Capitulo XIX

Una joven de larga cabellera, quebradizo, de tono marrón se encontraba bebiendo augustamente, cuando percibió un gran aroma a distancia aproximarse hacia ella que se dibujo una pequeña sonrisa  de esos labios pintados de color carmesin.

-Nfu~Nfu~ ¿Pero que trae por aquí?.-dijo en un tono burlón, mirando de reojo a la joven que estaba lado suyo.

-No estoy por gusto, si eso piensas.-Responde con seriedad.

-Pero siéntate querida, si que te encanta sufrir.-Le dice, señalado con la mirada uno de los bancos con cojines color vino del bar.

-Gracias, pero vine de rápido.

-Pues tu dirás.-Le da un sorbo a su vaso de wiski.-Para que soy buena.

-Necesito que me ayudes a buscar a alguien.

-¿De quien se trata?

-De la antigua Reina de la dimensión de las almas.-Dejando su trago, lo porte en el porta vasos, y se le dibuja una sonrisa juguetona.

-Como es la vida, creo que te llevaras muy bien con mis amigos, porque también buscan lo mismo que tu, tal vez podamos unirnos.

[...]


En el aula leía detalladamente un libro sobre la maternidad , como era su desarrollo del bebe y los cuidados  durante el embarazo.

-Veo que el ganando estado muy concentrada sobre la maternidad.-dice una voz masculina a lo que voltea enseguida , encontrándose con Yuma.-Esta preparándote con tus deberes de esposa de ese haragán.

-¿E...eso a ti no te incumbe?-Responde cerrando el libro de golpe.-La vida mía con Shu , no debe interesarte.-Le responde poniéndose de pie, mirándolo con una expresión seria.

-Pues aunque tu no lo creas si me importa.-Le responda viéndola fijamente.

A lo que quiso ignorar ese comentario pasar de largo pero este se lo impidió tomando de la muñeca, para jalarla casi aventarla a la pared.

-¿Porque siempre que me ve, te encanta molestarme?-Pregunto pero la respuesta fue pones su brazos a los lados  en modo de que no pensara en escapar.

- No te haces una idea.

-Y...yo como voy a saberlo, si no soy adivina genio.-dijo manteniendo la compostura aunque dentro se moría del miedo, pero tenia que darse valor para protegerse y a su bebe.

-Te daré una idea.- Dijo para luego besarla , robando le un beso que la dejo impactada, sin olvidar que el gigantón le robo su primer beso cuando se conocieron. En segundos se escucho un golpe, que fue recibida por la chica que le había dado una bofetada.

-Co...como te atreves tu...

-Me atrevo porque me siento atraído por ti.

-¡¿Que?! pero eso es imposible.

-Solo reclamo lo que es mio.

-¡No soy un juguete! Que puede utilizar y luego desechar tan fácil.-apretando sus manos en forma de puño.-¡Yo! a quien quiero es a Shu...-Susurra suavemente, a lo que provoca que se enoje Yuma apretando los dientes.

Desde los pasillos caminaba Reiji para su aula leyendo, cuando escucho una discusión en unos de los salones que provenía, que ignoro por un minuto pero al escuchar dos voces muy familiares, la curiosidad mato al gato, dirigiendo ahí, asomándose detrás de la puerta viendo la escena de cuñada con el Mukami, forcejeando, mientras luchaba la chica , siendo retenida de las muñecas por las manos del mayor que en un movimiento le jala la camisa botando los botones de este, dejando la vista de su pecho. Observando como la mujer de su hermano iba hacer forzada a tener intimidad, sin hacer nada se retira en silencio. A unos cuantos pasos llegando a su aula, vio a su hermano que de estar como de costumbre, estaba leyendo, desde cuando ese bueno para nada le importaba hacer algo en la vida, lo que le molesto mas de lo normal, sin decir una palabra se dirigió a su lugar.

-Por cierto vi a tu esposa muy acompañada.

-Le pedí a Millouri, que estuviera al pendiente de ella, ya que ambas estarán en el mismo salón.-Teniendo su mirada fija en el libro.

-Yo no dije que se trataba de la enana.-Dejando en lo que hacia, una pequeña llena de malicia se dibujo, esperando su cometido en hacerlo sufrir.

Pasos golpeados daban en el suelo dirigiendo al salón del primer año donde empujo deslizo la puerta con brusquedad, buscando por todos lados hasta ver arrinconada la joven de cabellos oscuros abrazándose a si misma, con la camisa rota y arañazos en su piel, el coraje que lo inundaba se fue despareciendo y se acerco rápidamente.

-¡Kikuo!- Dice exaltado a ver a su esposa en ese estado de shock, acercando su mano, lo que se sobresalta al sentir el contacto, y voltea.

-Sh...shu.-Lo abraza, intentando busca su protección, este le corresponde.

-¡Ese idiota te hizo esto!-Lleno de furia dijo.

No responde, a lo que hace la mirarse tomándola de los brazos.

-¡Kikuo! ¿Te pregunte si ese imbécil te hizo esto!-Desviando la mira solo lo agacha y suavemente asiente.

-Su rabia de matarlo.-Pero se detuvo, cuando le dije que a mi podría hacerme lo quiese pero eso no cambiaría mi opinión tenia en mi vientre a tu hijo.-Rodeando el pequeño cuerpo de la chica, pegándola a su pecho que se acurruco, cerrando los ojos.

-Vamos a la enfermería.-Le dice a lo que acepto, poniéndose ambos de pie, para luego cargarla entres sus brazos.

En el techo del instituto estaba mirando el cielo lleno de estrellas, mientras estaba acostado en la banca, con su brazos recargado en su rostro cubriendo sus ojos, dejándolo pensar lo que había pasado, estaba de cometer una locura, por cegarse por los celos, pero si no fuera por esas palabras " Has lo que quieras si eso te hace feliz, pero no cambiaría mi opinión, por estoy esperando un bebe de Shu", retumbando en su cabeza como si le hubieran dado un fuerte golpe en el estomago, no pudo contener mas, las lagrimas resbalaban por sus mejillas, llorando en silencio.

[...]


-Estaba algo alterada pero ahorita que descanse un poco le ayudara a relajarse.-Comenta la chica de cabellos rubios.-Me siento muy mal, no pensé que pasaría esto de irme unos minutos

-No fue tu culpa, es mía por no cuidarla como es debido.-Dice pasando de lado izquierdo, para dirigirse a la puerta.

-¿donde vas?-Pregunto.

-Ahora vuelvo.

-No me digas que iras a buscarlo.-Le pregunta al chico que le daba la espalda.

-Alguien debe enseñarle una lección.-Se va desapareciendo.

-¡Shu!




 

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