaban.
Vi al profesor Aliso salir muy bien vestido de una de las habitaciones de la casa, consciente de que Ben había llegado.
—Ben Weldon. Supuse que vendrías a las ocho en punto, como siempre.
Tanto el profesor como yo entramos a la vez en el salón, y vi que Ben tenía a su lado a Saurok. Parecía que no había reparado siquiera en Bonflick.
—Saludos, profesor Aliso. Creo que mi elección es más que clara.
—Y supongo que no hará falta que te informe de Saurok. ¿Verdad? —Entendió el profesor.
—Cierto.
Pasamos como una media hora más hablando de nosotros y de nuestros Pokémon. El profesor nos presentó a Ben, y supe que él quería ser un gran científico, siguiendo los pasos de mi hermano y del profesor.
Me alegré mucho al saber que compartíamos aficiones, ya que ambos leíamos y dedicabamos casi por completo nuestro tiempo a estudiar los Pokémon.
Al cabo de un rato, el profesor parecía impacientarse. Miraba su reloj constantemente hasta que a las nueve menos cuarto alguien llamó con fuerza a la puerta.
—¡Quiero mi Bonflick! —Gritó la otra persona desde la puerta.
—¡Llegas tarde Flaere Saick*! ¡Lo mínimo que podrías hacer es disculparte! —Dijo el profesor bastante molesto, mientras se dirigía a abrir la puerta de la entrada.
—Había mucho tráfico. ¿Dónde está Bonflick? —Insistió la otra persona, entrando en la casa del profesor.
—Me da igual el tráfico de la capital. Es una falta de respeto, Flaere.
—Sí, sí... Lo siento y esas cosas. Ahora mi Bonflick.
Un chico de mi edad aproximadamente entró en el salón con brusquedad. Tenía el pelo rubio, y ojos color caramelo. Parecía muy vivaracho, y sin saludar ni nada, procedió a coger entre sus brazos a Bonflick.
Ben le miro con desdén, y yo arqueé una ceja. A ninguno de los dos nos había causado muy buena impresión.
El profesor entró al salón y puso los ojos en blanco.
—Os presento a Flaere. Viene de ciudad Deka, y, ¿A que no adivináis cuál es su tipo favorito?
—Intuyo que es el agua —. Dijo Ben con sarcasmo.
—¡No, el fuego! —Gritó Flaere con una sonrisa, sin haber entendido el sarcasmo.
Ben soltó un suspiro, y Flaere miró con curiosidad y mucha energía a los que estábamos sentados.
—¿Alguien quiere combatir? —Propuso.
*Thegt: Se pronuncia Zegt, y por si no estaba claro, Addie=Adi y Aehr=Aer.
*Flaere Saick: Se pronuncia Fler Saik
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