Basado en el cuento y ballet "El Lago de los Cisnes".

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Hace muchos siglos, el Reino Kaguyama, la princesa T/N se encontraba en el umbral de la adultez, con su cumpleaños número dieciocho acercándose rápidamente; su belleza deslumbrante solo era superada por su inteligencia y bondad. Sin embargo, la joven princesa estaba atrapada en las redes de las expectativas y las obligaciones reales. La presión de casarse con un noble para asegurar la estabilidad del reino y asumir su papel como Reina se cernía sobre ella como una nube oscura.

El corazón de T/N anhelaba algo más profundo que una alianza política. Ella deseaba un amor verdadero, un amor que la llenara de alegría y propósito. Los muros del castillo, que alguna vez fueron su refugio, se sentían ahora como una prisión. Cansada de la rutina y las interminables discusiones sobre su futuro matrimonio.

Ese día, T/N decidió buscar consuelo en el bosque, su santuario especial desde la infancia para aliviarse de su desesperada carga; adentrándose más de lo habitual, siguió un sendero que la llevó hasta un lago escondido, donde las aguas brillaban con un resplandor místico bajo el sol del atardecer.

Allí, en el centro del lago, nadaba un cisne majestuoso, con un plumaje tan blanco que parecía resplandecer. T/N, fascinada por la elegancia y la serenidad del cisne, se sentó a la orilla del lago, sintiendo una paz que hacía tiempo no experimentaba.

-. Eres tan impresionante... -. Respondió T/N, admirando el color blanco tan puro de la hermosa ave, quien la observaba con unos cautivadores ojos color azul profundo.

De repente, el cisne alzó el vuelo y, con un batir de alas, se posó frente a ella. T/N se quedó sin aliento al encontrarse cara a cara con el cisne, cuyos ojos parecían reflejar una inteligencia y una bondad extraordinaria. Con la mente en paz y el corazón lleno de gratitud, T/N decidió descansar un rato junto a su nuevo amigo. Se recostó en el suelo cubierto de musgo, sintiendo la frescura del bosque abrazándola como una manta cálida.

Mientras cerraba los ojos, T/N sonrió, sintiendo una profunda conexión con el mundo natural que la rodeaba. Así, en la tranquilidad del bosque, la bella princesa encontró un momento de paz en medio de las preocupaciones de su vida real. Sin saberlo, este breve descanso sería solo el preludio de aventuras y desafíos que la esperaban en el horizonte, incluyendo la revelación de un amor que cambiaría su destino para siempre.

El sol se deslizaba lentamente hacia el horizonte, pintando el cielo con tonos dorados y rosados mientras la tarde daba paso a la noche. T/N, envuelta en un dulce sueño reparador, finalmente abrió los ojos, encontrándose con el manto estrellado que se extendía sobre ella. Se incorporó con calma, estirando los músculos tensos después de su breve siesta en el bosque.

Justo cuando se disponía a levantarse para regresar al castillo, una presencia familiar capturó su atención. Frente a ella, un extraño hombre salió emergiendo de las sombras del bosque. Su cabello dorado, ligeramente despeinado, caía suavemente sobre su frente, enmarcando sus ojos azul profundo, que reflejan un aire de desgano y misterio, el cual vestía un impresionante atuendo real de tonos blancos y dorados, con detalles bordados a manos ante unos peculiares símbolos arcanos de su linaje perdido.

Su sola presencia, irradia una elegancia melancólica y una belleza etérea que lo distinguía de cualquier otro hombre, tal vez un príncipe de un Reino lejano.

-. ¿Quién eres?... -. T/N se quedó sin aliento ante su inesperada aparición, sus ojos encontrándose con los de él en un silencio cargado de significado.

-. Princesa T/N, es un honor conocerla. -. Respondió con voz suave el misterioso joven, que alcanzó el corazón de T/N. Pero, aunque su mente le recordaba las enseñanzas de la prudencia, su corazón latía con una emoción que no podía explicar. Había algo en su presencia que la atraía de manera inexplicable, una conexión que trascendía más que las palabras.

-. No ha respondido mi pregunta... ¿Quién es usted? -. Preguntó T/N con curiosidad, su mirada fija en los ojos profundos y penetrantes del atractivo joven.

-. Mi nombre es Shu. Soy solo un viajero que decidió aventurarse al bosque. Pero hoy, mi mayor alegría, fue encontrarme con usted, princesa.

T/N, cautivada por la sinceridad y la gentileza en las palabras de Shu, sintió una corriente de emoción recorrer su cuerpo. A pesar de sus reservas, T/N extendió una mano en gesto de amistad, sintiendo una chispa de esperanza brillar en su interior.

Las horas pasaban volando mientras T/N y Shu conversaban, compartiendo risas y confidencias en la tranquilidad de la noche. Hablaban de sus pasiones, de los lugares que habían explorado en sus sueños más salvajes y de los deseos que ardían en lo más profundo de sus corazones. Con cada palabra compartida, el lazo entre ellos se estrechaba, tejido con hilos de confianza y complicidad.

Sin embargo, a medida que su amistad florecía, algo más comenzaba a brotar en los corazones de T/N y Shu. Un sentimiento que iba más allá de la amistad, más allá de las palabras. Era un anhelo dulce y ardiente, un deseo que los consumía lentamente desde el interior.

T/N encontraba en Shu una comprensión y apoyo que nunca había experimentado antes. Sus ojos la veían no como una princesa encerrada en un castillo, sino como una mujer con sueños y esperanzas propias. Con él, se sentía libre para ser ella misma, sin las ataduras de las expectativas y obligaciones reales.

Shu, por su parte, encontraba en T/N la luz que había estado buscando tras estar años en la oscuridad. Su bondad y compasión iluminaban su camino, disipando las sombras que habían envuelto su corazón durante tanto tiempo. Con ella, se sentía vivo de nuevo, como si cada noche pasada juntos fuera un regalo precioso que nunca se cansaría de recibir.

Con cada mirada compartida y cada roce de manos, T/N y Shu se daban cuenta de que lo que sentían el uno por el otro trascendía los límites de la amistad. Había un magnetismo innegable entre ellos, una atracción que los unía de manera irrevocable. Aunque ninguno de los dos se atrevía a nombrar lo que sentían en voz alta, el silencio entre ellos estaba lleno de promesas no dichas y deseos prohibidos.

T/N jugueteaba nerviosamente con un mechón de cabello mientras miraba a Shu con una sonrisa radiante.

-. Shu, quiero preguntarte algo...

-. Claro, T/N, dime.

-. Mañana es mi cumpleaños, y estoy organizando una fiesta en el palacio por la noche. Me encantaría que vinieras como mi invitado especial... -. Respondió la bella joven, esperando ansiosamente su respuesta.

Shu miró la invitación con preocupación, mientras T/N observa el corazón lleno de dudas y temores de Shu que eran difíciles de entender, y una parte de ella esperaba, que querido amigo accediera su petición.

Después de un momento de reflexión, Shu tomó la mano de T/N con determinación.

-. Acepto tu invitación, T/N. Haré todo lo posible para estar contigo en tu cumpleaños mañana en la noche.

-. ¡Oh, Shu, eso es maravilloso! Será una noche inolvidable, lo prometo. -. Exclamo, casi saltando de alegría. Los ojos de T/N se iluminaron de felicidad mientras asentía emocionada ante la idea de presentarle a todos a su amado.

Shu no pudo evitar sonreír ante la emoción contagiosa de T/N. Aunque estaba nervioso por lo que les esperaba en la fiesta, el brillo en los ojos de su amada, le dio el coraje que necesitaba para aceptar su invitación.

Sin embargo, no todo sería felicidad; pues a lo lejos, los ojos de un murciélago brillaban con satisfacción de haber encontrado una nueva oportunidad para sembrar la discordia entre los dos amantes.

Sin perder tiempo, voló rápidamente hacia el castillo de su amo para para informarle de la noticia que había presenciado.

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