Capitulo XL
Doce horas antes....
El sonido de las olas del mar, las pisadas que marcaban en la arena de la joven que ambulaba a las horas de la noche.
Lágrimas resbalaban por sus mejillas, al mismo tiempo apretaba sus labios evitando emitir el gran dolor que le inundaba en su pecho. Queriendo desaparecer en ese instante la voz de un chico se hizo presente lo que evito voltear y seguir caminando, ignorando lo por completo.
-¡Rusmerie! —Grito su nombre a lo que ella se detuvo. —Se puede saber porque huyes de esa manera. —El enojo la inundó haciendo que reaccionará por primera vez. —Me estoy hartando que actúes de manera tan inmadura, sabes la vergüenza que me dio al tenerme que disculparme frente a todos. — Lo que aguanto y le dio una bofetada, dejando perplejo.
- La que está harta soy yo... —Menciona en voz baja. —Tenían razón...
-¿Que te sucede, tu no eres asi? Dijo sin entender nada lo que le dio más coraje.
- ¡Yo nunca seré suficiente para ti! —Con impulso grito con dolor que le costaba respirar. — No soy atractiva como esas modelos, no me visto a la moda, no soy la perfecta chica que te gustaría tener a tu lado.
-¡ Suficiente! —Fue ahora que le alzó la voz, lo que Kou, apretó los nudillos. — Si te sientes poca cosa para mi es mejor que esto termine, porque yo no me merezco esto.
- Si así piensas, que la culpa la tengo yo, hazlo que quieras ya tengo suficiente de esta relación que no nunca lo fue. — La toma de las muñecas haciendo que se gire.
- Porque estas diciendo estas cosas, me... —No quería admitir la realidad que sus sentimientos hacia la chica eras verdaderos pero su egoísmo y orgullo no lo dejaban verlo la fama, vida perfecta no quería perderlo, pero tampoco a ella, se hacía tanto el de rogar pero parecía que ya no era suficiente para retenerla estaba acabando con su paciencia.
- “Kou, ¿ tu me amas...?”
-Y-yo... —porque le era tan difícil decir celo.
-Yo si te amo, y siempre supe que solo fui un simple juego para ti, permití este tipo de cosas por amor, pensando tontamente que con muestras de cariño cambiarías. — Rompiendo en llanto. —y no te los echaré en cara, la culpable aquí solamente la tengo yo, pero ya no tengo fuerzas para soportar más tus desprecios y me des la espalda y me niegues y creo que será lo mejor decisión. —La abraza fuerte.
-Rusmerie... no me dejes. —Le súplica sin poder aguantar más. —Cambiare, te lo prometo será distinto, le diré a todos que tu y yo somos pareja pero no em dejes. —Ahora en lágrimas en los ojos ocultándo su rostro en su cuello de la chica.
- Sabes cuantas veces e escuchado esto, me ilusiona y luego se te olvida para que sea igual como antes.
- Será distinto lo...
- Ya no quiero ser una sombra y sabes que es lo peor que tu también le das la razón a los demás, insultandome y despreciando e y muecas de asco, ya puedo más.
-“Adiós Kou“—Apartándose de el con lentitud rompiéndose mil pedazo su alma y corazón dejándolo ir, queriendo estar a su lado sin importarle si se rompe, pero sabe que no habrá un futuro solo será nada.
- ¡Tu no puedes dejarme! —Su impulso de impotencia y coraje fue reaccionar de la manera incorrecta tomándola a la fuerza, tirándole hacia la arena.
-¡Kou, detente! —Le suplicó a gritos mientras le rompía el vestido a la mitad, sus ojos con lagrimeo dejando ver esos color oscuros teniendo miedo por su manera actuar tan brusca, y forzosa lo que entró en razón, se aparta de inmediato, lo que hizo la chica era cubrirse como pudo y doblando se como feto, entre sollozos.
[...]
Entre sueños dormía plácidamente la castaña, emitiendo sonidos entre sueños cuando se escucha un estruendo dentro de su habitación lo que hace que despierte, entre abriendo sus ojos despacio sin tener aún visión.
-¿Quién anda ahi? —Se talla con su mano sus ojos.
- Soy yo.
-Sabes la hora que es bobo.
-Lo sé, no quería despertarte pero no sabía quien acudir.
-¿Pasó algo con tus hermanos? —Preguntó preocupada.
-No con ellos, si no Rusmerie.
-¿Que le hicistes? —Lo regaña haciendo que se le fuera el sueño.
-La lleve a una reunión.
- ¡No me digas que sucedió porque ya me estoy imaginandomelo! —Casi explotando del coraje.
- Es que ella tiene la culpa, me hubiera dicho que no tenía la ropa para la ocasión esto no pasaría que la humillaran.
- Y como es tu costumbre le distes la espalda y no la defendistes verdad, dejaste que la humillaran, solo a ti se te ocurre hacer algo así.
- Me haces ver el malo de la película.
-No lo eres, conmigo no te hagas la víctima, se quien eres, sabes que ella no tiene el dinero suficiente para comprar cositas bonitas.
-Me hubiera dicho yo la hubiera ayudado.
- No entiendes verdad grandisimo idiota.
-Que es lo que no entiendo que me humilló, fui la gran burla de todos en la fiesta.
- Ella lo que quiere, la aceptes como es, no necesita de tu estúpido dinero solo te pide una cosa tu atención y tu amor y que la proteja, no que hagas lo contrario de eso.
- No lo hecho.
- ¿Ya mejor dime que paso?
-Terminó conmigo.
-Suspira. —Creo que fue la mejor decisión que tomó en su vida.
- Le estás dando la razón a ella.
- Te lo dije y te lo repite re de nuevamente, se mereces alguien mejor no inmaduro como tu, que no sabe lo que quiere y no es capas de defender a la persona que ama.
[...]
Mientras escuchaba música desde su escritorio y leía un libro, pero al fijarse en el reloj ya era tarde suspirando smcon pesadez, apago las luces de su cuarto, para recostarse en la cama, aun le costaba conciliar el sueño, el reencuentro con su pasado de su otra persona aun seguía sin poder teee una explicación, solo deseaba que no fuera tan complicado para entenderlo. La bruma neblina que se acercaba hacia la propiedad donde la habitaban Kikuo, Orami y Shuki, haciendo que los miembros de la familia fueron desapareciendo por la magia del poder que tenía cierta persona, lo que hice presente la presencia e un ser que de un golpe destruyera la parte de la casa lo que hizo que se despertara los tres jóvenes. El primero fue el secciorarse era Shuki, al levantarse fue a ver, abriendo la puerta mirando desde ahi a los lados, sin ver nada, solo oscuridad, sin tener opción salió, caminando descalzo, pisando la fría madera del suelo, observó una gran silueta que lo dejó helado, que le dio un mal presentimiento, lo que dio pasos hacia atrás.
-Shuki, no te muevas. —Dijo en voz baja Kikuo observándolo desde el mueble que se ocultaba.
- Estas loca... y si me ve. —Le dice bajando su tono de voz.
-Entonces ven a donde estoy, despacio. —Lo que no le quedó de otra, agachandose, se queda en cunclillas. Despacio se da la vuelta para quedar a gatas se me vio arrastra con lentitud, acercándose hacia Kikuo. Pero un paso en una parte de la madera crujido dando aviso al misterioso ser, que sus ojos fueros fijos al joven. Lo que ella se para y toma de la mano para ayudarlo a pararse que enseguida corrieron por el pasillo.
-La señora estará feliz en que te encontrado mocoso.
Hora actual....
-Sus ojos veía el afilado cuchillo que estaba apunto de ser clavado hacia a Shuki, que cerró los ojos, pero no fue así, la cortadas fueron hacia la mujer que corto una de su ñuñecas y acercándose al cuerpo frío sin vida del Sakamaki, aceracndosele. Incandose abriendo su boca para dejar entrada al beber su sangre. —Por fin tu y yo estaremos juntos. —Una sonrisa se dibujo en sus labios.
-Sobre mi cadáver permitiré que lo hagas. —Excalmo una voz femenina hacia llamar su atención de esta volteando, al ver de quien se trataba, vio que corría hacia a ella, saltarse encima, apartandolo de su esposo.
- ¡Tú! —Ambas peleándose forzejeandose dando vueltas. —Siempre arruinando todo.
- No dejaré que cumplas tu cometido.
-“¡Shu , despierta!” —Le grito mientras se quitaba de encima pero esta clavo el cuchillo aun lado de ella, fallando su puntería.
-Acabare con tu vida como lo hice hace décadas. —Sacando del suelo de cemento y volviendo atacará a lo que está la detuvo tomando con ambas manos. —Solo fuistes una ruina para nuestra familia, es hora de acabar con el estorbo.
Shuki, forzegeando para desatarse del amarre, a lo que acabo haciéndolo y se paro enseguida dirigiéndose hacia a Kikuo y la mujer que estaba apunto de acabar con ella, se abalanzó, quitándole y casi aventandola con fuerza haciendo que soltara el cuchillo.
-¿Te encuentras bien? —le pregunta a lo que asiente.
- No te preocupes por mi debemos sacarlos de aquí. —Le dice lo que le ayuda a levantarse.
Pero sin esperar, que otro monstruo estaba atrás de ellos, una gigantesca criatura de apariencia de calamar se acercaba atrapandolo por los tentáculos rodeando su cuerpo y estrujandolos haciendo que gritara de dolor.
- Cambios de planes hermanita no me queda de otra que acabarlo de esa manera y mientras cumpliré mi cometido.
-El estruendo que paso de lado de ella rozando haciendo una cortada que fue causa de una flecha que clavo hacia el suelo. —Antes muerto te permitiré que arruine la vida de Shu una vez más. —Dijo Reiji apuntando con su arco junto a otra flecha, mirándolo fijamente a su hermano mayor, viniendo a su mente las imágenes de su hermano cuando eran niños, cuando estaba mas pequeño dormía junto a el cuando había relámpagos.
-Shu-niichan, puedo dormir esta noche contigo.-Dijo asomándose desde la puerta , mientras el leía un libro recostado, el sonrió, haciendo aun lado la sabana, sonrió y corrió de prisa, subiendo a la cama, para después acurrucarse, el le tapaba, este lo observaba, lo que noto y le dedico una dulce sonrisa.
Como las cosas cambiaron en minutos, las responsabilidades como primogénito, eran exigidos por su madre y apartándose de su hermano menor.
-Shu, léeme este libro.-Corriendo hacia a el, abrazándolo.
-Reiji no molestes a tu hermano.-Le dijo su madre.
-Mama déjame que le lea el libro a Rei...-Le suplico ver como el semblante de su hermano cambiaba, cuando su madre lo interrumpió.
-No estamos para perder el tiempo para tonterías.-Dicho esto siguió caminando y Shu miro su rostro desanimado.
-Prometo que terminare lo antes posible y te leeré , de acuerdo.-Haciendo que cambiara su tristeza a una animada, que asintió.
Pero paso las horas y nunca llego quedándose completamente dormido esperando a su hermano mayor, con lagrimas en sus ojos.
-Tonto hermano.-Dijo entre sueños.
Los años pasaron, cambiando ese niño tan alegre a uno mas duro y frio, apartándose de el, dejando aun lado a Shu, creciendo solitario repudiando y echándole la culpa de todo al mayor.
-Reiji, podrías perdonarme algún día, te cause mucho daño.
-Estamos a mano.-Se limpia la sangre de su boca, ambos habían tenido una pelea al revelar de que incendio la aldea de Yuma.
-¡Deja ese estúpido orgullo , y podrías oírme una vez en tu vida!-Le dice.-Lamento haberte quitado la atencion de nuestra madre y abandonarte dejándote completamente solo.
-Se ríe.-Ya no importa.
-¡Pero a mi si me importa!.-Lo abraza, pero este lo intenta apartarlo, pero se aferra a el.
-¡Suéltame maldito aragan, desearía que estuvieras muerto!-La peor palabra que pudo haber dicho que fue un día después cuando Shu desapareció de su vista, cumpliendo sus deseos, maldiciéndose a si mismo recordando ese amargo momento.
-Shu...-Lo llamo Reiji, tomándolo en sus brazos, pero al ver que no hacia ninguna reacción al movimiento, esa sensación inexplicable hizo que se detuviera el tiempo.- ¡Despierta maldito haragán!-Bruscamente lo zangoloteo con desesperación.-¡SHU!-Exclamo Reiji.
- Crees que con eso podrás detenerme no me hagas reír.-Se carcajeo atacandolo usando su poder, saliendo de sus manos una bruma oscura que rodeo, provocando que no pudiera respirar.
-¡Reiji!-Exclamo Ayato que al fin pudo llegar para alcanzarlo pero fue atrapado por los tentáculos de la bestia.
-Kamura, lo comenzó a golpear con un palo defendiendo a su hermano mayor.-Niña tonta crees que con eso podrás hacerme daño.-La toma por el cuello, apretando con rudeza casi que no la dejaba respirar.
-Ka-ka-mura.-Dijo Ayato, pero lo aullidos de lobos se oyeron , los gruñidos y pisadas se oían tan cerca, que una melena blanca se abalanzo a la gran bestia, dirigiendo sus colmillos a su cuello arrancando gran parte, lo que soltó un rugido, que acabo liberando a sus prisioneros que cayeron al suelo.
-Transformándose en humana , la toma en los brazos a Kamura.-Perdóname.-Se disculpaba repetidamente.
-Lu-luna-neechan.-Dijo en un tono débil.
-Ya estoy aqui.-La abraza.
Escalando en lo más alto de la torre Orami , salto de golpe apuntando con su espada y cortando uno de los tentáculos dejando libre a Kikuo, que caia, lo que fue atrapada por Luna que corrió hacia ya.
-¿Porque me estas ayudando? —Le pregunta.
-Estoy remedia do mis errores del pasado... —Le dice. — Apresurate antes que esa tipa se adelante yo la distraere.
Dándose prisa, tomando el cuchillo que fue atacada hace unos segundos se hace una cortada dejando fluir la sangre, y hiendo hacia abriendo la boca del chico para que pudiera ser fácil para que bebiera de ella, lo suficiente , esperando que despertara con eso, pero uno efecto. Lo que se carcajeo.
-Pero que podrías esperar, si eres una simple humana tu poder no sirven con ese cuerpo inmortal.
-Sin quedarle de otra, debía protegerlo a toda consta, tomando la espada atacándola dando su mejor en la pelea pero fue inútil, la golpea, casi aventarla del otro lado del edifico de la torre de Tokio a la chica de cabellos oscuros.-No dejare que le hagas daño a Shu.-Susurro entre lagrimas.
La tomaba del cuello ahorcándola con los tentáculos la chica de cabellos lilas, con una sonrisa llena de malicia.
Lo que acaba apareciendo Azusa, para salvarla pero fue aventado junto a Kikuo, ambos cayendo hacia la nada pero esta se agarra en uno de los barrotes de la torre de Tokio, alcanzando a tomar de la mano al mukami.
-Lista para morir hermanita, te enviare junto a tu madre y padre, hasta con tu querido esposo del otro lado.-Entre burlas, preparada para acabar su vida, saliendo la sangre una arácnido que fue iba directo a ellos... Sin esperando repentino su boca abrió escupiendo sangre al suelo, lo que voltea y queda asombrada.-T-tu...-Viendo al chico de cabellos rubios ojos azules, atravesarla con la espada, haciendo que desvanezca en cenizas. Pero esto aún no acababa, una figura de una criatura se estaba creando de rocas, los gruñidos, que fue directo hacia Shu, pero alguien lo aparto de ahí antes que lo hicieran añicos, lo que nunca se espero que fuera el mismo Yuma Mukami...
Intentando sostenerse en uno de las barras de metal de la torre para no caer, con una sola y la otra sujetaba a Azusa, mientras eran atacados por la criatura de araña, cortaba con facilidad a su paso haciendo que cayera casi a ella, que esquiva con dificultad. Lo que Yuma junto a Shu, escapaban de un gigante de roca, que cada ataque de alzaba picos filosos que si fuera un mortal acabaría con su vida enseguida.
Apretando sus manos una con la otra de ambos jóvenes. Kikuo observaba que la luna, aun no cambiaba a su tono natural lo que era mala señal y daba mas fuerza a los demonios, un sonido, hizo que reaccionaran, frente a ellos estaba la criatura empuñando ,listo para atacar pero fue detenido por los gruñidos de la gran bestia blanca que se abalanzo sobre de el, cayendo al vacio, topandose fijamente sus ojos ambar y oscuros.
-¡Luna-neecha!-Grito exasperada Kamura, casi apunto de saltar, pero fue retendia por los brazos de Laito. pero uno si salto sin pensarlo lo que quedaron impactados viendo de quien se trataba, esos verdes esmeraldas decidido sin importarle dar la vida. mientras licántropo peleaba contra la criatura, que alcanzo clavarle una de cuchilla en su torso, sus gruñidos de dolor se oyeron, este pudo arracarle uno de los brazos, clavando sus filosos colmillos, pero aprovechando el descuido tenia el otro que incrusto sin compasion, haciendo que saliera la sangre de su boca, lo que no esperaba , el ataque de aquel vampiro de cabellor rojizos y esa mirada fria, y apuntando con la misma cuchilla que fue arrancado fuera en su contra, cortandole la cabeza y el otro brazo que estaba clavando en la espalda, lo saco , acercandose y rodeando sus brazos como pudo, con la poca cordura que le quedaba suspiro, transformandose en humana, estando completamente desnuda, correspondiendo el abrazo, acurrucándose sobre su pecho
-Aya-to..., perdon...-Le costaba hablar.
-No digas nada, olvida lo que paso.-Le contesta.- Me cegué por el odio, debia haberte escuchado tu version de la historia pero a cambio te juzgue culpandote de lo que hicieron tu clan a mi hermana.
-Tenias razon de odiarme al fin de cuenta yo estab ahi y no hice nada para ayudar por cobarde a enfrentar a mi abuelo.-Al roser la sangre sale mas manchando la camisa de este que no le tomo importancia solo la abrazando fuerte.-Todo lo que toco se muere.-Recordando a una mujer de cabellos color turquesa, vestía un kimono que resaltaba su belleza
-Desde ahora en adelante las cosas cambiaran, enfrentaremos lo que sea y aquien sea como un equipo, como soliamos hacerlo.-De antes de caer fueron atrapado por una criatura gigante de aletas peculiares y oscura, lo que alzaron la mirada y vieron a una joven de cabellos negros ojos rojizos junto a su lado se encontraba Ruki Mukami.
-¿Jumieth?
-Tómalo como que nuestra deuda esta pagada, vida por vida.
-Aun cantemos victoria , debemos salvar a la mocosa cuervo y al hermano menor de Ruki-san-Dijo el pinguino con una voz aspera y grave.
-¡Azusa, aguanta!
.
.
-No permitiré que sigan arruinando mi vida y que toquen a mi mujer.-Dando una mirada seria, lo que lentamente deteniendo hacia la criatura que iba golpearlo, lo que casi llegando hacia el, se detuvo, fue desvaneciendo la criatura , haciendo que volviera a la normalidad.
Sin poder más sus fuerzas para agarrarse ambos cayeron, lo que se apresuro Shu, saltando. Azusa y Kikuo se soltaron por la fuerza, fue atrapado por Ruki y la chica, lo que amaba pareja se toparon reencontrandose como la primera pasando su vida pasada como presente, sus manos al fin alcanzó entrelazandose en atraparla entre sus brazos.
-Kikuo, nunca volveré a dejarte sola. —Cerrando sus ojos al sentir una tranquilidad y pesadez llevando aún profundo sueño.
Al día siguiente, sus ojos abrieron despacio topándose con Shuki quien estaba a su lado izquierda, sentado en el borde de la cama.
-Ya despertaste, que alegría.-Dijo con una sonrisa, lo que le corresponde, pero sintió que no estaban solo ellos, lo que volteo de su lado derecha, sin esperar lo inesperado viendo ante ella, a un muchacho de cabellos rubios ojos azules que la miraba llena de amor, lo que estuvo apunto en romper en llanto, pero su reacción fue abalanzarse sobre el y abrazarlo fuerte.
-¡Shu!-Solto en llanto sobre su hombro.-Te extrañe tanto.
-Y yo a ti, discúlpame por tardar tanto.-Rodeando su brazos a su cuerpo pequeño de la chica.
Lo que los presentes escúchame la felicidad de la pareja por fin juntos de nuevo. Mas tarde fueron al hogar donde vivían Kikuo y Shuki, estaban los presentes afuera. La que se acerco fue la madre de la chica con los brazos cruzados se puso frente a Shu.
-Espero que sea por buenas noticias.-Le dice preocupada por los dos jóvenes que desaparecieron casi dos semanas y no sabían de ellos.
La gente no recordaba nada de la muerte del Sakamaki, al volver a la vida Orami se encargo de alterar en las mentes que conocían al chico, o sabia de el, lo que se admiraba por su gran poder, lo que Millouri le da un golpe en la cabeza por exagerada lo que comenzaron a pelear entre ellas jalándose de los pelos.
-Vengo pedirle del modo correcto en llevarme a su hija y responderle como su esposo.-Acercándose el hombre poniendo aun lado de su mujer.
-Como se que no volverás a dañarla.-Esperando una respuesta.
-Le doy mi palabra que haré lo correcto, e hablado con mi padre, trabajare en la compañía para darle lo mejor a mi esposa.
-Sabes que es menor de edad .
-Lo se...-Responde.
-Si le darás lo necesario y siga con sus estudios no tengo problemas.-Sonríe Kikuo corriendo abrazarlo.
-Gracias.-Le dice en un susurro, besando su mejilla aquel hombre que fue bueno con ella, y pidiendo disculpas por tener otro concepto de el.
-Pero estaremos al pendiente de ella eso tenlo en cuenta.-Le advierte.
-No tengo ningún problema.-Sonríe satisfecho.
Antes de retirarse, se aproximo Shuki.
-No entiendo.
-¿Que no entiendes?
-Porque me dejaste vivir...-Pregunto dudoso, lo que puso su mano en la cabeza del chico.
-Aprendí que el dolor de perder a alguien muy querido es un sufrimiento que no se lo deseo a nadie, seria egoísta quitarte eso, cuando tu creciste entre humanos.-Lo mira sorprendido.-Gracias a ti estoy a lado de las personas que aprecio, es mi turno ayudarte, que sigas un tratamiento correspondiente.
-No es necesario.-Dijo avergonzado negándose.
-Deja aun lado tu orgullo y dejara apoyarte, si no fuera por ti no estaría aqui.
-De acuerdo, cuando pase de nuevo, estaré esperándote para apoyarte.-Dice dándole la mano, Shu, sonríe estrechándola.
Ya listo para irse con las cosas de Kikuo, dentro de la cajuela de la limusina. Entrando los seis hermanos junto a las cuatro jóvenes. Despidiendose en gritos y con un movimiento con la mano a distancia. Por fin juntos Ayato junto Luna, Reiji con Millouri, Kamura con Laito, Shu con Kikuo que estaba mirando por la ventana.
-Te Amo.-La besa en la mejilla.
-Y yo Te amo por siempre.
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